CORRESPONDENCIA

Viernes, 15 de Abril de 2005

El comentario sobre la naturaleza de los miembros laicos del Opus Dei que Compaq ofrecía en su artículo, es bastante interesante. Como jurista, no obstante, me surgen ciertas dudas y al mismo tiempo me surgen bastantes certezas.

Voy a intentar analizar un poco más, lo que Compaq apuntó de una manera muy gráfica y pedagógica: los laicos ¿fuimos alguna vez miembros del Opus Dei?

Efectivamente, el canon 294 CIC, al definir la composición de las Prelaturas Personales no menciona a los laicos, tan sólo a presbíteros y diáconos. Pero lo más inquietante del tema es que ese mismo canon concede unas determinadas finalidades a dichas prelaturas personales, que sólo con mucha imaginación podemos aplicárselas al Opus Dei. Dice así el canon 294: "Con el fin de promover una conveniente distribución de los presbíteros o de llevar a cabo peculiares obras pastorales o misiones en favor de varias regiones o diversos grupos sociales, la Sede Apostólica, oídas las Conferencias Episcopales interesadas, puede erigir Prelaturas Personales que consten de presbíteros y diáconos del clero secular".

Este canon, parte de una idea distinta a la que luego se le aplica al Opus Dei. Pues, en primer lugar parece que el clero secular sea ya preexistente, haciendo una posterior incardinación a la Prelatura creada para atender determinadas misiones u obras pastorales, o incluso sólo para distribuir mejor al clero secular. Por otro lado, si bien no lo impide, en este canon no parece que se identifique la idea de Prelatura Personal con Prelatura Universal, pues la Santa Sede debe oir a las Conferencias Episcopales implicadas, es decir, no parte de la idea de que la Prelatura Personal sea Universal, sino que por muy personal que sea mantiene unos límites geográficos y es por ello que se consulta sólo a las Conferencias Episcolaes afectadas.

En ese sentido comparto la idea lanzada por Compaq, porque el c. 294 en ningún momento habla de laicos, y la configuración que se le da a las prelaturas personales es puramente clerical.

Ahora bien, también es cierto que el c. 295 dice que: "la prelatura personal se rige por los estatutos dados por la Sede Apostólica y su gobierno se confía a un Prelado como Ordinario propio, a quien corresponde la potestad de erigir un seminario nacional o internacional, así como incardinar a los alumnos y promoverlos a las órdenes a título de servicio a la prelatura" De lo que se deduce que hay una remisión a lo que digan los Estatutos de la prelatura personal sobre el régimen interno de la misma. Pero sigue siendo curioso en este canon, el hecho de que los laicos no aparecen, y sólo se menciona la incardinación de alumnos a los seminarios (porque así se llama, nada de centro de estudios internacional ni zarandajas, Cava Bianca es un seminario como un piano). Otra cuestión curiosa, es que al estar integrada en la estructura de gobierno de la Iglesia, el que pone y quita Prelados (porque son los Ordinarios de la Prelatura) es el Papa, y no tiene ni siquiera que nombrarlos de entre el clero incardinado en la propia Prelatura, de la misma manera que en una diócesis no hay por qué nombrar a un Obispo local, pudiendo ser de cualquier otra parte del mundo. El segundo párrafo de ese c. 295 dice que "el prelado debe cuidar de la formación espiritual de los ordenados con el mencionado título así como su conveniente sustento". Es decir, que sólo de los ordenados a título de servicio a la prelatura, o lo es lo mismo en este caso, sólo de los sacerdotes numerarios o de los coadjutores (agregados ordenados). Los laicos siguen sin aparecer, y la única esperanza que queda es lo que digan los Estatutos.

Avanzando en la regulación sobre las Prelaturas Personales, encontramos el siguiente canon, el 296, y, por fin, se nos menciona: "mediante acuerdos establecidos con la prelatura, los laicos pueden dedicarse a las obras apostólicas de la prelatura personal; pero han de determinarse adecuadamente en los estatutos el modo de esta cooperación orgánica y los principales deberes y derechos anejos a ella" Este es el canon clave de nuestra discusión. Según mi modesta opinión, los laicos cooperan con la prelatura, si se quiere de una manera muy intensa, pues pueden cooperar orgánicamente y en la dedicación a las labores apostólicas de la prelatura, según prevean los estatutos, pero no dejan de ser cooperadores, y así lo determina este canon. Por mucho que los Estatutos digan otra cosa, como quiera que el Código Canónico es una norma jerárquicamente superior, y por mucho margen de maniobra que contemple este canon, los términos empleados son bien distintos cuando se habla de laicos a cuando se habla de clérigos: en un caso habla de incardinación (c. 295.1) y en el caso de los laicos de cooperación. En conclusión, el código canónico no comtempla a los laicos como miembros de iure de las prelaturas personales (lo cual es lógico, pues difícilmente los Obispos Diocesanos admitirían la coexistencia con una estructura capaz de "robarles" pueblo, por las razones más prosaicas). Para el código canónico los laicos de la prelatura son cooperadores.

