PORQUE
NO ES VERDAD
SATUR, 9 de enero de 2005
Ignoro si MM
es del opus dei, si lo fue, si lo quiere ser, o si yo que
sé. Lo que está claro es que dando consejos
toca de oído y desafinado. Es como el villancico de
Campana sobre campana que sólo sabemos
hasta y sobre campana dooooosss
¿qué
pasa con la tercera, ¿eh?... pues que nadie sabe como
sigue... aunque siempre hay algún osado que cante y
sobre campana tres, asómate a la ventana que al Niño
le huelen los pie-e-e-essss. Pues a éste le pasa
lo mismo: que se sabe un poco del asunto y viene dando lecciones
de ascética con que nos leamos la Pasión del
Señor, no hay dolor como su dolor. Y nos aconseja que
chitón, que a callar, que a rezar, y que si no, lo
nuestro es extraño, muy extraño
(leerlo con voz de comisario de CSI en Las Vegas mientras
redondea una burilla que ha sacado de la nariz de un cadáver
putrefacto encontrado en el Bronx).
Hace poco me escribió un correo privado uno que me
aconsejaba lo mismo: si de verdad eres cristiano tendrías
que callar y seguir el ejemplo de un amigo que conocemos bien:
si no puedes alabar, cállate. Yo no sé
a qué amigo se refería, porque ése que
me escribía nunca conoció a mi padre, que es
el amigo que más veces me ha dicho ¡¡¡QUE
TE CALLES, COÑOOOO!!!.
Si de verdad soy cristiano lo que tendría que hacer,
además de muchas otras cosas, es hablar y decir la
verdad, aunque duela y escueza. Sobretodo, si esa verdad puede
afectar a la vida de unas cuantas personas.
MM da la impresión de que no sabe lo que es dejar
una vida en el opus dei y encontrarte más colgao que
el tío típico de lo más típico
que vas de excursión familiar andando por el campo
y si huele mal dice ¿quien se ha tirado un pedooooo?.
Que mira que hay que ser notas y típico. O más
colgao que el Papá Noel que mi vecino sí
, el de los enanitos en el jardín ha puesto escalando
por la fachada de su acosado, adornada de miles de bombillitas,
con un árbol en la puerta con lucecitas que parpadean
y que, vamos, parece que Papá Noel está entrando
en un puticlús por la jeta.
Pues así de colgao te quedas. Y solo. Y que no te
llaman, y que parece que te has muerto, y que de tanto decirte
que no dan un duro por ti, ni por tu felicidad terrena y eterna,
y que el placer que para otros puede dar la vida para ti será
rejalgar, de que eres un traidor pues, claro, vas hecho un
mustio
y que muchos empiezan de cero una nueva aventura
profesional, con la sensación de que todo está
por hacer, que eres un inútil y que no sabes hacer
nada. Y que tienes miedo a que todo salga mal. Tienes que
buscar nuevos ambientes, nuevas amistades
inclusamente,
cosas que otros ya las tienen aprendidas, tú no tienes
ni puñetera idea.
Estando en casa de mis papis, al dejar la opus, se fue la
luz y mi madre dijo desde la cocina.
- Hijo, vete a la caja de plomos y dale al pijorro.
- ¿Caja de plomos?, ¿dónde está
la caja de plomos? pregunté en la oscuridad
y pidiendo que en ese momento volviera a hacerse la luz.
Lo único que sabía yo de plomos era un chiste
de un tío que en una tienda de productos para pescar
le pregunta a un dependiente que andaba encorvado si tenía
guevos de plomo
y el tío le contesta
que no, que era el reuma.
- Detrás de la puerta de entrada, en el interior
de una armarito.
Allá que me fui con un mechero. Abro la cajita y me
encuentro unos botones negros todos parriba y uno rojo pabajo.
En mi vida me había visto en una igual. Siempre que
se había ido la luz en mis años en la opus alguien
había ido a algún sitio y lo había solucionado.
Pero está vez alguien era yo. Miré
aquello con cara de entomólogo, pero no veía
clara la solución. No sé por qué razón
científica pensaba que si tocaba el botón rojo
aquello iba a explotar y dejar la casa hecha una escombrera.
