No era posible el diálogo.- Salvador
Fecha Monday, 18 October 2004
Tema 070. Costumbres y Praxis


Pocos años despues de salir de la Obra, en un entierro, me encontré al que fui mi último "director". Qué horrible me suena el concepto y la palabra!. Le fui a saludar muy afablemente, me correspondió, y me dijo que "no recordaba mi nombre". Ante mi perplejidad se excusó diciendo que no me preocupara porque eso "tambien le pasaba con gente con la había convivido años en centros". Le comenté, muy cortesmente, que me parecía que la memoria y el interés van ligados, que cuando algo o alguien realmente importa no es necesario apuntartelo en una agenda, sencillamente te acuerdas.

Cuando he leido los escritos de Satur y de E.B.E de 17-10-04 he recordado esto y mis conversaciones con ese director, las referidas a la salida. Le planteaba cosas, basicamente de tipo espiritual y de praxis -ser cristiano corriente en el mundo- y me soltaba una plática que no entraba en materia. Al final , muy preparado, le leí las cuestiones que estaba planteando; y el hombre me volvía a repetir cosas de otra índole. Le hice notar que no estaba contestando nada, que lo que decía no tenía nada que ver con lo que yo decía y... lo reconoció!; y vino a decir que, ante este tipo de cuestiones, el tema era ir por otro camino, el que me decía, que repito no tenía nada, pero nada, que ver con las cuestiones. Me percaté que estaba recitando cosas que venían de "arriba". Y sentí que no era posible el diálogo y que yo era una persona sin nombre propio, como intercambiable. Es lo que describe tan bien Satur: no hay un reconocimiento de las diferencias personales. También lo dice E.B.E (17-10-04) cuando describe el ambiente reinante como "objetivo" con rechazo de cualquier "subjetivismo" como sinónimo de sujeto de carne y huesos, con nombre propio.

Despues comprobé que esto era lo habitual y que el "director" dirigido realmente lo pasaba mal cuando el último dirigido se percataba de la dinámica e insistía, serenamente, en las cuestiones, superrazonables, que planteaba.

¿Es esto un problema de personas o de institución?. De ambas cosas porque la cuestión es previa: el tipo de pensamiento. Un tipo de pensamiento, de concepción filosofíca-teológica-cultural, que entre otras cosas excluye el pluralismo real (derecho a la diferencia) y el diálogo real (reconocimiento del otro y relación interpersonal). A mi me parece que se analiza poco esas concepciones y que en muchas ocasiones dan más luz, porque la Obra no es más que una modalización de unos paradigmas filosofico-teologicos-culturales que existían previamente y continuan existiendo. La única originalidad de la Obra es esa modalización, las dosis para hacer el "cocktail".

Cordialmente

Salvador







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=3224