EL
HOY Y EL AHORA DEL OPUS DEI:
ESTO EMPIEZA YA A SER MUY GRAVE
TERPSICORE, 24 de agosto de 2005
Me lanzo a escribir en la web porque me parece que ya se han
sobrepasado los límites de lo que constituye crítica
en sentido estricto y estamos entrando en cuestiones de una
gravedad profundísima. El último correo de Javier
FG contiene material suficiente para una denuncia
formal ante los Obispos correspondientes o ante la Santa Sede.
Y no estoy bromeando. Me gustaría que alguien me ayude
si tiene ideas de cómo hacerlo en la práctica,
pero no se pueden seguir callando estas prácticas nefastas
de destrucción de las conciencias, prohibidas por el
código de derecho canónico y por la práxis
común de la Iglesia Católica actual.
Es terrible leer en el catecismo de la obra lo del pecado
mortal si se rompe el compromiso adquirido. En la enésima
edición del catecismo, que estos últimos años
ha sufrido no se cuántos cambios debido al lío
que se está montando con la situación jurídica
de los laicos en el opus - de su indefinición jurídica,
para ser exactos- en ese catecismo sigue apareciendo lo de
que el que deja unilateralmente la obra cae en pecado mortal.
Yo he visto sufrir hasta el infinito a mucha gente por este
tema. Llevas años meditando y oyendo predicar acerca
de la condenación eterna. Y justo en tus momentos más
críticos, una panda de infames te repiten que estás
en pecado mortal y que, por ejemplo, si no te han dado la
dispensa, tienes que seguir yendo a los círculos breves
cada semana pues te comprometiste a ello. Y eso lo hacen sin
pestañear durante meses y meses y meses, y vas con
el alma encogida de dolor, no te atreves a comulgar, te sientes
fuera del ámbito de Dios y en pecado MORTAL, y experimentas
porqué se puede llegar a la desesperación más
absoluta.
La dispensa. La jod...a dispensa. Me encantó lo que
pone Iván
acerca de sus consultas a un cura parroquial. Curiosamente,
por lo que se refiere a lo de la validez jurídica de
la dispensa, yo ya había comprobado exactamente lo
mismo, y lo averigüe incluso antes de antes de salirme
de la "cosa" este año. Hablé descaradamente
con el cura de mi parroquia, el cual todavía fue más
explícito y directo de que lo que menciona Javier FG:
en concreto, él me dijo: "Cuando tú quieras
te caso, INCLUSO SI SIGUES DENTRO DEL OPUS DEI!!!!!!!".
Cuando quieras. Y publicaremos tu inmediata boda en la puerta
de la parroquia y verás que nadie del opus se atreve
a protestar en absoluto. Lo único que necesitaba yo
para casarme, me dijo, era que mi hipotética pareja
-hipotética pues no existía en la realidad-
y yo estuviéramos solteros y bautizados (requisitos
que yo cumplía en su totalidad- y que ambos hiciéramos
los cursillos prematrimoniales (!!!). Mi matrimonio, fíjate,
incluso sin haber pedido la dispensa, habría sido válido
y lícito, con todas las bendiciones del Obispo de mi
diócesis y de la Iglesia Católica. Sin malos
rollos de ningún tipo, sin pecados mortales inventados,
exactamente igual que mis iguales, los demás súbditos
de la diócesis a la que pertenezco.
Insisto: creo que sólo los Obispos y el Papa pueden
llegar a entender y ponderar el daño que se hace a
tantas personas que se han entregado a Dios cuando se las
pone en la tesitura de, o volverse locas, o morise de tristeza,
o de cometer un pecado mortal, con todo lo que eso significa
y comporta.
Cambiando totalmente de tema. Alguno o alguna escribía
en la web hace poco que trae noticias frescas puesto que se
ha salido hace apenas pocos meses. Bien, pues yo he salido
hace escasas semanas y también traigo noticias frescas.
Las voces que nos llegaban acerca de los centros que se están
cerrando en España en estos últimos 4 años
es algo que no había pasado nunca jamás. Es
una auténtica novedad que se lleva con la máxima
discreción. Nos hemos ido enterando en comentarios
que se le escapaban a alguien en la excursión del curso
anual o en tertulias piratas durante el curso de retiro. Lo
de la situación preocupante de los centros de estudios
y lo vacíos que están, lo he oído varias
veces este año incluso por boca del cura en meditaciones
del centro. Pero eso no es lo peor.
Lo peor lo vamos a ver en los próximos 5 o 10 años,
cuando ya casi no queden profesor@s para los colegios ni monitor@s
para los clubes por debajo de los 40 y 50 años de edad.
Ahora mismo, en 2005, en España, casi el 100% de l@s
numerari@s y agregad@s que pitan vienen de familias de supernumerarios
y/o de colegios de la obra, en la mayoría de los casos
de ambos a la vez. Sé que en la sección de varones,
un número cada vez más importante de los profes
numerarios viven en una residencia aneja al colegio, igual
que los frailes de los antiguos colegios religiosos. Ya me
contaréis qué tipo de gente pretenden atraer
para que se hagan numerarios y numerarias si el modelo en
el que esos chicos y chicas reflejarán su vida son
unos pocos "hermanos-profesores" tristes y unos
envejecidos monitores de club. De hecho, eso ya se empieza
a notar en el tipo de gente que, a cuenta gotas, llega hoy
en día a los cada vez más vacíos centros
de estudios.