Y si no son miembros de iure, habrá que aplicar lo que dice el c. 94.2 "los estatutos de una corporación obligan sólo a las personas que son miembros legítimos de ellas..."

De ahí la importancia del hecho de que en la "incorporación" de los laicos no haya documento oficial alguno. Y eso en Derecho es básico, pues por muy unido o incorporado espiritualmente que se sienta uno a la organización, la realidad es que no se es más que un mero cooperador. El clero de la Prelatura puede acreditar su condición de tal, pues están incardinados a la misma, dependen disciplinariamente del Prelado y de su autoridad, el Prelado decide sobre su detino, etc.; los laicos en cambio no. Por ello, los laicos deben acudir a sus diócesis para la obtención de los Sacramentos que dejan constancia documental, tal como el bautismo o el matrimonio, pues la Prelatura Personal no puede darles cobertura legal ante la Iglesia.

La conclusión es clara: jurídicamente, la Prelatura no tiene fieles incorporados, sólo tiene cooperadores. La paradoja es que, cuando la Obra era Instituto Secular, sí tenía fieles incorporados por los votos particulares; y sólo tras alcanzar el nuevo traje jurídico se ha visto despojada jurídicamente del pueblo. 

Y en consecuencia de lo dicho, la teoría del contrato, se desmonta, pues nadie  puede adquirir obligaciones contractuales de incoproración si no se es capaz por la propia naturaleza del contratante (laico) de efectivamente incorporarse, pues sólo pueden ser miembros de pleno derecho de una prelatura personal los clérigos. Eso explicaría, lo que en algunas ocasiones hemos presenciado durante nuestro paso por la Obra: de repente, determinados directores son ordenados sacerdotes fulgurantemente, pero siguen en sus puestos, es decir, no se van de la delegación en la que servían, siguen sólo que con sotana; o lo que es lo mismo, su ordenación no obedecía a razones vocacionales o de necesidades pastorales, sino más bien jurídicas, lo cual nos llevaría a hablar de la licitud de determinadas ordenaciones dentro de la obra, pero eso es otro tema.

Espero haber aclarado un poco más la discusión sobre el particular

Un abrazo a todos

Merlos

Muy interesante lo que comenta Compaq, especialmente cuando dice:

«Recuerdo una explicación que se nos daba dentro de la institución (...). Nos decían: "pertenecer a la obra es como pertenecer a un club, al Real Madrid (club de fútbol), por ejemplo". Pues no señores. si yo pertenezco al club de Real Madrid, poseo un carné de socio, con mi foto, con mi número de carné de Identidad o pasaporte, que me acredita como tal...».

Bueno Compaq, tú sabes que a veces en la Obra las cosas se decían de una manera tal que se entendiera de otra, que finalmente era la que inicialmente se decía pero que tenía que que quedar como si no lo fuera y bueno, uno no sabía bien cuándo hablaban en metáforas y cuándo en lenguas.

Pues bien, en la Obra existe el carnet, con la diferencia de que sus miembros no lo poseen ni saben de su existencia. Raro, ¿no? ¿Por qué alguna vez no harán algo como dijo Jesús, sencillamente «Si, Sí» o «No, No»?

Muchos amigos de la Obra que leen "por casualidad" esta web se enterarán aquí por primera vez que tienen carnet :) Como tarea para sus casas, se les manda preguntar a sus directores (regionales) si existe tal carnet :)) y que vean la cara que ponen sus directores cuando les pidan a ellos «quiero ver mi tessera» (si no ponen cara de sorpresa, es porque también leen opuslibros, o sea es un buen test).

Bien, esos carnetes existen sólo para los ojos de los directores. Nadie puede ver su propio carnet, salvo que sea director regional o de delegación. Se guardan en un cuarto con llave, dentro de un armario con llave también. Se parece más o menos a la puerta de Villa Sachetti que describe Carmen Tapia.

