Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Libros silenciados
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
¿Qué es el Opus Dei? (FAQ's)
Contacta con nosotros si...
Correspondencia
Diario de a bordo
Tus escritos
Homenaje
Links

CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 18 de Noviembre de 2005



Aviso.- Webmaster

AVISO

Incluimos hoy, dentro de los 'libros silenciados', una conferencia de José María Escrivá de Balaguer pronunciada el 17 de diciembre de 1948. Se trata de uno de los pocos escritos no póstumos del fundador del Opus Dei. La institución, incomprensiblemente, no lo ha dado a conocer.

Conferencia Escrivá de Balaguer 1949La Constitución Apostólica "Provida Mater Ecclesia" y el Opus Dei
Autor: José María Escrivá de Balaguer

1948
Conferencia publicada en 1949 por la Asociación de Propagandistas

“El fin general del Instituto es la santificación de sus miembros, por la práctica de los consejos evangélicos y la observancia de las propias Constituciones. El específico es trabajar con todas sus fuerzas para que los intelectuales se adhieran a los preceptos y aun a los consejos de Cristo Nuestro Señor, y que los lleven a la práctica; y de este modo fomentar y difundir la vida de perfección en el siglo entre las demás clases de la sociedad civil y formar a hombres y mujeres para el ejercicio del apostolado en el mundo.

Los socios que se consagran temporalmente o a perpetuidad, emiten votos privados, como puede hacerlo otro fiel cualquiera". (Del autor)





La Obra, nuestra Cruz. Para Canina.- Thomas Cook

Querido Canina:

Pongo "querido" porque supongo que eres un hombre. Y si eres un hombre con gafas, fácilmente confundible con un holandés, y hablas castellano con acento "polaco" ("Somos conservativos", "redruello, hermano!", "piletina", etc.), estoy seguro de que fuiste el que durmió este sábado en mi casa, como muchos otros sábados, después de ver un peliculón del inigualable Javier Bardem. En fin, si no eres quien yo pienso, discúlpame, plis. En tal caso, muchos saludos al Canina en el que estoy pensando, y a su novia, claro. Espero que ésta se anime también a escribir alguna vez en O-Libros (te puedo asesorar en cuestión de nicks). Así ya estaríamos todos.

Después de leer tu mail, me pregunto si verdaderamente alguien que tiene nuestra fe puede considerar que el dolor es un misterio. No hay que olvidar que en la revelación la Cruz ocupa un lugar muy importante y que la Cruz fue seguro de todo menos placentera. Creo en cierto modo que con la Cruz y la subida del hijo a la Casa del Padre, Dios nos dio ya la respuesta a ese misterio, sin que tengamos que buscar más porqués.

Viendo las cosas desde la óptica de la Cruz y la filiación divina, cuando estábamos en la Obra yo llegué a desear más de una vez que Dios me regalara una muerte como la de Montse Grases o aquel otro numerario que tu y yo conocimos, un tío brillante, con un carácter único, que se despidió de nosotros en nuestra casa después de una cruel enfermedad. Una enfermedad así te permite prepararte con tiempo para subir a la Casa del Padre. Te obliga a desprenderte de prácticamente todo lo que da placer en este mundo y hace que tengas que dedicar la fase final de tu vida a aprender a llevar la Cruz sin tener casi ninguna otra ocupación en ese tiempo.

En la Obra aprendimos que la Cruz se puede manifestar de muchas maneras y que si no la sientes tienes que esforzarte por buscar la tuya. En tu mail te preguntas cómo puede ser que la Obra origine tanto sufrimiento. Te animo a que contemples a la Obra como una Cruz que Dios te ha puesto en el camino. Puede ser que en la propaganda interna de la Obra se nos pinte a los que hemos salido como unas pobres almas que no han querido lo suficientemente a Dios. Yo creo por el contrario que el proceso de salida de la Obra en muchos casos puede convertirse en una vía para acercarse más a El. Muchos acaban con un problema afectivo grande (yo creo que todavía no me he recuperado del todo), tienen que hacer un gran esfuerzo para solucionar su sustento material y entran en un largo proceso de reflexión para volver a encontrar el camino, cayendo en muchos casos en situaciones en las que ya ni siquiera se sabe en qué se puede creer. Es una Cruz que sin lugar a dudas nos ha venido porque queríamos acercarnos a El. Y estoy seguro de que eso El lo tiene en cuenta.

