SOBRE
OBEDIENCIA Y VOCACIÓN
Enviado por J.C. el 4 de febrero de 2004
Dos son los temas planteados la obediencia y el cuidado de
la vocación, no se si en o no retórico o real,
en definitiva la pregunta parece ser si la obediencia no es
algo propio del opus, si no consustancial a cualquier congregación,
sociedad o cofradía. La otra cuestión
parece plantear lo que habría que hacer para cuidar
la vocación de los demás, al parecer con esto
se podría justificar las presiones del opus sobre los
miembros que intentan marcharse.
Desde luego en las cofradías no, ni en las sociedades
tampoco, la obediencia, en lo que pertenece al propio ámbito
es más que una virtud un voto por el cual queda ligado
el miembro de la congregación que se trate. De ahí
que el superior tenga como se ha dicho muchas veces la
última palabra. Ahora bien, no es la única
palabra, al religioso se le permite disentir en su conciencia,
e incluso manifestar públicamente que hace tal cosa
o no la hace en virtud de la obediencia, la situación
en el opus es distinta. Según el espíritu interno
el mandato más fuerte es favor, lo que
no indica que no haya mandato, si no muy al contrario que
el que obedece nunca puede alegar que hace tal cosa por que
así se lo han mandado si no por que quiere. Ello nos
lleva a la situación que uno nunca puede explicar que
no esta de acuerdo con tal cosa y que lo hace en virtud de
la obediencia debida, si no que el opus y los directores se
escudan en que nunca mandaron nada y lo que hizo el miembro
lo hizo por su cuenta ya que ellos se limitaron a dar leves
indicaciones. Con ello el opus no admite ninguna responsabilidad,
ni jurídica ni moral, y el miembro se ve en la disposición
de manifestar externamente lo que no piensa internamente.
Un ejemplo sencillito, si tu padre esta enfermo, son Navidades
y tienes un curso anual a veinte kilómetros de tu casa
(para la obra la saca de tu familia de sangre), pides pasar
unas días , unas horas con tu padre y te dirán,
mejor no, tienes que cuidar la vida de familia durante el
curso anual, no puedes dar la impresión de que no tienes
nada que hacer, di que tienes que atender este trabajo y labor
apostólica, que te quita mucho tiempo y que podrás
ir un día, el de excursión, y estar dos horas
con tu padre. Tu ves que esto es una falta de caridad como
un piano, que puede incluso atentar contra el cuarto mandamiento
(dulcísimo precepto), pero no puedes ir a tu padre,
madre y hermanos y soltarle, mira yo creo que tengo que venir
más, ese es mi deseo, pero pertenezco a un, si es no,
instituto secular, ahora prelatura, tengo un si es no, voto
que es compromiso de obediencia, y no puedo ir por que no
me dejan. Debo cariño y respeto a mi padre, pero tengo
un compromiso mayor y tengo que quedarme en la Lloma (cuantos
hemos inaugurado Albalat y hemos estado en la Lloma, Carmen
Charo) muy agustito tocando el violón.
Otro ejemplo, te indican que inicies una actividad
apostólica. Remueves Roma con Santiago, consigues medios
económicos e involucras haciendas y fama de personas,
algunos supernumerarios, otros cooperadores y otros amigos
de amigos. Consigues subvenciones, lo explicas públicamente,
organismos oficiales, autoridades etc. Algunos usan de su
prestigio profesional y de pronto, epa ya, viene una nota
amarilla y te dicen, pues no, no conviene continuar con esto,
debes darle carpetazo, pero ojo hazlo como algo personal.
Preguntas, ¿y como algo personal puedo continuar con
esto?. Pues no, tu labor pertenece al opus, no debes dedicar
más tiempo y energía a esto, hay que cerrarlo.
