A UNA
NUMERARIA ADOLESCENTE QUE DUDA DE SU VOCACIÓN AL OPUS
DEI
SOBREVIVIENTE, 16 de septiembre de 2005
No te voy a decir lo que tienes que hacer, si es mejor para
ti ser o no ser numeraria, puesto que no estoy de acuerdo
con ningún tipo de coacción, al contrario, pienso
que esa decisión es tuya y solo tuya, pues la libertad
es una de las características más humanas del
ser humano. No te puedo dar tampoco una respuesta objetiva,
pues como dice Benedetti, para ser totalmente objetiva tendría
que ser un objeto y como sujetos somos, nuestros argumentos
son subjetivos, pincelados con nuestra particular idiosincrasia
y experiencia; pero si trataré de darte una respuesta
desapasionada, mi particular perspectiva para que tu misma
compares y decidas.
Como ves en esta página hay muchos tipos de mensajes:
rencorosos, tristes, desesperados, de incredulidad... y eso
es simplemente porque no somos una sociedad: Antiopus Ltda.,
ni Ex-opus S.A. Simplemente es una página donde se
contrastan las diferentes experiencias de muchas personas
que pasaron o pasan por el Opus Dei o lo conocen de oidas,
o personas que como tú, están confundidas y
quieren otro punto de vista. Lo único que tenemos en
común las personas que escribimos es este: nuestra
relación con el Opus Dei, pero ni siquiera es tan punto
ni tan común, pues no nos une una misma raza, ni nacionalidad,
ni generación, ni siquiera las experiencias son las
mismas: algunos pasamos unos pocos años, otros invirtieron
en su vida dentro del Opus Dei muchísmos años.
La experiencia de ser y salir del Opus Dei se particulariza
tabién por la personalidad, la madurez, el carácter
de cada uno de nosotros, y la idiosincrasia del país
en el que se tuvo la experiencia, así algunos ex-opus
se escandalizan de que para otros la experiencia fuera tan
desgarradora.... En fin, que hay muchas formas de ver una
misma realidad y depende de tantas cosas! Pero creo que hay
ciertas constantes dentro del Opus que no se pueden negar,
pues no es solo la apreciación de unos cuantos desadaptados,
sino el reflejo clarísimo de la voluntad del fundador
y la traducción en hechos de su reglas, constituciones,
praxis, etc... De esas constantes es de las que te quiero
hablar, pues para mi, son básicas a la hora de decidir
si quisiera o no pertenecer a una institución (asociación,
prelatura): Si su "filosofía" o forma de
ver las cosas, el mundo, me parece justo o no.
1. La situación de la mujer: Dentro del Opus, la mujer
no es sino lo que por siglos fue para una iglesia medieval:
un ser inferior al hombre que por sus particulares características
universales a su género (femenino) está llamada
a ser sumisa, obediente, no más que "discreta"
(nunca con ínfulas de sabia, eso es un exabrupto),
dedicada a parir hijos y a llevar el hogar (lavar, planchar,
cocinar, limpiar), para que su compañero masculino
pueda potenciar todas sus cualidades y ser un líder.
Seguramente las cosas han cambiado desde que me salí
hace casi 20 años, no sé, supongo que hay más
numerarias que se dedican a sus trabajos profesionales, pero
en últimas no hay sino que leer Camino para darse cuenta
de esa visión sesgada del fundador, y teniendo en cuenta
que la palabra del fundador es ley, supongo que en el fondo
no ha cambiado. Creo que todavía existen numerarias
auxiliares, y que las numerarias tienen que seguir haciéndose
cargo de la administración de las casas de la sección
de varones (la de las mujeres es la sección femenina,
la de los hombres es la de Varones... el uso de las palabras
dice mucho de las personas...), con todo y la tendida de las
20 camas de los muchachos; eso para mi es una prueba palpable
de la posición de la mujer dentro de la prelatura.
2. La "Santa Intransigencia, la Santa Desvergüenza
y la Santa Coacción". Esas "virtudes"
resumen el que "el fin justifique los medios", actuación
que se vé en las personas del Opus. La coacción
no es una forma de actuar deseable, puesto que ni Dios lo
hace con sus criaturas. ¿No dicen pues que Dios nos
creó a su imagen y semejanza y lo que nos hace semejantes
a él es la inteligencia y nos creó con voluntad
para que libremente fuéramos hacia él? Luego
¿Por qué coartar la libertad de otros en nombre
del mismo Dios que no lo hace? Pero si es con un fin "bueno"
(según YO), le antepongo el "santa" a la
coacción y es buena... No, no estoy de acuerdo. Y definitivamente
pienso que el fin NO justifica los medios
3. El hecho de reclutar miembros entre los menores de edad.
Eso con mayor o menor presión por parte de los directores,
es una constante. Creo que lo hemos visto todos en los colegios,
los clubes y los hijos de supernumerarios. Es tu caso, incluso,
pues dices que tienes 16 años, edad a la que apenas
empezamos a saber qué es lo que queremos hacer con
nuestras vidas. Eso sumado a la santa coacción que
mencioné en el párrafo anterior es lo que no
está bien. Coaccionar menores de edad para que hagan
algo que queremos que hagan, por más que el fin parezca
bueno, no está bien. Para el Opus Dei es bueno porque
dicen que a esa edad no está contaminado, no se han
hecho cosas irreversibles, no hay novios, novias que dificulten
la decisión. Pero me queda la pregunta: Si usualmente
se "trata" a personas menores porque una persona
mayor ya no podría ser numerario, ¿existe la
vocación? ¿es de verdad un llamado universal?