Los botones rojos siempre son señal de cuidadín
que te electrocutas. Así que me decidí
por lo que siempre he hecho cuando algo está estropeado:
darle un mamporro. Pero nada. Reinaba la oscuridad. Entonces
vino mi madre, y con la decisión de una ingeniera jefe
de Endesa, coge el pijorro rojo, lo sube y, ¡pimba!,
¡¡¡la luz se hizo!!!. Acojonante.
Años después sucedió en casa. Nos quedamos
sin luz. ¡¡¡Voy yo, cariñoooo!!!
le grité a La Piedra. Fui al armarito, lo abro,
y veo el pijorro pabajo. Lo subo y, ¡hale!, un estallido
de luz regresó al hogar.
- ¿Has visto, cariño?. exclamé
feliz, sintiéndome un hombre de verdad, como esos
de la Nasa que aplauden enloquecidos cuando ha despegado
el Discovery.
- ¿Si he visto, qué?.
- La luz
ha vuelto la luz. Lo he hecho yo con los
plomos
ya sabes.
- Tú eres más tonto que Parada ,el de Cine
de barrio, que sólo se afeita los labios.
Bueno, a lo que iba.
Y, claro, MM eso no lo entiende. Y no entiende que cuando
te encuentras así agradeces todo, por muy pequeño
que sea. Y que si te encuentras alguien que ha estado como
tú, que ha pasado por lo mismo, pues tienes ganas de
hablar, de contar
de sentir que no eres un tipo raro.
Y más cuando tu vida no se la puedes contar a cualquiera
porque no todo el mundo sabe qué es eso de ser de la
opus de deu totpoderos. Eso es Orejas. Y nada más.
Y aquí la gente se cuenta las cosas, se desahoga y,
como si dijéramos, que cada perro se lama su pijo.
Hablas de los dolores de Jesucristo. Es cierto que Jesús
sufrió mucho, más por Amor que por todo eso
que cuentas de las espinas, los azotes y escupitazos. Sobretodo
por Amor. Y porque se hizo pecado, frasecita que
como la escribió San Pablo nadie dice nada, pero suena
a blasfemia que te rilas. Que Dios se haga pecado es lo más
de lo más que se puede decir contra Dios. Sí
que sufrió, si, MM
pero no te enteras.
Jesús también estuvo solo como aconsejas
leer la Pasión te supongo un hombre cultivado y profundo.
Muy solo. Y hubo un momento que esa soledad le aterró,
le paralizó psicológicamente y pidió
a su Padre que le apartara ese cáliz de Él.
MM, créeme si te digo que en ese momento Jesús
la estaba pasando muy, pero que muy putas. Y se volvió
buscando un poco de compañía, de cariño,
de conversación
y resulta que estaban dormidos
aquellos que deberían de consolarle y decirle las tonterías
que decimos cuando alguien sufre mucho, pero que van bien;
eso de venga, hombre, que no es para tanto, ya
verás como dentro de un tiempo nos reímos de
esto del Huerto, oye, la cena estaba muy buena,
¡tenemos que repetirla, pero en mi casa!, la
semana que viene nos vamos a pescar al lago y no asamos unos
pescaítos, pero de los de moneda dentro, ¿eh?
.
Yo que sé, algo. Pero no. La peña dormía
y Jesús no se calla porque está mal, muy mal.
Y, fíjate tú MM, su Padre le escucha y envía
un ángel para que le consuele. Y hablan.
Pues te lo creas o no MM, para unas cuantas y unos cuantos
más de los que piensas Orejas es ése
ángel que no tuvieron en momentos de soledad donde
esperaban una voz amiga de hermanos que tuvieron y amaron.
Y ese ángel les dice que no son traidores, que no son
unos mierdas que no valen un duro, que sí se puede
ser feliz, que siguen valiendo muchísimo.
Y eso hay que repetirlo un día sí y otro también
mientras allá dentro, en ese corral, sigan leyendo
los textos de los cojones que hablan de estos temas dichos
y escritos por San Josemaría, mientras se conserven
esas citas, se prediquen esos ejemplos y profeticen esos anatemas.
¿Sabes porqué?: pues porque no son verdad.
Como la afoto que te envío.
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