LOS PERIODICOS DE MADRID AL PRIMER AÑO DE LA LEY DE PRENSA Enrique García pseudónimo de José Manuel Arija.
Comentado por Ana Azanza
La Ley de Prensa al parecer, fue una ley promulgada por Franco en 1966 y, según Enrique García “responde a las necesidades económicas y políticas del capitalismo español en el momento, y esto es lo que nos interesa destacar. La nueva etapa económica se proyectaba con vistas al capital y a los mercados extranjeros, y no es que estos señores sean amantes de la libertad económica o de prensa -¡ni mucho menos!- pero quieren evitar tensiones inútiles y formas arcaicas de dictadura, que no les hacen más que crear problemas artificiales a la vez que entorpecen el entendimiento con sus colegas del capitalismo español.”
Aparentemente, se abría la mano en la cuestión de la censura a la prensa por parte de la dictadura franquista. Enrique García analiza como ha afectado dicha ley a los principales diarios españoles entre los que se encuentran los periódicos dirigidos por el opus dei. Digamos que la retórica que utilizó la prensa franquista de los años cuarenta estaba ya desfasada, aquel discurso sobre la “cruzada”, el “caudillo” y los “enemigos de España derrotados” no convencían ni a los mismos que lo pronunciaban. Además Franco estaba anciano, no iba a durar eternamente y había que darle un giro a la prensa: “para estos capitalistas ni era necesario, ni buscaban una prensa libre; pero resultaba imprescindible desembarazarla de todo el lastre inútil heredado de la época fascista, del lenguaje totalitario todavía vigente y del servilismo continuo a los actos de cualquier autoridad constituida.”
Estas últimas palabras del autor del artículo me han gustado porque creo que es algo que tiene en común la época franquista más dura con el ambiente que se vive dentro del opus dei en el mundo entero: “servilismo continuo a los actos de cualquier autoridad constituida”. Difícilmente se puede expresar mejor la experiencia de sometimiento en el opus.
Curiosamente el diario Pueblo que antes de la ley disfrutaba de mayor libertad que los demás por ser el diario semioficial del franquismo, tras la ley de prensa se vió abocado a defender a lo más arcaico del régimen, pues eran sus patronos. Los periódicos de grupos económicos al margen del gobierno, como ABC, El Alcázar, Ya comenzaron a hacer críticas impensables antes de la ley. Por ejemplo, “cuando el resto de la prensa habla de huelgas, comisiones obreras, etc., Pueblo tiene que callarse o defenderse llamando a los demás alarmistas o insultando al Opus Dei.”
En efecto, el Opus Dei tenía y tiene dinero para mantener sus propios medios de comunicación. A estas alturas de la existencia de opuslibros.org pienso que eso de que en esos periódicos “sólo trabajan miembros de la obra” no se lo traga nadie. La gran pregunta es ¿de quién es el capital que sustenta ese medio de comunicación? ¿Quién toma las decisiones de inversión, de publicar o no y de donde salió la “pasta”? En estas cuestiones sobre el verdadero papel opusiano en los medios nos ganan la partida de objetividad los que nunca estuvieron dentro. Porque el opus dei invierte muchísimo esfuerzo en sus mentiras “hacia dentro”, casi tanto o más que en sus mentiras “hacia fuera”. Siendo numeraria no hay forma de contrastar la información recibida, ni oportunidad, y lo que es peor, ni siquiera, al menos en mí, existía en ese tiempo la sombra de una sospecha de que las cosas no estaban nada claras.
El artículo que estoy comentando va repasando uno a uno los periódicos,
por ejemplo Arriba, “bastante tiene con procurar salir cada día, con
enjugar su déficit a costa de Marca (se ve que este diario deportivo lo
adquirieron más tarde los opusianos) y con sacar un
artículo que no se parezca a otro escrito hace quince años (…) Ya, políticamente
es el ala derecha de cualquier partido político de derecha, e ideológicamente
es el ala derecha de la jerarquía eclesiástica española hecha letra de
imprenta. ABC es monárquico funcional; es decir, la monarquía en función de sus
intereses y privilegios de clase (…) Quedan por ver los periódicos del Opus Dei,
Madrid y El Alcázar; dos periódicos hace años muertos y que el
Opus ha sabido sacar adelante y elevar su tirada con admirable habilidad. Son
los únicos diarios que aparte de guardar las distancias han iniciado el doble
juego régimen-oposición. Hecho nunca más claramente evidenciado en esta
sociedad financiero-religiosa, que con su mano derecha sostiene el régimen y da
ministros al gobierno y con su mano izquierda defiende en sus periódicos a los
estudiantes y a las comisiones obreras. ¿Estarán tirando piedras a su tejado?
