Nota:
Texto de Gervasio en color azul.
Enlace a
los
tres documentos
Tres documentos
sobre “aggiornamento”
Gervasio, 16/01/2016
El viernes pasado se dieron a conocer
en esta web tres
documentos de la Comisión Regional del Opus Dei en España fechados todos
ellos en 31-X-2016. El primero tiene carácter general y remite a dos anexos,
que son los que entran en detalles y concreciones. Agustina califica este
conjunto como documento interno
sobre la nueva orientación apostólica
y también como documento
o informe interno sobre la nueva pastoral del Opus Dei.
Tanto el primer documento
como su Anexo I recuerdan mucho el estilo de Fray Gerundio de Campazas. El
tercer documento —Anexo II— es, en cambio, de gran calidad. Los tres documentos
parecen provenir de tres plumas y actitudes distintas. Paso a glosarlos.
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1. El contexto social actual –en donde muchos
no han tenido una experiencia de vida cristiana y otros, si la han tenido, la
han olvidado o rechazado en la práctica– hace necesario un nuevo esfuerzo
evangelizador, que requiere un importante impulso del apostolado para facilitar
que muchas más personas conozcan a Cristo: una aspiración que san Josemaría ha dejado muy metida en nuestra alma (cfr. p.
ej. Forja, n. 1) y en la que el Papa Francisco insiste,
para que todos los cristianos iluminemos con la fe las diversas situaciones y
personas que se crucen en nuestro camino. El Papa
Francisco no insiste en una “aspiración” de Sanjosemaría.
Resulta tonto atribuir a Sanjosemaría la aspiración de
que muchas más personas conozcan a Cristo, como algo peculiar suyo. En
cualquier caso está feo apoyarse en primer lugar en Sanjosemaría
y secundariamente en el Papa.
2. El deseo de llevar a cabo
una gran siembra pasa, entre otros aspectos, por fomentar un renovado empeño en
la transmisión del anuncio evangélico. Aunque se trata de apoyarnos
en los mismos principios –contamos con la gran riqueza de la tradición de
la Iglesia y del espíritu de la Obra–, las aplicaciones concretas han de
adaptarse primera llamada a un “aggionamento”, que de momento no se sabe en qué va a
consistir –es el don de lenguas– a los ambientes y circunstancias
del momento. Porque lo mismo que permanece la identidad de la persona a
lo largo de las diversas etapas del crecimiento: niñez, adolescencia,
madurez...; así hay, en nuestro desarrollo, evolución: seríamos, si no, cosa
muerta. Permanece inconmovible el meollo, la esencia, el espíritu, pero
evolucionan los modos de decir y de hacer, siempre viejos y nuevos, siempre
santos (Carta 29-IX-1957, n. 56). La llamada al “aggiornamento”
se hace alegando palabras del propio fundador, a quien no gustaba nada la idea
de “aggiornamento”, ni referida a la Iglesia, ni
menos aún al Opus Dei. Ya estamos puestos al día para siempre, decía.
3. En Anexo 1 se transmiten unas
orientaciones para alimentar con constancia la iniciativa individual de
todos los de Casa y abrirse en abanico (Surco, n. 193). En el Anexo I se añaden tres “orientaciones”, que concretan en
qué consistirá el anunciado “aggiornamento”. Atención
señores. ¡Tachín! ¡Tachín!
He aquí las novedades: 1ª Que se comience al menos un curso de formación
dirigido a personas alejadas de la fe o de la práctica religiosa. 2ª Que personas
de Casa y Cooperadores, colaboren en actividades de voluntariado y de
solidaridad. 3ª Ayudar en actividades parroquiales.
Hace años se enviaron a los centros escritos diciendo que no se
colabore con las actividades de la parroquia y que hay que pedir permiso a la delegación
incluso para que un supernumerario lo haga. Ahora, como no tienen gente que
acuda a los centros, ni numerarios que cursen estudios en la Universidad,
quieren pescar en las parroquias. Al parecer, los tiempos modernos exigen
pescar no en la Universidad, sino en las parroquias.
