Opuslibros - Nos tocó vivir en un nuevo capitulo de Black Mirror.- Australopitecus

Hola,

Despues de enviar mi escrito anterior me puse a releer aquellos libros de Alberto Moncada: Historia Oral del Opus Dei y El Opus Dei: Una interpretacion. No lo he releido recientemente, pero el libro Santos y Pillos de Juan Estruch es tambien lectura obligada para entender el cuento en el que estuvimos.

Como grandes mentes piensan igual :) veo que Jacinto Choza tambien se pregunta algo que a mí ya me parece un asunto sentado: ¿Hubo alguna vez eso que el Opus Dei pretendió ser cuando pitamos?

Como en capitulo de Black Mirror me parece que vivimos en una situacion surrealista: el Opus Dei como nos lo contaron nunca existió. "Pertenecimos" a un ente de naturaleza extra sensorial, a algo fuera de la realidad. La realidad es más sorprendente que la ficción, pero quería hacer una broma a cuenta de Black Mirror.

Algo que te deja hecho fosfatina es caer en la cuenta de que el Opus Dei nos sedujo a una union de hecho. Cohabitamos con el, pero nunca estuvimos casados ni nada que se lo parezca. Los Vademecums, Catecismos y demaá documentos secretos nunca reflejaron lo que la Santa Sede aproboó para el Opus Dei en sus distintas etapas.

Otra de las cosas claras despues de todo el desastre es como Escriba realmente pretendió una refundación de la Iglesia (Iglesia 2.0: la de Escriba) en la que el Opus sería un nuevo modo de ser laico más rígido que ser religioso en la Iglesia 1.0 (la de Jesucristo). Lo de Iglesia paralela también le aplica: una diócesis mundial que le compite a las territoriales y además la confesión es redefinida como la única válida (de buen espiritu) para sus feligreses.

Todo lo que he descrito son entes imaginarios, pero de algun modo nosotros participamos en el juego de rol. Jugamos a ser la nueva Iglesia mejorada que existiría hasta el fin de los tiempos. Tan mejorada que salir de ella a la Iglesia 1.0 era condenarse al fuego eterno.

Si fuera juego de niños sería risible, pero jugamos de verdad a esto sacrificando buena parte de nuestras vidas y sin la protección de la Iglesia.

Alerta de spoilers!

Al final del libro Historia Oral del Opus Dei los protagonistas ya en sus ultimas crisis, cansados de tanto ser toreados, deciden revisar la ley que los obliga a esperar ser otorgados la "dispensa" de la obra. Con mentalidad jurídica (uno de ellos entiende de leyes civiles y el otro doctor en derecho canónico) se dan cuenta de que su relación con la Obra no es de derecho (contractual o religioso) sino que la Obra se atribuye un poder absoluto sobre sus miembros. Pero como el eslogan era "Puertas abiertas para salir" nuestros heroes deciden largarse ese mismo día del centro donde viven ya que se dan cuenta de que el Opus nunca fue honesto con lo que se les exigía.

Aunque yo pedí dispensa, luego de leer a muchos en OpusLibros me di cuenta de que esto no era necesario si yo hubiera sido más educado en ideas jurídicas y del sentido común.

Está claro que el Opus Dei nunca existió como se nos lo presentó y que lo único que nos mantuvo dentro fue una manipulación espiritual y moral que se aprovechó de lo ingenuos que éramos.

Un consuelo es que esto de ser ingenuos es muy comun y hubiéramos podido caer en otro movimiento (Catolico o no) sin ninguna dificultad. Me hizo gracia un comentario en la novela de Alberto Moncada en la que Raimundo Pannikar dice que en la India hay 300 Opus Dei y muchos más toxicos. Es un problema de la naturaleza humana dejarse engatusar con trucos emocionales. A mí ya se me habia olvidado cómo me tentaron y el libro de Moncada me recordó cómo le montaban a uno una pelicula en la que el Opus Dei era como conquistar el planeta Marte y el matrimonio y la profesion eran una mala noche en una mala posada.

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De verdad le tenemos que agradecer a Agustina y Opuslibros mucho ya que ni Iglesia (de derechas o de izquierdas), ni gobierno, ni ángeles, ni demonios, ni tronos, ni dominaciones, abogaron por nosotros. Yo al menos le debo mucho a esta web en términos de liberarme de la mentira que fue el Opus y de sus cadenas pesadísimas.

¡Gracias a Dios, nos fuimos!

Australopitecus Protonotarius