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CORRESPONDENCIA

 

Domingo, 17 de Abril de 2005



"Legalismos sin importancia".- José Antonio

Recuerdo que en la charla formativa que recibí respecto a la situación jurídica de la opus –entonces instituto secular- me dijo el charlador que esas cuestiones eran en realidad legalismos sin importancia, cosas de abogados... porque la realidad era que nos habíamos entregado del todo y para siempre según el espíritu de la opus, y sólo dentro de la opus se sabía cuál era ese espíritu.

 

Verdaderamente –digo yo- para hacer de puertas para adentro lo que a la opus le venga en gana da exactamente igual el legalismo –la etiqueta legal- que le sirva de cobertura, llámese ´instituto secular´ o llámese ´prelatura personal´.

 

No obstante, me parece muy interesante el debate abierto por Compaq (11-4) y los correos que le han seguido, especialmente el de Merlos (15-4), con el que, no obstante, difiero en que –según mi opinión- no queda desmontada la teoría del contrato respecto a los laicos.

 

Contrato hay, aunque sea un contrato nulo, como expliqué en mi correo de fecha 16-3-05.

 

Según el Código de Derecho Canónico los acuerdos (contratos) que asumen los laicos con la Prelatura no suponen que estos laicos pasen a ´ser´ de la Prelatura sino que simplemente se obligan a ´colaborar´ con la Prelatura (permaneciendo fuera de la misma). Algo así como la chica que viene a limpiar a mi casa los jueves por la mañana, que ´colabora´ en el buen funcionamiento de mi familia pero ´no es´de mi familia.

 

Angel (13-4) ha apuntado un tema crucial, a saber, que la Prelatura pretendió tener su propio pueblo –lo cual se ajustaría a la realidad práctica de la opus- pero no le fue concedido, con lo cual, en éste sentido, han quedado al margen de la ley.

 

Para valorar en su justa medida lo que supone legalmente no tener pueblo propio me parece oportuno transcribir y comentar unas anotaciones que he leido en mi Código de Derecho Canónico, editado en 1983 por la Biblioteca de Autores Cristianos (B.A.C.), y anotado por profesores de la Universidad Pontificia de Salamanca.

 

Anotaciones al Canon295.

                                                Resume las competencias del Prelado, en armonía con las finalidades de la prelatura. Todo gira en torno a la formación de futuros clérigos (de ahí la erección de un seminario nacional o internacional), a su incardinación en la prelatura, a la atención espiritual y material de los ordenados a título de servicio a la prelatura. Pero un clérigo existe siempre en función del pueblo cristiano...¿Dónde encuentran éstos presbíteros ese pueblo para cuyo servicio se ordenan?: <<...estableciendo acuerdos con los Ordinarios del lugar al que se envían los sacerdotes >> (mpr. Ecclesiae Sanctae, I, 4 c). El Prelado no tiene pueblo propio; si lo tuviera, la prelatura equivaldría en la práctica a una diócesis personal; y esto ni lo quiso el Vaticano II ni lo acepta el Código.

 

Según mi experiencia opusina, al Ordinario del lugar se le oculta la realidad, de manera que tiene una ignorancia casi absoluta de la cosa.

 

Sería bueno que supiera que él mismo y la mayoría de sus sacerdotes están considerados por la opus como ´mal pastor´ para la gente de la opus (el ´buen pastor´es solamente el sacerdote de la opus).

 

Por tanto, lo de los acuerdos de la opus con los Ordinarios no sé si tendrá existencia real como mero ´trámite burocrático´ o si, simplemente, no existen. Lo que sí sé es que en la opus hay instrucciones muy concretas respecto a las visitas a los Obispos, estableciendo quién puede o debe ir, en qué circunstancias, las cuestiones que se han de tratar, las que se han de evitar, etc. Al Obispo no se le hacen confidencias, ni personales ni de la opus, y para hablar con él se lleva estudiado un guión previamente consultado con el director de la opus.

 

Desde luego la opus vería con muy malos ojos que a algún laico opusino se le ocurriera ir por su cuenta a visitar al Obispo, o a contarle lo que ocurre en un centro de la opus, o a pedirle consejo sobre su vocación o sobre cualquier otra cuestión de orden espiritual o jurídica. Si algún laico de la opus se le ocurriera hacer semejante cosa tendría ya un pie fuera de la opus y el otro casi fuera. Esa es la realidad.

 

¿Es eso servir a la Iglesia como la Iglesia quiere ser servida?. Me parece que no, y me remito a las anécdotas que conté en mi correo de 20-1-2004 (¿Servir a la Iglesia?. Teoría y Práctica), que posiblemente no sean meras anécdotas sino evidencias de una práctica habitual.

 

La prelatura, en la práctica que yo ví equivalía a una diócesis personal, que, como dice el comentario transcrito, ni lo quiso el Vaticano II ni lo acepta el Código. Pero la realidad práctica es esa.

 

 

Anotaciones al Canon 296.

