CORRESPONDENCIA
Del 1 al 7 de marzo
2003
1-3-2003
Título: Así conocí el Opus
Un exnumerario programado para volver
Hace dos años tuve que romper una buena relación
sentimental de un año y medio con un ex_numerario del
Opus y convencido de que la obra era la mejor manera de llegar
a Dios, quizás la única, convencido de que la
obra no había sido tan mala para él.
La obra no fue un tema entre nosotros, al menos no al principio.
Conocí a L. en el trabajo y enseguida congeniamos humanamente.
Esto quiere decir que teníamos gustos y una forma de
ver la vida muy parecidos. No tardamos mucho en empezar a
salir y yo asumía su pasada pertenencia al opus como
algo superado, incluso admiraba en él su respeto aunque
me extrañaba su falta de crítica en algunas
cosas evidentes para mí, cristiana de a pie.
Él tenía, debo decir, a pesar de haberse salido,
una buena relación con la obra que le facilitaba una
cierta tranquilidad de conciencia, ciertos contactos
laborales y la sensación de no haber perdido
el tiempo. Había abandonado la obra porque no
se sentía tan bueno como para estar en ella.
Pero con el paso de los meses me iba dando cuenta de grandes
carencias afectivas derivadas de los larguísimos años
en la obra, por un lado, y de su ámbito familiar, también
de la obra, por otro. L. se consideraba siempre incapaz de
querer, se consideraba malo y mal trabajador a pesar de su
inteligencia y su reconocimiento en el trabajo y otros círculos
de amistades compartidas. Y desde el principio me di cuenta
de que a pesar de su historia como numerario, había
tenido experiencias sexuales incluso estando en la obra, lo
cual me extrañó, aunque lo desagradable fue
tener que aceptar que habían sido, además, con
prostitutas. Pero el amor lo puede todo, o casi todo, y continuamos
hasta que me di cuenta de que su familia y una amiga suya
relacionada con ella estaban haciendo presión para
que nuestra relación no siguiera. Y así fue.
Yo me he ido alegrando día a día de haberme
alejado de alguien tan dominado y programado como él,
a pesar de ser tan buena persona. Me daba cuenta de que en
él seguía viviendo un numerario amargado, que
renunciaba a ser ayudado, que seguía poniendo su mira
en la obra a través de su familia y ciertos amigos
como algo admirable.
Lo que más pena me da es pensar que L. se considerara
tan poca cosa valiendo tanto, que pensara que
era mala gente y que no podía creer en Dios porque
ya no estaba en la obra; que su familia y los amigos tuvieran
tanto poder como para romper algo que funcionaba y le estaba
liberando como ser humano, como hombre. Quizás así
los dos seamos más felices, él dentro, a punto
ya de casarse con alguien de la obra, y yo ya a años
luz de aquella historia.
Pero me pregunto, ¿dónde nos tenemos que situar
los cristianos, los católicos de a pie
para seguir viviendo la fe y no caer en la tentación
de esta secta que domina ahora la Iglesia católica?
¿Qué tiempos son estos en los que un grupo como
el de Escrivá trata de controlarnos, como hace con
sus súbditos? ¿Dónde está la libertad
en este grupo? ¿Quién le ha dado derecho a Escrivá
para maltratar psicológicamente a buenos hombres y
mujeres que ponen su confianza en algo mejor?
Gracias por abrir este foro valiente y crítico hacia
este grupo, esta secta, que tuve la desgracia de conocer a
través de una persona buena, pero demasiado dañada
ya por años crueles de negación de sí
mismo y negación de su persona.
Enhorabuena por haber salido de ahí. Por haberos enfrentado
a lo que supone la obra y ayudar a otros a salir de ella.
A.G.
Saludos.
Yo no encajo en ninguna de las descripciones q numerais en
vuestra pagina para contactar con vosotros... pero queria
felicitaros por vuestra web, esta realmente muy bien. Y el
q posibiliteis adquirir libros como "Tras el umbral"
me parece magnifico (yo me recorri todas las librerias de
mi ciudad para adquirir una copia) :S
Tras ese libro fui adquiriendo muchos mas del estilo, siendo
magnificamente clarificadores...
Asi sin mas, recibid mis mas cordial saludo y apoyo... y
una vez mas insistir en q estais creando la web q se necesitaba
ya en internet sobre el Opus.
David.
3-3-2003
Queridos Orejas:
Pongo en vuestra consideración la triste situación
del Foro sobre el Opus Dei que tras la debacle de Folosoft
ha pasado a Ezboard. El foro ha sido ya tomado completamente
por los pro-Opus con mensajes sin sentido, insultos, falsos
relatos de ex-miembros con el fin de descreditar a los que
se han ido...