Ahora, tras salir de la Obra, puede ser que se nos impongan por programa menos cruces. A mi puerta ya no llama nadie tempranísimo por la mañana y se fija en si vivo o no el minuto heroico, ni me pongo un cilicio y hago luego una marca en mi agenda. Pero te aseguro que finalmente me siento como un cristiano en medio del mundo. Ahora sí que me siento parte de la sociedad en la que vivimos y en estos momentos no encuentro cruz más grata que la de estar ahí para los demás, para mis colegas de trabajo, para mis amigos, para mi familia y para otras personas, aunque alguna vez me lleve una decepción, que no es más que otra cruz. La verdad es que cualquier paso hacia El me cuesta más que antes, cuando tenía un programa que repetía todos los días, pero estoy seguro de que para El es por lo menos igual grato que antes cada vez que hago un esfuerzo por acercarme.

No sé cómo será la Casa del Padre. Si trato de imaginármela en base a las cosas que veo en el día a día, allí arriba no tienes que afeitarte, hay sofás comodísimos, muy buena música y un "all you can eat" de Pizza Hut en el que te puedes poner ciego a pizza de salami y pizza con salsa barbacoa. En fin, ves que pido poco. Si en el cielo hay más amigos que el Amigo, estoy seguro de que ambos nos encontraremos allí, si es que llegamos, claro. Tío, ya nos conocemos desde hace diez años, hemos vivido cuatro juntos y ni siquiera abandonando la Obra nos hemos perdido la pista. En fin, prefiero al Canina de ahora a aquel con el que hacía la charla en el centro de estudios. Aunque continúes bloqueándote de vez en cuando y pongas todavía esa cara de lo que tú y yo sabemos, haces avances impresionantes. No te puedo ocultar mi orgullo.

Queridos Orejas de la web, perdonad que lleve tanto tiempo sin escribir. El celo por mi empresa me consume y me deja poco tiempo para otras cosas. Pero os sigo regularmente y muchos textos publicados llenan con frecuencia las tertulias que nos marcamos unos cuantos por mail en mi "centro" de ex. Por el momento es un centro virtual, pero el otro día por mi cumple me regalaron la primera pieza del equipamiento material: la campanilla del comedor.

En fin, a Canina y a todos los que me lean un fuerte abrazo,

Thomas Cook




Yo estuve allí (apuntes para una historia no autorizada).- Itaca

Hay una frase de Escrivá que escuché repetidas veces durante mi estancia en la Obra y que me viene a la cabeza cuando leo alguna de las ya numerosas biografías oficiales publicadas: “Dios os pedirá cuentas, porque habéis conocido al Fundador”.

Alejada de la Obra desde hace ya una eternidad de años (quisiera incluso que fueran más) y clausurados mis recuerdos sobre ella en el cajón del tranquilo olvido, hay, sin embargo, momentos en que esta frase me viene a la cabeza y pienso que sí, que efectivamente, tengo una cierta obligación moral de explicar a aquellos que no lo conocieron mis experiencias y mis recuerdos. Evidentemente, experiencias y recuerdos subjetivos, personales, que tienen tan sólo el valor del testimonio y la fuerza de la proximidad a los hechos.

Os leo a muchos de vosotros y me digo “¡pero si ni habían nacido cuando yo dejé la Obra!” Lo que para vosotros ha sido historia contada para mí es historia vivida; quizá pueda aportar algo a vuestros conocimientos que os sea de utilidad. No esperéis grandes revelaciones, ya he dicho que fui una numeria “simpliciter” y que mi curriculum dentro de la Institución fue de muy bajo nivel. Pero me tocaron unos años interesantes, los años finales de la vida de Escrivá , y pasaron muchas cosas en esos años. Voy a intentar contaros cómo los viví.

Capítulo !: Cómo conocí a Escrivá

Yo quería estudiar Periodismo, en Barcelona habían cerrado la Escuela y un sacerdote de mi parroquia, agregado (por supuesto, yo no lo sabía), me habló de la universidad de Navarra: allí podía estudiar, al mismo tiempo, Periodismo y Filosofía y Letras, porque unas clases eran por la mañana y las otras por la tarde. Me ponderó su ambiente intelectual, que al ser una universidad pequeña los catedráticos estaban muy asequibles... Bueno, pues cogí los bártulos y me fui a Pamplona.

