SI
DECIDES IRTE, NO TE PRECIPITES
DIONISIO, 29 de abril de 2005
Preguntas si hay felicidad de este lado de aquella puerta
de salida (siempre abierta, nos decían) que muchos
hemos cruzado. Tal como yo lo veo la felicidad no es un estado
que va adjunto con la ubicación geográfica o
social de una persona. No creo que la felicidad llegue por
estar casado o soltero, con la riqueza o la pobreza, ni con
cualquier otra cosa. Más bien entiendo que la felicidad
es un caminar, una opción voluntaria y consciente.
Muchos no hemos sido felices en el opus porque allí
no había libertad, ni afectos, ni otra cosa que control
y manipulación. Tú mismo aseguras que no eres
feliz. Si lees la amplísima variedad de testimonios
que aparecen en esta web verás que algunos parecen
no ser muy felices, sin embargo, yo diría que muchos
más sí lo somos. Yo lo soy, por lo menos, mucho
más feliz de lo que era mientras estaba en el opus.
Incomparablemente más. Jamás, ni siquiera por
un fugaz instante, se me ha pasado por la cabeza arrepentimiento
alguno o el pensamiento de que allí estaba mejor. No
niego que haya gente que sea infeliz luego de irse, sin embargo,
apostaría cualquier cosa a que son una minoría
en el colectivo de los ex.
Preguntas a qué nos dedicamos. A todo lo que te puedas
imaginar. Cada uno ha tratado de aprovechar su talento y sus
inclinaciones combinándolas con las oportunidades de
la mejor manera posible. Algunos pueden haber tenido temporadas
de apuros económicos, pero no sé de ninguno
que se haya muerto de hambre. Sin embargo, comprendo tu temor,
porque yo también lo tuve. Cuando, con muchos más
de cuarenta años, me planteé irme, la idea que
más me aterraba era la de acabar vagabundeando. Al
final contrarresté ese miedo pensando que, por lo menos,
sería capaz de lavar platos en un restaurante si no
encontraba otra cosa mejor. Finalmente nunca tuve que recurrir
a las vacantes de lavaplatos y me he defendido bastante bien.
Sobre la persecución de la obra, te puedo decir que
aquí se leen testimonios de los más variados.
Algunos dicen que se fueron sin la menor resistencia. Otros
encontraron una resistencia muy suave, algunos lo pasaron
un poco mal, pero enseguida se olvidaron de ellos, otros creo
que han sufrido bastante. Lo que parece ser más común
es que pasas a ser invisible. Te encontrarás con alguno
por la calle y ni te mirará. La verdad es que creo
que ahora, con la cantidad creciente de gente que se les está
yendo, no pueden distraer recursos para perseguir a nadie.
Con lo cual, me parece que no tienes mucho que temer por ese
lado. También parece ser una experiencia frecuente
que, si intentan algo menos correcto y les plantas cara, se
asustan y tratan de evitar problemas. Puedes dar por descontado
que no te ayudarán en nada. Absolutamente nada.
Finalmente, te puedo asegurar que tu relación con
Dios podrá ser mucho más sincera y auténtica
cuando te vayas y te liberes de toda clase de controles, esquemas
y presiones en tu vida interior. ES posible que alguno se
haya ido por falta de generosidad, no digo que no. Sin embargo,
estoy convencido de que no es el caso de la mayoría.
La principal motivación para irse es la decepción,
la infelicidad, la carencia de afecto de los que decían
ser nuestros hermanos y no eran ni amigos, la frustración
por descubrir como nos han manejado.
Si no eres feliz ahí adentro, lo tienes muy claro.
Quizá te falta la decisión, pero no me cabe
duda de que tienes claro que tu no eres parte de eso. En caso
contrario, no habrías escrito pidiendo ayuda. No pido
que Dios te ilumine, porque ya lo ha hecho. Pido que Dios
te bendiga y te de fuerzas para dar el paso que necesitas.
Advertencia final: si te decides a irte no te precipites.
Actúa sagazmente. En la web encontrarás muchos
consejos muy útiles para prepararte a salir en las
mejores condiciones. No actúes a lo loco. Y el primer
consejo es no digas ni pío a nadie hasta que no tengas
todo preparado.
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