                                                No puede decirse que los laicos incorporados a la prelatura...sean su <<pueblo propio>>; porque su presencia en la prelatura no es la del destinatario de la acción pastoral de los clérigos, sino la del colaborador que potencia las posibilidades de las obras a favor de los fieles situados en los cuadros ordinarios de la organización de la Iglesia, y por eso dependientes de sus propios Pastores, con jurisdicción en principio delimitada territorialmente... Por supuesto eso no impide que tales laicos sean atendidos por el Prelado y su clero en lo relativo al cumplimiento de los compromisos peculiares que asumen libremente, mediante contrato, al servicio de la prelatura; pero tampoco les quita su condición de fieles de aquellas diócesis en las que tienen su domicilio, y, por tanto, quedan bajo la jurisdicción del Obispo diocesano en aquello que el derecho determina respecto a todos los simples fieles en general.

 

Nuevamente la legalidad está muy lejos de la realidad (o la realidad de la legalidad). Los laicos de la prelatura sí son, en realidad, los destinatarios de la acción pastoral de los clérigos (aunque también haya otros destinatarios, en los raros supuestos de apostolado no proselitista).

 

¿Porqué no cambia la opus la realidad para cumplir con la legalidad?. Parece que siguen considerando que estas cosas son legalismos sin importancia, y que, diga lo que diga la ley canónica, ellos van a hacer lo que dijo su fundador que había que hacer. Ellos verán. Y la Iglesia también... porque aparentemente la opus cuenta con la bendición de la Iglesia.

 

Yo creo que llegará el día en el que algún Papa se vea obligado a tomar las riendas del asunto y a hacer con el opus lo que Juan Pablo II hizo con los Jesuitas, es decir, imponerles un Prelado y una cúpula directiva.

 

Por último, es interesante constatar que los laicos que contratan con la prelatura siguen siendo, según el derecho, ´fieles de la diócesis´ (no de la prelatura) en la que tienen su domicilio.

 

José Antonio

                                              

PD para Emevé (15-4): Tu amiga es un encanto. Dale un fuerte abrazo y dos besos de mi parte.





Sobre varios temas.- idiota

Querid@s amig@s:

¡Bien animada está la tertulia, sí señor! Tendría tantas cosas que apuntar y tengo tan poco tiempo para escribir...

Hubiera querido escribir sobre el Papa, pero, después del testimonio-reflexión de Jacinto Choza (13.04.05), ya no queda mucho que comentar. ¡Gracias, Jacinto, gracias! Eso sí, te pediría que, si se puede, nos dijeses quién (qué numerarios) colaboraron en la redacción de "Veritatis splendor" y "Fides et ratio". La afirmación que haces me resulta muy fuerte, no tanto porque pueda ser un indicio de la influencia de (miembros de) la Prelatura en el gobierno de la Iglesia, sino porque los temas que tratan esas encíclicas eran muy específicos de Juan Pablo II, que, a fin de cuentas, fue catedrático de Ética.

El tema de los "fieles" de la Prelatura está haciendo furor, así que, intentando tranquilizar algo a Marypt (15.04.05), quería recordar que, a partir de los trabajos de preparación para la promulgación del código y para la erección de la Prelatura, se produjo y se sigue produciendo una gran batalla (de publicaciones) por la figura canónica, de la que nosotros sólo nos enterábamos de refilón ("consolidar la prelatura" lo llamaban, si no recuerdo mal). En síntesis, se trata del enfrentamiento entre los canonistas de Pamplona (que se llaman a sí mismos la "opinión mayoritaria") y los canonistas de Múnich (llamados "opinión minoritaria" por la "mayoritaria"), que sostienen el punto de vista de Compaq (11.04.05) y Merlos (15.04.05). El asunto debió de ponerse tan grave que sucedió lo nunca visto (ni previsto). La Prelatura del Opus Dei en cuanto tal (o el Prelado) organizó en Roma unas Jornadas de Reflexión sobre la Carta Apostólica "Novo Millennio Ineunte" que poco más o menos sirvieron para que el Papa concediera una audiencia (17.01.2001) a los participantes y leyera un discurso muy normalito en el que había un "parche canónico" impresionante que parecía confirmar la "opinión mayoritaria":

"Estáis aquí en representación de los diversos componentes con los que la Prelatura está orgánicamente estructurada, es decir, de los sacerdotes y los fieles laicos, hombres y mujeres, encabezados por su prelado. Esta naturaleza jerárquica del Opus Dei, establecida en la constitución apostólica con la que erigí la Prelatura (cf. Ut sit, 28 de noviembre de 1982), nos puede servir de punto de partida para consideraciones pastorales ricas en aplicaciones prácticas. Deseo subrayar, ante todo, que la pertenencia de los fieles laicos tanto a su Iglesia particular como a la Prelatura, a la que están incorporados, hace que la misión peculiar de la Prelatura confluya en el compromiso evangelizador de toda Iglesia particular, tal como previó el concilio Vaticano II al plantear la figura de las prelaturas personales.

