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Un testimonio cualquiera

Enviado por Juan el 20 de agosto de 2003


Si no estás conmigo, estás contra mi, puede ser un buen resumen. ¿Es curioso? Es la locura de cuatro directores, la Iglesia es más grande que una aldea opusina.

Mi paso por el Opus Dei, fue prácticamente atraumático. Pero he visto grandes dramas en personas que han quedado inútiles para la vida ordinaria, el kit de la cuestión.

El "irse o te recomiendes que lo dejes (echarte en fino)" es siempre traumático, y en todos los casos, siempre te vuelve a la cabeza "eso", pero "eso" duele poco, pero siempre está ahí, marca.

Provengo de una familia católica tradicional, mi historia es muy simple, me acerqué al Opus Dei, ya que veía gran diferencia en lo que me habían enseñado en mi casa y la parroquia. Al contactar con el Opus Dei, se encajó mi formación con un apoyo eclesial. Hasta ahí todo correcto.

Me fui a estudiar a la Universidad de Navarra, y rondé ambiente de Clubs y eso fue , con perdón, el descojone. Mis ideas doctrinales no opinables (formación católica de catecismo de la Iglesia Catolica), encajaban bien, pero el modo de proceder NO. Después de pensármelo bien, pité de supernumerario, las otras opciones las tenía muy claras que no, aunque insistieron. Tomé como mal menor la tontería, el pax, las cosas de casa, los dos clavos en los cuadros, los burros, los patos, el arrancar páginas de revistas (capar), las ridículas tertulias, los modos de funcionar como las residencias de estudiantes de los años 20-30, (eso son los centros), las correcciones fraternas chorras, la mitificación de Nuestro Padre, el ser del Opus como un fin en si mismo... Y permanecía fiel al uso de mi libertad en el campo de lo opinable. Un ejemplo, podía acostarme a las seis de la mañana, pero no me emborrachaba, aunque sí que bebía un poquito, esto lo hacía de vez en cuando, cuando podía y el "plan" valía la pena, como los San Fermines. Hay que decir que crecía a nivel católico.

En mi observancia vi como se creaban verdaderos inútiles para vivir, el gran consumo de medicación psiquiátrica en los centros y residencias de agregados, los traumas de gente que lo acababa de dejar, los consejos de "ese está loco", los miedos, a la falta de libertad, miedo de perder el trabajo si dejaban de ser de "casa", la tontería de ser del opus de chavales de 20 años, los "despitajes" de grandes dinosaurios, los complejos de edipo de muchos numerarios, la persecución a la disidencia, las chicas como "material pecaminoso", la retro alimentación positiva, la crítica a curas de no de casa, a no pensar, ... y como no, vi a gente admirable, callada en su cierta disidencia y santa, pero esta fue, por desgracia, la que menos. Con esta gente guay, se puede hablar de todo y es con la que yo estaba y me entendía.

Y un día, me dijeron, por mis circunstancias personales, "hasta la vista", y para ellos aun no he recobrado la vista. Pero esto, entre tu y yo, veo bien.

Una vez me encontré un dinosaurio caído (un jefecillo que se había ido), era el perseguidor de la Pureza de los pisos asociados a un colegio mayor, vaya, el que se cargaba a la gente cuando subían al piso chicas. Y le pregunté... ¿Qué sacaste con tanta tontería? ... No recibí respuesta...

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