Estimados:

La opus se hunde sola. He tenido la posibilidad de hablar con gente de "adentro" y la tristeza y depresión son moneda común. Se sienten derrotados, perdedores y creen que si no hay un cambio radical la opus se va a extinguir. No hay vocaciones. Eso genera un "cuello de botella" ya que los pocos numerarios deben ocuparse de las labores internas y no pueden desarrollar trabajos externos, con lo que no consiguen ingresos propios y mucho menos destacarse profesionalmente.

No hay numerarios jóvenes, con lo que hacer labor de San Rafael es casi imposible, y se limita a algunos colegios e hijos de supernumerarios. Hay mucho numerario mayor (que hay que mantener), la mayoría sin pensión alguna (ya que no cotizaron nunca) y lo que es peor, que estos siguen dentro no por convicción sino por conveniencia, ya que si salen no tienen dónde ir ni cómo mantenerse. Mientras, tratan de pasarla lo mejor posible, haciendo lo que se les antoja. Vida de familia, cero. Cada cual a la suya.

Por otro lado los centros se "reagrupan". Por una cuestión de "marketing eclesiástico", no cierran, pero juntan varios centros en una sola casa, ya que tampoco tienen gente. Queda solo la cáscara.

Algunas casas se venden (no las pueden mantener) y otras que eran ocupadas al 100% por numerarios hoy son residencias universitarias, cuyos directores son numerarios mayores. Dependen casi totalmente de los ingresos por los aportes de los supernumerarios y las donaciones. Obvio, están lejos de ser pobres (todavía tienen muchos bienes), pero creen que esto es un camino sin retorno.

También la tienen complicada en colegios y universidades ya que no tienen gente de "casa" que se ocupe de la formación allí. Además, saben que son mal vistos en el Vaticano y muchos critican abiertamente al Papa. Diría que casi dan lástima. Esta claro que algún cambio intentarán hacer para sobrevivir, aunque es difícil sin traicionar al fundador (igual, lo justificaran de alguna manera). Gracias a Dios nos fuimos.

Saludos a todos,

Gustavo