La convergencia orgánica de sacerdotes y laicos es uno de los campos privilegiados en los que surgirá y se consolidará una pastoral centrada en el "dinamismo nuevo" (cf. Novo millennio ineunte, 15) al que todos nos sentimos impulsados después del gran jubileo. En este marco conviene recordar la importancia de la "espiritualidad de comunión" subrayada por la carta apostólica (cf. ib., 42-43).
"

Recuerdo todavía cómo se nos subrayó en su momento la gran importancia que tenía precisamente ese discurso... No olvidemos tampoco la gran importancia que tuvo en su día la publicación de sendos libros sobre el itinerario jurídico y sobre el encuadramiento teólogico de la Obra... Por algo se hizo, por algo...

(Para los que hayan releído a Flavia (29.01.04), quizá valga la pena recordar también que, "casualmente", D. Álvaro trabajó justo en la comisión que preparó el decreto "Presbyterorum Ordinis" del Concilio Vaticano II, en el que se "inventa" la figura de la prelatura personal.)

Finalmente voy a entrar un poquitín al trapo que tiende José Carlos (11.04.05). Estoy pensando que la presencia de José Carlos (y tant@s otr@s) en nuestra tertulia en la red no sólo es valiosa como muestra de pluralidad y pluralismo y como apoyo para la credibilidad de esta página, sino también porque nos "provoca" para que vayamos desarrollando -ampliando y profundizando- nuestro pensamiento sobre la Obra. De esta manera, José Carlos (junto con tant@s otr@s) desempeña el papel y la función de un interlocutor sincero y válido perteneciente a la Obra que quizá le gustaría tener a alguno que otro y que, de hecho, parece no existir apenas.

Cuando, de pequeño, iba de veraneo al pueblo, me enseñaron que, para eliminar las malas hierbas, había que agarrarlas y sacarlas de la tierra de tal manera que el tallo no se rompiera y la raíz se quedara dentro. José Carlos nos propone en su mensaje ir analizando "rama a rama" la "planta" de la Obra y no se da cuenta de que está dejando sin analizar la "raíz", el punto donde "radica" todo el mal que se manifiesta en las "ramas". Odio repetirme, pero ya me lo perdonaréis: la "raíz" de todos los males está en "ese elemento intermedio que llamo "exigencias de la entrega / vocación / vida de numerario"" que describí en mi respuesta a José Carlos (28.03.05):

"Donde discrepo radicalmente es en el papel que desempeñan las "prácticas fundamentales": las hay buenas y malas. No tengo inconveniente en admitir que las "normas", la "mortificación", etc. puedan ser "prácticas fundamentales" buenas, pero suponen también el punto en donde se puede meter enseguida el gusanillo de lo malo. Cómo se mete ese gusanillo lo ilustré en "Separación" con el paso 2 (otro aspecto del "espíritu" relacionado con la "entrega"). Entre el "espíritu puro" y los "criterios variables" hay un gusanillo corruptor: la mención de unas abstractas "exigencias de la entrega / vocación / vida de numerario" que sirven para relativizar lo que dice el espíritu "puro" y preparan el camino de los "criterios variables", de modo que estos se vuelvan extraordinariamente restrictivos, alienantes y ofensivos para la dignidad de las personas. Es éste el punto que, en mi opinión (siento tener que decirlo así), José Carlos no puede y quizás no quiere ver [...]"

Profundizando más en este tema creo que se puede afirmar esas abstractas "exigencias de la entrega / vocación / vida de numerario" están en la raíz del problema porque son "alienantes y ofensivas para la dignidad de las personas" en la medida en que se pueden reducir a la eliminación de su libertad responsable por medio de la anulación de las dos potencias a través de las que se expresa más perfectamente su ser personal: la inteligencia y la voluntad.

Se anula la voluntad (en la teoría y en la práctica) cuando se exige del numerario aquella famosa obediencia sobrenatural, inteligente, pronta, alegre y qué sé yo qué más. Sobre ese punto escribiré en otra ocasión, porque tiene tela.

Se anula la inteligencia cuando se exige del numerario que "rinda el juicio". No voy a negar aquí que "rendir el juicio" en el sentido de ceder de vez en cuando en alguna opinión personal por motivos ascéticos y de caridad no pueda ser un bonito ejercicio de humildad que, por otro lado, todo el mundo se ve obligado a hacer alguna vez en la vida. Hablando de inteligencia, podemos distinguir entre una inteligencia teórica (que busca la verdad), una inteligencia práctica (que busca actuar moralmente bien: "recta ratio agendi") y una inteligencia instrumental (que busca actuar técnicamente bien: "recta ratio faciendi"). Así pues, resulta que la tan cacareada "obediencia inteligente" en la Obra se reducía únicamente a la inteligencia instrumental; la Obra nos pedía rendir siempre la inteligencia teórica y la práctica, absolutamente imprescindibles para conocer la realidad y, en consecuencia, para poder emitir juicios morales rectos. Hay que tener en cuenta que, cuando hablo de "juicios morales rectos", no sólo me refiero a los actos malos que hay que reconocer y evitar, sino, sobre todo, a los actos buenos que se pueden hacer (sin estar obligado a ellos) y que van constituyendo como una segunda naturaleza. Precisamente estos actos buenos eran los que no nos permitían llevar a cabo porque dejaban de ser pertinentes al existir una detalladísima "criteriología". En mis últimos tiempos en la Obra, había un punto de "Camino" que me sublevaba precisamente por este motivo (617):

"Obedeced, como en manos del artista obedece un instrumento —que no se para a considerar por qué hace esto o lo otro—, seguros de que nunca se os mandará cosa que no sea buena y para toda la gloria de Dios."