El webmaster del Foro parece hacer oidos sordos a la necesidad
de un moderador, dejando, por el momento, que el foro naufrague.
Entiendo que dicho foro ha dejado de tener utilidad como
fuente de información fidedigna, por lo que os recomiendo
que de momento suspendáis la información sobre
su existencia hasta que por el webmaster se actúe como
es debido.
Por el contrario, aunque tiene muy pocos mensajes originales
nuevos, Alvaro Valdenebro conservó los antiguos mensajes
del Foro de Folosoft en el Foro de opusdeilibre@yahoogroups.com.
Un saludo.
Santiago.
Hola! yo he sido del Opus Dei durante 4 años, actualmente
no soy y es que me di cuenta que no era lo mio lo de ser numeraria.
Por suerte no le guardo ningun rencor (en cambio vosotros
si) me da la impresion al leer la pagina de internet que no
vivieron bien su vocación, no entiendo como pueden
acusarlo, yo en cambio puedo decir que es lo mejor que me
ha pasado: el conocer el Opus Dei. Pido a Dios todos los días
para que me de vocación y vea claramente mi camino.
Creo que hay cosas que dicen que no son verdad. Parece que
no lo conocen bien a pesar de haber pertenecido.
Espero rectifiquen
Un cordial saludo
Alicia M.
(vas a volver locos a los del Opus, tanto entrando y saliendo.
¿Cuántas vocaciones quieres tener?)
Estimados señores:
Me llamo Juan Fran. y el próximo curso ingreso en
el Seminario Mayor de Mérida - Badajoz (España).
Nunca me ha gustado que dentro de la Iglesia se formasen subgrupos,
que funcionasen independientemente o siguiendo una doctrina
propia.
Actualmente dentro de la Iglesia Católica hay diferentes
grupos (Renovación Carismática, Camino Neocatecumenal,
Opus Dei ...), que se guían, dentro de los márgenes
de la Iglesia, por unos cánones propios. No hay nada
de malo en ello, san Pablo habla de la diversidad de carismas,
aunque siempre debemos recordar que hay una sola fe, un solo
bautismo y un solo Dios.
Yo siempre he sido crítico, aunque desde el más
profundo respeto, de todo aquello que podía suponer
un motivo de desunión y falta de comunión dentro
de la Iglesia. Actualmente sigo pensando así.
Centrándonos en el tema por el cual les escribo, desde
siempre he tratado de ver con objetividad las cosas; conozco
como funciona la Iglesia y conozco, según vds. parace
que no, cómo funciona el Opus Dei, no porque nunca
haya estado dentro, ni siquiera se me ha pasado por la cabeza
esta opción, sino porque he sabido informarme a través
de personas que, no perteneciendo al Opus (para que todo sea
más objetivo), conocen muy bien la realidad de esta
asociación, organización o como queramos llamarla.
Es cierto que los miembros del Opus, al igual que cualquier
miembro de la Iglesia, puede tener fallos. Desconozco si vds.
forman parte activa de la Iglesia Católica, y si fuese
así sólo recordarles que José María
Escrivá ha sido canonizado, y que según la doctrina
católica el hablar mal de Dios, la Virgen o los santos
es blasfemia, por eso espero reconsideren su postura de descalificaciones,
de lo contrario, estarían faltando a la comunión
con el Papa, cabeza visible de la Iglesia, vicario de Cristo
y sucesor de Pedro, y por tanto, pasarían a estar fuera
de la comunión con la Iglesia (lo que ates en la tierra
quedará atado en el cielo...). Creer que la canonización
de Escrivá ha sido provocada por el Opus, deja mucho
de desear de la persona que piense esto, pues está
reconociendo que la Iglesia, santa y perfecta, aunque formada
por hombres pecadores, no funciona y todo queda relegado a
que cada cual formule su propia doctrina teológica.
Todavía no sé si el Opus Dei se ha separado
de la doctrina de la Iglesia, pero desde luego, quien lo ha
criticado destructivamente sí.
En España hay tanto recelo por el Opus Dei debido,
creo yo, a la ignorancia y a la envidia, quizás. En
tiempos de la dictadura de Franco algunos ministros eran del
Opus, hoy, con el PP, Isabel Tocino o Federico Trillo han
sido o son supernumerarios del Opus. Digo envidia, porque
el Opus Dei ha tenido una gran aceptación a nivel mundial,
sus miembros han sabido controlar muy bien algo muy importante
en la actualidad, por desgracia, el dinero. El Opus tiene
muy buenos economistas, pruba de ello es que gracias al Opus
se han solucionado los escándalos financieros y las
pérdidas económicas del Banco del Vaticano.