Pues, como la carta de admisión: todo lo por escrito se lo quedan los directores y a cambio no te dan nada, ni si quiera el carnet que te corresponde: ¡qué avaricia burocrática!

¿Para qué se piden las dos fotos al momento de hacer la admisión y luego cada 10 años para "actualización"? Pues, una para la tessera regional y otra para la de Roma. Lo normal en cualquier trámite es que cuando uno da dos fotos, una es para el carnet propio. Pues en la Obra no, las dos son "para ellos".

En todas las Comisiones hay lo que se llama un archivo de tesseras (palabra que les dará horror a los directores, ya que es "secreta" pues sólo la conocen quienes han trabajado en la comisión y afuera jamás se nombra), es una palabra italiana que en español significa tarjeta de identidad o carnet. O sea, como en el Real Madrid, vamos... pero con la "pequeña diferencia" que sus socios no tienen ni la más mínima idea de su existencia.

¿Y por qué nadie sabía de ello? Pues porque había un juramento de no hablar nunca de lo que allí dentro de la comisión sucediera. Y como dentro de la formación que da la Obra "no estaba incluido" el hablar de la existencia de tales carnetes, nadie se enteraba sino "sólo los iniciados". El círculo de silencio era perfecto.

¿Tanta complicación para admitir que existe un carnet? ¿Cuál es el bendito problema de admitirlo y de que los propios miembros lo sepan y lo puedan ver, sobre todo los mayores, que puedan ver sus fotos de joven?

Tienen un tamaño que no es cómodo para llevarlo en el pantalón o billetera, una cartulina blanca. Allí están la foto del miembro, el "número de socio" (sí Compaq, existe...) y datos personales. O sea, cada uno tiene un número asignado según el orden de pitaje, por ejemplo "n/agd/s 1/77" sería el/la primer@ numerari@, agregad@ o supernumerari@ de ese año 1977. Ese es el número dentro de la región, al que se le antecede la sigla del país, pues existe el 1/77 de cada región. Al menos hasta no hace mucho seguía siendo así.

O sea, Compaq lamento desilusionarte pero tú tienes asignado un número, aunque ya no seas de los elegidos ;)

Una vez más, uno se entera "afuera" de lo que no se enteró nunca "adentro", mientras se era miembro, miembro de algo que tampoco se sabe muy bien jurídicamente si se era o no. 

O sea, Dionisio es lógica tu reacción y creo que más nos sorprenderemos cuando "se abran los archivos" y nos enteremos de una buena vez "de qué iba eso".

Resumiendo, si como dice Compaq que lo jurídico no está nada claro y como dice Ebe que lo de la revelación está por verse, terminaría diciendo con Satur «¿alguien sabe qué es el Opus Dei?»

un abrazo a todos,

Hewlett Packard (o HP para los amigos)

El Doctor Dallómesbó

Con La Piedra acostumbramos los sábados a visitar el Mercadillo de los Ríííchals, a ver qué hay por ahí. Es como ir al Corte Inglés, pero sin escaleras. La guasa que se llevan los gitanos es de por sí un espectáculo. Uno que vendía alfombras, un Heredia gordo, bigotudo, cetrino, engominado desde las cejas hasta la espalda, viendo que el viento le arrastraba una de las alfombras, gritó:

-         ¡¡¡VÁÁÁMOS RUUUUBIA, COMPRA, QUE LAS TENGO VOLADORAS!!!

Allí pasas un buen rato con los reclamos. ¡`¡CANSONCILLOS DE PRIMERA MÁÁÁNO. UNO A TRES LEÚÚROS… Y, ATENCIÓNNNN, DOS A SEIS LEÚÚROS!!! – como si comprar dos fuera una oferta de no va a más.

De regreso, por una extraña asociación de ideas, me acordé del Doctor Dallómesbó...

Compaq en su escrito del 11 de abril levanta una cuestión importantísima, a la que han seguido los escritos de Angel y de Dionisio (ambos del 13 de abril):

1º) El Código de Derecho Canónico de 1983 dispone lo siguiente acerca de las Prelaturas Personales:

TÍTULO IV

DE LAS PRELATURAS PERSONALES (Cann. 294 - 297) 

 294 Con el fin de promover una conveniente distribución de los presbíteros o de llevar a cabo peculiares obras pastorales o misionales en favor de varias regiones o diversos grupos sociales, la Sede Apostólica, oídas las Conferencias Episcopales interesadas, puede erigir prelaturas personales que consten de presbíteros y diáconos del clero secular.

