POR
QUÉ ME FUI DEL OPUS DEI
MABEL, 24 de marzo de 2006
Estando tan cercano el día 19 de marzo me ha dado
por recordar los motivos por los que me fui del opus.
Pedí la admisión como agregada el mismo día
que cumplí 14 años y medio, el 19 de diciembre
de 1978. Por supuesto mis padres no tenían ni idea
de lo que había hecho ya que algunos meses antes, en
verano después de una convivencia en Úbeda (Jaén)
me planteé que podría tener vocación
al opus. Al llegar de regreso a casa se lo comenté
a mi madre y su respuesta fue que era demasiado pequeña
para plantearme esas cosas. A mí no me sentó
bien pues pensaba que con catorce añitos ya podría
decidir sobre temas tan trascendentales .
Le dije a mi "amiga" del opus lo que me había
dicho mi madre y su comentario más o menos fue: la
vocación es como una llamita, a veces los padres no
entienden y dicen o hacen comentarios que pueden dar al traste
con esa llamita. Consecuencia: nunca más hablé
con mis padres de este tema.
¿Qué encontré en el opus al llegar?
Ambiente agradable, alegría, planes divertidos, amigas
que me llamaban, me sentía bien porque sabía
que Dios me había "elegido".
Por mi carácter y por mi situación familiar
(la relación entre mis padres no era buena) pienso
que fui presa fácil para el opus. Para mí ir
al club barcal era una liberación.
Esa imagen tan idílica se rompió un poco cuando
al poco tiempo de escribir la carta me dijeron que debía
usar el cilicio y las disciplinas. Ni sabía que existían
semejantes artilugios y recuerdo que tuve una sensación
de rechazo pero el pensar que todas aquellas "hermanas
mías" tan majas y simpáticas (no me parecían
ningunas ignorantes) lo usaban me dio ánimo y fuerza
para empezar yo también a utilizar semejante aberración.
Pensé que sería algo bueno si "tantas"
personas lo utilizaban ya. Quizá ese fue uno de los
primeros momentos en que dejé de seguir mis propios
criterios para regirme por los de las directoras.
Al cabo de unos tres años la imagen de "película"
que tenía del opus se empezó a desmoronar: había
demasiadas obligaciones, las reuniones de san rafael se me
hacían insufribles: ese dar listas de personas para
invitar a distintas actividades no iba conmigo y se me hacía
muy cuesta arriba la que conlleva vivir como agregada y ante
el pensamiento de abandonar se me venía a la cabeza
que eso sería dar mal ejemplo a mis hermanas (también
del opus) siendo yo la mayor de todas. Y así fue pasando
el tiempo: renqueando, empezando y volviendo a empezar.
Además tenía la sensación que si abandonaba
estaba haciendo algo que no era bueno.
A lo largo de más de 20 años he ido descubriendo
la verdadera cara del opus, la otra, la que no te enseñan
al llegar, y esa cara no es tan bonita como la primera es
fea muy fea.
Recuerdo la forma de razonar sin argumentos, ahí van
varios ejemplos:
Cuando llegué al opus las numerarias y agregadas no
podían utilizar pantalones y los bañadores debían
tener "faldita". Esto con el tiempo cambió
y ya se podían usar pantalones y simplemente bañadores.
Al preguntar por este cambio me dijeron que eso era algo accesorio,
era accesorio pero hubo que vivirlo decía yo, y si
es accesorio es eso accesorio se puede o no vivir, pero no:
había que vivirlo.
También usábamos velo, medias y latines cuando
en ningún sitio se utilizaba ya, ¿no somos cristianos
corrientes? preguntaba yo y la respuesta: sí pero hay
formas distintas de hacer las cosas !!!!!! en fin la Iglesia
con sus normas y el opus con las suyas.
En una ocasión se me encendió una luz: se hablaba
mucho en meditaciones, círculos, charlas que Dios es
un amante celoso. Ese adjetivo en el lenguaje habitual es
algo negativo que como poco indica falta de confianza ¿y
se lo aplicamos a Dios?
