EL
ESCÁNER DEL HOSPITAL
(Sobre si los errores son de las personas o de la institución)
QUIVI, 5 de octubre de 2005
Antes de comenzar quiero decir que no pretendo negar con lo
que digo que haya errores y responsabilidades personales,
solo que hay que aclararse bien y saber qué le corresponde
a una persona que está integrada en una institución
y actúa desde ella y qué le corresponde a la
institución misma, a la organización a la que
pertenece.
Las instituciones existen y tienen una realidad, y no se puede
achacar todo a las personas que las integran. Las instituciones
existen, tienen una concreción material, una organización,
una praxis, una finalidad, unos medios materiales donde se
materializa también su espíritu, modos de hacer
repetidos, en resumen tienen una cultura de la organización.
Yo nunca he pensado, y el nunca comprende de un modo claro
el tiempo que estuve dentro de la Obra, que los problemas
de esta procediesen de personas concretas, no es así,
proceden del modo de hacer de la organización. Es una
máquina que no funciona bien, que tiene disfunciones.
Un ejemplo sencillo es un escáner de un hospital, una
máquina de diagnóstico estupenda, que consigue
detectar montones de tumores, lo que ayuda innegablemente
a salvar muchas vidas, una máquina carísima
y muy sofisticada que a veces para su función utiliza
radiación (hay muchas máquinas de un hospital
que las emiten), que en las dosis que se utilizan habitualmente
son inocuas. Si esa máquina tan estupenda empieza a
dar fallos y un paciente se queja después de pasar
por ella de dolores de cabeza, de vómitos, y otro de
que no rinde en el trabajo, y otro de ... se empieza a comprobar,
aunque no resultan excesivamente claros los motivos, que la
máquina está empleando en algunos casos excesiva
radiación, lo que está provocando problemas
en algunos pacientes... Comienza entonces una discusión
en el hospital: se ha gastado mucho dinero, la máquina
es muy eficaz, se bloquearía toda la sección
de diagnóstico, pacientes con dificultades graves no
podrían ser atendidos,... y se decide tirar para adelante,
porque todavía los problemas no parecen tan graves...
Entonces los males de los pacientes aumentan en número
y en gravedad, aunque por supuesto no son todos, hay pacientes
cuyo análisis sigue siendo solo eso un análisis
y encuentran su cáncer, comienzan el tratamiento y
salen favorecidos por la máquina, pero un porcentaje
cada vez mayor está siendo perjudicado...
Eso es lo que pasa con la Obra, es una máquina que
tiene disfunciones y disfunciones graves y repetidas, pero
que nadie se quiere detener a parar y chequear a fondo, se
piensa que no es posible, porque pertenece a la santa Iglesia
y ha recibido todas las bendiciones, su fundador es santo
(oficialmente) ... vamos, que tiene en regla todos los papeles,
como mi máquina que ha pasado todos los controles y
tiene todas las autorizaciones ¿cómo podría
hacer algo malo? Además hay ejemplos de gente que no
ha sido perjudicada, y que se encuentra contenta de lo recibido.
Mi granito de arena para quienes se preguntan qué pasa
con la Obra y por qué existe esta web. Mi pregunta
es: ¿qué se hace con una máquina así?
Y otra más: la máquina que es la organización
de la Obra... ¿se puede reparar o hay que retirarla
del servicio?
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