Y que le dices a los supernumerarios, pues mira que tu crees
que no hay que seguir con esto, y a los amigos, y a los cooperadores,
y a los que han dejado vida y haciendas en esta labor, pues
que nada que se acabo, pero no como algo del opus, que a él
se le pueda reprochar, si no que tu te has cansado, que no
tienes más ganas, ala como un gilipollas, a quedar
como un marrano. Nunca será el opus que entendió
que aquello no era bueno, si no que el tipo este es como el
capitán araña. Recuerdo ahora la noticia en
esta Web de que a un Jesuita se le prohibió seguir
publicando sobre el opus, pues bien se acepta como obediencia,
se discute e incluso se puede interpelar, obedeciendo si,
pero pudiendo recurrir o hacer publico tu desacuerdo, pero
aquí no. Yo estoy de acuerdo de que al final, como
en toda sociedad, el que manda, manda, y los demás
debemos obedecer, pero por lo menos que conste que unos mandan
y otros obedecen y que si nos la pegamos el que conducía
era el conductor y no el pasajero de atrás.
Y volviendo a esto, si al final percibo que el conductor
es un temerario, o simplemente no me gusta donde va, pueda
expresarlo, y si no pedirle que pare que yo me bajo. Esto
va por lo de la vocación y la perseverancia.
Mucho habría que discutir si lo del opus es una vocación,
como llamada divina o no, o es unas ganas de apuntarse a algo,
como al Real Madrid. Algunos de la obra desde dentro hablan
de vocación, pero otros cara afuera dicen que esto
es como el Real Madrid, no fichan a los que me gustan pues
me desapunto. Quiero decir si la llamada a la Santidad es
Universal, y yo no debo salir de mi sitio, hasta que punto
lo de la Prelatura es una llamada especial, o
es las ganas de vivir de un determinado modo, que a la postre
resulta que no te explican cuando te apuntas. Esto de la vocación
es un embrollo teológico, pues si uno realmente es
llamado, ¿para qué gaitas los directores te
tienen que poner a prueba?, Si eres llamado, ¿por qué
hay que seleccionar aptitudes, incluso físicas?. Dios
no se equivoca, pero si el que escucha, tanto el que siente
una llamada que no es, como el que dice haberla oído
por otros, pero después de tantos años no creo
que el camino de la Prelatura sea una vocación, como
no lo es apuntarse a Adoración Nocturna, a acción
Católica o a los Kicos, lo que pasa es que lo de la
vocación viste mucho yo soy un elegido para la
gloria, tengo un lucero en la frente y tu no, chincha rebincha.
Ya se ha dicho aquí que los que un día vieron
clara tu vocación en la oración, otro día
la han dejado de ver y te dicen adiós morena mía.
Pues bien, si ellos lo ven vale, pero si tu no lo ves, o si
ves que no es lo tuyo; pues no, eres un judas, y te vas a
condenar a la genna etenna del fuego ineentingible
(con acento murciano es muy gracioso). No te aconsejan que
lo medites en tu conciencia, que lo hables con personas de
dentro, pero también de fuera, con otra dirección
espiritual neutral etc, no, lo viste una vez (eso parece)
y basta, y si dudas pecas, y si piensas pecas y si...., pues
hala a pecar...
Menos mal que luego te recoge tus astillas algún
Director espiritual sensato, y que te dice que a lo mejor
lo tuyo como camino de santidad es cutre, pero que Dios te
quiere, y que eso es lo importante, y que perdona a todos,
que así eres tu, y que a lo mejor como Dios te quiere,
así te tienes que quererte tu, y que ya está
bien de excusas para vivir en pecado no se si mortal, pero
a lo mejor artificial y que ala a dejarse de coñas
y vivir tu vida libre cara a Dios siendo tu mismo Pepe, no
tu mismo Opus Dei. De procurar que alguien cumpla realmente
el plan de Dos previsto para uno, y que te coaccionen hasta
la locura para que no haya otra deserción, y si la
hay lo más importante que no se note, hay un trecho,
y a mi entender en una y otra cosa (en lo de la obediencia
y en lo de la vocación) el opus se ha pasado varios
pueblos.
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