Todo ser humano tiene el derecho y el deber de comprobar con su propia inteligencia que lo que va a hacer es "bueno y para la gloria de Dios". Y si su conciencia no le da el visto bueno, está moralmente obligado a omitir esa acción. El juicio de la conciencia no se puede delegar en ningún director.

Cuando la inteligencia y la voluntad no funcionan normalmente y se ven obligadas a aceptar cosas en nombre de la "generosidad" y de las "exigencias de la entrega / vocación / vida de numerario", tarde o temprano, el ser humano se rompe espiritual y psicológicamente -de lo cual existen numerosos testimonios en esta página-. Cuando este principio se aplica a cualquier campo de la vida humana se llega a la lista de puntos problemáticos. En mi mensaje del 25.02.05 (Separación) puse un posible ejemplo pero ese mismo mecanismo funciona de modo análogo en cualquiera de los otros puntos mencionados en la clasificación de José Carlos. Describir cualquiera de esos otros puntos es una empresa aburridísima, a la que no pienso dedicarme.

Se acerca la medianoche y tengo que irme a dormir.
Un abrazo para todos y hasta la próxima

Idiota



Mi experiencia.- Leo Boig

El sábado en que murió el Papa, hacia las once de la noche, entre en Internet para buscar diversas cosas de mi trabajo. Para distraerme un poco, entre en la página web del Vaticano a ver que decía y después se me ocurrió buscar la pagina web del Opus Dei a ver si había reaccionado tan rápido como el Vaticano. Al buscarla, encontré vuestra página. No me creía demasiado lo que estaba viendo. Una pagina que por el eslogan me parecía inicialmente “panfletaria” sin embargo estaba llena de cosas interesantes. Mucha información y especialmente los testimonios de diferentes tipos, con diferentes experiencias, con diferentes enfoques. De seguida note que valía la pena y estuve hasta las 4 de la mañana leyendo y saltando de un sitio a otro.

Yo también me hice o me hicieron (no lo se bien) del Opus Dei (incluso tantos años después siempre digo de forma completa Opus Dei supongo por el recuerdo del dolor que me producían los que hablaban del “Opus”. Entre Opus y Opus Dei hay un infinito en la forma como siento, aun hoy día, esas palabras).

Mi historia será, supongo, muy parecida a la de tantos de vosotros con, evidentemente, todas la peculiaridades y características que una experiencia tan personal, tan íntima y tan profunda pueda tener.

Corrían los años 70 y yo estudiaba “primaria” y no pensaba continuar estudiado después. En el último curso, una profesora nos habló de la excelencia de un colegio y la oportunidad que significaba entrar en el...



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La reforma del Opus Dei (IV).- José Carlos

 

4. La Carta de Derechos

 

En algo coincidimos los que se declaran enemigos acérrimos de la Obra, los que querrían verla suprimida o encerrada, los ex-miembros que agradeciendo todo lo bueno recibido reconocemos la necesidad de reforma, los defensores a ultranza del Opus Dei, y sus mismos dirigentes: los miembros de la Prelatura – y esto incluye a los Directores – no son perfectos, cometen errores, y eso puede causar daño a las personas a su cargo.  Recogiendo una respuesta de un blog de internet favorable a la Obra que no me atrevo a citar,

 

El Opus Dei y sus miembros no son infalibles, ni lo serán nunca. Hay errores, lógicamente, en sus vidas… Con respecto a los testimonios en contra del Opus Dei, diré que no todos esos testimonios son "en contra del Opus Dei". En algunos casos, son testimonios en contra del tal o cual persona del Opus Dei, que tuvo una actuación desafortunada.

 

En el capítulo anterior hablé de la necesidad de estudiar rigurosamente qué criterios variables se han ido institucionalizando pero no responden al auténtico mensaje fundacional que nos inspiró en su día.  Hoy quiero abordar el hecho incontrovertible de las cuestionables decisiones puntuales de directores particulares, que tan serias desgracias y tan profundas heridas pueden ocasionar.  ¿Cómo evitarlas?...



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¡Que Dios nos ampare!.- Yoha

Todos estamos muy pendientes de los próximos acontecimientos en la Iglesia católica. Nuestra fe se manifiesta siempre de manera viva; sin embargo, al escuchar las noticias de los candidatos con más posibilidades de ser elegidos – dígase tendencias conservadoras o progresistas; latinoamericanos por aquí, africanos por allá; que Ratzinger, Rodríguez o el de más allá - como el sucesor de Juan Pablo II, nos salta en lo profundo de nuestras almas la frase “¡que Dios nos ampare!”.

