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 Tus escritos: Aviones, Cartas, Sobres y Merchandaisin (Cap.4 de 'Perlas en la red').- Flanpan

100. Aspectos sociológicos
Flanpan :

Aviones, Cartas, Sobres y Merchandaisin

Cap.4 de 'PERLAS EN LA RED'

FLANPAN, 26 de enero de 2005

 

De las muchas anesdotas que uno escucha durante su paso por la Cosa, unas se te quedan más grabadas que otras. La que voy a mencionar es de las que se me quedaron menos grabadas, pero como sólo quiero recalcar el “fondo” de la cuestión, bien nos puede valer...



Había una vez una persona que estaba en un avión, y que el avión se retrasaba en salir o que le estaban mirando los niveles (al avión) o que aún no era hora de volar: da lo mismo. Y ese pasajero del avión, aprovechando ese lapsus de tiempo, le contaba a una azafata o a un auxiliar de vuelo o al copiloto (lo mismo da), que él se sentía muy poca cosa, que no valía nada y tal y cual, y que él se veía a sí mismo como el sobre que contiene una carta. Lo importante es la carta, no el sobre. Al abrir el sobre para leer la carta, el sobre deja de ser importante... y se tira.

Más mal que bien, esta es la idea de la anesdota: el Fundador se sentía como un sobre que contiene una carta. Él no era importante: lo importante era el mensaje que el transmitía. Una vez transmitido el mensaje se podía prescindir del sobre.

Pues ahora volemos a la web opusdeista. Nos suponemos unos ignorantes supinos que queremos enterarnos qué es lo dice ser la Opus de sí misma. Lo primero que leemos es:

“Buscar a Dios en el trabajo y en la vida cotidiana”.

Muy bien.

Nos adentramos un poco en una especie de FAQ (por llamarlas de algún modo) y en un epígrafe que dice “MISIÓN” podemos leer:

“El Concilio Vaticano II recordó que todos los bautizados están llamados a seguir a Jesucristo, a vivir y dar a conocer el Evangelio. La finalidad del Opus Dei es contribuir a esa misión evangelizadora de la Iglesia, promoviendo entre fieles cristianos de toda condición una vida plenamente coherente con la fe en las circunstancias ordinarias de la existencia humana y especialmente a través de la santificación del trabajo.”

Perfecto. La finalidad de la Opus es evangelizar y tal y cual. Muy bien.

¿Pero por qué entonces todo el esfuerzo real de la web es hacer merchandaisin de su santo Fundador? Si lo que tienen que hacer –esa es su finalidad- es promover la evangelización... ¿por qué no hacen otra cosa que meter hasta en la sopa a san Fundador? Si se habla de los medios de comunicación: “como nos enseñó San Josemaría....” Si se habla de atención a los pobres: “como aprendimos de San Josemaría...” Si se habla de la familia: “como bien predicó San Josemaría...” Da igual de qué se hable. Siempre y para todo hay una cuñita de San Josemaría. No hay colador ninguno. No hay distintos aderezos. Todo, todo, se aliña con un poco de San Josemaría. Siempre es un ejemplo para todo. Y debía ser un Leonardo, porque en cualquier materia del saber humano aparece la cuñita: “según las enseñanzas del santo fundador...”

Tan es así, que en una web que se entiende que habla de Iglesia, Jesucristo (nuestro modelo), Dios y Trabajo, la palabra “Josemaría” aparece en 739 artículos, mientras que “trabajo” aparece en 519, “Iglesia” en 496, el “Papa” en 274, los “Obispos” en 256, la “Virgen” en 189, “Jesucristo” en 174 y el “Evangelio” en 166.

De la abundancia del corazón habla la boca. Ya se ve lo que realmente “vende” la Opus. No vende “evangelización”, no vende “Iglesia”,... lo que vende es a su santo. Y por goleada.

Y cabría preguntarse: ¿no será que “vender” la vida de su santo es el mejor modo de enseñar la santificación de lo ordinario?

A lo que cabe contestar: ¿alguien se cree que un señor que vivió gran parte de su vida encerrado en un palacete de Roma, que era sacerdote, que era despertado por su ángel de un golpe en el costado, que vivía auxiliado por dos custodes, que tenía un oratorio para él sólo con paloma de oro y suelos de filigranas de mármol, alguien se cree que es un modelo de “vida plenamente coherente con la fe en las circunstancias ordinarias de la existencia humana y especialmente a través de la santificación del trabajo”?

¿Circunstancias ordinarias? ¿Trabajo?

Un modelo de lo que predica la Opus es un supernumerario perdido en los andes que hace lo que puede por sacar adelante su familia.

Un modelo de lo que predica el Opus es un político que ejerce como tal y no se deja sobornar ni mete la mano en la caja.

Un modelo de lo que predica el Opus es un recién licenciado que trabaja día y noche por conseguir un trabajo que le permita alquilar un pisito y casarse con la novia.

Un modelo de lo que predica el Opus es una viuda que las pasa canutas para sacar adelante a 8 hijos y tener siempre una sonrisa en los labios.

Un modelo de lo que predica el Opus es la vida de la Virgen.

Un modelo de lo que predica el Opus es la vida de un carpintero que se llamaba José.

Hay muchos ejemplos de lo que es encarnar el Mensaje que trae la Obra -santificarse en lo ordinario-, pero hay pocas cosas más alejadas de ese Mensaje que la propia vida de su Fundador.

Él, que pretendía ser un sobre que una vez abierta la carta se tira, se ha encontrado con que la carta se ha roto en pedacitos... y al sobre lo han puesto en un marco de plata.

Mal camino lleva la Opus si trata de hacer creer al mundo que su Santo es el paradigma de lo que significa santificarse en medio de los quehaceres ordinarios del mundo.


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Publicado el Wednesday, 26 January 2005



 
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