Además, en España todo el mundo critica al Opus
y la mayoría de la gente no sabe ni lo que es, yo,
personalmente no puedo estar a favor de quien critica algo
aceptado por la Iglesia, por miles de personas en el mundo,
que ha hecho más bien que mal y que no ha respondido
a las feroces críticas que constantemente se le han
hecho.
Sobre los autores de ciertas publicaciones que muestran en
su web, se podrían decir muchas cosas, no buenas precisamente,
pero prefiero no ser yo quien las desvele, es algo que conoce
mucha gente y que otros, como vds., ignoran. Prefiero no caer
en las descalificaciones.
Otra cosa muy fea es tener al Opus Dei como una secta; secta
significa segmento, sección. Como ya sabrán
el Opus es una prelatura personal, la única en la Iglesia,
pues el fundador del Opus se adelantó a modernizar
las obsoletas y anticuadas estructuras con las que contaba
la Iglesia hace más de medio siglo. Calificar de costumbristas
y "carcas" a los miembros del Opus, también
me parece exagerado, pues no veo yo que esta gente sean como
los del Palmar de Troya o los Lefevristas, y llegar a desconfiar
y poner en duda de antemano el argumento de algún miembros
del Opus me parece una falta de cordura, se está llegando
al fanatismo y fundamentalismo de desconfiar de todo el mundo,
de creer que cada uno es dueño y señor de la
verdad absoluta...
En fin, yo no espero ni que recapaciten ni que cambien su
postura, aunque no estará mal, y pasen a ver las cosas
con un poco más de objetividad, también se podría
desconfiar a la buena fe de ustedes y pensar que son ustedes
quienes quieren dividir a la Iglesia, pero yo, desde luego,
no seré quien haga ese juicio.
Les felicito por el trabajo que conlleva hacer una web como
la suya, aunque la crítica destructiva no debe ser
propia del cristiano, y que nadie se escude en que otros hacen
cosas peores para justificar su mala fe o sencillamente su
ignorancia.
Saludos y que Dios os bendiga.
Fdo.: Juan Francisco Dávila
P.D.: ¿Cómo creer que la Iglesia ha desfigurado
el mensaje de Jesús si ha sido a través de ella
como lo hemos conocido? Si de verdad hubiese sido desfigurado
este mensaje, ¿de verdad hubiésemos conocido
su verdadero contenido? -- El colmo del absurdo --, deja que
pensar.
(Amigo: - si no eres del opus ¿cómo estás
tan seguro de que nosotros somos los equivocados? - Si no
eres del opus ¿cómo puedes utilizar sus mismos
métodos al escribir textualmente "sobre los
autores de ciertas publicaciones que muestran en su web, se
podrían decir muchas cosas, no buenas precisamente,
pero prefiero no ser yo quien las desvele, es algo que conoce
mucha gente y que otros, como vds., ignoran. Prefiero no caer
en las descalificaciones"? O sea, que de los autores
de los testimonios "¿se podrían decir
muchas cosas, no buenas precisamente?". Aquí
valoramos y nos SOLIDARIZAMOS de la misma manera con quien
ha publicado un libro que con quien nos envía un email
contándonos su experiencia en el opus. ¿No sabes
que muchos de nosotros, por haber tenido labores de gobierno,
-que incluye entre otras cosas recibir confidencias- y en
el caso de los sacerdotes, conocer la conciencia de muchos
de los que aún siguen dentro, jamás se nos pasaría
por la cabeza utilizar esa información para "decir
muchas cosas, no buenas precisamente" de ellos? He
aquí una diferencia importante en el comportamiento
ético -que no ya sólo cristiano- entre ellos
y nosotros.
- Si no eres del opus ¿cómo puedes encontrar
razonable el proceso de canonización de Escrivá
donde el opus fue juez, testigo y parte?
-Si no eres del opus ¿cómo puedes creer que
hablar "mal" del opus (decir la verdad que hemos
visto y vivido los que sí hemos sido del opus) es una
blasfemia equiparable a hablar mal de Dios o de la Virgen
María? ¿Quién puede hacer semejante acto
de soberbia y de prepotencia si no es del opus?
-Si no eres del opus y quieres ser sacerdote, ¿cómo
puedes tener esa restricción mental de creer y juzgar
que lo bueno es el opus y lo malo quien hemos pasado por él?
¿Tú serás el buen sacerdote y los sacerdote
que se fueron del opus son los malos?
