Opuslibros - Nunca he sido Opus Dei pero lo respiro casi a diario.- Tomasiano

Tomasiano :

Hola a todos. Encontré esta página por una feliz coincidencia justo a punto de inscribir a mi primogénito a una escuela del Opus.

Mi historia es sencilla. Soy hijo de supernumerarios, estudié siempre en colegio de la obra, fui chico de club por años, estudié mi carrera profesional en universidad de la obra. Tengo hermano(a)s que son, otros que fueron numerarios, supernumerarios y hasta un sacerdote de la obra. Vaya, hasta en la empresa donde trabajo hay varios miembros de la obra (que, dicho sea de paso, respetan mi espacio, si no fuera así ya hubiera largado ese trabajo).

Por supuesto que cuando tenía yo 14-15 años me presionaron bastante para que, como dicen aquí (no había escuchado ese término antes) "pitara". La verdad no me animé porque ya había tenido muchas muestras de intransigencia y arbitrariedad de varios numerarios que tenían encargos conmigo, no me latía vivir bajo esa estructura. No va conmigo que me estén diciendo qué hacer al antojo de un prejuicioso y así se los hice saber. Eventualmente me dejaron de presionar y entendieron que de alguna forma ya estoy "vacunado" contra ellos. Ahora entiendo que corrí con mucha, muchísima suerte y que soy un caso raro.

No tuvieron mi misma suerte varios de mis amigos cercanos, y algunos de mis hermanos, que quedaron marcados en diferente medida por su paso por la obra. Algunos han tenido muchos problemas para mantener relaciones sociales o personales normales con el sexo opuesto, depresiones, inadaptación a su regreso (o comienzo porque se fueron muy chicos) a la vida normal etc. Otros, hay que decirlo, se han adaptado perfectamente y se les ve contentos. Espero sinceramente que no estén incurriendo en las graves faltas que aquí mencionan, especialmente mi hermano que es sacerdote.

Así mismo conozco a muchos, muchos que tras haber dado 15,20,30 años han salido por la puerta trasera sin nada entre las manos después de haberlo dado todo sin medida. En lugar de eso hacen como si ya no existieran, los corren de la universidad o el colegio donde laboraban, etc. Entiendo la amargura que destila en algunas personas que he leído por aquí, necesitan sacarlo por algún lado.

Leer de puño y letra de gente que vivió por años dentro de la obra, incluso alguno a quién conozco personalmente, ha sido para mi una experiencia liberadora, ya que a pesar de que ya no me buscan ni quieren nada conmigo, la conciencia tan estrecha que me fueron ayudando a formar me ha alejado de Dios considerablemente. Esta catarsis me está abriendo los ojos a buscar respuestas diferentes y más amplias de lo que puede significar la religión católica -vista como amar al prójimo y por tanto a Dios- en lugar de miedos y traumas, signos, repeticiones, etc que no han enriquecido mi vida en nada sino que me han estancado en tantos aspectos.

Viene a colación el tema de las escuelas porque estando yo ya casi convencido de inscribir a mi pequeñín, un niño muy sensible a una de las dos escuelas locales de la obra (la otra es carísima, un club social absurdo y decadente), hoy he dado un giro de 180 grados y decidido, junto con mi esposa, no hacerle el mal favor al chico. Estaba en estos últimos días meditando que tal vez al no ser la educación la vocación de la obra no era tan buena idea meterlo a un lugar diseñado ex-profeso (no me hago ilusiones al respecto) para captar aspirantes, no tanto para aportar a la sociedad. Ahora lo sé con claridad y estoy agradecido por eso. Estamos ya en la búsqueda de una institución católica, que le ayude a formarse con más normalidad dentro de su religión. Dios dirá en que acaba esto.

Por último, no deja de llamar mi atención el elevado costo de los colegios de la obra en mi ciudad comparados con las escuelas tradicionales, de muy elevado nivel académico, llevadas por hermanos maristas o salesianos.

La escuela "humilde" de la obra en la que pretendía inscribir al chico cuesta casi el doble que las escuelas maristas o salesianas que menciono, sin ser claramente superior en sus edificios o en el tipo de familias que se inscriben. La otra, donde yo estudié por cierto, es ya absurdamente cara y lujosa, al alcance sólo de la élite local, que se da gusto presumiendo ahí sus carrazos y sus mansiones, y de algunos pobres padres que hacen un gran esfuerzo para pagarlo y realmente están fuera de su liga.

Esta pregunta va para los que han estado dentro del ambiente de colegios de la obra, ¿realmente lo que se recauda de colegiaturas se queda en los colegios o sirve también para subvencionar otras actividades de la obra? Tengo la sospecha ya que además de ser caldo de cultivo de "pitables" como dicen, está siendo ya también un gran negocio, porque las están impulsado con mucho ahínco sin ser la vocación del Opus incluso expresado así por su fundador.

Bueno ya me extendí bastante, les mando un abrazo y mi mejor deseo de que en sus nuevos caminos encuentren lo que les fue prometido y negado dentro del Opus Dei.

Tomasiano

Publicado el Friday, 23 November 2012