¿PARA
QUÉ SIRVE ESTA WEB?
J.F.P., 19 de diciembre de 2003
Para mi son dos las finalidades básicas a destacar
de esta página: la terapéutica; a cuanta gente
está ayudando a reflexionar y a examinar su situación
personal, la mayoría exsocios pero también muchos
que todavía siguen dentro; y la otra finalidad, de
denuncia de situaciones abusivas y principalmente vulneración
de determinados derechos básicos de la persona, y que
especialmente tanto en la entrada como en la salida se producen,
queriendo hacer especial mención a los menores de edad
y a la numerarias auxiliares.
Cuantas coincidencias en los relatos, anécdotas y
testimonios que aparecen reflejados en esta web. Personalmente
la cuestión de si la Obra puede cambiar o está
cambiando en la actualidad no me produce ningún interés,
a pesar de que sea un asunto que en esta página se
valora a menudo. Se han reflejado pequeños aspectos
que en absoluto suponen un cambio sustancial en lo que se
denomina espíritu de la Obra. Pero pienso que el Opus
Dei es una institución más dentro de la Iglesia
y como tal debemos aceptarla; lo que no podemos aceptar ni
respetar es que en ésta se vulneren derechos fundamentales
de la persona, así como se produzcan situaciones que
desprecian las más elementales normas de respeto a
la dignidad del ser humado.
Así de los relatos y testimonios habidos en este
año se desprende:
- Manipulación de las conciencias aún no formadas
de los jóvenes.
- Falta de información a los que piden la incorporación
en los compromisos y condicionantes que conlleva ser de la
Obra.
- Perversión en el uso del lenguaje: cuántos
ejemplos tenemos en esta web, que producen deformaciones de
conciencia y desequilibrios síquicos.
- Distanciamiento de las familias.
- Utilización de la amistad para fines proselitistas
frente al valor que supone por si misma.
- Diferencias entre sexo: machismo y desprecio hacia la condición
de igualdad de la mujer.
- Vulneración de derechos sociales, laborales y asistenciales
de los trabajadores: en especial me refiero a las numerarias
auxiliares.
- Ausencia de cultura general y pobreza en la formación
intelectual, incluso con imposición de criterios éticos
y estéticos en los valores culturales.
- Ausencia de libertad en el desarrollo profesional.
- Ingerencia en el ámbito de la sexualidad conyugal
así como ausencia de una formación sana y respetuosa
en esta materia, creando conciencias escrupulosas y enfermizas.
A algunos nos hubiera ayudado mucho disponer de toda esta
información cuando salimos, hace ya algunos años.
Se dan muchos casos en los que hemos estado entre 10 y 15
años dentro, y que coincide con la adolescencia y juventud,
época de estudios, en los que la principal meta es
alcanzar una formación y preparación profesional.
Será después, cuando se empiece a ejercer la
profesión, cuando muchos se dan cuenta que no concuerda
su forma de vida con la mayoría de la gente corriente.
Entonces uno se plantea muchas cuestiones sobre si realmente
viviendo en medio del mundo, como los demás.
Simplificando se producen dos tipos de crisis. Las racionales:
uno empieza a ser crítico con el entorno y la forma
de vida produciéndose una rebelión intelectual
y ética. Hay muchos ejemplos en esta web. Y las sentimentales
o afectivas, que suelen derivar en problemas de celibato,
sexuales, trastornos depresivos, de ansiedad, etc. Es importante
entender que las dos nos llevan al mismo camino, que es la
salida y que en la mayoría de los casos son procesos
en los que la responsabilidad personal es escasa y sí
notable la institucional. Por ello, no somos nosotros quienes
tenemos que pedir perdón.
Leer esta web nos ha hecho revivir experiencias y vivencias
que ya creíamos eran fruto de nuestro pasado y cuyas
secuelas no habíamos digerido en toda su plenitud.
Es verdad que, como decía alguien, uno tarda muchos
años en realizar la readaptación de su mente,
quizá los mismos años que ha estado dentro.
Las ayudas de profesionales preparados es fundamental: salimos
la mayoría con sentimientos de culpabilidad, fracaso,
desorientación, inadaptación al nuevo medio.
Qué importante es tener alguien que te entienda en
esos momentos vitales. En líneas generales cuando decides
o deciden que dejes la Obra, de los testimonios y mensajes
se desprende:
- Ausencia absoluta de ayuda psícológica y
económica.
- Recomendación de no hablar de la Obra y de nuestra
experiencia.
- Recomendación de apoyarse en la familia (esta vez
sí) y si eres numerario o agregado de contraer matrimonio
cuanto antes.
- En las fases previas, numerosas insinuaciones de infelicidad
tanto en el ámbito terrenal como en el sobretanural.
- En la mayoría de los casos, imposibilidad de seguir
tratando a las personas de la Obra, en especial con las que
tenemos un vinculo afectivo. Aislamiento en general.
- Culpabilización en el proceso de salida: nunca es
la Obra quien se ha equivocado.
Creo que hay suficientes testimonios para sacar conclusiones
acerca de si en esas formas de actuar existe un ápice
de humanismo y respeto, por no hablar de caridad. Muchas de
las enormes secuelas que se producen en el que se sale, son
generadas precisamente por esa forma de actuar.
Creo asimismo que no podemos consentir que haya unos pocos
que acusen a esta página de verter rencor, odio, etc.
Tales sentimientos son perfectamente naturales. Además
probablemente sea una fase más del proceso tan largo
y costoso que supone la readaptación mental. Casi siempre
hay un comienzo de sentimientos de culpabilidad y de justificación
en el modo de actuar de la Obra. Más adelante, se producen
sentimientos contradictorios, y finalmente, se llega a un
estado en el que somos conscientes de la manipulación
de que hemos sido objeto, nos asombramos de nuestro modo de
actuar y pensar mientras permanecíamos en la Obra y
sabemos que ahora más que nunca somos libres en el
sentido más auténtico de la expresión.
Me gustaría recomendar la lectura del psicólogo
Bolinches. En su obra La Felicidad personal dice:
Hasta ahora el perfeccionamiento humano ha ido unido
a la idea de sufrimiento. La moral social no ha sido más
que la expresión cultural de una ética religiosa,
que asocia mejoramiento con represión y privación
con honestidad. No es extraño, pues, que al considerar
incompatibles el placer y la virtud aceptemos la condición
de imperfectos pecadores a condición de permitirnos
pequeños placeres mundanos. Hora es ya de combatir
tan aberrante falacia. El mejoramiento humano no tiene por
qué conseguirse, forzosamente, a través del
sacrificio, el sufrimiento y la represión de los sentidos
(...) La clave de la felicidad reside en conseguir un proyecto
vital atractivo que facilite un estilo de vida agradable,
procurando a la vez cierto nivel de realización existencial.
Felices fiestas y enhorabuena a los orejas y a todos los
que han tenido la valentía de escribir en esta web
y desnudar sus corazones. Animo a los que dudan para que también
lo hagan. Se sentirán mejor y serán un poco
más libres, ya que citando a Unamuno: No creo
en más revolución que en la interior, en la
personal, en el culto a la verdad.
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