Se acabó la época de la omnipotencia del opus.
Tú estás empezando, nosotros ya hemos vivido
lo que te queda a ti por vivir en el opus. Intenta ser buen
sacerdote, abre los brazos a todos, no te empequeñezcas
mental y humanamente y sobre todo, no desveles el sigilo sacramental
y sé honrado.
Un saludo)
4-3-2003
DIOS nos libre de los futuros "curas" de Badajoz
!!!
Joder!
MLB
Hola
Me llama poderosamente la atención la exposición
nada clara, yo diría que hipócrita cuando se
felicita de la web, de Juan Francisco Dávila. Yo no
hablo de la iglesia, que no me importa, sino de mi y el daño
que se me ha hecho. Y lo que más me interesa es que
eso no le pase a muchachos de la edad a la que yo fui captado,
sin conocimiento de mis padres, sin madurez mía de
ningún tipo, sin consentimiento informado de ninguna
clase. Eso, aparte de delictivo, puede destrozar la vida de
una persona inmadura como son los adolescentes a los 14, 15
ó 16 años. Y para que lo vea, le voy a narrar
como "pité", aunque sea largo. Y sobre todo
quiero poner sobre aviso a los padres que llevan a sus niños
a centros del Opus Dei.
Yo entré en la obra a los 14 años y 8 meses
de edad. Lo hice atraido por el ambiente de un club juvenil
donde tenían una bonita sala de estudio que yo no tenía
en mi casa. Olía bien, era silencioso. Algunos compañeros
de mi clase empezaron a ir por allí animados por sus
padres que eran supernumerarios. Entonces yo no tenía
ni idea de lo que era el Opus Dei (OD). Esto fue en octubre
de 1975. Acababa de morir "el Padre" y ya decían
que se le llamara "nuestro padre".
Allí me sentí especial. Me gustaba tener tiempo
para estudiar en un ambiente tranquilo. Entonces, antes de
ir al club, mi espiritualidad era sencilla. Oía misa
los domingos, me confesaba semanalmente, hablaba con Dios
con la naturalidad que teníamos los niños en
aquella época. Mis pecados eran los de los niños
de esa edad, la pureza, las mentirijillas... Cosas veniales.
No había odio en mi corazón. Empezaba a descubrir
el mundo, un mundo por cierto velozmente cambiante en España
recién muerto el dictador Franco.
Y en ese estado me topé con el OD. Me sorprendía
que hubiera sirvientas, la administración, que eran
como hadas que solo se oían andar o golpear durante
la limpieza, y dejaban un rastro de olor a limón y
cera en el suelo que me recordaba a las casas de las familias
bien de entonces. Aquello me cautivó. Uno de los estudiantes
que vivía en aquél club empezó a hacerse
amigo mio, a preguntarme por mis estudios, mi familia. Era
muy agradable, valenciano, con bigote, muy fino. A la semana
de empezar a ir, me dijeron que pronto habría una película
de Mons. Escrivá. La ví y no me gustó
aquél cura tan remilgado. Pero todos, en la película
y fuera de ella, le hablaban o le miraban como si viesen al
mismo Dios. Se reían emocionados de las cosas que decía
en la película, algunas muy chocantes, como que si
la iglesia había eliminado el índice de libros
de lectura prohibida él usaría el suyo para
señalarlos. Me dejó frío. Pero cuando
mi nuevo amigo me preguntó qué me había
parecido la película le dije que bien por no hacerle
un feo, pues había tenido la deferencia de acompañarme
hasta el portal de mi casa.
Pasaron pocas semanas, cuando me propusieron ir a un curso
de esquí. Vivía en una ciudad con una estación
de esquí cercana. Yo no esquiaba entonces porque era
caro, y solo lo hacían los que podían permitírselo
sus padres. Por eso me hizo tanta ilusión ir allí.
Convencí a mis padres para que pagaran el curso y me
compraran ropa y botas para la sierra. Mientras tanto mi amigo
me acompañaba frecuentemente y me hablaba de oir misa
todos los días en el oratorio del club, que al principio
era en latín, o de acudir a la meditación de
los viernes, a oscuras, con un cura elocuente que hablaba
en una mesa camilla cuadrada, con todo el centro a oscuras
salvo un flexo pequeño que proyectaba sombras alargadas
por las cejas y los pómulos. También me preguntaban
si tenía algún amigo que pudiera llevar por
el club a estudiar. Y yo les hablé de mi primo. Y me
pidieron que se lo presentara. Pero mi primo no quería
ir allí porque decía que los del OD eran una
secta y que si me descuidaba acabarían pillándome.
