Hace ya un tiempo que no piso por esta pagina. La verdad es que aguanté varios meses enganchado a la ella, luego se me pasó la fiebre y lo dejé, así sin motivo. Me pasaba lo mismo en la Cosa: duraba unos meses siendo puntual y luego..., la cuenta de gastos más de dos meses seguidos rellenándola bien no pasaron. En fin, que hoy me enchufo y leo a Satur sobre tema de la montaña y las cabras, las cabras son los numerarios.

Una excursión desde Torreciudad, cuna de grandes anecdotas, la hicimos al Valle de Ordesa, precioso. Yo con 15 recien cumplidos. El cura, a quien admiro mucho, se empeñó en subir a lo mas alto, pasando por las clavijas. Las clavijas eran, y creo que todavia son, unos hierros clavados en una pared vertical y que abajo esta demasiado abajo. Tenías que poner los pies y las maños en ellos para usarlos como punto de apoyo. Buscadlos en google y los vereis. Subí hasta el lugar aquel temblando de frío, vaqueros, jersey, abrigo y 1 un guante, el izquierdo, pues el derecho lo llevaba otro. Te tocaban la oreja y se caía a cachos. Mi querido amigo sacerdote de mi centro se empeñó en que pasase por allí, a mitad me bloqueé. ¡No mires abajo! no podía porque tenia hasta el cuello paralizado. Cogió el cura se puso detrás de mí, apoyando los pies no se donde, me cogía la mano y me la ponía en la siguiente clavija, con el pie igual, no se como lo hizo, yo acojonado, lo siento si alguien me creía mas valiente. Cuando llegue arriba el paisaje impresionante, la cascada helada, un frio que alucinas, me fumé un ducados. Lo peor: quedaba bajar, nuevo bloqueo. No se como bajé ni como no me maté, ni como no se mató el cura. Siempre pensé que fue un inconsciente, y yo un acojonado que por quedar bien no supo decir que no. Supongo que por eso pité...

Me retiro de nuevo, recuerdos a todos  

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