Envío este vídeo

https://youtu.be/ha5UHDhqy7w

en el que el ex legionario de Cristo Xavier Léger que ha creado una página semejante a esta, da su testimonio sobre su paso por el movimiento creado por Marcial Maciel. Me parece sumamente interesante pues de todos los movimientos católicos “sectariamente desviados” es el más semejante al Opus Dei. Nos llegaron a decir alrededor del año 2000 me parece, que Maciel había copiado a Escrivá, por ejemplo en el vocabulario, que también él se hacía llamar nuestro Padre y muchos otros detalles. Se pueden apreciar en la narración que hace Xavier sobre la forma como fue captado en la JMJ de 1997 en París.

Interesante el uso de la sotana desde muy temprana hora antes de terminado el período de prueba, el propio uso de una prenda ya no usada, y la foto de todos los legionarios en fila en sotana en plaza de San Pedro es verdaderamente impactante. Recuerda reuniones hitlerianas, pero vestidos de curas, profundamente inquietante tanto orden y “prietas las filas” más propio de un ejército que de un grupo de crecimiento espiritual.

Xavier quiso ser sacerdote desde pequeño y creyó hallar su sitio en la congregación de Maciel. Estuvo 7 años tras la decepción afirma que no es real la vocación de Legionario de Cristo, Dios no puede querer que las personas sean tan infelices, viviendo en las contradicciones que él vivió y que lo rompieron por dentro.

Cuando abandonó después de 7 años, pasó un tiempo en el seminario diocesano de París y pudo apreciar la enorme diferencia en el tratamiento y formación de las vocaciones. Sobre todo le llamó la atención la libertad siempre respetada en la decisión de los jóvenes de seguir adelante o no. En el momento en que tomó la decisión de convertirse en whistleblower comprendió que jamás podría ser el cura que pensaba ser de pequeño.

Como en nuestro caso, la búsqueda de vocaciones y de dinero, dos búsquedas que confluían en una, que se suponía debían dar sentido a la vida y que eran un auténtico agobio vital y existencial para los “peones” que fuimos la mayor parte de los que nos quejamos. También Xavier hubo de hacer lo posible y lo imposible sableando “viejas” y embaucando niños. Observó que los métodos de cumplimiento de cifras se asemejaban mucho al marketing empresarial, me recordó las 500 vocaciones y otras campañas famosas. Por ahí empezó la desafección de Xavier.

En fin, un recorrido interesante, ilustrativo, inspirador, que da moral, porque todo lo que cuenta es tan parecido a la experiencia numeraril que alegra ver que un medio de comunicación le ha dado la palabra durante 50 min. Y además acompañado de expertas psicólogas en la manipulación mental y el control que dan la explicación y corroboran con fundamento lo que Xavier cuenta.

Ana Azanza