295 § 1. La prelatura personal se rige por los estatutos dados por la Sede Apostólica y su gobierno se confía a un Prelado como Ordinario propio, a quien corresponde la potestad de erigir un seminario nacional o internacional así como incardinar a los alumnos y promoverlos a las órdenes a título de servicio a la prelatura.

§ 2.  El  Prelado debe cuidar de la formación espiritual de los ordenados con el mencionado título así como de su conveniente sustento.

296 Mediante acuerdos establecidos con la prelatura, los laicos pueden dedicarse a las obras apostólicas de la prelatura personal; pero han de determinarse adecuadamente en los estatutos el modo de esta cooperación orgánica y los principales deberes y derechos anejos a ella.  

297 Los estatutos determinarán las relaciones de la prelatura personal con los Ordinarios locales de aquellas Iglesias particulares en las cuales la prelatura ejerce o desea ejercer obras pastorales o misionales, previo el consentimiento del Obispo diocesano.

2º) Aparentemente este régimen significa que una Prelatura Personal sólo puede estar compuesta por miembros clérigos; los laicos pueden colaborar en las actividades de la Prelatura, ¡¡¡pero no pueden pertenecer a ella!!!

3º) Si lo que se acaba de afirmar es válido para el Opus Dei, las consecuencias son de una importancia extraordinaria.

4º) Y, como la fecha de aprobación oficial del Opus Dei como Prelatura Personal (noviembre de 1982) es anterior a la publicación del Código de Derecho Canónico (enero de 1983), se presentan por lo menos dos problemas jurídicos: un problema de aplicación de la ley en el tiempo; un segundo problema de conjugación de un régimen canónico especial con un régimen canónico general.

5º) En el libro de Giancarlo Rocca, "L’Opus Dei – Appunti e Documenti per una storia", de 1985, estas cuestiones aparecen claramente formuladas en las páginas 8, 9 y 10 del Capítulo Octavo.

CONCLUSIÓN:

Lo que es increible es que -por lo que parece- la simple lectura de los cánones del Código de Derecho Canónico no haya suscitado antes este gran problema. Y que en medio de tantos estudios jurídicos sobre la configuración del Opus Dei como Prelatura Personal, el problema haya sido tratado por una obra publicada en 1985 pero cuyo contenido parece ser casi desconocido!!.

Marypt

El texto original, en portugues:

    El Opus Dei tiene una gran deuda con Juan Pablo II, el Papa que acaba de desaparecer. El gran deseo durante años de la hoy Prelatura se cumplió siendo él Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Al incorporarme a la Obra en 1965, una de las primeras cosas que se me explicó fue que había que rezar por la llamada "intención especial", la solución jurídica definitiva para lo que supuestamente "vio" (este es el término interno que se emplea) el fundador el 2 de octubre de 1928, aunque el hoy santo reconocía que el Señor no le enseñó todo de una vez.

   En aquellos años sesenta, se nos decía a los de la Obra que teníamos que rezar diariamente por la "intención especial". 1965 fue el año en que concluyó sus sesiones el Concilio Vaticano II.  Pocos años después, se nos dijo que Don Alvaro del Portillo, secretario general del Opus Dei, había tenido una entrevista con Pablo VI. Los directores se lamentaban que "aún había que esperar". Eso sí, se nos insistía en la necesidad de la oración. Nnguno de nosotros sabía exactamente en qué consistía esa "intención especial" que iba unida a la llamada "intención mensual", referente a la supuesta desvinculación del opus al régimen del general Franco. A diferencia de aquella intención que consistía en rezar por nuestra parte, ésta última consistía en hablar, bien de palabra o por escrito con cartas a los  periódicos...

Para aclarar que son realmente las Prelaturas Personales, reproduzco los cuatro cánones del Título IV del Código de Derecho Canónico. Son muy claros y dejan sin sustento lo que el Opus Dei afirma sobre su naturaleza:

TÍTULO IV.

DE LAS PRELATURAS PERSONALES

Canon 294.

Con el fin de promover una conveniente distribución de los presbíteros o de llevar a cabo peculiares obras pastorales o misionales en favor de varias regiones o diversos grupos sociales, la Sede Apostólica, oídas las Conferencias Episcopales interesadas, puede erigir prelaturas personales que consten de presbíteros y diáconos del clero secular.

Canon 295.

1. La prelatura personal se rige por los estatutos dados por la Sede Apostólica y su gobierno se confía a un Prelado como Ordinario propio, a quien corresponde la potestad de erigir un seminario nacional o internacional así como incardinar a los alumnos y promoverlos a las órdenes a título de servicio a la prelatura.

