APUNTES:
¿CAMPAÑA POR LA PERSEVERANCIA?
IDIOTA, 20 de junio de 2005
Aquí va un apunte medio simpático, medio filosófico.
Sin buscar una peluquería ni nada por el estilo entré
en la página web que la "Oficina de Información
del Opus Dei en Internet" pone a disposición de
todos los cibernautas que no pueden o no quieren comprender
OpusLibros. Aparece, el enjundioso testimonio de un matrimonio
francés cuya hija numeraria está trabajando
en Estonia (mi mayor respeto y admiración para los
tres). La entrevista supone, utilizando la expresión
de un cura argentino muy salado que conocí en mi juventud,
un "tremendo testimonio". Y, de repente, con los
ojos como platos, leo la "pregunta del millón"
(con su respuesta):
¿Qué sentiría usted si su hija
deseara abandonar el Opus Dei?
Aunque el clima es duro, yo la veo contentísima en
Estonia. Con todo, ella es libre de dar marcha atrás
en esa opción generosa que ha hecho. Está dispuesta
a volver a Francia o ir donde sea. Sufriríamos mucho
si una de nuestras hijas no supiera continuar el camino de
su vocación el celibato apostólico en
el caso de Fabienne, el matrimonio en el de Nathalie-. Fabienne
es numeraria desde hace 12 años y cada vez la vemos
más feliz.
Nada sospechoso, ¿no es cierto? Me pasée por
la versión francesa de la página, para ver si
todo va bien por la "dulce Francia" y me encuentro
con otro "tremendo testimonio", de otro matrimonio
francés: ella es supernumeraria y su marido, no (otra
vez: mi mayor respeto y admiración hacia ambos). Y
otra vez la "pregunta del millón" (con su
respuesta):..
Que se passerait-il si vous souhaitiez quitter l'Opus
Dei?
Je peux à tout moment le faire, mais il en résulterait
une remise en cause de mes choix de vie. Je minterrogerais
: suis-je infidèle à ma vocation ou lai-je
mal comprise au départ ? Mais ce serait aussi terrible
que de me demander si jai bien choisi mon mari.
Esta vez traduzco (para que no os enfadéis):
¿Qué pasaría si Vd. deseara abandonar
el Opus Dei?
Puedo hacerlo en cualquier momento; pero eso supondría
cuestionar mis elecciones de vida. Me preguntaría:
¿Estoy siendo infiel a mi vocación o la he comprendido
mal al principio? Pero eso sería tan terrible como
preguntarme si he elegido bien a mi marido.
¿Qué pasa en esa "hija amada de la Iglesia"
que es Francia? Que venga Alfredo y nos lo diga. Porque esa
insistencia "machacona" en el tema es señal
de que está de actualidad. Durante años no se
mencionaba ni de puertas adentro ni de puertas afuera y ahora...
Lo que queda a la vista de todos es que el Opus Dei, a través
de estos testimonios personales, intenta difundir de modo
oficioso su visión de la vocación que se vive
en esa institución. Ya
dije en su día que no tengo nada en contra
de la idea de "vocación" (04.02.05). El problema
reside más bien en la argumentación teórica
y práctica que se utiliza de cara a los miembros para
conseguir la "perseverancia" final (remitamos, como
es obligado, a Antonio Ruiz Retegui, El
ser humano y su mundo, capítulo
11).
En el primer testimonio, la vocación se reduce curiosamente
a un seguimiento de Cristo a través del celibato apostólico,
que se equipara al seguimiento de Cristo a través del
matrimonio. Con esto, la naturaleza de la vocación
que se vive en el Opus Dei queda desdibujada: la cuestión
del celibato, una de las más espinosas desde el punto
de vista teológico, no está nada clara en la
Obra (incluso dejando de lado prácticas tan discutibles
como el cambio de condición de numerario a supernumerario
y al revés, el pitaje de agregados viudos y la expulsión
de miembros fieles pero "malvistos"). En el segundo
testimonio, se prolonga la equiparación de vocación
en el Opus Dei y vocación matrimonial.
Pero, en ambos casos, ésa no es la cuestión.
Se trata de "sentimientos": los padres de la numeraria
"sufrirían mucho" si ella "no supiera
continuar su camino" (¿"saber"?); la
supernumeraria viviría una "terrible" crisis
existencial. He aquí uno de los grandes problemas de
la Obra y de los miembros: la vocación es, se predica
y se vive como compromiso existencial, de un modo más
radical que en las órdenes religiosas. No faltan ventajas
para proceder así; pero también hay inconvenientes:
el Opus Dei resulta vulnerable cuando se descubre que "vende"
la vocación a un precio teológico y existencial
mayor del que realmente tiene; los miembros del Opus Dei resultan
vulnerables en lo más profundo de su ser cuando se
descubren la falta de libertad y el desajuste entre "espíritu
puro" y "prácticas fundamentales" propiciados
por las "exigencias de la vocación / entrega /
vida de numerario". Aquí está probablemente
el origen de no pocos problemas psicológicos, depresiones,
trastornos de anorexia y bulimia y suicidios, que se complican
con la falta de comprensión y apoyo de la "familia
de sangre" "encajada".
Y, sin embargo, la supernumeraria tiene razón: hay
una disyuntiva. Se puede ser infiel (a sí mismo, a
Dios, en definitiva) pero se puede haber sido objeto de un
"malentendido". Pero, de esto en la Obra no se habla,
a menos que haya que "acompañar a alguien a la
salida" o, peor aún, expulsarlo. Pero, incluso
el que se va "porque le da la gana", tiene derecho
a pensar (y que se piense de él) que ha habido un "malentendido",
porque, teniendo en cuenta el modo de "reclutar"
vocaciones, haberlos, ¡haylos!
Por cierto, sería interesante hablar más en
profundidad de casos de anorexia y bulimia en la Prelatura
(ver Marta,
04.07.04). Y si los vademécumes y glosas que están
en la red ya no están en vigor, hago un llamamiento
para que se actualicen y se completen los materiales con catecismos,
instrucciones, etc.
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