Así que como yo me dedicaba cada día más
al club, donde empezaba a pasar la mayor parte de mi tiempo
libre, mi relación con mi primo se debilitó
tanto que dejamos de vernos. Incluso el director del centro,
cuando escuchó lo que me decía mi primo, me
recomendó que dejara de verlo. Y así lo hice.
Y no le veo desde entonces.
Por fin llegó el curso en la sierra. Fuimos tres de
mi clase del colegio (de religiosos).Subimos en autobús.
Era el puente de la Inmaculada. Llegamos a un albergue que
estaba a casi 2500 mt de altitud. Todo cubierto de nieve y
un frío que pelaba. Las paredes del albergue podían
tener un metro de grosor, y estaba asomado a un cortado de
varias decenas de metros. Al entrar me inundó el cálor
de la chimenea y el olor de los troncos ardiendo y los suelos
de madera. Todo limpio y ordenado. Dios mio, pensé,
nunca había estado en un sitio igual.
Pero aunque era un curso de esquí allí no se
hablaba de esquiar. Nos repartieron las habitaciones. Cenamos
juntos y después nos reunieron en la sala junto a la
chimenea. Se estaba la mar de bien con la lumbre. Pero no
había venido mi amigo del club, ni ninguno de los otros
inscritos del centro. Solo vino el elocuente cura, que había
sido físico y había estudiado en Roma.Yo pensaba
por eso que era una eminencia. Un señor con acento
castellano empezó a hablar de cuando se hizo del OD.
Cómo se lo propusieron, cómo "suspendió
el juicio" porque no quería ni pensar que tuviera
vocación, y cómo irremediablemente dijo que
sí. Y se hizo numerario. Era la primera vez que oía
lo de numerario. Aunque no entendía porqué nos
contaba aquello aquél hombre castellano, que se veía
educado y simpático.Yo lo que quería era esquiar.
Pero al día siguiente no hubo clase de esquí.
Nada de eso. Un compañero de mi colegio que también
estaba en el "curso de esquí" y yo, nos fuimos
como pudimos a las pistas, alquilamos unos esquís de
madera con ataduras de goma, nos colamos en el telesilla,
y nos tiramos por una pista azul, como dios nos dió
a entender. Yo perdí un esquí que fue a parar
a un arroyo al final de la pista. Y eso era el cursillo de
esquiar. Luego, estudiar en una sala fría del albergue.
Algo que me picaba la curiosidad era que la gente era llamada
para hablar con uno de los hombres que no conocía en
una habitación contígua a la improvisada sala
de estudio.Permanecían un cuarto de hora o veinte minutos
allí y luego salían nuevamente a estudiar. Algunos
de ellos llevaban una agenda que dejaban abierta encima de
las mesas con una foto de la Virgen María o una estampita
amarilla con la foto de Mons. Escrivá de Balaguer.
Me hacía ilusión que me llamaran a mi también
y sentirme así tan importante como aquellos elegidos.
Y me llamó aquél hombre que no conocía,
de ojos claros, muy atractivo, con gafas y que hablaba muy
bajito. Me inundó con su mirada y me hizo sentir como
si fuera mi padre. Hablamos de los estudios, si me sentía
bien allí... y si me gustaría ser de la obra..,
que me lo pensara un poco. Y salí otra vez a estudiar.
Me puse un poco nervioso porque en realidad no sabía
exactamente lo que me estaba proponiendo. Sólo sabía
que el club estaba muy bien, muy limpio, que se estudiaba
a gusto y que la gente era muy simpática conmigo. Aquél
hombre de mirada paternal me llamó varias veces más
a lo largo del "curso de esquí" y yo le dije,
sin pensar nada, porque no había nada que pensar, lo
que veía era estupendo, que sí quería
ser numerario. Luego, cuando bajábamos de la sierra
en autobús, me enteré que a mi amigo de clase
le habían dicho lo mismo y que él también
había dicho que sí.
Dos semanas después yo escribía una carta al
padre solicitando mi admisión como numerario del OD.
Para entonces se me pidió que no le dijera nada a
nadie de mi decisión. A mis padres no, porque no lo
iban a entender pues ya empezaban a cansarse de que a mi casa
fuera sólo a comer y a dormir. A los curas de mi colegio
tampoco porque no aceptaban a la obra. A mi primo ya no le
veía y a los demás amigos, ya se vería
cómo hacerlo. Lo fundamental para entrar en el OD fue
el aspecto lujoso del centro, pertenecer a la élite.
