LO QUE SÉ DEL OPUS
Miguel, 6-4-2003
Yo no soy miembro de la Obra, ni siquiera ex-miembro. Preguntarán
entonces en qué me concierne este asunto. Yo no soy
del OD, pero mi padre si perteneció al OD como miembro
numerario, seguramente más de 10 años. Debo
indicarles que él siempre manifestó cariño
por la Obra y por la figura de Escrivá de Balaguer.
Cuando ya estaba desahuciado por el cancer, pedía a
Monseñor Escrivá su curación, y quería
así aportar la prueba del milagro que hacía
falta para la canonización de este señor -así
se lo comentó a mi madre-
Para serles honesto, yo nunca le escuché proferir
quejas similares a las que ustedes suelen expresar a cada
rato: manipulación, despersonalización, culto
desmedido al Fundador. Creo que mi padre, sin ser un hombre
tonto o ingenuo, estaba convencido sinceramente de que todo
eso era "bueno" y "santo". ¿Por
qué? Para mí es un misterio completo. Lo cierto
es que jamás "tronó" contra la Obra.
Por el contrario, la quería mucho. Empero, si he sabido
de tres o cuatro casos en los que la salida de la Obra está
rodeada de una presión insoportable para las personas
que deciden partir.
Hasta donde sé mi padre no salió por voluntad
propia, sino que le despidieron de la Obra por algún
asunto relacionado con la "falta de vocación".
Además, sé que esto le ocasionó una profunda
crisis personal. Desconozco cómo o por qué pueda
sucedar esto con un numerario. Lo cierto es que fue algunos
años después cuando conoció a mi madre,
quien nunca simpatizó con el Opus Dei. En cualquier
caso, mis padres siempre mantuvieron una discreción
absoluta respecto del asunto de cómo mi progenitor
abandonó la Obra.
En lo que a mí concierne, considero que "gracias"
al Opus Dei y vía mi padre (que en paz descanse y con
su perdón) he resentido una educación dogmática,
llena de culpas, por ejemplo a propósito de la sexualidad.
Lo mismo ha sucedido con mis hermanos. Hasta ahora y gracias
a la ayuda de un profesional estoy logrando comprender qué
es lo que pasaba en mí. Desde luego, los del OD dirán
que ellos no tienen la culpa de cómo nos haya educado
mi padre. Pero lo cierto es que influyen de manera considerable
en la vida de las personas que se unen a ellos, y por tanto
alguna responsabilidad les corresponderá respecto de
la situación de mi padre.
¿Qué quiero decir con esto último? Es
triste decirlo, pero mi padre aunaba una piedad religiosa
exagerada con un carácter extremadamente violento y
autoritario. Yo no recuerdo más que muy pocos días
que no gritara o no se exasperara por cualquier cosa. Además
sostenía una serie de ideas que francamente me parecen
retrógradas y en muchos sentidos incluso peligrosas.
Para ser concreto, defendía algunas ideas muy machistas
que desgraciadamente repercutieron en la vida de mi madre.
En alguna ocasión, siendo adolescente, yo hice un
tremendo berrinche porque insistía en prohibirme que
yo leyera Las mil y una noches. Yo no quiero juzgarlo ahora
que está muerto, pero si algo puedo concluir es que
a pesar de ese fervor, de ese catolicismo 100% a la medida
del OD, mi padre no fue feliz y no nos hizo felices, ni a
mi madre, ni a mí, ni a mis hermanos. Me daba la impresión
de que él creía que con la vida de piedad podía
justificar ese carácter tan nocivo para él y
para los demás.
Yo algún tiempo fui católico, algunos me dicen
hoy en día que era demasiado "católico",
dándome a entender que colindaba con el fanatismo.
¿Alguna vez simpatice con el OD? Quizá en algún
momento creí que sí. En aquel entonces estudiaba
filosofía en una universidad cuya "dirección
espiritual" está encomendada a la Obra, de manera
que ustedes pueden imaginar la mezcla que había en
mi cabeza.
Empero, muchas cosas sucedieron: la muerte de mi padre que,
siento decirlo, yo en lo personal no sufrí; una relación
con una chica que termino dramaticamente, en parte por culpa
de mis ideas y hábitos de "pensar"; la evolución
de mis estudios superiores de filosofía; la lectura
apasionada de filósofos modernos y de historia de las
religiones; la comprensión del "por qué"
de ciertas filosofías ateas. Todo esto me condujo,
poco a poco, a abandonar la fe católica. En este momento,
con absoluta sinceridad, puedo decir que ya no soy católico.
A lo más, creo en el profundo sentido que anima a las
auténticas experiencias religiosas, y esto en cualquier
tiempo y en cualesquiera circunstancias. Pero no practico
ni deseo practicar la religión católica, ni
suscribo sus dogmas fundamentales. De hecho, me resulta insoportable
que se proclame como la "religión verdadera",
y que pretenda poseer rasgos superiores y únicos, de
los que otras religiones supuestamente carecen. En una ocasión
un miembro supernumerario me insultó porque hablé
de la espiritualidad religiosa que impregnaba la vida de cierto
místico musulmán.
Lo que ahora ha sucedido con la canonización de Escrivá
de Balaguer tan sólo me confirma en mi postura. Yo
no le conocí en absoluto. A lo sumo he leído
biografías y testimonios de gente a favor y de gente
en contra. Pero me parece increíble que en un proceso,
en el que se supone que va de por medio la "infalibilidad"
papal, no se escuche un testimonio en contra porque supuestamente
viene de desquiciados o de "lesbianas" (y aunque
fuera cierto esto último, ¿qué?) En fin,
es asunto de quienes entre ustedes sean católicos aclararse
tantas incoherencias y creerse tantos absurdos.
He encontrado gente buena en el OD, gente que me ha tendido
la mano. Tal vez por ellos me apena escribir esto. Pero hay
cosas que son para mí incomprensibles. La única
vez, que yo recuerde, que me levantaron una calumnia, no digo
hacerme un "chisme", sino levantarme una calumnia
que me afectó en el plano laboral, sólo fui
escuchado hasta un año después. ¡No supe
sino un año después de cierta situación,
que una persona había deformado unos hechos hasta tal
punto que el resultado no podía ser más que
difamación! Pues bien, gente de la Obra que tenía
que ver en este asunto me interrogó un año después
al respecto, y parece que me creyeron y "repararon"
el daño. ¿Por qué estos descuidos respecto
de la justicia más elemental?
Podría escribir más cosas, pero a decir verdad
no me interesa mucho. Tan sólo quería desahogarme
de algo que, directa o indirectamente, ha tenido alguna influencia
en mi vida. Lo cierto es que quiero construir mi vida lejos
de la Obra.
Arriba
Volver a Tus escritos
Ir a la página
principal
|