Nos colocamos una sotana cada uno. Para Lvdovicvs.- Satur
Fecha Tuesday, 13 July 2004
Tema 900. Sin clasificar


Gracias Ludovicus. Te entiendo, no creas.

Un día, aprovechando que el cura de mi centro estaba fuera, otro y yo fuimos a su armario, nos colocamos una sotana cada uno y nos fuimos a la calle a dar una vueltecina hasta el Corte Inglés. Fue una experiencia inolvidable. Impartíamos bendiciones a todas las tiendas, a las colas de los autobues, a los autobuses mismos, a los peatones que se cruzaban y nos miraban perplejos, a los perritos y sus dueñas, a las dependientas de las tiendas... ¡¡¡Nos sentíamos poseídos de una energía que nos arrebolaba!!!. Andábamos con un estilo más bien mundano -porque no es nada fácil ir con esos faldones de un modo grave. Eso es: nos faltaba gravedad.

Al llegar al Corte Inglés nos fuimos a la zona de música a escuchar discos. Cuando nos íbamos una dependienta, que no nos quitaba el ojo, nos sonrío y dijo algo así como "adios, Padres". Joé, aquello nos impactó. Y el colegui se le acerca y le dice: ¿sabes cómo hacemos los sacerdotes para hacer pipí?". La buena señora palideció y gimió algo como "¿engoight?". Y añade el colegui, "pues, muy fácil - se coge un botón de la sotana y continuó - el botón de la picha... ¡¡¡al pechooooo!!!". La woman se quedo como Zaratrusta.

De regreso al centro, bendiciones por aquí, bendiciones por allá, nos vio uno. Yo creo que ese tío no es que consultara una corrección fraterna, ése debió llamar directamente al Santo Oficio, porque al llegar nos llamaron a dirección (ya nos habíamos quitado la sotana) y el director, muy serio y muy así como solemne, en un tono "habemus Papam" total, nos leyó un artículo del Código de Derecho Canónico -del antiguo- donde se nos decía que habíamos caído en la excomunión ipso facto. Tócate los cojones: encima excomulgado. Lo que me faltaba. Y le preguntamos "y ahora, ¿qué hacemos?". Porque estar excomulgado no es para echar cohetes. ¿Cómo le digo yo a mi mamá que estoy excomulgado?. Pero el dire, viendo nuestro hiperacojonamiento, con perdón, añadió: "en vuestro caso no hay excomunión de facto porque no teníais plena advertencia". Lo de facto y advertencia lo pronuncio con pequeña parada entre la c de facto y la d de advertencia. Muy solesmes el tío.

O sea, Ludovicus, que aunque no fui ordenado sí sé qué se siente siendo sacerdote. No te vayas a creer tú, hombre.

Te agradezco también, y mucho, y de verdad, que me encomiendes. Tú sí. A tí te dejo. Majete.

Satur







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=2307