2. El Prelado debe cuidar de la formación espiritual de los ordenados con el mencionado título así como de su conveniente sustento.

Canon 296.

Mediante acuerdos establecidos con la prelatura, los laicos pueden dedicarse a las obras apostólicas de la prelatura personal; pero han de determinarse adecuadamente en los estatutos el modo de esta cooperación orgánica y los principales deberes y derechos anejos a ella.

Canon 297.

Los estatutos determinarán las relaciones de la prelatura personal con los Ordinarios locales de aquellas Iglesias particulares en las cuales la prelatura ejerce o desea ejercer sus obras pastorales o misionales, previo el consentimiento del Obispo diocesano.

            De todo esto, se desprende:

a)     Las prelaturas personales se crean con dos objetivos, ambos clericales, el de una “conveniente distribución de los presbíteros o de llevar a cabo peculiares obras pastorales o misionales”.

b)     La función de pastor sólo corresponde a los sacerdotes y a la jerarquía eclesiástica. Por tanto, las prelaturas personales tienen que estar formadas exclusivamente por “presbíteros y diáconos del clero secular”, así como por un prelado.

c)      Queda establecida una función subordinada del laico. Hay una clara diferenciación entre el elemento clerical, que integra la prelatura, y los laicos con los cuales la prelatura puede llegar  a un “acuerdo” (acuerdo, como el término lo denota, implica un vínculo contractual no integración).

d)     Pero, además, este “acuerdo” es sólo para establecer las condiciones en que pueden los laicos “dedicarse a las obras apostólicas”, nada más. A ese nivel se reduce su cooperación.

e)     El papel de los laicos es tan marginal que de los 4 cánones sólo uno está dedicado a ellos, los demás a la creación de seminarios, la preocupación por los ordenados, la relación con los obispos, etc.

En conclusión, todo parece indicar que lo que se ha erigido en Prelatura Personal es en realidad la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. La cual puede llegar a un “acuerdo” con los  laicos del Opus Dei para que cooperen, de manera orgánica, con “las obras apostólicas de la prelatura personal” de  la que no pueden formar parte. Salvo algunos numerarios o agregados que estudian en los seminarios de la prelatura, ya que el prelado tiene la potestad de “incardinar a los alumnos y promoverlos a las órdenes”.

Definitivamente, lo que hoy se conoce como la Prelatura Personal de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y  Opus Dei, no es la Obra en la cual pité hace más de 40 años.

Ángel

Es muy interesante lo que ha planteado Compaq. La posibilidad de que una prelatura personal no admita más que  presbíteros y diáconos del clero secular respondería a algunas de mis dudas. Sería el motivo por el que tras 23 años el Opus Dei sigue siendo la única prelatura aunque existan otras organizaciones muy similares, se debería a que esa solución no la quieren para sí. También sería el motivo por el que los sucesivos prelados del Opus Dei no son obispos del Opus Dei sino que son titulares de sedes (¿alguien sabe dónde está Cilibia?), casi creadas ad hoc. Parece que aunque el opus intenta transmitir que es algo similar a una diócesis no termina de ser del todo cierto.

Esto mismo creo que es lo que dejaba ver Rapelu en su último correo cuando hablaba de la ausencia de propiedades del opus que sólo son para mantener a su clero, y que espero que en algún momento amplíe.

Invito a los que tengan datos sobre este asunto que nos vayan ilustrando a los demás pues podría ser algo muy importante para explicar el comportamiento del opus. También, y eso es lo que más me importa, serviría a los que todavía andan con sentimiento de culpabilidad por haber abandonado una institución a la que realmente no habrían pertenecido.

Por otra parte, esto mismo me hace cuestionarme algunas cosas. Si esto es así, ¿Cómo el Prelado del Opus Dei dice que la organización tiene 83000 fieles y  33000 en España? Realmente ese no es el número de sacerdotes. Es más, las personas que intervinieron en la aprobación del Opus Dei como prelatura personal ¿no deberían informar a los fieles de la prelatura que realmente no lo son?

En concreto Juan Pablo II, al que muchas veces se le ha acercado gente diciéndole: Santo Padre, yo soy del Opus Dei. ¿No debería haberles contestado- por ejemplo a las mujeres -: no hija no, para ser del Opus Dei hay que ser presbítero o diácono, cosa que tú como mujer no puedes ser?