Sólo han pasado unos años desde que has dejado
el centro de estudios y te das cuenta de que ya no te puedes
reconocer en absoluto ante esa gente que llega ahora, buena
y santa, sí, pero en muchos casos (o de lo contrario
despitan en pocos meses) presentan un carácter y formas
cada vez más alejadas del ideal de hace años
de "gente de la calle, con garra e ilusión por
el mundo". Obviamente, una vez se desmorone lo de los
colegios y clubes, que ya se está desmoronando, lo
demás se precipitará en cadena. Sin numerarios
y agregados para enviar a Roma a ordenarse, por tanto con
cada vez menos curas para atender a los supernumerarios, éstos
volverán a la confesión en las parroquias, y
los pastores no del opus van a traer, de nuevo, aire fresco
a sus conciencias.
Ya hoy, en 2005, os puedo asegurar por experiencia directa
que, en muchos centros con labor exterior, el cura no da a
basto para las confesiones y dirección de la gente
de casa. Un ejemplo paradigmático de lo que digo es
Neska, la supernumeraria que va a Taizé
a hacer oración, siendo así que Taizé
fue en su momento fundada por un "enemigo de Dios",
como Escrivá denominaba a los protestantes, en las
primeras ediciones de Camino. Cuando eso ocurra a nivel generalizado,
será el final. Fijaos bien: Neska nos
cuenta que prefiere no enviar a sus hijos a un colegio
de la obra. Nos lo dice ella misma. Y creo que de verdad que
es sincera, pues conozco a muchos casos de ahora mismo, en
España, que piensan igual que ella, lo reconozcan abiertamente
o no, que cuando tienen hijos lo acaban mostrando con los
hechos, enviandolos a colegios sin relación con la
obra y aduciendo cualquier tipo de excusa cuando se les dice
que es mejor que lleven a sus hijos e hijas a colegios corporativos.
Creo que el colapso de la obra no consistirá en algo
sonado y épico, con un enemigo externo, como lo que
le pasó a San José de Calasanz o a los Templarios.
No. Pienso que será algo mucho más cutre, languideciente
y depresivo. Creo que Dios se ha hartado ya de que tanta gente
que lo hemos dejado todo por él sigamos siendo machacados
por una panda de arrogantes y soberbios hipócritas.
Dios tiene paciencia, pero no va a seguir consintiendo por
mucho tiempo que una panda de poderosos machaquen de esta
manera a los que hemos sido -y todavía somos- sus hijos
predilectos. Creo que se ha vuelto la tortilla: Dios se está
fijando en los pequeños mientras a los poderosos los
confunde y deja sin nada.
Otra noticia fresca que traigo -aunque por lo que leo ya lo
sabe todo el mundo en esta web- es lo nerviosos que están
todos en las altas esferas de la obra. Eso lo sé de
fuentes directísimas. Nos leyeron hace pocos meses
las notas de una tertulia "interna" con el prelado
que tuvo lugar en el norte de España. El prelado nos
advertía (y para que veáis que no he perdido
las costumbres: "nada de lo que viene a continuación
es textual, por supuesto") que hay que ir con muchísimo
cuidado con meterse en internet sin consultar, y añadía
"y no me refiero sólo a pornografía,
hijos míos, ya me entendéis a qué me
refiero". Vaya que si le entendimos: como que me
da la impresión que en esa tertulia estaba más
de la mitad de la gente enganchada a opuslibros. Pero ¿qué
esperaban?. Si la única manera de enterarte de lo que
pasa en la organización en la que has dejado toda tu
existencia es justamente esta web. No veis que nos estamos
muriendo de sed de conocer la verdad y sed de cariño.
¿Es que no lo entendeis, mandamases del opus?. Necesitamos
la verdad, necesitamos la confianza, necesitamos que nos quieran.
L@s valientes que habeis montado este "Show" de
opuslibros le habéis clavado a Goliat una buena piedra
en la frente. Goliat se tambalea ahora, y no tardará
en caer de bruces ante vuestros pies. Y eso será porque
Dios lo permitirá, porque así esa gente dejará
de oprimir, robar y mentir en su nombre, mucha gente dejará
de sufrir innecesariamente. Y cuando eso suceda, a pesar del
mal que han cometido, yo iré a ayudarles y recogerles
-y sé que la mayoría de los que participáis
también-: no les deseo ni mucho menos que "mueran
revolcándose en su propia inmundicia", como nos
deseaba hace pocos días una "maternal" lectora.
L@s orejas me perdonarán que me permita un poco de
misticismo: para mí, lo más agradable de Opuslibros
es que no tiene vocación universal, no tiene vocación
de eternidad, sencillamente no tiene vocación. No hay
ninguna obsesión de si va a durar por siempre o de
si, cuando acabe su función, va a desaparecer, de si
va a crecer en lectores y visitas o va a decrecer. No hay
un CL (consejo local) de opuslibros para consultar las cosas.
Toda la web es algo que fluye y se alimenta de la fuerza que
hemos recibido tod@s a l@s que esta iniciativa nos ha salvado
de la depresión y desesperación más absolutas.
Insisto, MAS ABSOLUTAS. Yo, al menos, hablo por mi. Y para
mí, esa fuerza de la web se basa en dos cosas de las
que el Opus Dei carece hoy en día: En la Verdad, y
en el Amor. En sacar la verdad a relucir, aunque sea jodida,
y en que amemos en la medida de nuestras posibilidades a toda
esa gente que ha sufrido y sufre como nosotros. Y justamente,
Dios siempre está en la verdad y el amor. En la mentira,
la soberbia y el desprecio está "el otro"
que ya sabemos, al que irónicamente los de la cosa
apelan siempre para asustarnos sin saber que, en realidad,
le hacen el juego.
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