REFLEXIONES
DE UN SUPERNUMERARIO
Jaime, 3 de octubre de 2003
Cuando hablamos de la Obra, ¿no creéis mejor,
que lo que se debe de hacer es buscar la verdad del asunto,
y no tanto ir en contra o a favor?. Pienso que es una tarea
complicada, y nos encontraremos cosas muy buenas, que no hay
que desvirtuar, y cosas muy malas que hay que combatir con
toda energía. Yo soy de la Obra y busco la verdad,
y vosotros no sois de la Obra y creo que buscáis también
la verdad, y estoy seguro, que no lo hacéis de manera
equivocada, os lo aseguro. Como podéis ver, ni me escandalizo,
ni me rasgo las vestiduras de los comentarios de esta WEB,
porque son verdad. Aunque algunos no lo fueran, por mi experiencia,
he podido comprobar y he cohabitado (vivir junto) con testimonios
muy similares, uno de ellos es el de mi mujer. La solución
a los problemas es muy difícil, ya que en la Obra,
los numerarios y agregados sobretodo están muy ciegos
o obcecados, y les planteas cosas, que existe esta WEB, que
hay problemas de falsas vocaciones, que hay dolor de hermanos
que están dentro y FUERA, y se escandalizan y ponen
el grito en el cielo, y se dan "una dosis extra de flagelación,
por tu alma corrupta" (esto es broma, supongo). Cuando
uno se le cae el velo, fuere por lo que fuere, vienen los
"¡madres mías!". No hay más
ciego que el que no quiere ver, ni más sordo que el
que no quiere oir, y eso pasa con la mayoría de numerarios
y agregados "felices". Hay otro pequeño número
de numerarios y agregados "felices", que ven estas
cosas y se ven atados, se callan, o lo hablan muy discretamente,
o les planteas cosas "raras" y te responden la postura
oficial con la "boca pequeña", diciéndose
a sí mismos, "eso es lo que tengo que decir".
Otros viven "felices" porque no entienden nada y
obedecen y no se preguntan nada. Hay otro número de
numerarios y agregados "infelices", que ven estas
cosas y se ven atados, no se callan, y "saltan"
a la calle. Hay numerarios y agregados, que les falta el aire,
necesitan más, y también "saltan",
"en mejor plan", por lo general.
En definitiva, sabores, olores y colores para todos los gustos.
¿Qué pasa aquí?. En cambio, los supernumerarios,
por suerte estamos en la calle, tenemos contacto con la realidad,
aquella llamada "es lo que hay", tenemos otros intereses
aparte de la Obra (nuestro trabajo que no es corporativo,
nuestros esposas e hijos, amistades de todo tipo, relaciones
sociales, pagos,.) y sólo nos "pasamos" una
vez o dos veces por semana por el centro y ya está.
Se nos "pega" poco la presión numeril. En
general pensamos por nuestra cuenta... En mi caso concreto,
separo mi vida espiritual del resto (sin ser incoherentes),
yo sólo cuento mi vida espiritual, mis problemas no
espirituales me los resuelvo yo. En mi cama sólo estamos
mi mujer y yo, y ahí tomamos un montón de decisiones
importantes... Y si tengo una amistad personal con el director,
pues le cuento cosas más personales, de amigo a amigo.
Y por ahora, no me han fallado en confidencia, ni yo tampoco,
ya que la confianza y sinceridad debe ser mutua. ¡Vamos!,
cuando le cuento cosas a un amigo, éste se debe de
mojar también. Los directores que son amigos también,
en mi caso, suelen ser personas de mentalidad abierta, de
los de la boca pequeña. Creo que muchos supernumerarios
vivimos el espíritu de la Obra tal como lo vivo yo.
O yo lo vivo tal como ellos. No sé, tenemos dinero
en el bolsillo (gracias a Dios) y no tenemos que dar cuentas,
podemos ir a todos los sitios sin hacer cosas raras (cines,
bares...), tenemos esposas, podemos hacer todo lo que nos
plazca con sentido común y sin dar explicaciones a
nadie (yo sólo a mi mujer). En definitiva gozamos de
más libertad y poder de decisión. Y si un numerario
o numeraria se quiere meter en mi cama (en sentido figurado),
le pego un tiro, además, no cabe ahí, ya que
es biplaza. Sólo mi mujer y yo. Anécdota: Invité
un numerario a comer a mi casa, y me criticó que tenía
los cuadros torcidos porque estaban clavados con un solo clavo,
y que no veía ni patos, ni burros... menudas chorradas...
qué profundo. Enseguida le dije que cada uno, tiene
la casa como quiere o puede. Lo tuve que llevar a la bañera
de mi hijo a enseñarle los patos.
Creo que tenéis que poner de forma visible en la web,
como lo de "gracias a Dios que nos fuimos", "Hay
que saber decir que no", "No caigas en el primer
error, el primer silencio"; son dos máximas para
poner en grande, con esto se puede evitar muchos males.
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