¿Serán verdad las palabras del Opus sobre la libertad individual de sus
miembros para actuar en la vida civil como juzguen oportuno? ¿Se sumará el Opus
Dei a las fuerzas antifranquistas?
Sentimos desilusionar a algunos,
pero es más que improbable que ocurra
algo de esto. Entonces, ¿cómo se explica? Para nosotros (aparte de
posibles tendencias entre ellos) no es más que un cambio de táctica resultante
de su incapacidad para hacerse con el régimen –como pretendían en los años
cincuenta- y consecuencia del fracaso de sus ministros-miembros en las medidas
de política económica tomadas desde el gobierno. Perdida esta oportunidad para
la que tanto se habían preparado e infiltrado, no siendo capaces de reemplazar
a Franco, la nueva consigna es la de no agotarse con Franco. Y para ello, nada
mejor que el doble juego: las fuerzas jóvenes (y con amplio eco en la
población), con la prensa y los estudiantes de Navarra, a la oposición; el
resto del Opus sosteniendo y colaborando con el régimen franquista, porque
tampoco es cosa de abandonar las posiciones conquistadas.
Una revista del Opus, La Actualidad Española, imprimió una entrevista con Gil
Robles, a pesar del ruego y el “por favor” de Fraga de que no lo hiciera. El
ministro lo tomó como cosa personal y se ha enemistado con la Orden. La Agencia
de prensa del Opus Dei, “Europa Press”, ha
suministrado más información sobre conflictos laborales y estudiantiles que
ninguna otra. Con Telva buscan
influir sobre la mujer; con Mundo Cristiano penetrar en la familia y con su semanario Chio (que se saldó en fracaso y ahora ha sido
incorporado a El
Alcázar de los
sábados) trabajar el mundo infantil. La ofensiva ha sido completa si
consideramos también que junto con los órganos de prensa el Opus influye en emisoras
de radio, agencias de publicidad, Radio España, y en la televisión.
El Alcázar y Madrid, los ha dedicado el Opus Dei a lectores diferentes, a clases sociales
distintas. Ha dotado a El Alcázar
de un aire popular con mucho fútbol y toros, grandes titulares, concursos,
muchas fotografías, suplementos, etc. Busca a través de él penetrar en la clase
trabajadora.
Madrid, por el contrario, más comedido tipográficamente,
con artículos más largos y meditados, y con editoriales sesudos y teóricos
quiere ganarse al lector acomodado, a la burguesía. Hábilmente, el Opus Dei se
ha dirigido con sus periódicos en estos dos frentes y el éxito inicial es
indiscutible.
Con este breve análisis de la prensa
en Madrid pretendemos hacer ver: 1) que la ley de prensa no ha sido más que una
añagaza y solamente ha servido para justificar el régimen ante el extranjero y
para aquietar a toda la oposición interna de la burguesía capitalista que
critica las formas dictatoriales descaradas; 2) La censura continúa existiendo
y no se tolera ninguna interpretación de los hechos que no se ajuste a la
opinión del Ministerio de Información; 3) Sigue sin existir ningún periódico
que defienda por su propio convencimiento y no por táctica, los intereses de la
clase trabajadora; 4) El Opus Dei, la organización católica más reaccionaria,
intenta por medio de su prensa, el doble juego de la oposición-colaboración con
el régimen, a fin de encontrarse bien situado a la salida del franquismo. Por
oportunismo ha iniciado ahora el halago de la masa obrera; 5) Toda la prensa de
Madrid está en manos de la derecha capitalista, que aun discrepando de algunas
formas del régimen se identifican con él en todo lo fundamental.”
