FALTA
DE CARIÑO POR LA GENTE
F.R., 13 de agosto de 2003
Por pura casualidad he entrado vuestra web! por "Voluntad
de Dios" que dirían los queridos opusinos! que
sorpresa más estupenda! Aunque yo llevaba varios años
en centros como "chico de San Rafael", yo pité
en Roma, en el UNIV88. Que viajecito aquel!! Luego me enteré
que es que habíamos ido a un Congreso!! un Congreso
de que?? me preguntaba yo!! y aparte del Vaticano, ¿que
vi de Roma? NADA! pero bueno, eso es anécdotico.
Recuerdo que en ese viaje, cada candidato a "pitar"
(pedir la admisión) iba sentado con su "amigo".
¿Cómo no lo veíamos, si era tan claro?
Fuimos sometidos a estrechos marcajes, incluso el cura que
daba las meditaciones era especial: muy activo, joven, "agresivo",
sabían a quien mandaban a aquel UNIV.
Después de una tertulia con don Alvaro, mi "amigo"
me dijo de escribir la famosa carta. Yo no lo tenía
nada claro, prefería pensarlo, pero oh! sorpresa, de
pronto recuerdo que vino a animarme a escribirla D. M., (que
posteriormente dejó la Obra). Yo me quedé asombrado,
¿porqué un tío que sólo conocía
de vista me hablaba de algo tan íntimo? Yo, ingenuo,
pensaba que lo de mi "vocación" era un tema
entre Dios y yo, y como mucho mi "amigo". En fin...
que como tantos! pité!! Recuerdo que como premio me
invitaron a los Oficios de Viernes Santo en Villa Tevere,
a los que a lo mejor "iba el Padre". Recuerdo que
salí horrorizado de aquel ambiente. Nunca vi una ceremonia
más fría. Parecía una auténtica
secta. A la salida me preguntaron si me había gustado,
y expontaneamente dije que no.
El caso es que quedé como numerario adscrito en un
centro en Madrid. Hice dos cursos anuales y en la primavera
de 1990 les dije que me marchaba. Apenas duré dos años
allí dentro.
Lo que más me ha marcado son las faltas de cariño
que tienen con la gente y el superar que el sexo es algo bonito
y divertido que cada ser humano lo puede disfrutar como LIBREMENTE
desee y con quien quiera. Recuerdo con horror el miedo que
nos metían a las "caídas de pureza"
o masturbación (creo que no oí esa palabra nunca).
Cuando tienes 14, 15, 16 años, tu cuerpo está
sometido a unos cambios hormonales que lo normal para un chico
de esa edad es que se masturbe, pues cada vez que lo hacía
me empezaba a sentir triste, mal conmigo mismo, me sentía
sucio, quería ir a confesarme rapidamente. Me decían
que con un pecado estaba "crucificando de nuevo a Cristo".
Como se puede decir eso a un chaval de 15 años?? Si
yo me masturbaba, crucificaba a Cristo, eso era lo que yo
instalé en mi mente. Me acuerdo que leía ese
punto de camino que sobre "el mundo, el demonio y la
carne y del salvaje que llevabamos dentro...." Aparte
de estos capítulos sobre la pureza, por la que estan
obesionados (sí claro, dicen que aunque es el sexto
mandamiento, si en ese se falla ya se falla en todos, tienen
respuestas para todo, claro!), me llamó la atención
que fueran tan poco caritativos.
Recuerdo que siendo ya numerario adscrito con apenas 19 años,
me tuvieron que operar del corazón. Cuando salí
del Hospital, y me incorporé a mis clases de la Facultad,
recuerdo que vino a mi casa a buscarme el cura del centro
(don J. A., ya fallecido). Yo me vestía lentamente,
todavía no podía hacerlo solo y me ayudaba mi
madre. Cuando bajé, ellos esperaban. ¿Creéis
que me preguntó cómo me encontraba después
de la operación?? NOO, sólo me echó la
bronca por hacerle esperar. Os prometo que fue así
amigos. Ahí ya se me encendió una luz y tenía
claro que los iba a mandar lejos de mi vida.
Pero aguanté hasta el curso anual. Estando allí,
mi madre me llamó para decirme que mi hermano estaba
ingresado con un neumotorax. No es algo grave pero sí
muy doloroso. Yo quisé ir a Madrid a verlo aprovechando
que alguien bajaba para allí. Iríamos y regresaríamos
en el día. Yo estuve con mi hermano. Era pleno verano
y él no estaba de vacaciones sino en un Hospital!!
Cuando regresé al curso Anual, me calló una
buena bronca porque ese día no había ido a Misa.
Yo pensé que mi hermano necesitaba más mi compañia
y que no sería tan grave si faltaba un día a
Misa, al fin y al cabo !!iba todos los días en el Curso!!
El caso es que cuando decidí irme me dijeron que
lo meditara en un Curso de Retiro. Yo lo tenía claro,
pero accedí por el director de mi centro, al que consideraba
una buena persona. Recuerdo que en aquel curso, el cura (don
F. D.) me obligó a confesarme. Yo le dije que estaba
en gracia de Dios, cosa que era bien cierta. Pero no valieron
de nada las varias veces que le dije que no veía la
necesidad de confesarme "porque estaba en gracia".
Le decía que si quería hablar, hablaríamos...
pero al final me tuve que confesar!! Ahora, con el paso del
tiempo, creo que violó mi libre conciencia. Yo me acusé
de todos los pecados comentidos en mi vida pasada, especialmente
los cometidos contra la caridad, (yo sabía que a él
le gustaba que nos acusaramos de los cometidos contra la pureza),
pero yo desde hacía algún tiempo, siempre elegía
la caridad.
Sólo recuerdo que cuando al final me marché,
mi director del centro, me ofreció seguir dentro como
supernumerario!! Creo que no se enteraba de nada. Que pena!!
Sólo estuve dos años allí, pero no los
olvidaré. Ahora me rio mucho yo sólo cuando
recuerdo muchas pequeñas anédotas que ahora
me parecen tan ridiculas.
Gracias por darnos la oportunidad de compartir experiencias
comunes.
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