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ESE SEÑOR ESTABA SUPERMITIFICADO
Por Luisa del Olmo Gutiérrez

Del libro titulado Escrivá de Balaguer - ¿Mito o Santo?

 

Yo estuve siete años en el Opus. Pero casi desde el principio vi que no era lo mío. Fui asociada numeraria.

Al Padre le vi dos veces pero con mucha gente. En las dos ocasiones produjo un histerismo colectivo. A mi no me convenció nunca. Nunca participé de ese entusiasmo; me parece que ese señor estaba supermitificado. Además no me parecía que vivía la caridad con la gente que se iba del Opus, veía que no se portaban bien, y casi siempre se les colgaba un sanbenito.

Pero lo difícil es cuando intentas irte. Yo lo comuniqué a varias personas y me dijeron:

"Mujer a lo mejor estas cansada"

Pero llegó un momento en que decidí marcharme. Cogí la maleta y me fui y enseguida me vinieron a buscar. Te hablan. Te cuentan ochenta historias. Una especie de lavado de cerebro.

"¿Me habré equivocado?"

Un poco antes de marcharme un sacerdote del Opus Dei, me dijo que dudaba de la salvación de la gente que se marchaba de la Obra.

Y vuelves otra vez. Hasta que mi marcha fue definitiva. Cuando una se va del Opus hay que escribir una carta pidiendo la dimisión, lo mismo que se escribe otra cuando pides la admisión, dirigida al Padre. Pero no eso es lo importante, lo grave es que la de dimisión tiene que estar escrita en unos términos en los que siempre queda bien la Obra y se vea que realmente eres tú la que has fallado.

Nunca me arrepentí de irme.

Luisa del Olmo Gutiérrez

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