Mi posible explicación es que Juan Pablo II hiciera lo mismo que cuando hablamos de que nos hemos comprado un Ferrari o un Picasso, lo que realmente se entiende es que nos hemos comprado un coche de la factoría Ferrari o un cuadro pintado por Picasso. El que dijera que es del Opus Dei, se entendería como que es cooperador, simpatizante o voluntario de la Prelatura Personal del Opus Dei y Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.

Da vértigo sólo pensar que no fuese así y que las personas que estarían al tanto de lo que sería realmente una prelatura, no hubieran atajado la propaganda del opus.

Sonsoles

Preguntas GMA que en dónde estaría el Opus en el momento en que crucificaron a quien vino a cambiar el orden establecido. No es difícil responderte;  yo pienso, sin lugar a dudas, que estaría del lado de los poderosos, lo mismo que otras muchas congregaciones religiosas y lo mismo que la actual Iglesia Católica.

Después de 2.000 años, la esencia, de las palabras de Jesús, se ha ido diluyendo entre las manos de los traductores de los traductores de los traductores de los..., de los que escribieron los evangelios.

La Iglesia de nuestro tiempo no puede ser más antagónica de la que crearon los Apóstoles de Jesús. A veces pienso que los romanos (que, según nos cuenta la historia, perseguían y mataban a los primeros cristianos, viendo que haciéndoles mártires, éstos tenían más fuerza de atracción para conquistar nuevos adeptos), decidieron introducirse como nuevos cristianos, "Si no puedes vencerlos, únete a ellos", para, desde dentro, hacer y deshacer a favor del poderoso, como habían hecho siempre.

Creo que Jesucristo era una especie de comunista que deseaba que todo fuese de todos. Y, sin embargo, ¿cuánto no ha luchado la Iglesia por derrocar el comunismo? De acuerdo que el de la Unión Soviética era un sistema no muy recomendable pero, ¿no introducirían, en su día, (quién fuese), agentes "corrompedores "  que impidiesen que prosperase la idea original?

Caramba, no es que yo esté a favor del comunismo, al menos, no del que conocemos, pues está bien claro que (sin una adecuada educación) nadie pondría interés en cuidar las cosas que no le pertenecen -véanse papeleras y otros enseres de la calle que aparecen rotos continuamente-. Por otro lado quizás no hubiese tanto esfuerzo creativo.

Volviendo al tema de la Iglesia, te diré que me temo que ésta no está a favor de la felicidad de las personas, no aboga por la idea de que Jesús (con su sacrificio) nos liberó del pecado de Eva y de que Él resucitó (o sea, que ya podemos ser felices), sino por todo lo contrario, sólo nos muestra el dolor y el sufrimiento de Jesús y nos pide que hagamos otro tanto.

Nadie que quiera vivir, al pie de la letra, lo que manda la Santa Madre Iglesia, podrá ser feliz.
Hablemos de las mujeres, por poner un ejemplo, ¿qué mujer nos ponen como modelo a seguir?: la Virgen María. Bien, ahora imagina que todas las mujeres siguiéramos, a pies juntillas, su ejemplo: habría que permanecer virgen. El no serlo es algo muy feo pues Ella (aun estando casada) permaneció virgen. Resultado: se acabaría el mundo.

Otro ejemplo: Jesús resucitado. ¿Por qué Él resucitó a los tres días de haber muerto y yo tenga que esperar (cuando muera), hasta el fin del mundo?

Te pondría mil ejemplos de impedimentos "iglesiles" para la felicidad, pero me basta con recordarte la falta de libertad a la somete a sus seguidores, tú hablas del preservativo, pero hay más, mucho más.

En cuanto al Opus..., lo mismo pero multiplicado.

Amapola

Tengo una conocida mía, a quien cada día conozco mejor, que tiene muchos problemas, algunos amigos suyos le dicen que los problemas que tiene se deben a que es inteligente y piensa mucho y por eso se hace muchos líos, que si fuera tonta y no pensara, no tendría ninguno, y entonces ella piensa que sus amigos son muy buenos y quieren levantarle el ánimo y que si lo que le dicen no fuera sólo una “galantería”, desearía ser muy tonta. Aquí entre nos, la pobre es algo tonta, porque se complica mucho la vida cuando debería complicarse menos y ser feliz, pero no puede.

