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DE NUMERARIA A SUPERNUMERARIA POR PROPIA VOLUNTAD
(Mi explicación al 'misterio' de Marypt)

FULCRO, 15 de junio de 2005

 

Querida Marypt:

Todos tus escritos son muy interesantes. Escribes muy bien y nos informas con mucha precisión de las vicisitudes de los supernumerarios/as, muy escasos en nuestra página, a pesar de que se supone constituyen la mayoría de los integrantes de la opus. Ya me gustaría saber algo de Portugués para poder escribirte en tu idioma.

Quieres resolver el misterio de por qué te “permitieron pasar del estatuto de Numeraria al de Supernumeraria” y en tu escrito del viernes pasado (10 de junio, 2005) pides que te ayudemos. Si no he entendido mal, tu caso singular consiste en pasar de Numeraria a Supernumeraria a propuesta tuya, a diferencia de lo que ocurría con otras personas, cuya iniciativa la llevaba y lleva siempre el opus. Naturalmente, no puedo dar una respuesta a ese enigma pero si te puedo ofrecer algunas reflexiones por si te sirven de algo.

Por lo que cuentas, yo tenía casi tu edad cuando me “hicieron pitar” por las presiones típicas que ejerce la cosa con los adolescentes. Ya dije en mi escrito del pasado 3 de abril que planteé la posibilidad de pitar como Supernumerario en vez de hacerlo como Agregado (por aquél entonces Oblato) y que acabé por ceder a esas presiones por temor a desobedecer un supuesto designio divino. Mi idea sobre la vocación era elemental pero bien asentada, ya que se ocuparon concienzudamente de hacerme creer (supongo que como a todos/as) que se trataba de una llamada divina aunque yo no la percibiera como tal. Y no tuve más remedio que creerles y ceder. Pité sin ningún entusiasmo y con cierta desazón, y mi repugnancia hacia ese modo de vida se confirmó de inmediato.

El 25 de mayo del corriente una persona que firmó con el nick de “Confundida” mandó un correo muy interesante al que me hubiera gustado responder de haber tenido tiempo para hacerlo. Manifestaba estar aterrada y confundida con algunos testimonios que se escriben aquí y expuso unas ideas muy claras sobre la vocación profesional o religiosa, coincidentes con las mías de hoy día, pero que a mí me costó muchos años llegar a ellas. De haber conocido y compartido esas ideas a mis 15 años ten por seguro que no hubiera pitado, o lo hubiera hecho de Supernumerario en el peor de los casos, pero jamás una modalidad que incluyera el celibato.

Parece que a esas edades las mujeres sois más maduras que los hombres y no cabe duda que tu veías desde una perspectiva mejor que la mía: que tu mente, tu corazón, tu cuerpo y todo tu ser, estaban hechos para llevar una vida normal en la que incluirías como posibilidad lo que has hecho después: el matrimonio y la maternidad. En mi caso esos planteamientos eran meramente teóricos y en modo alguno vitales, y pienso que eso debe ser lo más común en los adolescentes varones. El sexo libre lo teníamos prohibido los cristianos y hasta que me quisiera casar tendría que duplicar mi edad, lo cual se me hacía muy largo. Por tanto, a corto plazo no tenía mucho que perder y si algo que ganar, si los visionarios de la opus estaban en la verdad. Me preocupaba la pérdida de libertad a largo plazo que me impidiera casarme y por eso quise ser Supernumerario en vez de Agregado, pero insisto en que era una preocupación solo intelectual, como parece normal a esas edades, al menos en los varones.

Y me pasó totalmente desapercibida la pérdida total de libertad a cortísimo plazo, pues nadie te la cuenta, y creí que se trataba de continuar de una manera más formal lo que venía haciendo hasta el momento de pitar. Precisamente, el hecho de que a esa edad no sintiera atracción alguna hacia la formación de un hogar en un futuro que se me antojaba lejano, junto al temor de desobedecer a Dios, hizo posible que la resistencia que opuse fuera muy débil.

Tú si que lo tenías claro y te resististe al celibato con firmeza, y eso no debió pasarles desapercibido a los mandamases. Seguramente tú dabas el perfil que necesitaban y les interesabas, por supuesto de numeraria, y les importaba un comino que no te gustara el celibato, ese era tu problema no el de ellos (el de ellas en este caso). Por eso, cuando vieron que tenías que marcharte del opus por ser fiel a tu auténtica vocación de “cristiana corriente” o de mujer que quería vivir con normalidad fisiológica, mental y material, probablemente tuvieron que elegir entre perderte definitivamente o mantenerte en la organización, pues seguramente seguías siendo valiosa y codiciada para ellas.

En ti vieron la firmeza de una decisión, en mi vieron con claridad que esa supuesta vocación me asfixiaba desde el primer momento. En ninguno de los dos casos nos ofrecieron la posibilidad de ser Supernumerarios. Tú, por lo que cuentas, hasta el último momento insististe en ello y lo conseguiste. Yo no volví a insistir porque no hice caso a todas las alarmas de mi organismo y me habían convencido de que debía ser Agregado. Tuve que marcharme 5 años después un 19 de marzo por pura supervivencia para no volverme loco. Lo dramático, inhumano e intolerable de nuestra situación, como la de tantos/as, es que los directores viendo que no encajábamos en sus moldes vocacionales y que sufríamos lo indecible insistían en retenernos sin darnos una salida.

Creo que esa actitud se resume en lo que de varias maneras ya se ha dicho en nuestra web: que al opus solo le interesa el opus, y que los que se han institucionalizado de una manera casi irreversible solo se interesan por la supervivencia de su opus, viendo en las personas piezas útiles para su sistema o peligros para el mismo, según los casos. Para colmo, como creen que todo sufrimiento tiene valor corredentor, con independencia de la causa que lo provoque, probablemente justifican sus conciencias pensando que nos hicieron un favor. Y eso el que piense por su cuenta, que ya es difícil, porque el objetivo marcado por el propio fundador es que todos piensen y obren como lo haría él en cada circunstancia de la vida.

El hecho de que no hicieras la oblación como numeraria sin duda dejó abierta la puerta para que pudieras continuar como Supernumeraria si no conseguían dominarte. No podemos olvidar que el “reenganche” en el opus como súper después de haberse ido alguien con la oblación hecha siempre es posible, si les interesas, claro, aunque exijan el paso de varios años como cooperador. Y tú les interesabas. En mi caso yo no llegué a saberlo porque hasta las 12 de la noche de ese 19 de marzo no supe si iba a ser capaz de marcharme y, por tanto, ellos tampoco lo sabían y decidieron apostar por mi debilidad.

Si no estoy equivocado en mis deducciones seguramente tu caso no es el único entre las mujeres, aunque quizá sea más raro entre los hombres, pero es muy difícil recabar información sobre ello, pues bien pocos ex Supernumerarios/as escriben aquí; y que lo hayan sido después de haber sido Numerarios o Agregados, y que además les dé por escribir... quizá no haya nadie. Y por supuesto, lo que sabe la Prelatura al respecto nos es inaccesible. Si que puedes ser única por el momento, pero única en escribir y haciéndolo tan bien como lo haces.


 

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