Llegué un 4 de octubre por la tarde; hacía un frío pelón. Me esperaba una chica en la estación y me llevó a Goroabe, en la plaza Conde de Rodezno, creo que 4 y 6. La residencia eran tres pisos, dos arriba y uno abajo, pequeña: quizá seríamos unas veinte residentes. Compartía la habitación con una catalana que iba a estudiar Medicina (Nuria) y con una valenciana (Araceli) que ya tenía cursado un año de Filosofía y Letras. Nuestro cuarto era el antiguo office de la casa, y habían cubierto las paredes alicatadas con tela de arpillera; quedaba original. Teníamos dos camas normales y una plegable: cuando ésta se abría por la noche, casi no podíamos pasar. Nuria había traído una caja con un esqueleto entero, de verdad, nada de plástico, y lo guardábamos debajo de la cama: le llamábamos Pepe. Araceli llegaba bien provista de comestibles (nescafé, mermeladas, galletas..) y ya imaginábamos unas buenas timbas nocturnas. Las encargadas de la casa –nos dijeron que eran numerarias- sonreían todo el día con sonrisa “Profident” y eran amables. Por las noches desaparecían no sabíamos en dónde, porque ellas no tenían habitación propia. Todo era como casi normal, pero sin serlo del todo, había algo indefinible que no acababa de encajar. Yo no sabía nada de nada del Opus, excepto que tenían un libro que se llamaba Camino y que a mí no me gustaba: demasiadas exclamaciones, demasiados puntos suspensivos, demasiados entrecomillados y, entre toda esta maraña, frases de perogrullo que lo mismo servían para un barrido que para un fregado. En el colegio habíamos jugado con él a charadas, decías un número y te leían el texto entre risas. Era como el horóscopo de las revistas.

Bueno, al cabo de unos quince días, las numerarias de la casa entran en un estado de euforia indescriptible y nos comentan:

—¡Viene el Padre!
—¿El Padre? Y ¿quién es ése?
—¡¡El Padre!! El autor de Camino, el fundador del Opus Dei
—¡Ah! ¿Y a qué viene?
—Viene a decirnos que ya somos universidad, que el Estado nos ha reconocido, y a poner la primera piedra del futuro edificio central de la Ciudad Universitaria.
—¿Y ya no nos examinaremos en Zaragoza? Pues estupendo.

El Padre iba a celebrar una misa en la catedral de Pamplona. Todas se pusieron de punta en blanco, como si fueran de boda.

—¿Queréis venir?
—Si es una misa pública, vale.

A mí me picaba la curiosidad saber quién era aquel mossén y por qué suscitaba tanta expectación; como buena periodista en ciernes quería estar en la noticia y conocerla de primera mano; ya sabéis, eso del qué, quien, cuánto, cómo, dónde, cuándo y porqué.

La catedral de Pamplona estaba llena, pero no a rebosar. Salió un sacerdote no muy alto, de cara redonda, mofletes caídos, pelo lacio, con una guedeja que le caía sobre la frente, y unas gafas de gruesa montura negra. Creo recordar que la casulla era verde. Empezó a decir la misa inclinándose mucho sobre el altar, casi lo tocaba con la cabeza. Daba la impresión de que tenía reumatismo, pobre hombre. Después del evangelio, comenzó la homilia. Gran sorpresa, tenía un acento aragonés de lo más cerrado, vamos, como un catalán de l’Empordà , y recalcaba mucho las frases, con mucha entonación. No recuerdo nada de lo que dijo, sí recuerdo que lo que dijo me pareció muy flojo y de poca altura oratoria: un sermón de pueblo. Explico: los directores espirituales de mi colegio eran jesuitas, muy cultos, sus sermones estaban bien estructurados, eran claros y se ceñian a un tema; el sermón de Escrivá era otra cosa, no conseguí ni aclarar el hilo conductor, eran frases sueltas un poco a modo de arenga. Confuso y difuso, fue mi definición. Me decepcionó: ¿eso era el fundador del Opus Dei?

Al acabar la misa, corrió la voz de que Escrivá se reuniría con los asistentes en el claustro, y allí me dirigí, a ver si observaba otro aspecto más positivo del personaje. Fueron unos breves minutos, tampoco dijo nada interesante, creo que habló de que durmieran y comieran bien y dijo que les iba a dar la bendición. Todos de rodillas, menos yo, que jamás me había arrodillado ante un sacerdote. —¡Pero qué gente más rara! —pensé para mis adentros.

