armando :
Estimado
Pinsapo
Acabo de
terminar de leer la
última entrega de tu historia y te digo que lo he hecho con lágrimas en
los ojos, una emoción incontenible y una alegría en el corazón inmensa. Dios te
ha inspirado para escribir así, has puesto el dedo en la llaga, has entrado en
mi alma y con delicadeza has ido sanando lo que aún estaba ahí supurando.
Te digo con
todo mi corazón y alma, ¡gracias!, ¡mil gracias! Has descrito en una síntesis
la vida y experiencias de muchos en el Opus Dei, te felicito, te lo agradezco y
lamento mucho que llegará a su fin las entregas de los capítulos con este
último.
Me han
servido mucho los capítulos que nos han compartido. Y sí, estoy contigo en
cuanto a que hay que perdonar, mi finada madre cuando me escuchaba recriminar
contra ellos me decía "hijo mío, tú a perdonarlos porque así sí serás
libre y feliz", que conste que ella los veía como lo peor, no obstante me
daba ese consejo.
He ido
perdonando y perdonándome -muy acertada conclusión de tu parte- y eso me hace
sentirme, ser feliz, claro con los bemoles de la vida diaria, de lo cotidiano,
lo de todos los mortales, pero muy feliz, lo pasado es eso, pasado.
Nuevamente
muchísimas gracias y espero que no dejes de publicar, echaré de menos tus
publicaciones.
Un abrazo.
Ángel Valdés
P.D. Lo de
los agregados, genial ¿podrías ahondar un poco más en ello?
Publicado el Monday, 24 June 2013
|