LA
DECISIÓN DE DAR UN CORTE
E.B.E., 9 de enero de 2006
Maravilla,
por mi experiencia te puedo decir que es normal que l@s director@s
de la Obra generen "misterio", que digan las cosas
con una dosis de enigma. O sea, que jueguen con las personas,
generando expectativas falsas, haciendo creer que ahora
van a decir algo importante. En eso consiste la Obra:
una expectativa que nunca se cumple y finalmente se muestra
falsa. La misión de los directores es mantener la expectativa
el mayor tiempo que puedan.
Es posible dejarse tentar por la curiosidad de saber qué
es lo importante que van a decir, como si se tratara
de un mensaje venido de Dios. Tal vez necesites -por una razón
de conciencia- escuchar lo que te quieren decir. El asunto
es saber lo que realmente está pasando, qué
significa lo que te están proponiendo.
Mi experiencia me dice que no tienen nada importante para
decir. A lo sumo una amenaza o una maldición refinada.
Pero nada más.
Detrás del aparente poder de los directores está
el Vacío. Por eso necesitan generar misterio constantemente,
para postergar la decepción. Y ellos necesitan que
tú te marches con la idea de Misterio, no con la sensación
de Vacío. Necesitan que tú sometas tus sentimientos
a sus cabezas. Necesitan que sigas creyendo en la Obra y que
detrás de la Obra lo que hay "es un misterio"
y no un desengaño. Esa es la última misión
que tienen por cumplir: impedirte que interpretes por ti misma
lo que has vivido en la Obra. Ellos quieren decirte cómo
debes interpretarlo, según lo que ellos te van a decir.
Ese es el último mensaje. Esa es la trampa. Y lo importante
es no caer en ella.
Tal vez realmente creas que hay un misterio detrás
de la Obra como lo creen muchas personas- pero una cosa
es que tú lo creas y otra es que te lo hagan
creer, una cosa es que tú lo creas en conciencia
y otra es que lo creas porque debes obedecer.
Me parece muy respetable la opinión de quienes creen
en conciencia que hay misterio. Pero quienes creen en la Obra
en razón de la obediencia dejan develado todo misterio.
Desde el momento en que te concedieron la dispensa, la Obra
ya no tiene ningún poder sobre ti. No tiene ninguna
última misión o consigna para darte. Eres libre
y no tienes por qué obedecerles más en nada.
Si no crees ser libre, terminarás haciendo lo que digan
ellos y no lo que tú decidas.
Lo que realmente necesitabas saber que el prelado contestó
afirmativamente- ya lo sabes. El resto no tiene importancia.
O sí la tiene: sólo para los directores.
Creo que lo mejor es no volver a hablar del tema con ellos
y darle un corte a la relación institucional con la
Obra (no me refiero a las amistades). Esa decisión
está en tu poder. Lo que quieren l@s director@s generalmente
es no dejarte libre sin antes generar una nueva dependencia.
Si no se da un corte definitivo en algún momento, existe
el peligro de no cortar más, aunque ya se esté
afuera se sigue psicológicamente dependiendo de la
Obra. Y es lo que la Obra quiere, que el vínculo con
ella no se corte sino que se transforme para eternizarse.
Reconozco que es natural sentir curiosidad por saber qué
importante mensaje me van a decir. Pero creo que es seguir
alimentando unas expectativas que ya fueron defraudadas hace
mucho tiempo.
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