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Se van cerrando cada vez más centros.- Claire Fischer

Siguiendo la idea de Nacho Fernández de publicar fotos de centros de Madrid, os paso unas fotos de Barcelona que me mandó un amigo de la web esta misma semana. La diferencia aquí es que estas fotos no corresponden a centros en pie sino a “ex centros”, es decir, a algunas de las residencias de numerarios que se han ido cerrando últimamente en Barcelona (por cierto, Alfredo: estamos expectantes con los resultados de tu estudio)...

La primera foto, que está disponible en callejeros de Internet, corresponde al ex centro Bellmunt, residencia de numerarios con labor para universitarios. Está situado en la zona alta de la ciudad, al final de la calle Escoles Pies. Cuando se cerró hace pocos años, la excusa que se nos dio es que el inmueble había sido cedido a la obra por un benefactor, con la condición de que los herederos del mismo pudieran recuperarlo a su muerte. Tras el óbito de dicho benefactor, lo herederos reclamaron el chalé (en Barcelona al chalé le llamamos “torre”). Fue una excusa perfecta para cerrar un centro de universitarios sin que pareciera una recogida de velas. Aunque en su momento se dijo que se abriría otro cento para sustituir a Bellmunt, la realidad es que no se abrió ningún otro centro de universitarios adicional a los que ya había en Barcelona antes de que se cerrara éste.

 

La foto que viene a continuación muestra una historia un poco más lacónica. Corresponde al ex centro Bauprés, situado cerca de la Sagrada Familia, en el ensanche de Barcelona.

El centro incluía un club de bachilleres, al que se accedía directamente desde la calle por la escalera de ladrillo que se observa en la primera planta de la fachada. Esa escalera, todo el club y la residencia fueron diseñados a propósito para el club y la residencia antes de construir el edificio. En la planta de viviendas encima del club estaba el centro de universitarios, en el que también se hacía labor con agregados y supernumerarios. Hace unos 5 o 6 años se cerró el club y hace dos años se cerró definitivamente el centro de numerarios de la primera planta. El cierre, como digo, ha sido definitivo y no se ha abierto ningún centro para sustituir ni a los numerarios ni al club. Me haría gracia ver el careto que han puesto los nuevos dueños cuando han tenido que empezar a hacer reformas a fin de convertir una “vivienda normal de una familia de cristianos normales en medio del mundo” en pisos normales y corrientes para la gente de la calle. ¿Qué habrán hecho con los cuartos de duchas en medio de los pasillos, con las dobles puertas de la administración, con el Office y con el oratorio?

 

Para terminar, me llegó esta última foto que no es de Internet sino que el amigo de la web la sacó él mismo este fin de semana pasado. Corresponde al ex centro Diagonal, que en su día fue el primer centro de la delegación de Barcelona. Está en la avenida Josep Tarradellas, cerca de la plaza Francesc Macià. Ocupaba toda la planta cuarta para la residencia de numerarios “semi-mayores” y la mitad de la tercera planta para la administración (en este inmueble no hay “principal”, sino que la primera fila de ventanas son las correspondientes al “primero”).

El centro se cerró hace ya bastantes meses “por reformas”. Sin embargo, tras casi dos años de “reformas” ya se ha confirmado que el centro no se volverá a abrir nunca. Como en los dos casos anteriores, no hay previsto ningún otro centro nuevo para sustituir a éste.

 

Las fotos son especialmente tristes. El amigo de la web ya nos dijo, hace dos semanas, que le sorprendió que las ventanas correspondientes al centro en reformas estuvieran medio cubiertas, de cualquier manera, con plásticos medio rotos, en medio de unas tormentas fortísimas que cayeron en Barcelona a principios de Septiembre. Este sábado pasado, como podéis ver en la foto (mirad el coche o el asfalto mojados) volvió a llover con fuerza en la ciudad y las ventanas del ex centro seguían al descubierto, con los plásticos medio rotos a merced del viento, con toda el agua entrando dentro del piso. Y eso ha estado ocurriendo semana tras semana, mes tras mes. Si os dais prisa, los que estéis por Barcelona todavía podéis acercaros a ver el lamentable espectáculo vosotros mismos.

Claire Fischer




 

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