Y empecé a ver que el lenguaje se manipula y se utiliza
según le conviene al opus.
Trabajé en dos labores personales, una EFA (escuela
familiar agraria) en Ciudad Real y un colegio en Málaga.
Se dice que no son del opus pero las directrices están
claras . Lo digo porque he visto cómo se reunían
las directoras de la delegación correspondiente con
el comité directivo y profesorado del opus para "conseguir
más".
El fin de estos colegios no es la educación de los
alumnos, es formarlos al estilo opus para ser posibles candidatos
.
Por casualidad me enteré del motivo por el que no
me renovaban el contrato en el colegio de Málaga: venía
una numeraria recién licenciada a vivir al club la
caleta y así dando clases en el colegio podría
conseguir que las alumnas fueran a estudiar allí y
luego pasar a distintos medios de formación. Se le
escapó a una persona del comité directivo y
os podéis imaginar cómo se me quedó el
cuerpo, lo comenté en la delegación y lo que
me dijeron fue que nunca debía haber oído ese
comentario (no que fuera falso).
Todavía seguía pensando que hablando se arreglan
las cosas (ingenua de mí, con el opus eso no es así)
y con otra compañera, también del opus, hicimos
un escrito en el que comentábamos aspectos claramente
mejorables en el colegio. Lo enviamos a la delegación
de Granada de la que depende Málaga y a la central
de los colegios (centros familiares de enseñanza, ahora
se han cambiado el nombre), la única contestación
que recibí fue una llamada de una directora de la delegación
diciéndome quién era yo para escribir nada y
menos del colegio, que no volviera a llamar ni a quedar con
la otra profesora autora también del escrito ya que
por ser del opus era perder el tiempo que lo mejor era que
me dedicara a hacer apostolado.
Me fui porque quería ser feliz, en el opus había
muchas cosas, tiempo siempre ocupado pero lo que quería
era ser feliz.
No quería parecerme a las agregadas mayores que iba
conociendo, lo comenté una vez al sacerdote y madre
mía como se puso: que yo que me creía, que ellas
habían entregado su vida ...
Me fui por que me di cuenta que el opus es un gran montaje
en donde la persona no es lo importante lo que importa es
el opus. He conocido a personas con muy buena voluntad, no
es un problema de las personas sino del montaje opus, personas
con la mirada triste que sonreían pero se les notaba
tristes y yo en muchas ocasiones también disimulé
mi malestar, no quería ser así.
He visto demasiadas incongruencias y mentiras, muy poca caridad
y cariño de verdad, casi siempre normas, directrices
y formas de hacer pero todo con muy poca alma.
Cuando estás dentro parece que solo existe el opus
y luego vas comprobando que lo que ocurre es que cuando llegas
te ponen una gafas para ver según la mirada y los criterios
del opus que nos da una visión distorsionada de la
realidad.
Cuando no encontraba motivo ni razón para continuar en
el opus una directora me dijo: ahora que ya se han pasado los
mejores años, los de tu juventud ¿para qué
te vas a ir? o aquel comentario de un sacerdote: vamos a ver
si echamos una temporadita más y vamos aguantando poco
a poco.
Ahora que las aguas se han calmado, ya han pasado unos cinco
años desde que dejé de pertenecer al opus me
doy cuenta que la forma de hacer del opus es dañina
para la persona: la encorseta, quiere cuantificarlo todo (desde
las horas de estudio hasta las personas invitadas a cualquier
actividad), no da respuesta a los interrogantes que se hacen,
la sinceridad se utiliza para que las directoras sepan de
nosotros pero no hay solución a lo que se plantea.
Todo está escrito, atado y bien atado no hay margen
para el cambio.
Se vanaliza la palabra de Dios ¿por qué identificar
lo que le fundador "vio" con lo que Dios quiere
(si es que quiere algo)?
Como PSX
ha escrito hace poco en la web pregunté por qué
si el 2 de octubre el fundador "vio" el opus luego
tuvo que "ver" un 14 de febrero en el que habría
también mujeres y la respuesta fue que si íbamos
a cuestionar la fundación de la "obra" dejábamos
de hablar en ese instante como así sucedió.