Esta chica fue Numeraria, y evidentemente una de las cosas que más la ha marcado en la vida ha sido ese pensar que Dios la había elegido desde toda la eternidad y que luego Dios cambió de parecer, ese encontrarse en una vida sin sentido (sin vocación) la ha afectado mucho, aunque ella ha tratado de minimizarlo, no fastidiar a nadie con sus quejas, y llevarlo todo sola y calladita, para no “hacerla larga” y a ver si callándolo se le olvidaba. Nunca lo pudo olvidar, así que ha buscado otras alternativas, y las está intentando.

Uno de los problemas de esta chica (y ella no sabe cómo decirlo ni a quién acudir, y ha acudido a mi) es el de los sentimientos. Recientemente le han ayudado a notar que es una persona con mucha necesidad de dar y recibir afecto, de mimar y ser mimada, y que una de las cosas que la decepcionó tanto de la Opus y que la terminó por enfermar, fue la frialdad y la “caridad oficial” que se vive dentro. A pie de página hay que decir que es un crimen que hagan pitar a la gente metiéndole tonterías en la cabeza, sin fijarse antes si podría resistir la frialdad, la falta de cariño de verdad y tantas cosas de la vida de un numerario que no se saben sino hasta que se vive, hacen pitar a gente a quien apenas conocen, y si la persona no se “adecua” la sacan sin explicarle mucho (y sin haberle advertido que está en “observación” todo el tiempo), no sea que se dé cuenta que la Opus hizo mal.

Lo que le pasa a esta chica es que ha conocido a la distancia a un hombre, y no se explica muy bien cómo (la pobre se lo quiere explicar todo, aunque yo le digo que no se haga tanto drama) pero ella siente que él tiene todo lo que ella quiere y hay días en que cogería un avión sólo para darle un abrazo. Claro, el drama comienza porque ella (así como yo y muchos exes) tiene una inmadurez efectiva monstruosa, y no sabe si lo que siente es pasajero (una mera ilusión) o es sincero. Por otro lado, esta mujer, está “acostumbrada” a que todo lo que quiere le salga mal, viene de una niñez donde percibía que muchos de sus familiares cercanos no la querían (a pesar de tener una madre amorosa) y luego se mete al Opus donde pensaba que iba a amar y ser amada, y la terminan sacando y dejando sola, así que está convencida que el objeto de su afecto no la querrá nunca, a lo máximo le tiene algo de compasión por lo que ella ha vivido, pero nada más. Ha determinado varias veces olvidarse del tema y que ese sentimiento “ya pasará”, pero la idea de que “pase” sin haber hecho nada al respecto le duele también.

Me da un poco de pena exponer aquí la intimidad de esta chica, pero yo no sé qué decirle. ¿Hay alguno aquí que sepa dar un consejo? Ella está muy avergonzada de decir quién es, porque está convencida que la idea de enamorarse por “telepatía” no es de gente inteligente, ni madura, ni cuajada, sino de niñas tontas, y como creo que tiene razón, pero yo no puedo ayudarla, lo cuento aquí a ver si alguien le da alguna ayuda.

Gracias,

Emevé

   Una de las noticias de estos días ha sido la boda civil de Carlos, Príncipe de Gales y futuro Rey de Inglaterra, y Camilla Parker Bowles, su amiga y amante durante los últimos 35 años. El acto ha sido retransmitido en directo por la primera cadena de Televisión Española, la emisora estatal, con los comentarios de Cristina, una profesional de la casa; Concha, autora de un libro sobre la pareja que se unía; y Fernando, un periodista numerario del Opus Dei, que ha escrito un libro sobre la Reina de España.

   El hecho de la participación de Fernando en una retransmisión como ésta de una boda civil me indica que algo no va bien en el Opus Dei. Cuando era de la Obra se nos indicaba que no podía participar en un acto de una boda civil. No creo que las razones profesionalidad hayan sido las alegadas para justificar su presencia en un programa como éste. Que conste que no comparto la tesis que se me enseñó en la prelatura. No hace mucho, un sacerdote numerario participó en el convite nupcial de un compañero de información religiosa, con  el que apenas tenía amistad, que se casaba en  una ciudad a más de 200 kilómetros de distancia de su residencia habitual, lo que siempre oí como claramente desaconsejado. Claro que en la institución fundada por el Santo Marqués de Peralta existe libertad. Otro buen ejemplo de los nuevos tiempos del Opus Dei, si es que existen.

   Por ello, me ha aparecido bien que Fernando haya tenido la valentía de intervenir en un programa como éste, aunque nunca pudo dar doctrina del Opus Dei o de la Iglesia Católica. Lo más que se le escuchaba era expresiones como "el verdadero matrimonio". Luego no se atrevía a aportar totalmente la doctrina. 

