Anita:

Tu mensaje pidiendo consejo por el pegoteo del que eres objeto por parte de Mariana me motivó a escribir en opuslibros por primera vez.

Me conmovió lo que refieres. Te diré lo que pienso, desde la experiencia de quien fue numerario e integrante de un consejo local durante varios años y que, pasados más de treinta años desde que se fue, podría ser tu padre. De hecho tengo una hija de tu edad, lo que quizás explique por qué estoy aquí sentado escribiéndote.

Te sugiero que corras el velo de las apariencias para ver la realidad. Y la realidad es que -como dice Otaluto- Mariana es un perro de presa, Tú eres la presa. Cada semana Mariana recibe instrucciones para ir a por tí y ello se decide en una reunión de los directores del centro en las que el sacerdote está presente. Que no te engañe; él sabe todo y con otras formas también va por tí. Son gente perversa? Creo que no pero actúan de manera perversa. Están ciegamente convencidos de que son instrumentos fidedignos de Dios para transmitir su voluntad. Ni un sacerdote se irroga semejante poder.

Lo que debes saber es que Mariana está convencida de que esas instrucciones vienen de Dios y no va a detenerse hasta que te convenza de que para vivir de cara a Dios, debes hacer lo que ella te dice, que en un tiempo será que tienes vocación. Esta lógica puede cuajar en un alma buena que quiere cumplir la voluntad de Dios, pero que pasa de largo -por inadvertencia o por un proceso de madurez aun no concluido- que la primera y más sagrada libertad de la persona es la libertad de conciencia. Quien te quiera bien y pretenda guiarte respetando esa libertad, jamás se autoproclamaría la voz de Dios, coartando toda posibilidad de que tú encuentres en tu diálogo personal con El un camino distinto para tu vida. Abre los ojos: te están coaccionando y para eso no necesitan maniatarte físicamente. Manipulan tu conciencia.

Puedes enfrentar a Mariana y decirle "no". Tendrás que hacerlo una y otra vez hasta que finalmente desista. Usa una frase de Escribá: porque no se me da la gana, que es la razón más sobrenatural.

Pero también puedes correr a un lado a esa gente que no te quiere bien (comprobarás la frialdad de la indiferencia más brutal en cuanto dejen de tener interés por tí). Puedes entonces optar por no contestar mensajes; dejar de ir y confiar tu dirección espiritual a ese otro sacerdote, que te aconsejó también no seguir yendo a ese lugar.

Eres joven. Estudia, ten amigos diversos, novio si quieres, vive tu fe con libertad, ama a tus padres y amigos y haz tu propio camino. Dios te ama y seguirá a tu lado y si quiere para tí un camino de espiritualidad en alguna de las tantas instituciones de la Iglesia, te lo mostrará. Pero no enviará a ningún iluminado que pretenda decidir por tí y si se vale de alguien no será para intentar predeterminar tu diálogo personal con El, sino para ayudarte a que te encuentres con El y cara a cara y según tu conciencia, decidas tú sola. Yo tuve una Mariana a los 17 años que no me dejó a sol y sombra y quedé atrapado por mucho tiempo. Si esa Mariana hubiera aparecido a mis 25 años, no habría tenido posibilidad alguna de coaccionarme, porque a esa edad las personas ya están bastante plantadas en la vida. No lo permitas.

Te envío un afectuoso saludo,

Namura