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VIDA DE FAMILIA Y ENFERMOS

Enviado por FML el 1 de diciembre de 2003


He estado estos días pasados enfermo con gripe. Como aunque soy de Almería estudio en Granada, he tenido que estar en mi piso con mis dos compañeros. Y pensaba en el trato de éstos (amigos, sin más) y en el recibí de mi presunta "familia".

Sólo una vez he estado enfermo siendo numerario, y fue en un curso anual que hice en Madrid. Por contagio días antes de un chico del campamento, tuve las llamadas paperas: enfermedad en la que se te hincha la garganta, como un sapo y la fiebre y el dolor muscular son insoportables.

Ahí pude ver de cerca la puesta en práctica de la teoría de cómo tratar a un enfermo. Para empezar me llamó la atención la designación de un enfermero, que en definitiva era el tío a quien le caía el muerto de acompañarme, de cuidarme… Cuando a éstos dos de mi piso les dije que quien sería el enfermero, me miraron con cara de asombro. Y no quise de probar decir en mi familia quien de ellos iba a ser el dichoso enfermero o encargado de enfermos.

Pues allí estaba el pobre desdichado que eso sí me atendía estupendamente y siempre con una sonrisa en la boca, todo hay que decirlo. Pero ¿dónde estaban los otros "hermanos míos" que había en el curso anual? A algunos tardé en verles una semana, que estuve encamado. Pensaba que en ese Curso Anual sólo había ya tres o cuatro personas, porque a las demás no las veía.

Recuerdo un detalle de esos que llaman delicados. Ese numerario que en teoría debe de quererme como a un hermano y veo que cuando pasa por la puerta de mi habitación se tapa la nariz y la boca con un pañuelo. ¡Por favor más discreción! Y eso que el médico informó de que el contagio era casi imposible en mi caso.

Lo mejor fue el Consejo Local. Reunión cumbre en la que se debate sobre si me mandan a casita o si me quedo allí. ¡El enfermo para sus padres! Me imagino que todos gritaron unánimes, ¡Viva el dulcísimo precepto! Menos mal que uno del Consejo Local amigo mío de verdad, se opuso. De esto me enteré tras finalizar el Curso Anual, de su propia mano.

Es normal que se cuidara por la salud de los otros y lo entiendo, pero creo que las cosas se hacen con más corazón y no con tantos criterios: "Está previsto que…" "Está escrito que…"

Estando estos días con la gripe, pensaba en el consejo local que estos dos de mi piso podían montar para largarme, o incluso pensaba que me iban a encerrar en mi cuarto y no me iban a sacar. Pero no, no son como tu familia, pero se marcan unos detalles guapos.

He estado de marqués estos días, mi comidita hecha y mis platos lavaditos, no salieron de marcha para quedarse conmigo y además hicieron planes en los que pudiera participar. Recuerdo la pasada noche, serían las dos de la madrugada y yo venga toser y toser… De repente tocan a mi puerta (pensaba ¡ya esta!, este viene a decirme que si puedo que tosa un poco menos o algo así, con delicadeza pero que pare). Me preguntó que como estaba, que si necesitaba algo y que si me había tomado los medicamentos. Le dije que perdonase por el ruido. Me respondió no sé si con mala leche o porque estaba dormido: "Tu estás malo y haces el ruido que te dé la gana" No me quedó más remedio que sonreír por dentro.

Los detalles de la vida en familia en el opus son a veces muy automáticos, es decir están ya previstos. El amor es libre y no está sujeto a normas para ponerlo en práctica.

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