LA SEDA DEL OPUS DEI

Existe un dicho popular que "la mona aunque se vista de seda, mona se queda". He visto en www.religiondigital.com/rumores de ángeles que un comentario dice: "El Opus aunque se vista de seda, Opus se queda". Y tiene razón. No es que la gente de la única prelatura personal que existe en la Iglesia Católica pretenda vestirse con ese tejido. Ya lo hacen los sacerdotes opusianos con las casullas que tienen en los centros. Y mucho más que seda: damasco. Otro dicho popular dice "lujo asiático". Habrá que sustituirlo por "lujo opusiano". Pero no me refiero a ese lujo...

Frecuentemente el Opus Dei suele asegurar que una determinada empresa o grupo no pertenece a la prelatura. Y habrá muchas personas de buena fe que se lo crean. Después de treinta y cuatro años dentro, sé de qué va esa "fiesta", por decir alguna expresión. Mientras tanto los jefes de la Obra manejan los hilos del tejido. Al final queda tan patente que solo unos pocos inocentes que actúan de buena fe se lo creen. Yo mismo me lo creí durante todo el tiempo que estuve dentro. Cuando he salido --ya llevo así desde octubre de 1998-- me he dado cuenta de la enorme mentira que existe.

Dentro del Opus Dei existe lo que se llaman "obras corporativas", que la prelatura reconoce como propias. LLevan el sello opusiano y hasta en los oratorios de que disponen aparece el sello de la prelatura, una circunferencia que representa el globo del mundo con una cruz en medio y una rosa, en recuerdo de la rosa de Rialp que el fundador atribuyó a un milagro de Dios cuando huyó de España, atravesando los Pirineos durante la Guerra Civil española de 1936-1939. Las demás empresas, aunque tambien son del Opus, no tienen esa distinción.

Otras empresas son las que se consideran "labores personales", en las que la prelatura solo reconoce que "la dirección espiritual" está encomendada al Opus Dei. Y claro, como tienen esa dirección, caben toda clase de actividades para llevar a cabo la captación de gentes. Es proselitismo puro y duro. Ellos (los jefes) lo justifican diciendo que esas empresas si no tienen un fin religioso no valen.

Una de estas empresas de la que se habla poco es la llamada "Escuelas Familiares Agrarias", fundada en los años sesenta  del siglo XX por Joaquín, numerario del Opus Dei, y Felipe, agregado de la prelatura. Se trataba de acercar el mundo del campo a la prelatura. Supuestamente se pretendía que las gentes agricultoras no abandonaran su actividad y se desplazaran a las ciudades, donde se suele decir que pierden la fe en muchos casos. Vamos, se trataba de una especie de misión. Se aprovechaba de los sacerdotes agregados de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz que trabajan en las parroquias de la zona. Así se daba trabajo a estos clérigos y se evitaba que cayeran en la soledad. Pero había un más allá. Era el reclutamiento de gentes para la prelatura, sobre todo agregados, y así ir controlando cada vez más la sociedad civil en todas sus esferas. Por supuesto que en nombre de Cristo, pero un Cristo que es el que ellos tienen, no otros grupos de la Iglesia Católica.

El control del Opus Dei sobre las Escuelas Familiares Agrarias es tan grande que hasta cambia a sus dirigentes cuando le conviene. Así como existen empresas en las que existe un número elevado de numerarios de la prelatura, aquí en las EFAS los que suelen "mandar" son agregados o supernumerarios. Estos últimos son más bien escasos y no digamos los numerarios, que casi no existen. Las excepciones de lo que digo son Joaquín, fundador, y Pepe, que ha vivido en la casa del gobierno de los varones de la Obra en lo que internamente se llama "Delegación de Madrid Oeste". Ah, se me olvidaba. Pepe, ingeniero superior agrónomo, en su día fue agregado, pero no se sabe porqué pasó a ser numerario.

El fundador de la Obra, San Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás, insistió durante un tiempo en llevar a Cristo a las gentes del campo. Incluso se permitió crear una obra corporativa de la prelatura en un pueblo de Córdoba (provincia origen de Felipe, cofundador de las EFAS). Se denominaba "Torrealba". Figuraba entre las actividades sociales que realizaba el opus entre las gentes menos pudientes. En un determinado momento, lo que era una obra corporativa de la Obra dejó de serlo. Pero como no se podía cerrar, se recurrió a traspasar "Torrealba" a las Escuelas Familiares Agrarias, que lo ha utilizado como uno más de sus muchos edificios en toda España. Con esto se demuestra que las EFAS son independientes. Como soy inocente, me lo creo.