¿es para todos los católicos?
4. El hecho de nadar como pez en el agua dentro de las clases
sociales más altas, despreciando o, en el mejor de
los casos, ignorando olímpicamente la situación
de las personas de clases más bajas. No sé cómo
es ahora (ha cambiado?), pero la situación de las numerarias
auxiliares era de esclavitud, ni más ni menos.
5. El alejamiento de la familia. No sé cómo
ha sido en tu caso, pero normalmente se le aconseja a las
personas que "pitan" que no le digan nada a sus
padres. Si es numeraria(o) prácticamente debe cortar
el trato con su familia cuando se vive en un centro del Opus
Dei y en caso de que los padres tengan una necesidad urgente,
primero están las necesidades de la prelatura que las
de la familia, con lo cual muchas veces se ha faltado seriamente
a la mínima caridad con la familia.
6. El hecho de que, en general, cuando hay que tomar una
decisión entre un acto caritativo (no de limosnas,
sino de amor al prójimo, o simplemente un acto "humanitario")
y las reglas, hay que seguir las reglas sin importar las consecuencias
para las personas. Esto depende mucho de las personas; dentro
del Opus se encuentran muchos que no siguen a rajatabla esta
norma, pero en general es una conducta que abunda y que, un
día uno se da cuenta, es más que tolerada, incentivada
por las mismas reglas.
7. La instrumentalización de la amistad. Yo creo que
a todos nos pasó: un día descubrimos el Opus
y en sus centros nos sentimos acogidos, queridos. El ambiente
era de alegría y amistad, y la pasábamos muy
bien, felices. Hubo tal vez una persona en especial que nos
ofreció su amistad y nos invitaba a sus actividades,
lo que nos hacía sentir importantes, pues muchas veces
esa persona era mayor que uno. Y luego? Dentro de la prelatura
no se pueden tener amistades particulares, no se puede hablar
con nadie diferente de la persona asignada. Esto que digo
no es una apreciación subjetiva, es una regla. No puedes
tener amistades desinteresadamente en tu colegio, universidad
o lugar de trabajo. Si no es "pitable" no sirve.
Eso es "gastar pólvora en gallinazos", como
alguna vez alguien me dijo.
8. La forma como se ignoran a las personas que deciden irse.
Simplemente dejan de existir. Eso en algunos casos es francamente
inmoral, si se tiene en cuenta que muchas de esas personas
dejaron casi toda su vida allí, muchos años,
sus sueños, sus salarios, su patrimonio. Y salen destrozados
emocionalmente y para rematar, sin dinero, a veces sin trabajo
y sin nada. No puede ser cristiano, ni siquiera humano que
se desechen así a las personas que se dijo alguna vez
querer, sin que medie ni siquiera un motivo para hacerlo.
No pretendo agotar todas las cosas que a mi personalmente
me parecen indeseables y por las cuales no estoy de acuerdo
con el Opus Dei. Pero al menos te ofrezco estas que puedes
comparar con lo que tu misma ves e incluso preguntar si dudas
de la veracidad de lo que digo.
En cuanto a tu pregunta: ¿Cómo diferenciar
lo que "Dios quiere" de lo que yo quiero o de lo
que otros quieren que yo quiera? Pues esa respuesta está
peluda, por lo íntima que puede ser la vocación
(profesional, religiosa, o la que sea) de cada uno. No hay
señales, o milagros que nos ayuden, tampoco puede ser
que Dios hable a través de personas "infalibles"
que ven y saben qué es lo que Dios quiere para mi.
Eso es una pretensión que ni el Papa se concede ¿Qué
hacer pues? Tener calma, esperar. ¿Cuál es el
afán? Jesús comenzó a predicar después
de los 30, no? y sus apóstoles no eran niños,
sino hombres. Así que si Dios de verdad te está
pidiendo algo, bien puede esperar hasta que lo tengas claro.
¿Cuál fue el mandamiento de Jesús? Amar
a Dios y al prójimo. Sea cual sea la imagen que tengo
de Dios y sea como sea ese prójimo. Nada de intransigencias,
ni coacciones. Hombres y mujeres por igual.
Y no tengas miedo de vivir según tu propia conciencia.
Verás que hay muchas cosas que te harán feliz,
la vida es hermosa y no puede ser que Dios nos cree como somos
y nos ponga a vivir en este mundo y no en otro para luego
decirnos que el mundo es malo y que no vivas según
tu propia naturaleza... Eso es ridículo.
Ya me he alargado mucho y a lo mejor te aburres con esta
carta... mejor dejo así las cosas y espero que tengas
la calma para pensar y leer más testimonios de los
que se recogen en esta página. Verás que todos,
siendo diferentes, tienen rasgos comunes que te ayudarán
a decidir.
Con cariño,
Sobreviviente
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