También pregunté por lo de la "gracia
de estado" de las directoras, si se admite que se equivocan
¿qué pasa con esa gracia? y si representan y
hablan en nombre del "padre" para decirnos lo que
Dios quiere de cada uno en ese momento ¿quién
se equivoca el "padre"? porque Dios supongo que
no será. Eso de la gracia de estado es otro de sus
inventos para conformar nuestras inquietudes.
Cuando me propusieron atender a supernumerarias (estando
ya con los dos pies casi fuera del opus) mi respuesta fue
no pues no compartía el que "hermanas mías"
pensaran que Dios les hablaba a través de mí
cuando yo lo único que ponía era muy buena voluntad,
pensar las cosas y rezar pero de ahí a pensar que Dios
hablaba a través de mí había un abismo.
Pregunté en muchas ocasiones por los tiempos de las
normas del plan de vida: 30 minutos de oración, 15
minutos de lectura ... me parecía algo basado en el
orden y organización del sistema no en la voluntad
concreta de Dios.
Es un sistema propicio para generar ansiedad. Se intenta
justificar lo injustificable.
Por ejemplo las numerarias y agregadas no van al cine ¿por
qué? !qué pinta una agregada en el cine ! me
dijeron. No se tienen argumentos para razonar semejante tontería
con lo cual acabas viviendo tu vida con normas y pautas impuestas
por otros y pensando que son de Dios. Yo ante invitaciones
para ir al cine me excusaba diciendo que no me apetecía
o no tenía ganas: mentía. Nunca cuando lo comenté
en la charla semanal con distintas directoras me dijeron que
hacía mal en mentir. Ya empezaba a captar que el fin
(no ir al cine, cumplir con lo que dice el opus) sí
justifica los medios (mentir)
A cada uno nos lleva nuestro tiempo descubrir todas estas
incongruencias pero no hay nada más saludable que dar
el paso y empezar de verdad a vivir nuestra vida. Sin temor
a equivocarnos, porque esa es otra idea que se nos inculca:
si haces esto o lo otro no te equivocarás. Y en la
vida no pasa nada por equivocarse y rectificar.
Lo que es dañino y muy negativo es ese perfeccionismo
enfermizo que está tan generalizado en el opus. Ese
no vivir en la realidad sino en una urna pensando que "su"
mundo es el mundo. Ese manipular las conciencias de las personas
con frases hechas y dejándolas de lado sin la menor
ayuda económica (no digamos en otros terrenos) después
de haber dado todo: tiempo, ilusión, juventud, sueldo
... durante años. Lo ven normal, te vas porque quieres
y allá tú. ¿Qué tipo de cristianismo
es ese?
Para otra ocasión dejaré la postura de la Iglesia
ante todo este atropello, la de la jerarquía por una
parte y la del pueblo fiel y sacerdotes diocesanos por otra.
Sorprendentemente no tienen mucho que ver.
En resumidas cuentas me fui por que aunque el opus se cree
"divino" llegué a la conclusión que
no es humano y por eso me gusta mucho el inicio de esta página:gracias
a Dios me fui.
Qué me encontré al salir del opus
Supongo que la experiencia una vez que dejas el opus depende
entre otras cosas de la forma de ser de cada uno, del tiempo
que se haya permanecido dentro y de la forma en la que se
afronta la salida (algunas personas dan un corte en seco y
otras tienen una salida más paulatina)
En mi caso se dieron tres circunstancias que me hicieron
tener que conocerme a mí misma ya que en muchos aspectos
salí con la "programación opus" demasido
tatuada:
- Pedí la admisión con 14,5 años por
lo que el opus es quien realmente me fue moldeando. A esa
edad tan temprana todo está en plena fase de formación:
el carácter, la forma de ser ...
- Pertenecí al opus unos 22 años que fue tiempo
más que suficiente para anularme como persona (el opus
es lo primero)
- Mi salida fue paulatina, en los últimos años
no estaba "en" sino mas bien fuera, por lo que pude
ir contrastando el "dentro" y "fuera".