Afuera el día era gris, hacía frío y estaba lloviendo. Pero dijeron que Escrivá iba a poner la primera piedra en unos terrenos cerca del Hospital Provincial de Pamplona y ¡hala! A coger la Villavesa y para allí (la profesión de periodista me estaba resultando un poco dura, pero la noticia es la noticia y no la puedes dejar pasar). Siguiendo a la gente, atravesé unos campos embarrados –eran campos de cultivo de cereal- hasta llegar ante una plataforma de madera bastante precaria que sostenía una piedra cuadrada. Creo que estaba también presente alguna autoridad de Pamplona, quizá el presidente de la Diputación Foral. Fue un acto rápido, breves parlamentos y la piedra al hoyo.

Más barro en los zapatos, nuevamente la Villavesa y a la residencia, que tenía calefacción central y te quitaba el frío en 10 minutos.

—¿Qué te ha parecido? —me preguntó una de las encargadas.
—Pues chica, no sé (quise ser amable), desde donde estaba no escuchaba bien.
—¿Y el Padre?
—Estaba de espaldas y lo he visto poco.

Creo que en este momento decidieron que yo no servía para la Obra.

(Continuará)

>>Siguiente





Un poco de sociología.- Alberto Moncada

Tras leer la web durante un par de años estoy buscando un alumno que quiera hacer un trabajo sobre ella. La página proporciona información muy fresca sobre el opus y su entorno y aunque algunos académicos pongan en duda el valor metodológico de esta nueva fuente de sociología empírica, a mi me parece especialmente útil para conocer la fenomenología de los grupos cerrados, desde la perspectiva de los que los abandonan.

 

Dicho esto esbozo una primera clasificación, los sociólogos siempre clasificamos, de los exnumerarios según mi experiencia personal y la información que ofrece la web. No es un inventario de causas de la salida sino de las vivencias posteriores.

 

Hay un primer grupo que trata de pasar página cuanto antes, olvidarse y vivir los nuevos capítulos de su vida sin mirar atrás. Son los más jóvenes, los que  han estado pocos años y se benefician de la mayor tolerancia y sofisticación de la sociedad moderna. Yo tengo un sobrino que fue numerario en sus tiempos de colegial y, ya colocado y con un buen porvenir laboral, me dice, “No entiendo, tío, como sigues con ese rollo del opus”.

 

Al segundo grupo, mayoritariamente masculino, lo califico de numerarios con licencia para... Estaban contentos dentro pero no podían con la castidad y llegaron a acuerdos varios para salirse en buen plan o incluso seguir de supernumerarios. Pero ideológicamente no han cambiado. Recién publicado mi primer libro me encontré a uno que me echó una gran bronca. Siguen pensando igual y tienen una curiosa nostalgia de su época de numerarios, idealizada desde sus nuevos conflictos vitales. Se les ha debido olvidar lo aburrida que era la vida cotidiana en aquellas casas. Pienso que la testosterona, ese gran determinante de la masculinidad, tiene mucho que ver en su comportamiento. Las exnumerarias aducen razones más ideológicas. Algunas de ellas contabilizan al opus el agujero negro de su juventud, de esa época en que podían haber sido novias, esposas, madres y que ya no pudieron, tantas, conseguirlo después. El mercado matrimonial es muy asimétrico. Un varón se sale a los 40 y encuentra fácilmente pareja. Una mujer mucho menos y además casi se le ha pasado el periodo de la maternidad. Quizás por eso, a veces, yo percibo en las afirmaciones femeninas de la web una mayor contundencia, una mayor intensidad, aparte, claro, de que el opus es esencialmente machista y, por ende, antifeminista.

 

Al tercer grupo pertenecemos todos los que, por variadas razones no hemos pasado página y tratamos de racionalizarlo. Aquí hay material más para el psicólogo que para el sociólogo. Yo, por ejemplo, empecé escribiendo contra el opus y lo sigo haciendo sobre el opus. Primero quería ajustar cuentas y después entender y explicar el opus como grupo totalitario, como secta. De hecho la primera intención con la carta al Vaticano fue decirle a la Iglesia que en su interior tenía una secta. Y probarlo. Luego la carta se convirtió en otra cosa más eclesiástica, más de reclamación pero eso fue fruto del consenso.

