Robredal :
Numerario de barrio, yo te conozco.
Eres un numerario joven, animoso, brillante incluso. Debido a tu trabajo y posición es difícil que puedas estar cómodo en un centro de san rafael muy jóvenes –aunque igual echas una mano- y solo estarías bien en una residencia universitaria. Animas mucho el ambiente del lugar… o no porque estás muy centrado en tu trabajo y en tu forma de ser. Pero, parece, estás en un centro “mixto” de los que prosperan ahora que ya no pitan tantos jóvenes universitarios. Centros con mayores y con menores, mezclas curiosas de edades y situaciones. Viviendo un tanto “libre” en ese caos multi-generacional; pero con gente con demasiados pesares, amarguras y dificultades. Viviendo con gente muy insider y muy santa y otros verdaderos petardos. Además con el añadido –del que luego hablaré de una Administración “mega-extraordinaria”: pocas numerarias, con poco horario y con otros condicionantes, como pueden ser chicas de fuera...
Eres o pretendes ser, ahora, un influencer. En el ávido mundo de novedades curiosas del youtube eres una nueva estrella (no lo olvides: estrella fugaz). Hacía falta una con este tipo nuevo de vida. Eres novedoso. Hay gays de todo tipo, chicas muy cool, gente rouge, adolescentes gamers, etc. Hacía falta un numerario. No pasa nada. Dejarás de ser novedad y solo te quedarán contigo los y las de la parroquia fiel: supernumerarios muy institucionales y supernumerarias –seguramente algo mayores– que, en el fondo de su corazón, desearían que fueras un buen partido para sus hijas. Comentarios superficiales en los foros, en muros de Facebook y en twiter sobre tus ocurrencias y tu naturalidad que no son apostolado, por más que te empeñes…
Todo eso se estará, además, vigilando por los directores. No vaya a ser que cruces líneas que tú mismo no conoces. Me pega mucho que seas alguien muy “colega” incluso de algún director de la Comisión. Te cuidarán por tu influencia y te supervisarán amigablemente. Pero no lo olvides, no son tus amigos, ni tus colegas para una plática “a calzón quitado” de verdad; esos están fuera. Ellos son tus directores, tus pastores y verán más allá que tú en la búsqueda de tu camino. No lo olvides, tu íntima conciencia está condicionada por el espíritu, la unidad, la fidelidad… y el criterio de tus directores.
Querido numerario: no eres de barrio. O, mejor dicho, eres de familia –seguramente origen-, formación y ubicación, ambiente, etc., muy distinguido (más todavía en tú país). Eres la élite urbanita, universitaria y laboral y vives como tal. No lo juzgo. Es así. Pero no eres “uno más” de los alrededor de 80 millones e mexicanos y del 80% de la población de Centroamérica y Sudamérica– que son, realmente, “de barrio”… vives en un fresal, cuando el mundo de alrededor es un papal (un patatal).
No pretendo criticar tus videos. Son como son y de lo que son. No están mal. Pero no deja de ser “De Spiritu” con esa voz ronca y juvenil, en modo Facebook y actualizado (realmente solo lo puede entender del todo alguien muy in: cuentas muchas cosas que nadie fuera es capaz de entender a carta cabal). Haré la excepción con uno: el video de tu amor a la administración es, sinceramente, tremendo: una mezcla de condescendencia y oficialismo, (supuesta) delicadeza y paternalismo que resuena en mis oídos como todo lo que los numerarios de-a-pie hemos permitido que ocurra detrás de la “regulae internae” y que está causando enormes tormentas colectivas y personales, vitales (ventiladas en esta página web). Sinceramente: es patético. Eres numerario numeromorfo en estado puro: hablas para los tuyos y con un discurso oficial que ni te das cuenta de que lo tienes.
Numerario de barrio, yo te conozco y por más que platiques con tus directores senior y vivas con unos cuantos “amigos” numerarios en un centro de un barrio de postín, eres un caso perdido… Te auguro poco tiempo hasta que tu mente y tu corazón te muestren, más o menos al unísono, que todo eso no existe, que es una ilusión. Quizá será un queme repentino, quizá un ebullir que se va elevando poco a poco, quizá un arder que te consuma, depresivo, tras poner tanto ánimo en la batalla,… quizá una chamaquita o un chamaquito, quien sabe que, en medio de todo lo anterior o por sí sola, te haga ver la verdadera luz. Entonces, quizá, descubras la verdadera felicidad. Si no hubiera visto tantos como tú dentro que ahora están fuera –muchos más de los que quedan dentro , en tantas décadas y lugares no lo diría tan claro y rotundo. Entonces leer estas palabras y las miles de páginas volcadas en este lugar te ayudará. Y ahí estarán, a tú lado, tu familia de verdad, tus amigos (de fuera) y todos nosotros, con quienes sentirás –aunque no nos conozcamos– más conexión de la que conseguirás con los “dires” presuntamente enrollados de esos lujosísimos edificios comisionales y delegacionales de tu magna ciudad. ¡Suerte y valor amigo, hermano, compañero!
Robredal
PS: De todas maneras, todo lo expuesto es anécdota. Como lo es lo anecdótico de que hagas un poco de comida un día a la semana o limpies un poco de lo tuyo en un momento determinado… en tanto que la administración lo hace todo, siempre y todos los días. Lo que no debemos perder de vista y lo que impugno no es el tipo de vida que crees querer llevar –en eso, allá tú, sino el hecho de que lo que haces, sostienes y mantienes es una fórmula para invadir la intimidad y asaltar la conciencia de los incautos que anden cerca de ti o de los apostolados a los que sirves y con los que colaboras.
Publicado el Wednesday, 14 July 2021
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