Y es que no es para menos; cuando leí el correo de Jacinto Choza del pasado 13 de abril me entró una sensación de vacío interior muy grande: “Porque cuando leí la Veritatis splendor y la Fides et ratio, sabía que esas encíclicas no eran suyas. Entre otras cosas, porque conocía a uno de los numerarios que las redactó y que me contaba con orgullo la labor que estaban realizando. Esas encíclicas sí que se comentaban mucho en la Obra, porque habían salido de la Obra, pero en cambio, otras visiones de la identidad de la iglesia, como las que aparecen en la Dies Domini o en el Catecismo de la Iglesia Católica, no se comentaban porque son muy ajenas.”… ¡que Dios nos ampare!

Y es que la memoria me falló luego de ya 5 años de haber perdido contacto con el opus; con qué orgullo y arrogancia nos jactábamos de la gran influencia que teníamos en el Vaticano. ¿Quién maneja a quién? es la pregunta o ¿a quién seguimos: al Papa como figura pura y representante de Cristo en la tierra ó a un Papa influenciado por un grupo, cualesquiera que este sea?… ¡que Dios nos ampare!

Cuando la televisión mostraba en estos días en la Plaza de San Pedro la imagen de la virgen – sí, esa misma, la que está adosada en cerámica en un costado de la Plaza – me recordaba aquellos comentarios jactanciosos que nos contaban: alguien le preguntó al Papa de que por qué no había una imagen de la virgen en la Plaza… y ¡pum!, como por arte de magia, apareció la Plaza de San Pedro con su cuadro de la virgen; como debe de ser: en “cada habitación de la casa”… ¡que Dios nos ampare!

Así entonces - sin dudar de la capacidad física e intelectual que tuvo Juan Pablo II hasta el día de su muerte - me surge de nuevo ese vacío interior ante lo que hasta aquí he expuesto, en este comentario que no pretende ser nada riguroso: ¿quién escribió las últimas cartas a los sacerdotes; cartas apostólicas; catequesis; discursos; mensajes de las Jornada mundiales; etc. del año 2005?... dame más fe Señor, ¡que Dios nos ampare!

Por mi parte, espero en Dios todopoderoso que el nuevo Papa nos guíe por el camino de la Verdad y que el Espíritu Santo le ilumine para buscar el “equilibrio” en la Iglesia: balancear lo que se nota ha sido desbalanceado ¡que Dios nos ampare!.

Yoha





Amar es el arte más importante de la vida.- Nasruddin

Hola, Emeve !

Varias reflexiones para tu amiga :

1. se prueba el movimiento caminando y... amando se aprende a amar.

2. lo fundamental en la escuela del amor es desarrollar el amor por... uno mismo, lo cual supone descubrir la autentica maravilla que uno es (que le vale el don precioso de todo un Dios)

3. Amarse supone la autoestima, la cual supone a su vez tener una imagen consciente de lo que uno es

4. Si falta ese amor de si mismo, siempre se va hacia el otro viéndole como el que puede completar mi propio vacio; en ese caso, el "amor" se hace apropiación, no deseo sino necesidad, no compartir sino coger, no comunion sino consumo: de ahi, el "Amaras a tu projimo como a ti mismo"

5. Segun lo que dices, Emevé, tu amiga tiene una herida muy profunda de autoestima (lo bonito de esa herida es que nos recuerda que hemos nacido para el amor). Pues bien, que sepa que su valor no depende de la aprobacion ni del amor de otros hacia ella. A lo mejor ya pudo disfrutar de un helado al chocolate Haagen-Das... qué rico ! Pues fijate: los hay a quienes no les gusta ese helado. Que la amen a ella o no, no dice nada de su valor sino... del gusto de los otros.

6. Que se trate bien a ella misma, que se respete, que sea dulce y cariñosa con ella misma -tal como Cristo mismo la trataria !-

7. Sobre todo, que aprenda a vivir con paz en el alma, abandonando sus preocupaciones : iacta cogitationes tuas in Domino, et Ipse enutriet tibi ! Quiero decir con esto que tenga paciencia con ella misma : amar es el arte mayor de nuestra vida : requiere tiempo, maduracion, experiencias... y meterse lios en la cabeza, no ayuda : no se hace crecer mas rapido una planta, tirando de la hojas, verdad ? Pues, muchas veces, pretende nuestra cabeza acelerar el proceso pensando mucho, digo, demasiado: no ayuda! Al contrario, impide estar en contacto con otra instancia interior mas sabia...

8. Que se deje ayudar y acompañar por un profesional: un buen terapeuta ayuda mucho a recobrar la autoestima (y dile que eso no es para los locos como algunos pretenden en la Obra). Permite tener un dialogo en el cual, uno pone las circunstancias a distancia, permite hacer una lectura reposada de lo que uno vive, descubrir su sentido, adaptar el rumbo...