No es precisamente en las parroquias católicas donde se encuentran
las personas alejadas de la fe o que no la practican. Quizá la Comisión
Regional se refiera a colaborar en parroquias protestantes. No es tan mala
idea.
4. En Anexo 2 se recogen
diversas ideas sobre los contenidos, los medios y el estilo de la formación,
que pueden ser útiles para afrontar los retos de la situación actual. Se trata,
en definitiva, de ayudar a que cada persona se forme con un profundo sentido de
misión apostólica, y siga descubriendo la gran catequesis que está en
condiciones de hacer en el entorno laboral, social y familiar.
5. Como es lógico, interesa transmitir
esas ideas (nn. 3 y 4) a cada persona del Opus Dei,
de modo especial a quienes se les ha confiado tareas de formación.
6. Antes de transmitirlo a
los del ctr, interesa que lo estudiéis con sosiego,
para definir el plan de actuación en el ctr para este
curso y los siguientes. ¿Qué es lo que hay que
trasmitir y estudiar con sosiego? Dedicarse a actividades que hasta ahora estaban
prohibidas o desaconsejadas.
7. Pedimos al Señor, a
través de su Madre, suena a tópico, a frase hecha,
a piedad rutinaria, a cláusula de estilo, a falso que esta renovación
apostólica se haga realidad en cada uno de nosotros y revierta en la conversión
y felicidad de muchas personas. Amén.
Madrid, 31 de octubre
de 2016
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Anexo
1
1. La sociedad actual reclama otra vez el “aggiornamento”
de todos los católicos un renovado dinamismo apostólico, para que muchas más
personas encuentren a Cristo. La Obra tiene la misión de ser una
perseverante y universal catequesis (San Josemaría,
Carta 28-III-73, n. 10): inclusiva, ¿que
será eso de una catequesis “inclusiva”? ¿Será no hacer la selección que antes
se hacía? sin fronteras que, como señala el Papa Francisco busca
"anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las
ocasiones, sin demoras", porque "la alegría del Evangelio es para
todo el pueblo, no puede excluir a nadie" (Evangelii
gaudium, n. 23). Apoyados en la contemplación de
Jesucristo y en el valor de la amistad, es tiempo de abrirse en
abanico (Surco, n. 193) la idea de
“abrirse en abanico”
es mucho más antigua que Surco ¿es que antes no se practicaba la apertura en abanico? y de recordar
que de cien almas —como explicaba gráficamente nuestro Fundador— nos
interesan las cien (Surco, n. 183).
Hasta aquí todo es una repetición
casi literal de lo dicho anteriormente. ¿Por qué? A mi modo de ver porque el
redactor de este Anexo I desea hacer la pelota a quien escribió el documento
principal, parafraseando, paladeando y repitiendo sus embelesadoras palabras.
Nadie se parafrasea a sí mismo. De ahí que este Anexo I resulte reiterativo, pelmazín y pelotero. Esa es mi impresión.
Otro mérito del escarabajo pelotero
es encontrar el pasaje exacto (Evangelii gaudiumn. n. 23) en que al Papa Francisco se le hace “insistir”
en lo que ha dicho nuestro Padre. El redactor principal no va a perder el
tiempo en encontrar la cita exacta. Faltaría más. Bastante ha hecho ya con encontrar una carta
del fundador, supuestamente de 29-IX-1957, con un pasaje que, sacado de
contexto, se puede alegar como una exigencia de “aggiornamento”
avalada por el mismísimo santo fundador. Esas cartas con incipit en latín son de uso muy
restringido y no están al alcance de todos.
