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La red del Opus Dei en América Latina

GERARDO REYES
El Nuevo Herald
11-Noviembre, 2002

A las pocas horas de conocerse el gabinete del fugaz presidente de Venezuela, Pedro Carmona, algunos bromearon diciendo que parecía una lista de asistencia del Opus Dei (del latín "Obra de Dios'').

La presencia de Jorge Rodríguez Iturbe, uno de los líderes de ''La Obra'' y de otros simpatizantes de la misma en el gabinete de emergencia, desató una ola de acusaciones de los colaboradores del presidente Hugo Chávez en el sentido de que la fallida incursión de Carmona había sido un "opusgolpe''.

Aunque no se ha establecido que el Opus Dei tuvo semejante injerencia en los sucesos de abril, el episodio puso de relieve el cada vez más influyente papel que está jugando en la región esta organización laica de derecha que recientemente celebró la canonización de su fundador como el santo número 468 de la iglesia Católica.

Con la misma celeridad con que fue canonizado monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer, a los 27 años de su muerte, el Opus Dei en América Latina crece en todas sus formas provocando una gama de reacciones que van desde la admiración hasta el rechazo.

La gente del Opus Dei tiene en común ''una visión muy conservadora de la sociedad y están dispuestos a tratar de influir en ella lo más posible, como cualquier grupo con poder político'', explicó a El Nuevo Herald, la analista Merike H. Blofield de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.

Blofield, quien estudió el impacto del Opus Dei en Chile, sostuvo que se trata de una sociedad semisecreta con un ideario que ha encontrado un eco muy favorable en las elites conservadoras de América Latina, especialmente cuando las campanas de la iglesia católica llaman a combatir el aborto, la educación sexual y la legalización del divorcio.

''Lo que pasa es que el Opus Dei está de moda'', comentó César Mauricio Velásquez, miembro numerario del Opus Dei en Colombia al explicar la rápida expansión de ''La Obra'' en el mundo. ''Digo que está de moda porque el hombre actual tiene tantos vacíos que está tratando de darle sentido a su existencia [a través del Opus Dei]'', agregó Velásquez, decano de la Facultad de Periodismo de la Universidad de la Sabana en Bogotá.

Según la filosofía de Escrivá el hombre debe buscar su santidad en todos los actos cotidianos de su vida.

''Uno puede hacerse santo trabajando en Wall Street'', agregó Velásquez.

Presidentes, ministros, empresarios millonarios de varios países de América Latina están ligados al Opus Dei por lazos de colaboración, simpatía o por militancia activa.

Algunos comparten una inclinación por provocar polémicas y escándalos haciendo declaraciones desafiantes que apuntan a sectores liberales o de izquierda. Otros son reconocidos por su ritmo incansable de trabajo y su perseverancia.

Entre ellos:

El presidente de Colombia, Alvaro Uribe Vélez. De acuerdo con la revista Cromos, el presidente Uribe se encuentra en el grado de cooperante del Opus Dei. Pero una fuente de la prelatura dijo a El Nuevo Herald que se trata de un simpatizante lo mismo que la ministra de Defensa Marta Lucía Ramírez. El hombre en el gobierno más cercano a Uribe, José Roberto Arango, sí es un cooperante. También figura como seguidor de La Obra, el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, Sabas Pretelt de la Vega

El presidente del Ecuador Gustavo Noboa. Muy cercano al Opus Dei. Envió a Roma a la ceremonia de canonización de Escrivá, el 6 de octubre, a varios funcionarios de su gobierno. En 1995 sorprendió a los seguidores del Opus Dei en Ecuador al presentarse al lanzamiento de una nueva edición ecuatoriana de ''Santo Rosario'', un libro de Escrivá.

El obispo de Lima y Cardenal del Perú Juan Luis Cipriani, bautizado por su más reciente biógrafo como ''El Teólogo de Fujimori''. Conocido mundialmente como uno de los mediadores de la toma de la residencia del embajador de Japón en Lima. Desde joven está vinculado al Opus Dei. Es miembro numerario. Gran opositor de los grupos de derechos humanos. Su frase ''los derechos humanos son una cojudez'', pasó a la historia de la infamia en el Perú.

Llevan el escudo del Opus Dei además en Perú la ex presidenta del Congreso Martha Chávez y el actual congresista Rafael Rey.

El cardenal colombiano Darío Castrillón López, prefecto de la congregación para el clero del Vaticano. Castrillón es el ''ministro de gobierno'' del Papa Juan Pablo II encargado de definir las discrepancias entre la iglesia de Estados Unidos y el Vaticano en torno a las acusaciones de pedofilia. Después del Papa, Castrillón es el jerarca de la iglesia más cercano al Opus Dei. Fue el encargado de celebrar la misa de acción de gracias en Roma después de la canonización de Escrivá. El vocero del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls, también es miembro del Opus Dei.

El político chileno, candidato a la presidencia por la Unión Independiente Democrática, Joaquín Lavín. Este economista de 48 años, ex colaborador del gobierno de Augusto Pinochet y quien fue alcalde de Santiago, se trepó en las encuestas hace dos años durante las elecciones presidenciales en Chile con un discurso ultraconservador que se oponía a la legalización del divorcio. El actual presidente Ricardo Lagos lo derrotó en las elecciones por un escaso margen. Chile es el país más opusdeista de América Latina.

''La columna vertebral del movimiento contra la liberalización moral de Chile está soportada por los grupos integracionistas católicos Opus Dei (del Latín "Obra de Dios'') y los legionarios de Cristo'', escribió Blofield.

El ex ministro de justicia de Argentina Rodolfo Barra, quien renunció a su cargo luego de ser acusado por la prensa de simpatizar con el Nazismo cuando era joven.

Según Emilio J. Corbiere, autor de Opus Dei: El totalitarismo católico, el presidente argentino Carlos Menem ``encontró al Opus durante su década de gobierno (1989-1999) como un interlocutor válido. Sus cuadros políticos y una conexión indispensable en Roma sirvieron para disciplinar en torno suyo a la Iglesia argentina, muy crítica hacia las políticas económicas neoliberales del menemismo''

De acuerdo con los estudiosos del Opus Dei, el magnate de la industria del papel en Chile Eliodoro Matte y el petrolero argentino Gregorio Pérez Companc, figuran en la lista de importantes contribuyentes.

El secretario de trabajo de México Carlos Abascal. Enemigo de la idea de que las mujeres trabajen fuera de la casa porque se ''masculinizan''. En abril del año pasado protagonizó un escándalo al criticar públicamente que a su hija le hubieran recomendado en su colegio lecturas de Carlos Fuentes (Aura) y del premio Nobel Gabriel García Márquez (Doce Cuentos Peregrinos). En la obra de Fuentes hay una escena sexual en la cual el autor menciona marginalmente un crucifijo.

''Encima de todas las camas mexicanas donde se hace el amor, hay un crucifijo y una Virgen de Guadalupe'', le respondió Fuentes a Abascal.

La profesora del colegio privado que recomendó las lecturas fue despedida.


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