LAS
AUXILIARES, NO SÓLO DISCRETAS
SINO TAMBIÉN MODESTAS
ANGEL, 20 de octubre de 2004
Los testimonios que se han publicado de ex numerarias auxiliares
que ponen de relieve la situación inferior y subordinada
que se encuentran dentro de la jerarquía del Opus Dei,
podrían parecer exagerados o fruto de experiencias
personales desgraciadas. Sin embargo, la Regulae
internae pro Administrationibus confirma ese espíritu
que se reseña en esos escritos.
Por ejemplo, en el punto IV Organización Interna de
la Administración, acápites 36 y 37, se dispone:
Las Numerarias deben tener el conveniente cuidado
de su vestido, y llevan una bata blanca mientras hacen los
trabajos de la Administración. Las demás llevan
siempre una bata modesta, de color, para hacer los trabajos
de la Administración; y visten de uniforme, también
modesto.
Las numerarias deben tener el conveniente cuidado de
su vestido y, por eso, se ponen una bata blanca. Para
las auxiliares no hay ninguna preocupación sobre el
cuidado del vestido, pero si la obligación de que su
bata y/o uniforme sean modestas y de color para
que no se vayan a confundir con las numerarias.
Es interesante ver que dice el diccionario de la palabra modesto.
En primer lugar, virtud que posee el que no siente ni exhibe
una elevada opinión de si mismo; y ausencia de lujo
y ostentación (Enciclopedia Salvat).
Las auxiliares, hasta con la forma de vestirlas cosa
que no sucede con las numerarias- se debe evitar que tengan
cualquier pensamiento que las pueda inducir a poseer una elevada
opinión de su persona. Son sirvientas y la ropa modesta
que usan debe recordárselos.
En esta condición no hay salida. En el punto I Generalidades
acerca la Administración se dice en el acápite
3:
Para algunas Numerarias y para casi todas las Numerarias
Auxiliares, la tarea de administrar los Centros es precisamente
su trabajo profesional, en el que deben permanecer, y donde
han de buscar su propia santificación; para todas,
es un gran medio de formación espiritual: oficios humildes.
Sólo algunas numerarias, y en calidad de
directoras, se dedican a esta labor.
Como señala el punto IV acápite 39, para las
numerarias su misión es dirigir, orientar,
enseñar y vigilar el buen funcionamiento de este importantísimo
servicio, que ha de ser eficaz y rápido.
A diferencia de casi todas las numerarias auxiliares
quienes, además de hacer el trabajo pesado, deben
permanecer para siempre en estos oficios humildes.
Para que este sometimiento de las numerarias auxiliares funcione,
hay que convencerlas de que es un gran medio de formación
espiritual; y vigilarlas. Como señala el mismo
acápite 39 las numerarias encargadas de esta
labor nunca dejan solas a las demás, durante la limpieza.
Está claro que para Escrivá si la mujer no es
necesario que sea sabia sino que basta que sea discreta, en
el caso de las auxiliares además deben ser modestas.
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