 

¿Por qué no pasamos página?. Por varias razones. Porque lo nuestro fue más traumático que lo de los actuales. En nuestra época salirse de cura o parecido, “traicionar una vocación”, era como el divorcio, mal visto por la sociedad y, por ende, más duro para nuestras conciencias, si tenías fe.  De ahí la necesidad de seguir con el tema hasta la autoexoneración total, que diría un psiquiatra. También sigue vigente el ajustar cuentas, achacar al opus nuestros problemas actuales algo que, en muchos casos, es cierto. Y, finalmente está la oportunidad de contar en público lo que uno sabe, contradecir la versión oficial e incluso contribuir a que el opus cambie. Como los miembros de otras instituciones afines que imponen la ley del silencio, la “omertá”, los ex disfrutan hoy del derecho a comentar en público y en privado lo que antes les estaba vedado o era de mal espíritu. Estos comentarios, con otros ex, con amigos,  ayuda a recuperarse de la desinversión afectiva y grupal que se sufre al salir. En este sentido la web funciona como plataforma de afirmación personal, de solidaridad y de catársis y yo creo que esas funciones son incluso más importantes que la denuncia. Porque el opus es tan peligroso como todas las sectas pero no más y ya tiene una conocida mala fama.

 

Comentando estos temas con el Defensor del Menor hace unos meses me dijo más o menos:  “De acuerdo, hacen putadas a los niños pero si yo te contara la cantidad de niños pobres, hambrientos, machacados que tengo en mis ficheros, no le darías tanta importancia a que a unos cuantos hijos de familias pudientes les coman el coco”.

 

En fin, al final de mi sucinto análisis reitero lo que suelo decir: ”Lo único importante del opus es que nos ha ocurrido a nosotros”.

 

Se agradecen los comentarios.

 

Alberto Moncada





¿Arde París?.- Perpsicore

Envío un recorte de prensa traducido al español y el original, en francés).

Saludos, Perpsicore

Una escuela del Opus Dei investigada por una información judicial en París
 
Agencia de Prensa AFP , 20 de abril de 2005
 
(Texto íntegro)
 
Una escuela francesa del Opus Dei, potente organización conservadora católica, está en el centro de una instrucción que lleva un juez parisino tras la denuncia de una exmiembro, según ha trascendido este miércoles de fuentes judiciales.
 
Catherine T. presentó una denuncia el 11 de enero 2002 como parte civil en París por "Condiciones de trabajo y de alojamiento contrarios a la dignidad humana "...


(Leer artículo completo...)




Os pido consejo.- Maythe

Hola Orejas:
 
tengo 25 años, hace màs de un año y medio que pedì la admisiòn a la obra como numeraria, pero me doy cuenta que no tengo vocaciòn de numeraria, y lo he manifestado a la persona que lleva mi charla, ella cree al igual que el sacerdote que me atiende que no tengo argumentos para decirles eso, y que si uno ve su vocaciòn una vez, es que la tiene. No soy feliz viviendo en el centro, pedì ser de la obra una semana despuès de irme de la casa de mis padres, ahora entiendo bien esa frase, de que en tiempo de crisis no hay mudanza!! ya no se qué argumentar. Pero creo que no van a ceder con el tema, he estado esperando que se den cuenta que no tengo vocaciòn, pero yo creo que no voy a poder aguantar màs,
 
Còmo puedo hacer para que lo entiendan y poder irme tanquila.
 
Si alguien me puede ayudar lo voy agradecer mucho.
 
Maythe




Novamente sobre Supranumerários (Cap. III).- Marypt

C) Interferência da obra nas relações íntimas dos casais

1. Ao decidir-me a escrever mais algumas palavras acerca da "vida dos supranumerários" – incentivada pelo texto de Isabel Nath de 7 de Novembro – pensava incluir também este tema mais "melindroso" da existência de intromissões dos directores da obra na vida sexual dos casais, em que ambos ou apenas um deles é supranumerário (ou até simplesmente cooperador).

Sei bem que tudo aquilo que diga respeito a "temas sexuais" desperta uma curiosidade muito grande no comum dos leitores; e creio que não me enganarei se disser que os leitores de "opuslibros" não são aqui excepção. Por isso mesmo quero deixar bem clara a perspectiva que me leva a abordar este assunto: não vou tratar da dotrina moral da Igreja sobre o casamento e vivência da sexualidade, nem muito menos das controvérsias que tal doutrina suscita, designadamente no que respeita aos meios contraceptivos aconselhados e desaconselhados.

