Aprovecho un rato esta tarde para contar cinco primeras anécdotas breves -entre mil más, que espero narrar más adelante- totalmente reales, que ilustran claramente -a mi modo de ver- cómo los directores de un consejo local entienden, entendíamos, el concepto "discernimiento", gracias al empuje y aliento de los directores de la Delegación y Comisión:

1. Hoy le pediría perdón de rodillas.., pero hace años metí durante un par de horas como mínimo en el oratorio del centro a un joven que tenía las supuestas cualidades para pitar de Numerario. Llevé abundante munición: Cuadernos no sé qué número, el de vocación, Crónica y los editoriales preceptivos, etc. Un horror, pero aplaudido por mi celo por el Director del centro y otros adláteres. Gracias a Dios, resistió ese embate y no pitó nunca.

2. Otra. Aquel que iba a pitar un 2 o 3 de enero después de mi trato intenso..., en plenas vacaciones de Navidad, pero... ¡al que adelantamos el pitaje al 31 de diciembre! empujados por el Vocal de San Gabriel, sic "para que cuente en el año XXXX". Tremendo. Pitó, pero luego acabó por salir, como es lógico.

3. Llamémosle Elemento. Me contaron con entusiasmo al poco de llegar a un nuevo Centro, no llegué a comprobarlo en directo porque ya había puesto pies en polvorosa, que Elemento -Director del Centro- tenía una especie de excel donde puntuaba los avances de los candidatos: asistencia a barbacoa = 2; inicio de dirección espiritual = 5; conversación con XX = 1... Cuando llegaba a un número, que no sé cuál era, eso indicaba que el candidato estaba para pitar y se procedía a provocar la "crisis de la vocación". Tal cual. Elemento merece otras entradas, que ya redactaré. Modo curioso de discernir.

4. He estado presente -y no como mero espectador- del reparto de habitaciones en la convivencia del UNIV o JMJ´s varias (igual 10-15 en total). Pitable + "amigo" Numerario; pitable + "amigo" Numerario... Para ayudar a discernir... Las convivencias de pitables merecen un capítulo entero: menudas encerronas, planeadas (yo lo hice) hasta el milímetro.

5. Beatificación del Fundador, 1992. No se le ocurrió al Consejo Local del momento nada más sobrenatural que "hablar de pitar" (cfr. jerga interna de la Obra, negada, pero real como la vida misma) al 70-80 % de la residencia de estudiantes donde yo vivía. Ver para creer. ¿Criterio? Abunda la gracia de Dios, adelante. Obviamente, no pitó nadie.

He dicho 5, pero una 6ª de regalo que se me quedó bien grabada en su momento: me contó un buen amigo que hoy tampoco es de Casa (Casa... o tempora o mores) y que trabajaba como oficial de San Rafael de una Delegación, cómo tenía que llamar, sí o sí, los lunes a todos los Directores de los Centros de sr [san Rafael] de la Dele para pedir que enviaran por fax, si no lo habían hecho ya el domingo, la lista de los asistentes a la meditación del sábado, para que el Vocal manejara esos datos en los despachos subsiguientes con los cl [consejos locales]  (uso abreviaturas que quizá los s [supernumerarios] no conozcáis, pero que son de uso habitual en el trasiego interno). Nada que ver los s con los n [numerarios]... (pero esto es como para varias entregas de anécdotas varias en otro momento).

Abrazos. Todo con paz y alegría.

Pitable(bis)