Yo no tenía madurez ninguna para juzgar críticamente,
no había tenido ninguna experiencia sexual aún,
no podía valerme de mí mismo porque era un niño.
Y se me llevó al OD poniendo un caramelito rico delante
mía para que pasara al interior de la obra sin tener
ni idea de dónde entraba. Esto fue sólo el comienzo.
F.H.
Título: Un "ejemplo" de caridad
Yo fui agregado del Opus Dei, durante diez años. Desde
mi infancia, estudie en un colegio de la Obra, con el que
estuve vinculado casi veinte años. Si se pudieran contar
las horas que uno pasa en cada lugar, creo que más
de la mitad las dejé en aquel colegio, del que guardo
los mejores recuerdos.
Al llegar a primero de BUP, muchos de mis compañeros,
entre ellos yo, ingresamos en la Obra. La gran mayoría,
como agregados. De los veinte que engrosaron sus filas, hoy,
dos décadas años más tarde, más
o menos, quedan sólo dos, que yo sepa.
Desde el principio, entre todos los agregaditos, yo mantenía
una amistad muy especial con uno de ellos, al que llamaré
Emilio, aunque, por supuesto, no sea éste su nombre.
No se pueden tener amistades particulares entre los miembros
de la Obra. Pero Emilio y yo éramos uña y carne.
No teníamos aficiones comunes, ni estudiábamos
la misma carrera, pero después de toda una vida juntos,
yo sabía exactamente lo que pensaba Emilio con sólo
mirarla a la cara, o escuchar lo que me decía. Y lo
mismo le pasaba a él conmigo. Juntos fuimos a todas
las convivencias, a todos los retiros, a todos los campamentos.
Incluso creo que juntos fuimos a mirar su anillo de la fidelidad,
con una piedra verde a lo Obispo sudamericano.
El caso es que, pasados diez años, yo no puede soportar
más la frialdad de la gran mayoría de las personas
que formaban el centro en el que me movía, y me marché.
Había pedido, un año atrás, que me cambiaran
de centro, porque me ahogaba. Pero no es eso lo que quería
contar.
Al año de marcharme, después de sufrir una depresión
de caballo, conocí a una chica. Ella también
había sido agregada. Casualmente, era vecina de toda
la vida de Emilio, hasta el punto de que las familias habían
crecido juntas. Pasado otro año, nos casamos. Yo invité
a Emilio, y al resto de los agregados de mi centro, que, por
supuesto, ni vinieron a la boda, ni se excusaron de ninguna
forma. Lo entendí, y por otro lado, me dio igual. Había
encontrado a la mujer de mi vida, y ningún desprecio
me podía afectar, en aquel momento. Pero no era ese
el único desprecio que debía padecer.
Pasados unos meses desde la boda, mi esposa se quedó
embarazada de nuestra hija mayor. Una vez nacida, también
al año, diagnosticaron a mi esposa un cáncer
de ovario. La madrugada en la que le descubrieron esta terrible
enfermedad, miércoles de Ceniza de 1996, yo no la acompañé
al Hospital. Me quedé en nuestra casa, con nuestra
hija. Por otro lado, ni siquiera sospechábamos que
podría ser ése el resultado de la radiografía.
Nos cogió totalmente por sorpresa.
Por una curiosa coincidencia, la madre de Emilio también
había ido a hacerse una radiografía al mismo
centro médico, y la acompañaba él mismo.
La casualidad, o quizá la Providencia, hizo que la
primera persona que supo del diagnóstico gravísimo
de mi esposa fuera mi amigo de la infancia, la persona con
la que había pasado toda mi niñez, con la que
había pitado, con la que había estado a punto
de matarme en la Molina, con la que había aprendido
latín, metafísica, el Catecismo de la Obra,
a afeitarme...
Sí. Ya sabes lo que pasó: NO ME LLAMÓ
NUNCA. Yo pasé unos meses tremendos, hasta que se supo
que mi querida esposa no se iba a morir. En algunos momentos
llegué a pensar que me volvería loco. Olvidaba
las cosas que habían hecho pocas horas antes. Algunas
noches, estando mi mujer ingresada, mi hija, de apenas un
año y medio, lloraba de forma desconsolada. No se lo
he dicho a nadie, pero yo pensaba, en aquellas noches de agonía,
que lloraba de forma adelantada la muerte de una madre a la
que nunca conocería.
