Copio y pego las palabras del fundador:

El 14 de febrero de 1930, celebraba yo la misa en la capillita de la vieja marquesa de Onteiro, madre de Luz Casanova, a la que yo atendía espiritualmente, mientras era Capellán del Patronato. Dentro de la Misa, inmediatamente después de la Comunión, ¡toda la Obra femenina! No puedo decir que vi, pero sí que intelectualmente, con detalle (después yo añadí otras cosas, al desarrollar la visión intelectual), cogí lo que había de ser la Sección femenina del Opus Dei.

Mucho le gustaba al fundador ir a la casa de la “vieja” marquesa.

Y mucho le gustó aquel ambiente. Parece que quedó deslumbrado, demasiado deslumbrado…

Tanto le agradó la decoración de aquella casa, que tomó buena nota para los centros. Especialmente, los oratorios son una réplica de aquella pequeña capilla. Así lo quiso.

Y me pregunto: ¿En qué quedamos? ¿Teníamos que ser pobres, o teníamos que ser marqueses? Nunca me aclaré.

Otra pregunta me hago: ¿Nacería entonces el deseo de pasar a ser de la nobleza? Posiblemente sí. Lo que sí sé, es que el primer título que se le ocurrió fue: Marqués de Barbastro. Pero sus buenos consejeros le insinuaron que era poco noble. Pasado el tiempo, quedó en lo que quedó.

Mi felicitación más sincera a las mujeres y a los curas del opus dei que aún quedan dentro.

Fueraborda