Lo primero que me encontré fue aire, libertad. Libertad
para equivocarme, para acertar, para elegir, para hablar,
para callar, libertad para pensar, para leer, para dormir,
para ver.
En el opus se oye lo de somos libres y estamos aquí
porque nos da la gana, es otra de tantas manipulaciones del
lenguaje.
En el opus no hay libertad, uno se obliga a hacer lo que
te dicen y lo tienes que hacer propio y no es propio. De esta
manera la cabeza se blinda para no acabar majareta.
Ante las objeciones siempre las mismas recetas: rezar y obedecer.
Es decir machacar la propia libertad.
Afectivamente yo salí mal. En el opus las manifestaciones
de cariño o aprecio no están bien vistas, no
te puedes preocupar con naturalidad efectivamente por nadie,
todo debe ir por el conducto reglamentario vía directora.
Las relaciones con los chicos son como algo tabú,
en todo se ve ocasión de pecado y es que con estos
temas llegan a la obsesión. Se ven cosas que una vez
fuera te das cuenta que es una visión borrosa y deforme.
Descubres que Dios no es el dios del opus que contabiliza
y mide todo. Te hacen creer que las directoras te dicen lo
que Dios quiere y el asunto es otro: el opus pretende que
Dios quiera lo que les interesa a ellos.
Poco a poco el corazón va saliendo de la coraza que
nos autoimpusimos por mandato de Dios a través de las
directoras ???????? y vemos que hay más luz, más
paz, más tranquilidad y como me dicen mis familiares
y conocidos: te ríes más.
Descubres que la vida con sus problemas o problemillas no
está nada mal.
Y me sigo preguntando de vez en cuando (ahora que lo veo
todo tan claro) cómo fue posible que aguantara tanto
tiempo. Pienso que fue porque el opus es un mundo hermético
en donde no se ve más allá de sus límites
y se miran los acontecimientos de una determinada manera.
Cuántas veces oí eso de: la gente espera de
"nosotros" un comportamiento así o asá
y eso no es cierto, la gente no espera nada de nada del opus.
Es importante cuando estás dentro no acallar esas
voces o vocecitas interiores o exteriores que animan a plantearse
si realmente el opus es lo que dice ser. Porque la vocación
es tocable como todo, esa idea que te repiten y repiten de
la vocación es intocable es otra forma de acallar la
propia conciencia y muchos de los tiempos perdidos sintiendo
que ese modo de vida no va con uno vienen de no querer "tocar
el tema de la vocación".
Todo en la vida es cuestionable, hay distintos puntos de
vista y opiniones. En el opus esto no se concibe, el organigrama
es monolítico y el grupo puede con las individualidades,
es decir, con las personas. Esa forma de pensar uniforme hace
que incluso externamente haya una forma de hablar, vestir,
actuar ... que identifica muy bien a los opusinos. Como dice
el refrán la cara es el espejo del alma.
Me llama la atención esa negativa que tienen personas
del opus cuando les haces caer en la cuenta de las incongruencias
que has vivido: o se callan o te comentan que lo que estás
diciendo les hace daño pero en ningún caso hay
diálogo verdadero, a lo más ese "mi experiencia
es otra", y me pregunto ¿de verdad?
Deseo que los chirridos del corazón y la cabeza hagan
despertar a muchos y descubran que detrás de su mundo
o quizá al lado hay otro mucho mejor, por lo menos
es real no de plástico, sin vida.
Un mundo donde se respetan tus decisiones sin intentar convencerte
de que lo mejor es hacer otra cosa dándote la matraca
a todas horas, donde no hay correcciones fraternas ridículas,
donde te encuentras amigos de verdad, no demasiados quizá,
pero amigos, un mundo donde no hay obligación de contar
por lo menos un par de veces a la semana lo que has hecho
o has dejado de hacer.
Ahora uno tiene las riendas de su vida con todo lo que eso
conlleva y no son otros los que dirigen nuestra vida.
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