En ese tiempo, a pesar de que llamé a muchas personas
de la Obra, a las que pedí oraciones para que mi mujer
se salvara, NADIE ME LLAMO. Preguntaban a otras personas por
la evolución de mi mujer, y esas personas, de buena
fe, pensando que me hacían un bien, me lo decían
a mí. Pero ni Emilio, ni ninguno de esos señores,
que van a Misa todos los días, que rezan diariamente
el Rosario, y hacen tantas prácticas piadosas, se le
ocurrió llamarme. Ninguno se acordó de que una
de las obras de misericordia es consolar al triste.
Ese es el trato de la Obra para con los que se fueron. Si
estás pensando en marcharte, no lo dudes. Es duro,
pero Dios te ayudará, como me ha ayudado a mí.
Angel R.
Vuelvo a escribiros tras haber mandado un e-mail y haber
visto vuestro comentario: amigos, no quiero tener multiples
vocaciones, tan solo una y quiero saber cual es. Si es pertenecer
a la Obra perfecto y sino pues también. Cada uno en
su sitio. Me gustaria aclarar que el Opus Dei no es ningún
fin, sino un medio más (como tantos).
Un saludo
Alicia M.
5-3-2003
Querida Alicia:
Me da gracia tu dureza de caracter.
Mujer, coincido contigo cuando afirmas que " el Opus
Dei no es ningún fin, sino un medio más ".
Pues díselo pronto a los del opus. Porque durante mis
dos lustros dentro todas las que vivimos alli teniamos claro
que el opus dei era un fin en si mismo. Cuántas veces
me repitieron que " sólo alli hay salvacion".
Mis bendiciones,
Luisa.
6-3-2003
Querida Luisa:
así es: el Opus Dei no es un fin sino un MEDIO. Quizás
sea una pena que algunos piensen lo contrario. Por suerte
siempre lo he tenido muy claro y la gente con la que me he
rodeado también. Lo repito y me lo dicen, lo pregunto
y me lo aclaran: ES UN MEDIO. No sé porque os obsesionais
en afirmar lo contrario los que estáis en contra, quízás
porque queréis autoconvenceros. ¿acaso crees
que te vas a condenar por haber dejado la Obra? pues no. Tu
tranquila mujer, y es una pena que alguna "estúpida"
te hiciera creer cosas erróneas.
Creo que el Opus Dei es algo bueno, muy bueno, pero por desgracia
algunas personas que están ahí se lo cargan.
No entiendo porque os empeñais en destruirlo y manchar
su nombre ¿acaso no hay un mandato cristiano que dice:"no
dirás falso testimonio ni mentirás"?...
Entiendo que no todo es de color de rosa pero insisto una
vez mas: son las personas. Eso es como todo ¿o es que
de la Parroquia de cada uno no se pueden decir cosas, o incluso
crear una pagina en internet en su contra?pues sí que
se podría hacer pero no tiene ningún sentido
porque es un fallo de esa Parroquia o de ese sacerdote o de
cualquier laico, NO DE LA IGLESIA. Y ahí vosotros os
empeñáis en romper algo Divino cuando por desgracia
son determinadas personas las que tienen los fallos.
Por último daros las gracias por dejar que me exprese
aunque sea para vosotros una pro-opus
Un saludo
Alicia
(Aquí no damos falsos testimonios
ni mentimos. ¿Cómo se podrían poner de
acuerdo tantas personas para mentir? Te respetamos hasta el
punto de que estamos colocando tus emails -cosa que nunca
harán las webs del opus con nosotros ni con nadie que
les cuente que ha estado 4 años de numeraria como tú
y que se fue, o si no, inténtalo- y tú debes
respetarnos a nosotros. Ya sabes la pereza que nos da colocar
los emails "pro-opus" porque es como la ley de eterno
retorno: debatir lo obvio cansa y no merece la pena hacerlo.
Cuando te diriges así a Luisa. te diriges a todos nosotros
y ¿cómo podrías llegar a entender que
el opus no tiene, para nosotros, segunda lectura, ni un lado
bueno que desconocemos? Pregúntate si no es el opus
quien levanta falsos testimonios contra los que se van y si
no es quien mienten rodeándose de un toque divino a
lo que no es más que una manipulación de las
conciencias en nombre de un falso dios que no es más
que su poder, su dinero y su falta de escrúpulos? Con
el otro Dios, ese en el que nosotros creíamos cuando
entramos, no tienen nada que ver. ¿Opus Dei? Dejémoslo
simplemente en Opus. Un saludo)
Para "Alicia", que se denomina "pro opus"
y que defiende que la obra es "medio y no fin".
Hola Alicia. Disculpa que no me identifique, pero
no es en "balde" que uno como ex-miembro tenga miedo
de que "misteriosamente" se cierren las puertas
-o pierda a sus amigos-. En realidad la explicación
es simple: a uno lo ven como "potencial" enemigo,
haya salido bien, mal, agradecido o no. Y el motivo vuelve
a ser sencillo: uno HA VIVIDO cosas que la gente de fuera
ignora. Cosas buenas y cosas no tanto -de las que Dios finalmente
saca algo-... pero cosas de las que si se habla "fuera
de contexto", es decir, del "contexto de la Obra",
pueden llegar a causar duda o asombro. Te pongo un ejemplo
(y no más, ya que el objetivo de mi mensaje es otro).
Decir que la obra tiene un "lenguaje interno", se
piensa increíble. A mis amigos les asombra cuando les
digo "pitar", "pitable", "los de
casa", "los de antes", "pax", "farolito"
"los de san MIguel" "las auxiliares".
Y sí, son pocos los términos raros, pero tienen
toda una connotación detrás de ellos (sobre
todo proselitista y de identificación de grupo). ¿Qué
decir si uno tuviera que comenzar a hablar, no sólo
de palabras raras, sino de VIVENCIAS, de estructuras, de comportamientos,
de normas? En fin.
Bueno, a lo que voy es a que he seguido tu argumentación
en cuanto a que la obra es MEDIO y no FIN. Me parece que tienes
muy buena intención, y te felicito por sostener tus
convicciones.
Tienes razón, la obra es medio y no fin. El problema
no es ese. El problema es que tú, y tus interlocutores,
están hablando de cosas distintas, y así no
se puede concluir correctamente.
Tú planteas a la obra como un medio -y no me meto
con la bronca de que es de la "Iglesia" porque este
no es el tema que nos ocupa, pero vaya que es complejo-; como
un medio (camino) para encontrarse con Dios.
Tus interlocutores (que muchos han ya "recorrido"
ese "camino"), lo que plantean es que a la obra
se le presenta como "fin en sí misma"...
y eso, te lo confirmo por mi propia experiencia de 10 años
ahí, es real en muchos casos. Es decir, hay muchos
curas, directores y miembros que ven en la obra un fin. Hay
otras personas, no "institucionalizadas" como les
digo, que son concientes de que la obra es medio. Y que como
"medio", no absoluto, puede recorrerse o dejarse.
Me parece (y esto es totalmente opinable), que ya la "santidad"
depende de muchos otros factores relacionados sobre "cómo"
se recorre ese "camino", se mantenga uno ahí
o se marche a buscar otras sendas.
El problema viene -de nuevo-, cuando quienes por motivos
de conciencia personal, hemos decidido alejarnos, y con mucho
dolor comprobamos en varias ocasiones -en otras no-, que para
muchos ahí dentro, la obra es un fin. Lo malo viene
cuando te quieren hacer creer eso -y lo peor se da cuando
se lo creen- y viven muchas cosas que me parece no pueden
ser de Dios.
Espero te sirva mi testimonio.
Saludos. C.
7-3-2003
Amigos Orejas:
Personalmente les digo que me siento agraviada por Alicia
cuando dice que al contar nuestras experiencias estamos "levantando
falso testimonio y mentimos". Sinceramente si de algo
estoy harta es de tener que escuchar estupideces a esta altura
de mi vida.
Me parece bien y democratico que de vez en cuando publiqueis
los mensajes zonzos de esta gente pero darles espacio en forma
reiterada me parece ingenuo. Personalmente os digo que no
encuentro nada constructivo discutir estas obviedades como
que "el opus es un FIN para el opus y lo es por que asi
lo quiso SU fundador".
Afectuosos saludos.
Luisa.
(Tienes razón. Alicia no puede entender que hay
un opus que desconoce o que se esconde detrás del que
ella cree conocer. Léete el comentario
a su email que hemos hecho desde aquí y que
se debió colgar a la vez que colgamos su comentario
pero que si se nos pasó por alto ayer, hemos colocado
hoy. Un saludo)
ME GUSTARÍA TENER CONTACTO CON VOSOTROS.
ESTABA NUMERARIA ALGUNOS ANOS ANTES DURANTE 11 AÑOS.
VIVO EN ALEMANIA. ME GUSTARÍA CONOCER O VER OTRAS ALEMANAS
O TAMBIEN ESPAÑOLAS QUE HABÍAN VIVIDO EN LA
OBRA. SI TENÉIS PODÉIS MANDARME DIRECCIONES
DE E-MAIL.
MUCHAS GRACIAS
SIN NOMBRE (NOMBRE EN LA E-MAIL-DIRECCIÓN)
Arriba
Volver
a correos anteriores
Volver
a la correspondencia del día
Ir a la página
principal
|