Yo tengo la convicción de que los quince años que pasé en la Obra de numerario me han llevado a descubrir lo que no es la espiritualidad (al menos la que necesita mi alma), lo que no es el amor (al menos el que anhela mi corazón). Por eso, estoy muy agradecido por esos años -sin duda necesarios- para encaminarme hacia una vida mas plena ... et abundantius habeant!

Con todo cariño,

Nasruddin





Juan Pablo II y la homosexualidad (Wompi)

Estimados amigos:

Yo fui numerario hace mucho tiempo y alguna vez me he puesto en contacto con vosotros. He leído varios de los libros de vuestra web que me han ayudado bastante a superar el trauma de la “deserción”. Mi vida desde que lo dejé se dirigió a la búsqueda de mí mismo liberándome de las cadenas del opus y de la iglesia católica. Entonces descubrí que era homosexual y decidí vivir completamente tal y como sentía. Tengo novio desde hace 17 años y soy inmensamente feliz. Espero casarme cuando sea posible. Entre vuestros escritos no he encontrado nada que encaje en mi trayectoria vital. Por eso os escribo, para que la gente que mira en este sitio tenga bien abiertas, no sólo las orejas, sino también la mente.

Se ha muerto el papa Juan Pablo II. Un hombre muy poderoso que ha influido muchísimo en la sociedad por canales múltiples. Un hombre controvertido que ha marginado moral y socialmente a los homosexuales. Dicen que es santo. Pero ha dejado un reguero de homofobia que ha calado profundamente entre los católicos. Ha dejado escrito que los homosexuales tenemos una tendencia intrínseca al mal moral… Nuestra vida es “contra natura”. ¿Cómo podría sobrevivir con estos pensamientos un homosexual en la iglesia católica? ¿Cargado de odio y rechazo a sí mismo? Yo quiero que penséis sobre esto sin prejuicios, ¿sería posible? Este enlace expresa perfectamente lo que el papa ha sido para un hombre gay

 http://www.sentidog.com/article.php?id_news=12453

Un abrazo a todos, pero especialmente a los autores de este sitio.

 Wompi





Sobre carnets de la obra: una pregunta para HP.- Labuhardilla

Hola HP,

Lei tu mensaje "El carnet de miembro. Para Compaq.- Hewlett Packard" y me gustó bastante.

Lo que si me gustaria saber si estas fichas (de "fichados"...!!) son las famosas hojas "academia-residencia". Me explico. Recuerdo que cuando pedí la admisión y me pidieron las famosas dos fotos, y pregunté para qué leches las querian, el director del centro me explicó que eran para la "hoja Academia-Residencia". Es cierto que de esto apenas oi hablar en los casi 15 años que estuve metido en el opus, salvo algun comentario de algun despistado que trabajaba en cosas internas aludiendo a las famosa hojas. ¿Son las tesseras a las que haces alusión en tu mensaje las mismas que estas "academia-residencia"?. Hay que ver de lo que se entera uno cuando esta fuera :-D

Saludos

labuhardilla





Quiero mi carnet!!!!.- Gustavo

Estimados Orejas y todos:

Luego de leer el correo de HP respecto del carnet, recordé que efectivamente cuando pité me pidieron dos fotos. En su momento pregunté para qué y me contestaron que era para una completar una ficha en la delegación. También recuerdo que llené una especie de formulario de ingreso. ¿Alguien sabe que era eso?

Todo esto lo había olvidado y ahora quiero mi carnet! ¿se podrá reclamar?

Besos y abrazos.

Gustavo





Recupera tus sueños perdidos. Para Nieves.- Kaiser

Querida Nieves,

No se me ocurre qué decirte. No compartí tus "coordenadas". Pero sí creo que hay una cosa que puede ayudarte y que me ha saltado leyéndote. En tus pocas líneas dibujas un paisaje desolado. Muy parecido al que tenía yo después de salir, aún hoy apenas repoblado del todo. Un paisaje sin sueños. ¿Verdad? ¿Te has dado cuenta? Creo que en esta página no se insiste demasiado en ese pequeño detalle. Lo primero que se nos va en Casa son los sueños. Y cuando digo sueños me estoy refiriendo a las ensoñaciones. Por supuesto que debemos despegarnos de sueños acerca de nuestro futuro profesional (hablo de los numerarios). Y, por supuesto que debemos tener los sueños espontáneos a buen recaudo en la confidencia y la confesión, y más si eran mórbidos y muchísimo más si consentimos y -vade retro, Dios no lo quiera- nos complacimos en ellos. No. Hablo de ese tipo de sueños, propios, por ejemplo, del duermevela, en los que dejamos correr sanamente nuestra imaginación y nos abandonamos a mil peripecias que nuestra sabia imaginación tenderá ante nosotros para quizá así restañar la heridas grandes o pequeñas que nos ha ido dejando el día.