La mención de Telva en este artículo me ha recordado que todos
los centros en los que viví en España estaban suscritos a dicha revista
femenina. Así da gusto, sacar una revista sabiendo que hay un mínimo de
suscripciones en todo el país garantizadas “por real decreto”. No sé qué pensabais
las demás mujeres que habéis leído Telva siendo numerarias, yo la leía de
principio a fin porque me fascinaba aquel mundo de numerarias y supernumerarias
trabajando en el “apostolado de la moda”. No sé, dentro de otros aspectos en
los que el opus se me antojaba estar más fuera de
onda, por ejemplo, la filosofía, (aunque con mi mentalidad opusina
los fuera de onda eran los demás) con Telva parecía que era verdad eso de que
hay gente influyendo en el mundo de la moda. Por supuesto que nos explicaban que a pesar de las quejas de las lectoras por
algunos anuncios en Telva de ropa interior femenina o de mujeres así “desvestidas”, no se podían
quitar porque iban en el “bloque publicitario”, y que de todas formas Covadonga
y sus chicas luchaban para quitar todas las inconveniencias. También me acuerdo
del comentario que hacía mi madre sobre esta revista. Le parecía que todo era
demasiado caro, las ropas y los perfumes, las joyas, todo lo anunciado parecía
pensado para princesas y duquesas, no le gustaba comprarla, pero sospecho que
lo hacía porque se lo recordaban en el “círculo de estudios” periódicamente.
En la actualidad todo esto me da
auténtica risa, ya que ante el dinero, caen todas las “decencias” opusinas y todas sus predicaciones sobre la ropa de
numerarias y supernumerarias. ¡Anda que no les gusta a las de Telva codearse con lo más glamuroso de Madrid con motivo de los premios
Telva! Ese día hacen el plan apostólico
diario a gusto…
¿Recordáis aquellas charlas sobre el
modo de vestir o sobre pureza que dábamos y escuchábamos en los centros de
jóvenes cuando aproximaba el buen tiempo? Me dio mucha rabia una corrección que
me hicieron una vez a propósito de una blusa de colores que me encantaba, ¡para
algo que me gustaba y que no era ropa de abuela! La numeraria, una de esas
mayores amargadas y anuladas, me dijo que la manga era demasiado corta, que
estaba en los límites, y que no debíamos de estar en los límites. Yo la había
llevado así varios veranos sin que nadie dijera nada, pero llegó la inquisición…¡pura envidia de lo mona que era mi blusa!
Quería hablar de la ley de Prensa y
me ha salido esto…
Ana Azanza
Nota
de Agustina L. de los Mozos.- Respecto a la
publicidad en la revista Telva. Yo viví unos años en el mismo centro que Covadonga,
la directora de la revista. Hago aquí un inciso para recordar que la fundadora
y primera directora de Telva fue Pilar Salcedo que,
al dejar la obra, “desapareció” de la historia de la publicación. Yo le oí
contar a Covadonga en la tertulia después de la comida, en el centro Martínez
Campos, la “anécdota” siguiente: Covadonga, junto con otras profesionales
de los medios, fueron recibidas por el padre (entonces, Escrivá) en Roma.
El padre, nada más entrar a la salita, se dirigió a Covadonga, muy serio,
y le dijo que “no había derecho a que en una publicación que llevaban sus
hijas aparecieran anuncios como éste... Y creo que fue D. Alvaro
el que le concretó lo impropio de la publicidad de una prenda interior masculina
que llevaba como título “Tiene vida interior”. Desde entonces, toda la publicidad
que iba a incluir Telva en sus páginas tenía que
obtener el visto bueno de la Comisión de España (no de la Asesoría, que hubiera
sido más propio al tratarse de una labor de mujeres). Así que, discretamente,
se llevaba en mano a Diego de León 14, los originales publicitarios y ahí
se daba el visto bueno o no, de lo oportuno de publicarlos.
También las marcas publicitadas sabían que Telva
no aceptaba la misma campaña para todas las revistas y durante años, a Telva se le ha llevado una publicidad diferente, donde no
hubiera nada que pudiera escandalizar a la dirección ni dar pié a malos
pensamientos a sus lectoras.
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