Esta problemática que é muito importante e muito complexa ultrapassa as fronteiras dos meus escritos na web, os quais incidem basicamente sobre o fenómeno "opus dei"...



(Leer artículo completo...)




De nuevo sobre supernumerarios (Cap. III en español).- Marypt

C) Interferencia de la obra en las relaciones íntimas de los casados

 

1. Al decidirme a escribir algunas palabras más acerca de la “vida de los supernumerarios” -estimulada por el texto de Isabel Nath de 7 de noviembre – pensaba incluir también este tema más “melindroso” de la existencia de intromisiones de los directores de la obra en la vida sexual de los matrimonios, en los que ambos o uno de ellos es supernumerario (o simplemente cooperador)

 

Bien sé que todo aquello que diga respecto a “temas sexuales” despierta una curiosidad muy grande en el comun de los lectores; y creo que no me equivoco si digo que los lectores de “opueslibros” no son aquí una excepción. Por eso mismo quiro dejar bien clara la perspectiva que me lleva a abordar este asunto: no voy a tratar de la doctrina moral de la Iglesia sobre el matrimonio y la vivencia de la sexualidad, ni mucho menos de las controversias que tal doctrina suscita, sobre todo en lo que respecta a los medios contraceptivos aconsejados y desaconsejados. Esta problemática que es muy importante y muy compleja sobrepasa las fronteras de mis escritos en la web, lo cuales inciden básicamente en el fenómeno “opus dei”...



(Leer artículo completo...)




Sobre los colegios.- ancasti

Me parece injusta la acusación de Ana Azanza sobre los profesores de los colegios del opus. No creo que todos los que allí están sean del opus ni que comulguen con sus ideas. Simplemente van a trabajar para mantenerse, para poder vivir con la miseria que les pagan y van aformarse a donde los mandan.

Ancasti





¿Alguien hizo el perfil psicológico del fundador?.- GR

Oreja,
 
Ahora sé que me deje embaucar, leyendo el articulo de E.B.E. (La conciencia y la Obra) se me erizaron los cabellos, pero claro, siendo uno un chico qué sabe de todas esas cosas, es cuando toma conciencia que se larga, pero muchas veces solo lo hacemos -al menos en mi caso- por ansias de libertad.
 
Luego lees, te informas, conoces gente, escuchas testimonios y comienzas a darte cuenta del crimen sobre la conciencia que esta gente comete.
 
A veces no los culpo, me imagino que son victimas de la misma maquinaria y de los que viven cómodamente a la sombra de esa industria, como los sucesores.
 
Pensando en esto quise saber - de allí mi carta - si alguien había realizado algún perfil psicológico de Escriba de Balaguer. De todos es conocido sus arranques de ira, ese miedo a las mujeres, ese morbo que en las casas de la obra se representaba en habitaciones de tres o de uno, nunca de dos. Esa obsesión con la mortificación, esos cuentos de las disciplinas llenas de artefactos. Quisiera saber a que clase de loco fundador me sometí, nos sometimos, fuimos inmolados.
 
Gracias, si quieres me la publicas, tal vez entre el publico alguien le hizo su perfil.
 
 
GR




Respuesta a una carta dirigida a no se sabe quién.- Isabel P.

Buenos días:
 
He llegado a leer la página web de opus libros de "casualidad", y soy una de esas numerarias que están felices con su vocación y perteneciendo a la Obra. Me ha sorprendido mucho leer esa carta que se envía a no sé sabe quién que está en "crisis de vocación".
 
Primero me gustaría decirte que tengo familiares que han dejado de ser de la Obra porque no podían con su vocación, yo más bien diría porque no tienen vocación. Es gente que lo ha pasado mal porque se sufre, como bien has experimentad, pero que no por ello deja de querer y respetar el Opus Dei.
 
Antes te decía que me sorprendía la carta, porque demuestras tener mucho sentido común. Cosa que es de agradecer. Es cierto que el corazón hay que tenerlo esponjado, no sé si de color rosa, pero yo lo tengo así porque digo lo que pienso y corrijo a quien me parece que puede mejorar o cambiar detern¡minadas formas de actuar.
 
Hace hoy tres meses se ha muerto un hermano mío de 25 años. Ha sido un año de mucho sufrimiento para mí y   para mi familia, porque tenía una enfermedad muy grave y dolorosa, y doy gracias a Dios porque nos ha enseñado a través de mi hermano lo que significa querer a la gente y valorar la vida en su justa medida. Y también le doy las gracias por mi vocación por poner a mi lado a tantas personas de la Obra o no que me han ayudado, acompañado, consolado y prestado fortaleza. Te asegura que ahora soy más feliz porque sé qué es querer y cómo me quieren toda la gente que me rodea.
 
Y hay momentos duros en la vida o puntos de inflexión como tú los llamas en los que necesitas el cariño y la fortaleza de los demás.
 
Un saludo y espero que mi carta te ayude a entender que en la vida lo más importante es luchar por amar a los demás y ayudarles para que sean felices aceptando las limitaciones propias y ajenas
 
Isabel P.
 
Nota de Agustina. Supongo que te refieres a la carta de Mary: "Carta al alguien con crisis de vocación". Ella se dirige a una persona concreta de la que, como puedes imaginar, no debe decir su nombre en esta web para evitar que la Obra la reconozca, y la hace extensiva a todas las que pasen por la misma situación que está o estaba pasando "M" en mayo del año pasado. Su carta empieza así: "Esta carta es para aquellas actuales numerarias confundidas y presas dentro del opus dei, entre ellas, tu "M"., si es que puedes volver a entrar en esta web sin que lo sepan en tu centro".  Un saludo, Agustina. 




Apuntes (V): Vázquez de Prada y el 'affaire' del 'Nunca quisimos'.- Idiota

Querid@s tod@s:

Vuelvo a la carga y nada menos que con un "affaire" (que, según el diccionario académico, no es más que un "negocio, asunto o caso ilícito o escandaloso"). El caso que suscita nuestro escándalo ("acción o palabra que es causa de que alguien obre mal o piense mal de otra persona") es el que llamaré, a partir de ahora, el del "Nunca quisimos".

I.

En la carta que San Josemaría escribe a los miembros del Opus Dei desde Roma el 2 de octubre de 1958, conocida durante algún tiempo como "Non ignoratis" (AGP, RHF, EF-581002-1, documento n° 40 del anexo al libro de Fuenmayor y otros, págs. 563-565), aparece la siguiente frase (n° 12):

"Por la misma razón y con el mismo deseo, para que no pudiera originarse ni difundirse ninguna falsa opinión sobre nuestra vocación específica, nunca quisimos -con conocimiento de la Santa Sede- formar parte de las federaciones de religiosos, o asistir a los congresos o asambleas de los que se dice que están en estado de perfección."

Rocca trae el texto en versión latina como documento n° 41 de su anexo (pág. 187. Esta versión resulta un poco más radical que la española en el punto que aquí nos interesa:

"[...] nunquam voluimus [...] ad congressus sive adunationes convenire cum iis qui in statu perfectionis dicuntur."
('Nunca quisimos asistir a los congresos o asambleas con los que se dicen en estado de perfección.')

II.

Con mucha benevolencia y una pizca de ironía deberemos suponer que, cuando altos cargos de la Obra asistieron en 1950 y en 1956 a sendos congresos "de los que se dice que están en estado de perfección", lo hicieron "sin querer" o "contra su voluntad".

Rocca se lo toma con mucha filosofía:

"Per quanto riguarda la presenza dell 'Opus Dei ai convegni organizzati per gli stati di perfezione in genere o gli istituti secolari in particolare, essa diminuisce con il progressivo distacco dell’Opus Dei dalla figura giuridica dell'«istituto secolare». Si può, quindi, distinguere un primo periodo, fino al 1962 circa, in cui membri dell’Opus Dei partecipano regolarmente ai vari convegni per gli stati di perfezione in genere (ad es., quello internazionale a Roma nel 1950; quello nazionale spagnolo a Madrid nel 1956), presentandosi proprio come membri dell'Opus Dei (così, non solo Escrivá, Alvaro del Portillo e Canals, ma anche Severino Monzo, Amadeo de Fuenmayor, e persino membri del ramo femminile, come Encarnacion Ortega Pardo e Catherine Bardinet)."

La reacción de Estruch es elegante e inteligente, pero, al final del capítulo correspondiente, no puede evitar citar un punto de Surco (n° 602):

"Dices una verdad a medias, con tantas posibles interpretaciones, que puede calificarse de... mentira."