Nacho Fernández  

Hola a todos,

hay tanto material en la web que a veces no nos da tiempo a leer todo, ni a ponernos al día. Y a veces también, se nos olvidan escritos importantes sobre temas fundamentales, que se empiezan a debatir y que ya fueron tratados en algún momento. Eso es lo que me ha sucedido a mí. He descubierto en estos días, tras escribir sobre el problema jurídico al que se enfrenta el opusdei tras ser nombrado/nombrada "Prelatura", que Flavia ya lo había apuntado en un escrito suyo titulado: "La prelatura del Opus Dei: un baúl de doble fondo", del 29 de enero de 2004.

Así pues, recomiendo su lectura y agradezco a Flavia su escrito. Un escrito que aporta más luz a las reflexiones sobre la incierta 'solución' (¿di-solución?) jurídica que asumío el opusdei al convertirse en la primera y única prelatura de la Iglesia Católica.

Aparte de esto, tengo una duda que espero salir de ella en los próximos días cuando reciba el vídeo y vea (estoicamente) la ceremonia de canonización de Escrivá, pero que si alguien tiene datos y los aporta, serán interesantes. Creo recordar que en dicha ceremonia, a un lado del altar estaba la representación oficial de la Prelatura. Allí estaba el prelado Echevarría con su presbiterio: todos sacerdotes. No me pareció ver al lado de Echevarría a ningún laico ni mucho menos a ninguna mujer (¿dónde estaba el Consejo General y la Asesoría Central?). 

Un saludo a todos,

Compaq 

HOLA.

Querría expresar algunas ideas "sin acritud" que me sugieren el último escrito de José Carlos y sin ánimo de ofender.

1. Creo que es intrínsecamente imposible reformar nada. Acordaos de la "unidad  monolítica" y de que todo está "esculpido" También el "carisma fundacional". Nadie de los que están en puestos de gobierno moverán una sola coma,  pues supondría cortar un elemento esencial en sus vidas que le dan razón de su existencia y los rodean de una  cómoda burbuja acomodaticia y confortable con la urdimbre de una serie interminable de normas y costumbres. Es decir, una vida ajustada a lo reglmentado y que es un fin en si mismo. Hay mucha gente que gran parte de su tiempo se va en cuidar de que nada cambie y cambiar al que quiere cambiar. ¡Que no decaiga!...

2. La historia del Opus Dei muestra lo dicho antes. Nunca ha cambiado por muchas  voces  y plumas que se hayan manifestado, protestado, suplicado, sugerido en ámbitos de los gobiernos locales, o en las delegaciones o en la comisión regional. Lo dicho o escrito ha acabado como sabeis en el olvido o en la papelera de Granada, Sevilla, Madrid, Roma..... Con indepencia de que quien sugería, suplicaba, protestaba, manifestaba,  tuviese años de entrega probados, rectitud de intención, experiencia en labores de gobierno o de formación, inteligencia, cariño, generosidad .... El fin de la película era "ajo y agua" o marcharse dolorosamente con sufrimiento. 

3. Por otra parte, aunque fueran pequeños cambios serían de maquillaje, cuidados pailativos, tratamiento  y control de los síntomas (José Carlos me entiende) permaneciendo la malignidad irreparable.

4. Como ya digo, siendo noble y bien intencionada la idea de reformar desde fuera, no olvidemos que se nos ha sometido a una "muerte civil", no somos "trigo limpio" y no somos de fiar. Dificilmente alguien  se pondrá a la escucha atenta y permeable.

5. Añado que hay una cierta perversidad en la propuesta de José Carlos. Podría deducirse que una vez corregido lo que haya que corregir, los nostálgicos tendrían un hueco y que las compuertas se abrirían. Creo, por lo que  deduzco de tantos testimonios, que nuestra salida fue sin condiciones y sin vuelta a atrás, al menos en mi caso después de 20 años.

6. Por fin creo que las actitudes reformistas de algo que me queda lejos, siendo generosas y que merecen todo mi respeto, no casan con la conformidad con uno mismo. Me refiero a la necesaria aceptación del yo que es hijo de la propia vida y tiene el sabor de las fuentes en que uno abrevó. Mi agradecimiento a esas fuentes, incluidas las personas que he conocido y me han querido sinceramente como persona no sólo como numerario (también las del OD).

Perdonad la pesadez. Espero que nadie se enfade. Muchas gracias a los orejas por su dedicación y bien hacer. Saludos y afectos miles......  

Josele  

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