Yo de niño fantaseaba, como casi todo el mundo, a partir de las situaciones más peregrinas y variopintas; pero tenía un sueño recurrente en el que me encantaba dejarme llevar. Me veía en el estadio del equipo de fútbol local en un día grande, compartienmdo alineación con lo más granado del momento. Cada uno de los lances así "vividos" conformaban una realidad más intensa si cabe que la de cada día, a la que a veces era preciso esquivar por instinto de supervivencia. No me extenderé. El calentamiento, los gritos desde la grada, el pitido inicial, los primeros compases, las jugadas, los goles (repetidos una y otra vez y hasta en cámara lenta antes de que existiera lo que se dio en llamar la moviola). Curiosamente, en la ciudad había más equipos locales, y yo era de otro, más modesto y rival del de mis sueños. Pero vestir la indumentaria de mi equipillo del alma, marcado por las desilusiones y el sufrimiento no era suficiente, había que compartir el éxito con los grandes ídolos y en su estadio lleno hasta la bandera... era la gloria suprema. Y sumergirme en la ensoñación, con ese o cualquier otro argumento, venía a ser un bálsamo que me ayudaba a restañar heridas y disponerme a afrontar un nuevo día con ánimos renovados.

En Casa se acabó. El tiempo de la noche era para la oración en silencio. La mera complacencia en la ensoñación era un síntoma de debilidad de espíritu. Y no lo digo como reproche. Lo digo con plena convicción. Las cosas son así. ¿Qué es eso de entretener la atención en nosotros? ¡Menudo gesto de egoísmo!. ¡Y menuda ñoñería!

El resultado fue la creatividad anulada,  sepultada y cerrada bajo siete llaves. Y esa mente chispeante y febril del niño ya adolescente ofrecerla como una víctima propiciatoria más, como una de tantas cosas de las que has de desprenderte para seguir ligero de equipaje la llamada.

El día después todo era un erial. Así hasta hoy. Y lo que te rondaré, morena. Una lobotomía yo creo que no habría sido más expeditiva. Cierto es que uno ya no tiene edad y, vamos, que se le ha pasado el arroz, pero menos cierto es que ahí tenemos un filón y quizá, tirando por ahí del hilo, seamos capaces de recomponer la vida que dejamos atrás, como ese juguete roto que aparece al fondo del desván y que nos devuelve los aires de los viejos y olvidados paraísos perdidos.

Espero haberte sido de utilidad.

Kaiser





¡Cuidado, Amapola!.- Kaiser

Querida Amapola,

Que no basta con ser virgen. Acuérdate de lo de las vírgenes necias, que eran muy vírgenes muy vírgenes, pero muy necias muy necias. Tenéis que ser vírgenes y guapas y listas como el hambre y eficaces y discretas y fieles y obedientes y serviciales y humildes... No te digo nada, ni la peor oposición. ¿Y todo para qué?

Tienes toda la razón en lo de la cadena de transcriptores, traductores, traductores de traductores, interpretadores -hermeneutas diría aquí el enterado de turno-, etc... y en tu intuición del acomodo que el poder de Roma encontró en la estructura eclesial pujante de entonces. Te acompaño también alzando tu puño airado cuando te preguntas por qué hemos nosotros de esperar al juicio final mientras otros ya han resuelto la papepeleta.

Pero, cuidado, amiga querida. Y te digo esto porque sé que sabes que te aprecio y que no te deseo ningún mal. Que tu enfado no te haga extraviar el rumbo. Admíteme que muy comunista no debía ser Jesús cuando aceptó la discriminación de la que hablas resucitando por la vía rápida. Ademas, ya más en serio, no es la propiedad, ni el poder ni el dinero el centro de la vida cristiana. No se trata de un reino de este mundo. En eso estamos de acuerdo. En este mundo hay que medir y contar y pesar las cosas. Y las cosas se acumulan, se quitan, se pierden, se dan, se roban. Y esos movimientos de las cosas tendemos a juzgarlos con ojos mediocres. No es ese el terreno de Jesús. Cierto que es precisamente de ello de lo que se han beneficiado algunos a costa de los más, con todo el rollo ese del apego a las cosas y vivir la pobreza. Pero, allá ellos, con su pan se lo coman. Les auguro un corto vuelo hacia la santidad.