2. Junto a los medios
tradicionales, la emergencia actual de nuevo el
“aggiornamento” (en algunos países se habla de
"sociedad post-cristiana", en otros casi no se ha anunciado a Cristo)
requiere medidas que ayuden a concentrarse en la misión apostólica, y en la
formación para el apostolado personal de amistad y confidencia. Gracias a Dios,
la experiencia pone de manifiesto el hambre y deseo de Dios que anida en el
corazón del ser humano. El espíritu de san Josemaría,
enamorado de Dios y del mundo, hace que la Obra sea una fuente constante
para ayudar a saciar ese deseo de tantas personas. Y
usted que lo diga. El espíritu de Sanjosemaría
siempre nos impulsó a participar en las actividades parroquiales y en las de
voluntariado y solidaridad. Ja, ja,
ja. Lo importante es ser fieles a ese espíritu del
fundador. Como le gustaba tantísimo que
participásemos en actividades parroquiales y en voluntariados sociales... La
pena es que hasta ahora no ha podido hacerse. Por fin ha llegado el momento de
hacerlo. Debe de estar dando saltos de alegría en el cielo y desde la tumba
donde está enterrado. Por fin se ha conseguido. También se ha conseguido que haya
muchos numerarios dedicados a la segunda enseñanza. Es que hay que ir poco a
poco... Hay que profundizar en el espíritu de Sanjosemaría...
3. Para potenciar el
apostolado de amistad y confidencia de cada uno, y de los diversos instrumentos
apostólicos (obras corporativas y labores personales), resulta necesario
alimentar con constancia la iniciativa individual: las
obras “corporativas” y “personales” dejan muy poco margen a la iniciativa
individual. Están llenas de “fichas de experiencia”. Por ejemplo, se sabe
demasiado bien como debe ser un colegio mayor. Hay que consultar hasta el nombre
de cada obra corporativa: si ha de llamarse “Los Olmos” o “Los Almendros” o
“Los Abedules”. Cosas así.
los Directores han de pensar y hacer pensar a cada fiel de
su ctr. Mi experiencia es
que lo mejor, después de pensar, es olvidarse de lo pensado. Si a alguien se le ocurre algo, lo mejor es
que guarde cama todos los días que haga falta, hasta que se le pase la
ocurrencia.
El párrafo que viene a continuación reúne todas las
características de los discursos de Fray Gerundio de Campazas: largo, ampuloso
y confuso. Atendiendo a las circunstancias del país y al entorno social
de cada uno, convendrá abrir a todos un nuevo horizonte, para intentar tratar
—con la necesaria prudencia humana y sobrenatural — al mayor número posible de
gente sin fe o sin práctica religiosa, y a quienes —por su situación objetiva—
no están todavía en condiciones de participar en los medios tradicionales de la
labor o sea que los medios tradicionales no son los
adecuados ¡suéltalo de una vez!, y acercarlas paulatinamente a la Verdad
y a la labor apostólica.
4. Como primera medida, os
sugerimos que desde el Centro se comience al menos — si no existe
ya — un curso de formación dirigido a personas alejadas de la fe o de la
práctica religiosa, con las características que parezcan más oportunas. Pero no habíamos quedado en fomentar la “iniciativa
individual” y dejar de “sugerir” lo que hay que hacer. Estas
actividades facilitan un apostolado más amplio de los de Casa y amigos, y
ayudan a crecer en amistad con muchos conocidos.
5. Cada generación de
cristianos ha de redimir, ha de santificar su propio tiempo: para eso,
necesita comprender y compartir las ansias de los otros hombres, sus iguales, a
fin de darles a conocer, con don de lenguas cómo deben corresponder a la acción
del Espíritu Santo, a la efusión permanente de las riquezas del Corazón divino
(Es Cristo que pasa, n. 132, 2). Otra vez el “aggiornamento” apoyado en
palabras del fundador. El ideal del amor al trabajo y a la vida
ordinaria, como lugar de encuentro con Cristo y con los demás hombres, es y
será siempre un mensaje actual y atractivo si sabemos anunciarlo con novedad,
iniciativa y valentía. