Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Libros silenciados
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
¿Qué es el Opus Dei? (FAQ's)
Contacta con nosotros si...
Correspondencia
Diario de a bordo
Tus escritos
Homenaje
Links

CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 14 de Julio de 2006



'CARTA DEL PADRE', 26 de junio de 2006.- escriBa

 

Carta del Padre del 26 de junio de 2006:

 

 

Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!

            En esta fecha, en la que nuestro Padre se encuentra tan especialmente presente en cada uno de nosotros, me he sentido movido a abriros mi corazón. Seguramente lo que os voy a decir lo tenéis ya bien dentro de vuestra alma.

            Al recordar en los días pasados la llegada de nuestro Padre a Roma, me han venido una vez más a la mente –con nueva fuerza- su gran generosidad, su entrega sin límites a cuanto el Señor le pedía, su fidelidad heroica para acompañar a Jesucristo llevando la Santa Cruz en su cuerpo y en su alma. Nos repitió machaconamente que se sentía un instrumento inepto y sordo para hacer la Obra; pero, por los frutos, conocemos un poco del inmenso servicio que ha prestado a la Iglesia, a la humanidad y que, desde el Cielo, sigue prestando al mundo entero. Conversiones; personas de los más diversos ambientes que descubren la grandeza y la alegría de encontrar a Jesucristo; almas sin esperanza que tocan el gozo de renacer a una vida nueva; hombres y mujeres jóvenes, o de edad avanzada, que experimentan la suave y activa sacudida que supone conocer y amar a Jesucristo y dar la vida para comunicar a esta tierra la Luz de Dios; y me quedo muy corto en la enumeración...



(Leer artículo completo...)




El 'normativismo acanónico' del Opus Dei.- Oráculo

El 'normativismo acanónico' del Opus DeiEL “NORMATIVISMO ACANÓNICO” DEL OPUS DEI

© por Oráculo
Imagen: Francisco de Goya:"Carnaval"


Sumario: 1. La relación derecho y vida en el Opus Dei. 2. Del espíritu vivo a la letra muerta. 3. El control de la organización sobre la “familia”. 4. El poder totalitario de los Directores. 5. La organización desorganizada del Opus Dei. 6. El principio de la libertad de las conciencias. 7. Conclusión.


Dos escritos de Doserra dedicados a mostrar cómo El Opus Dei gobierna al margen de la ley canónica de un lado, y otro más reciente sobre La formación “microdóxica” del Opus Dei, ambos extraordinariamente acertados y agudos, me permiten adelantar hoy comentarios a un tema sobre el que habría escrito más tarde, tras publicar otros escritos, por mi deseo de suavizar un poco su carácter quizás demasiado abstracto.

Pero, en fin, esas lúcidas colaboraciones de Doserra me facilitan presentar ya una nueva reflexión sobre un aspecto que caracteriza el fenómeno Opus Dei en su conjunto, cuya recta comprensión desvela la raíz de muchas de sus patologías. El tema es éste: la tensión entre derecho y vida en el seno de la institución, ya que en su intimidad esa relación no parece estar ni bien resuelta ni tampoco en equilibrio. Ahí se encuentran las causas de sus desviaciones actuales hacia los modos sectarios de comportamiento.

[...]





Entre lo real y lo pintado.- E.B.E.

Respecto de lo que cuenta Jacintaunzue, cuando el sacerdote le dijo a su hermana "todo esto es muy lindo, pero vos tendrías que haber sido numeraria" creo que podría explicarse con una comparación no muy amable pero bastante aproximada al pensamiento de la Obra. Se podría traducir: muy buena tu bicicleta, pero deberías haber elegido el Mercedes Benz.

 

Sin duda semejante expresión (literal o figurada) implica un cierto desprecio, además de una gran arrogancia. Es que la Opus Dei necesita sentirse superior, porque de lo contrario, no vale la pena. O ser lo máximo, no nada. Ser del estado mayor o de la clase de tropa (Cfr. Camino nro. 28). Y esa superioridad necesita ser reafirmada. Hay una cuestión de poder, de sometimiento.

 

Pero hay más. Esas palabras del sacerdote esconden un sentido fundamental, una función (como todo en la Obra, tiene una utilidad): generar remordimiento, ya que la alegría manifestada por la madre no hablaba para nada de un arrepentimiento. Y esto había que corregirlo. Y si no, al menos, manifestar el desprecio: dar a entender que eligió lo peor, que toda su vida no vale nada en comparación a lo que hubiera sido.

 

El sacerdote le dijo lo que él esperaba escuchar de ella y no sucedió: “esta es mi familia, pero yo debería haber sido numeraria”. Eso hubiera sido lo correcto. Como esta madre no hizo dicha confesión, el sacerdote se vio en el deber de actuar.

 

Es la relectura del pasado, de tal manera que la Obra lo marque a fuego, tome nuevamente dominio sobre esa vida. Es perverso lo que hizo y lo que dijo ese sacerdote, aunque no fuera consciente de ello, por todo ese trasfondo que esconden sus palabras.

 

De todos modos, este hombre seguramente lo dijo escudándose en el nombre de Dios, como se argumentan muchas de las barbaridades en dicha prelatura. Te lo digo porque es mi deber. Aun así, detrás de esa justificación se esconde un sentimiento de superioridad basado en el desprecio del otro.

 

Es interesante cómo en la Obra se arrogan la capacidad de leerle la Voluntad a Dios. Saben lo que más le conviene a cualquier persona. Tienen la bola mágica para saber el porvenir y pronosticar desgracias. Es una institución mesiánica.

 

Lo que no tolera la Obra es que le vaya bien a alguien que ha rechazado la invitación a seguir a Dios, o sea, la elección que la Obra ha manifestado por una persona. La Obra no tolera que le digan que no. El mismo fundador maldecía a quien no lo seguía, profetizando un futuro agrio y desgraciado para el destinatario (el ya famoso rejalgar). El desprecio que sutilmente manifestó aquél sacerdote no es más que el hábito institucional a maldecir, que aprendió de su fundador.

 

Entre otras cosas, esa convicción de que la Obra es superior a cualquier otra elección vital (aún dentro de la misma Iglesia) es la que permite sentirse superiores a todo el mundo y a la vez impide ver la realidad, pues si este sacerdote abriera un poco los ojos se daría cuenta que su Mercedes está “pintado”, no es tan real como lo quiere creer. Es lógico que la Obra quiera retener a su gente a toda costa, como señala Dame. Está en juego su prestigio. Se trata de una superlativa estima institucional, pero también del miedo a dudar, pues en la medida en que la Obra deje ir a la gente libremente se pondrá en evidencia que esta institución no es precisamente el mejor lugar para vivir.

 

Por supuesto todo ese complejo de superioridad es justificado en la Obra recurriendo en parte a las palabras de San Pablo (sobre la superioridad del celibato respecto del matrimonio), pero ni aún así es viable dicha justificación, porque entre otras cosas, la Obra no tiene la misma legitimidad que la Iglesia. Es decir, si se tiene en cuenta que la Obra se ubica muy probablemente dentro de la figura de falsedad ideológica, entonces, además de pintado, el Mercedes en el cual circula ese sacerdote es una mala imitación.

 

Saludos,

E.B.E.





¿Nos estaremos equivocando?.- Yoha

En repetidas ocasiones me he preguntado si lo que se está haciendo con este Blog es correcto… si tocar el tema “tabú” de la existencia de exmiembros del opus dei vale la pena, ¿si o no?

 

Me he llegado a plantear si ¿será que la Iglesia (con mayúscula) es cómplice en “aceptar” este gasto reducido de un grupo de católicos –nosotros los que fuimos miembros– en aras de proyectar la imagen del papel del laico en el mundo… y obviamente, los beneficios del grupo de seguidores del opus dei que defienden a capa y espada la doctrina de su iglesia (con minúscula)?...



(Leer artículo completo...)




Más sobre prelaturas personales.- Haenobarbo

He leído con mucha atención el escrito de Claire Fisher en relación con la figura jurídica de las Prelaturas Personales y el que se publica de Markus Tank, ambos de gran interés.  Es rigurosamente cierto que por lo general, los “profesores” del Opus Dei, no suelen citar autores que opinen distinto, sobre todo en temas que los tocan muy de cerca como puede ser el del contenido doctrinal y jurídico de las prelaturas: probablemente pretenden evitar que los de dentro se enteren de lo que dicen los otros y al mismo tiempo evitar servir de altavoces a posturas científicas opuestas, lo que pone de manifiesto muy poco espíritu realmente científico y muy, pero muy poco deseo de llegar a la verdad, contrastando opiniones diversas.

 

He leído con atención el anexo al escrito de Claire, y quizá por su brevedad y por tratarse de un escrito quizá de divulgación, tampoco encuentro en él una bibliografía “opuesta”, es decir de autores del Opus Dei, realmente de peso y non possiamo non dire que la hay y abundante, porque eso si, por escribir y publicar no se quedan los del Opus Dei...



(Leer artículo completo...)




Una propuesta de ayuda personal.- Rous

Cada vez que leo un mensaje pidiendo ayuda en los momentos tan difíciles que preceden o siguen a la marcha, rememoro los míos y realmente me siento conmovida. En alguna ocasión me he puesto a disposición de esas personas, como he visto que hacéis muchos, y se me ha ocurrido que quizás sería bueno contar con gente concreta, en cada zona, para prestar nuestro apoyo personal a quien pueda necesitarlo.

Contestando a tantas personas que nos afean el anonimato (curiosamente en muchos casos tampoco ellos dan su nombre completo...) les diré que yo nunca he tenido ningún problema en darlo cuando se trata de ayudar a alguien, pero no me gusta que cualquiera pueda conocer datos relativos a mi intimidad sin más motivo que la curiosidad, en el mejor de los casos.

Sin embargo, cuando planteo cosas como ésta es porque quiero poner al servicio de quien lo necesite mi experiencia. Y entonces sí que no tengo el más mínimo problema en dar hasta mi número de pie.

Ahí queda mi propuesta.

Un saludo "personal" a tod@s,

Rous

Nota de Agustina. Quien quiera añadirse a echar una mano en una ciudad concreta del país que sea, no tiene nada más que escribir un correo privado a la web, a mi nombre, y yo ya tomo nota de ello. Así, cuando escriba algún amigo de esa ciudad o de ese país pidiendo ayuda, le reenvío el correo a la persona o personas que puedan estar más cerca de él. Es lo que suelo hacer habitualmente, pero algunas veces no sé con quién contar porque desconozco el lugar e incluso el país desde dónde escribís. Gracias por el ofrecimiento. Un abrazo. Agustina





Equipamiento de numerario.- Supo

Estimados Todos:

Hace poco presentaban un diccionario de términos usados en Torre II. Eso me dio idea para presentar el equipamiento de un numerario, como si fuera un geyperman de esos que vende.

En primer lugar, una agenda (por cierto luego leyendo a Carmen Tapia me parece me he enterado que la fabrica una empresa relacionada con el Opus). Los separados bien claritos y la hoja de gastos personales al final para entregarla al comienzo de cada mes.

En segundo lugar, una pluma. Un artefacto que hasta ese momomento (un joven de 15 años) no has usado en tu vida y por imitación te ves usándolo.

Enseguida te pasan unas preces, que guardas celosamente en la agenda, no vaya a ser que alguien de tu clase te las vea.

Una chaqueta azul con corbata a juego, para poder ir a las bendiciones durante el verano.

Dos rosarios, uno de dedo, para rezar por la calle y guardar la vista (no mirar las partes impúdicas de las mujeres, pobrecillas); y otro rosario para poder rezar en familia.

Por supuesto, el cilicio y las disciplinas en una bolsita de tela.

Compras un Camino y unos Envangelios por si tienes que hacer la oración y la lectura del Evangelio en tu casa.

Una estampa del fundador, aunque no le tuvieras ninguna devoción, como no se la tienes a casi ningún santo porque no eres un fanático religioso de esos que hay en muchos puntos de la geografía española. Mucha gente es fanática del santo de su pueblo porque así se lo han inculcado, aunque luego no vive para nada un cristianismo consecuente.

Una estampa de la Virgen, si es de Torreciudad o la que hay en Piura, que se parece a la Abuela (qué mal gusto), tanto mejor. Eso sí, se le puede tener devoción a la Macarena si eres de Sevilla o la de Begoña si eres de Bilbao, en eso no hay problema.

¿Alguien puede aportar algún elemento más?

Un abrazo,

Supo





Sobre Benedicto XVI.- Supo

Estimados Todos:

Al leer un texto en el que finalmente se cuenta que las obras de Ratzinger estaban en el Índice he recordado algo que viví en el centro de estudios. Alguien comentó que el tal Ratzinger había perdido la fe durante una temporada de su vida y que cada vez que levantaba la Ostia pedía a Dios que le diera la fe que no tenía. A continuación, dijeron que había recuperado la fe poco a poco y que ahora era un buen cristiano y que su libro "Informe sobre la fe", era buenísimo y que todos debíamos leerlo.

No he leído nunca el Informe (y la verdad es que creo que no lo haré, no por nada, simplemente prefiero otras lecturas), pero en aquel momento pensé (y sigo pensando) cómo sabrían que el pobre Ratzinger había vivido sin fe durante una temporada.

¿Alguien podría confirmar alguno de estos puntos? No el que Ratzinger no tuviera fe, sino lo que le contaron sobre Ratzinger cuando estudiábamos Teología.

Al respecto contaré otra anécdota. Antes de empezar el COU hice un curso anual de esos que duraban todo el verano. Fui a las clases del bienio de filosofía y un ingeniero civil me dio las clases de filosofía presocrática. Con eso pensé que ya sabía mucho de filosofía presocrática (y la verdad es que más que mis compañeros de colegio ya sabía, porque al menos había oído unos nombres). Cuando llegó el profesor de Filosofía del COU, que había estudiado la carrera de Filosofía eso sí en la Universidad de Navarra y era numerario, se rió de mis pretensiones de saber algo de filosofía porque un ingenierio civil la hubiera enseñado en unas horas de un caluroso verano español.

Ese numerario que enseñaba filosofía, ahora no es numerario. Yo tampoco.

Otro tema: sobre Juan Pablo II nunca dijeron nada en contra, pero había gente que decía que su perspectiva filosófica era la fenomenología. En fin, que el papa no era absolutamente aristotélico y tomista.

Supo





La Hermandad Secreta de Torre 2. Cap. 7.- Alancourt

 De cómo nos protegimos contra las ávidas confiscaciones de objetos personales de uso común por parte de los “carceleros”

Cap.7 de 'La Hermandad Secreta de Torre 2'

Alancourt, 14 de julio de 2006

 

“Todo pa mi , nada pa ti...” era una las frases favoritas de uno de mis queridos compañeros cuando se refería a los objetos que tenían que pasar por dirección antes de pasar a tener el control de su legitimo propietario. El amigo (no pertenecía a la Hermandad pero nos hubiese gustado tenerlo como miembro) hasta le sacó una cancioncilla que decía algo así:

“Todo pa mi, todo pa mi...”
“Nada pa ti, nada pa ti”

Y el hombre la cantaba cada vez que llegaba un numerario de su pueblo, y debía de pasar por la “aduana” del subdirector, el cual tras una delicada inspección a los bienes que traías, decidía que era apropiado para ti y que no lo era (vamos que el tío sabía más que tu madre que era la que había comprado la ropa). Las decisiones eran muchas veces absurdas y normalmente inapelables, por lo que te sentías como un tontorrón llevando el mismo jersey de siempre cuando tu madre te acababa de comprar 6 y a lo mejor esos jerseys se estaban pudriendo en algún armario de recuperación, porque el “carcelero” de turno había decidido, que no, que no necesitabas más prendas de vestir ese invierno porque había que cuidar tu pobreza.

La gente reaccionaba de muy diversas maneras, sobre todo cuando los “conectados” iban acompañados de los directores “guays” a comprarse ropa a Máximo Dutti o Lacoste, y tu no podías llevar los calcetines de 200 pesetas que tu abnegada madre te había comprado en los “Almacenes Martinez” de tu pueblo de origen porque al jefecillo de turno no le daba la gana.

De hecho, era muy notorio el afán que tenían muchos habitantes de la torre al “uniforme”: pantalones grises o beige oscuro, camisa manga larga, aun en verano (vamos por el tema de la administración) y siempre el mismo jersey de color opaco para no tener que sufrir estas situaciones.

Esta historia le hervía la sangre a los miembros de la Hermandad, porque cuando eran cosas caras las que traías y no me refiero sólo a ropa, lo más probable es que te quedaras sin ella. Ya fueran gafas de sol, perfumes, bolígrafos, cadenas-escapularios, etc… si era de buen material, “Todo pa mi..., nada pa ti…”

Y entonces, nueva vez el ingenio hizo su aparición dentro de la película, y una de las madres ideó un sistema para que no “nos dejaran en pelotas”. La señora, supernumeraria de armas tomar (como se puede ver en la Organización había más gente sensata a parte de nosotros), nos propuso las siguientes reglas de oro para conservar tus propias cosas:

1) Nunca lleves un bote de colonia nuevo y en su caja a donde el director, porque te será inmediatamente confiscado. La técnica consistía en vaciar parte del bote (o el bote entero) en un cacharrillo de plástico de los del agua bendita y hacer desaparecer la caja.  Claro, tus compañeros te miraban con cara rara cuando salía del bote del agua bendita un profundo olor a Cacharel Pour Homme, o a Polo Sport.

2) Si tus zapatos nuevos quieres conservar, debes caminarlos durante 10 minutos con un calcetín sudado para impregnarlo de tu propio olor

3) Haz lo mismo con la ropa interior (sin mayores comentarios vamos)

4) Aunque te parezca un crimen, mancha las camisas con Coca Cola (esta bebida sale muy fácil de la ropa), y justifica manchas de procedencia misteriosa y así parecerá que las camisas vinieron manchadas “del viaje…”

5) Quítale las marcas a los pantalones vaqueros. Unos Levi´s 501 sin la etiqueta tradicional roja, no son dignos de ser “confiscados” porque están estropeados

Best regards,

Robert Smith (Alancourt)

Anticuario

<<Anterior – Siguiente>>




 

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?