Porque, mira. Admito que a tí en Casa no te ocurriera lo que te voy a decir, pero si yo saqué algo en limpio es que en esta vida el asunto más importante que tenemos que ventilar es el de la santidad. Ese es el único negocio. Nos jugamos la santidad y todo lo demás son gaitas. Y no lo digo en el sentido de que tengan o no razón. Lo digo en el sentido de que esa era una idea central  y obsesiva. Todo aquello de ofrecer los detalles pequeños, las contrariedades, las penas , las alegrías, las obras, las actividades, las comidas, las esperas, los viajes, las duchas frías, las disciplinas, el cilicio, la charla plomo, la convivencia, el encargo, el cepillado de zapatos, la meditación, el rosario, la corrección fraterna, el mejor asiento para otro, el desaire, la derrota deportiva, la risa, el llanto, la canción... la rectitud de intención... Todo aquello de la presencia de Dios, de la filiación divina, las jaculatorias, los saludos, las genuflexiones, los tiempos de silencio... Todo por la santidad. Estaba hasta en la sopa, que tú habías preparado; la ropa, que yo lucía gracias a tí; los pequeños y grandes escollos domésticos que precisamente tú te encargabas de solucionarme; esa rosa roja en la cruz de palo en los días señalados; esa decoración de Navidad, que me elevaban el espíritu y me permitían creerme falsamente acreedor al mejor puesto en el más allá. Y encima tenías que oirme cantar a coro lo de que "¡qué más daaaa.... que más da que en mi camino haya punzantes espinos si sé que roooosas habráááá!". No eran rosas, sino Amapolas. Y vaya si se habían ganado el cielo mil veces antes que yo, venga a limpiar mis espinos para que llegara mejor y más descansado.

Así que no te "comas el tarro" ahora, Amapola querida, movida por el arrebato, y guarda en tu seno el tesoro que tienes ganado, que a buen seguro no ha de caer en saco roto. Cierto que te cayó sin tú esperarlo, pero no le volviste la cara y eso lo tienes ahí y nadie habrá de quitártelo. Vive la Fe del carbonero. No de boquilla, como se decía en Casa, con todo ese aparato apologético-mediático que rodea la formación interna y que a un carbonero le duraría lo que tardaría el hombre en emborronar las letras de los libros con sus manazas con esos dedos como sellos de auténtico santificador del trabajo cotidiano (¡Jesús, qué ordinariez y qué asco!).

Te has ganado el cielo. No mires atrás.Y no te me pierdas con los cantos de sirena. Sigue en primera línea. Y una vez ahí, cuídate mucho. No te vaya a pasar lo de Carmen Charo en la fotografía del UNIV, que los energúmenos que acabamos invariablemete aguándole la fiesta a cualquiera que se ponga por delante, no vamos a dejar de ti ni los restos.

Un fuerte abrazo. 

Kaiser





Preguntas sobre los estudios internos.- U2

Me gustaría que si alguien ha estado en una Delegación o  lo sabe por otras fuentes me explique lo siguiente:

- Validez y equivalencia de los "estudios internos" de una numeraria

-Posibilidades de convalidaciones y reconocimientos civiles externos en España

- Cómo conseguirlos de la Prelatura si ya ha pasado un cierto tiempo de la salida.( Se alega que ya se han destruido, cosa que dudo, claro)

 Me podéis contestar aquí o privadamente a través de los Orejas

Con cariño para todas-os y muchas gracias por la información

U2





Prensa: La justicia francesa investiga al Opus Dei.- Brian

Recorte de prensa, publicado hoy en Terra, en El Xornal y en El Periódico de Cataluña


agencias

París. -- La justicia francesa investiga al Opus Dei desde 2002 por un presunto caso de "trabajo clandestino", informa el diario Le Parisien du Dimanche.

Instruido por la juez de la sección de asuntos financieros de París Dominique de Talancé, el sumario se abrió en 2002 tras la denuncia de una mujer que aseguraba haber sido explotada en la escuela de hostelería de Doston (Aisne), propiedad del Opus Dei.

La mujer relató a los investigadores que su vida en ese establecimiento se resumía a trabajo, rezos a las 06.30 horas de la mañana, mortificaciones corporales e ingesta de tranquilizantes, y que estaba obligada a entregar parte de su salario al Opus Dei.

En el sumario se han incluido además los testimonios de Bénédicte y Patrice Des Mazery, que han publicado un libro (L'Opus Dei, enquete sur une église au coeur de l'Eglise) en el que relatan con detalle "los métodos brutales de la escuela" de hostelería, como el uso del cilicio por algunos pensionados, según el diario.

La investigación policial, según las informaciones del rotativo, ha confirmado las acusaciones de los Des Mazery.

"Esclavitud moderna"

"Es un funcionamiento sectario. Las chicas están totalmente condicionadas. Estamos frente a una forma de esclavitud moderna", ha afirmado una fuente próxima de la investigación a Le Parisien.

Según la investigación, las chicas son apartadas rápidamente de los circuitos clásicos de la hostelería para trabajar en los establecimientos del Opus Dei con un salario equivalente al salario mínimo interprofesional.

Esas mujeres son privadas de toda vida social y deben dejar regularmente cheques en blanco a sus empleadores, según las mismas fuentes.

En cambio, el responsable de la comunicación del Opus Dei en Francia, Arnaaud Gency, ha afirmado que "no hay nada en ese dosier. Siempre se encontrarán personas que han abandonado la institución y que no están contentas".

Según el vicepresidente de la Unión Nacional de las Asociaciones de Defensa de las Familias y del Individuo, Jean-Pierre Jougla, el Opus Dei "aplica la misma lógica que la Cienciología y se infiltra en todos los tejidos sociales".



 

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Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?