III.

¿Qué dice a todo esto Andrés Vázquez de Prada, biógrafo de San Josemaría? Para empezar, hay que tener en cuenta que, sin entrar en diálogo con Estruch, fecha implícitamente en 1952 el momento en que el Fundador del Opus Dei empezó a alejarse interiormente de la figura jurídica de los institutos seculares:

"Con todo, el peligro inminente era que los Institutos Seculares llevaban camino de ser asimilados a las Congregaciones y demás institutos religiosos261. Peligro que -como señalaba el Fundador en 1952- era ya, por desgracia, una evidente realidad262. Era preciso, por tanto, tomar medidas de urgencia, antes de que la situación empeorase." (El Fundador del Opus Dei III, 562. Cita en negrita de la Carta 12.12.1952, n° 2)

Parece que, sin embargo, la primera manifestación abierta, escrita y pública, de la nueva "política" de la Obra con respecto a su figura jurídica se remonta a 1958, a la carta "Non ignoratis" (ibid. 563). En ese contexto, cita una parte de la frase que ha dado lugar al "affaire" del "Nunca quisimos" y realiza una afirmación que hay que "paladear" porque no tiene pérdida:

"Y para evitar todo posible equívoco, en cuanto a la secularidad del Opus Dei, cambió buena parte de la nomenclatura interna, sustituyéndola por vocablos de neto sabor laical: como, por ejemplo "Directores" en lugar de "Superiores". Además, con objeto de precaver todo posible confusionismo sobre las notas específicas de la vocación al Opus Dei, reafirmó la prohibición de la asistencia de sus miembros a los congresos o asambleas de los que se dice que están en estado de perfección264. Con conocimiento y permiso de la Santa Sede, naturalmente. Y, sobre todo, hizo rezar. Rezar, con todos sus hijos, constantemente; ofreciendo a Dios el trabajo profesional; y celebrando, y mandando celebrar miles de misas, en tanto no se arreglase esa anómala situación 265." (Ibid. 563. Cita en negrita de la Carta 02.10.1958, n° 12)

IV.

¿¿¿REAFIRMÓ LA PROHIBICIÓN??? ¡¡¡A otro perro con ese hueso!!!

Más comentarios, otro día.
Un abrazo para tod@s

Idiota

<<Anterior - Siguiente>> 





Alguien preguntará por qué me fui si tan bien estaba. Para Leo Boig.- Rocaberti

Hola Leo:

El pasado día 31 de octubre, escribiste una preciosa carta en la que dejabas muy bien a los rocaberti, por la parte que me toca, te lo agradezco mucho.

Estoy seguro que la persona que te hizo de preceptor en este momento de tu vida, lo único que hizo fue cumplir con su obligación, ya que, a veces, en el ambiente de la Obra se olvida que la caridad está en buscar el bien del otro, no en manipular a nadie.

Para mí los años pasados en el colegio en  que trabajé fueron maravillosos. Tampoco recibí el trato que he leido en muchos casos, ya que me dejaron bastante a mi aire. Leí lo que me interesó sin ningún veto, viajé dentro de unos límites, y por parte de casi todos los directores recibí un trato más que correcto, y nunca secundé el apostolado de las listas. Nunca se metieron conmigo, y en muchos casos frenaron la presión "apostólica" debido a mis quejas. Con el director del centro de agregados siempre estábamos a la greña, pero él en su sitio y yo en el mío. O sea que un magnífico recuerdo. Alguien preguntará por qué me fui, si tan bien estaba. Porque yo tenía una situación excepcional, y esto se podía romper en cualquier momento, y los mandamases de la obra tenían todos los triunfos en la mano, y yo ninguno. En la Obra sólo cuenta la "nomenklatura", los demás no son nadie. Así que se acabó e inicié otro camino. Si algo echo en cara a la Obra es su desinterés por las almas, le importan un pito si no puede manipularlas. Mucho cuento espiritual, pero a la hora de la verdad lo único que le interesa es controlar al "ganadico".

Si el "rocabertí" que estuvo a tu lado fuera yo u otra persona no es especialmente importante, lo que importa eres tú y que tu experiencia en aquella obra corporativa fuera positiva para el resto de tu vida. Hemos de ayudarnos unos a otros independientemente de nuestro credo y situación personal, pues todos estamos necesitados de ayuda.

Un abrazo, y gracias.

Rocabertí




 

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?