Pero las Escuelas Familiares Agrarias necesitan financiación. Suelen ser abiertas principalmente en sitios gobernados en España por partidos relacionados con la derecha o con el centro. Con socialistas, comunistas o grupos de la izquierda nacionalista lo tienen difícil. Cuando yo salí de la Obra no había ninguna EFA en el País Vasco. Ah, y por supuesto, recurren en muchos casos a la finaciación de las Cajas de Ahorros. En caso contrario, lo tienen dificil.

Si los colegios del Opus Dei o los colegios de "labores personales" (Fomento de Centros de Enseñanza es un ejemplo) no tienen enseñanza mixta de niños y niñas, las EFAS no podían ser menos. Podemos decir que en ellas los hombres jóvenes están con los hombres jóvenes y las mujeres jóvenes, con las mujeres jóvenes. Así es más fácil hacer proselitismo para la Obra. Y el monitor profesor, por supuesto agregado o supernumerario del Opus Dei, podrán irse metiendo en la vida de sus alumnos y de sus familias e ir cambiando el mundo del campo. La realidad es que una cosa es lo que se piensa y desea y otra lo que se consigue. Las incorporaciones a la Obra suelen ser escasas.

Los agregados del Opus Dei deben acudir anualmente a una convivencia de quince días, si no cursan estudios de Filosofía y Teología. Es el momento de hacer el reclutamiento de agregados que trabajen como monitores de las Escuelas Familiares Agrarias, y así resolver el problema laboral que tienen, sobre todo cuando son jóvenes. Se de algunos que se han arrepentido de haber dicho sí a trabajar en una EFA, despues de muchos años y, algunos incluso, hasta han abandonado el Opus. Como soy "inocente", me sigo creyendo que la Obra no interviene en las EFAS.

Uno de los últimos "celadores" (agregados o supernumerarios seglares que llevan la dirección espiritual  o están al frente de otros agregados o supernumerarios) que tuve en uno de los centros opusianos donde estuve fue Pere (originario del Prat del Llobregat) que, a su vez, era el máximo dirigente de las Escuelas Familiares Agrarias. Era buena persona y muy listo. Hasta vivía en una residencia de agregados existente en la calle Luis de Salazar de Madrid, residencia que había partido de una idea del Opus Dei. Cuando el primer agregado de toda la historia de la Obra, Paco Navarro, necesitó que alguien del Opus le cuidara, Pere renunció a su plaza allí. En algún momento Pere me comentó que alguno de los otros agregados de Madrid Este (el Opus Dei divide Madrid en Madrid Este y Madrid Oeste y la línea de separación es el Paseo de la Castellana) se opuso, pues Paco era del Oeste y aquello era del Este. Pere fue a vivir a otra residencia de agregados del barrio de Moratalaz, que tambien estaba en el Madrid Este. Supongo que tampoco a más de uno no le gustaría el traslado de Pere. Si había alguna queja, supongo que recurriría a la delegación de Madrid Oeste. ¡Qué triste!

Pere era "celador". En la "charla " o "confidencia", como se denomina internamente, se habla de lo divino y de lo humano. Luego el "celador" despacha con el "consejo local" (gobierno del centro) y descubre hasta los hechos o pensamientos más íntimos. Pere sabía mucho. Si abandona  la Obra me gustaría que aclarara todo.

Decía que "el Opus aunque se vista de seda, Opus se queda". Y la seda es elaborada por los gusanos de seda. Pero la seda es tan delgada que algunos de la Obra solo están unidos por un hilo así. Yo estuve diez años pensando abandonar mi supuesta vocación. No aguantaba más. Tenía ese hilo de seda que me unía, pero un buen día se rompió. Era tanto lo que tenía dentro que ya no aguantaba más. Ahora que estoy fuera he visto lo bonita que es la vida en el exterior. Y utilizando unas palabras de su fundador, que está escrita en muchos centros de la Obra, para perseverar dentro. Yo digo: "Vale la pena" estar fuera.

NACHO FERNANDEZ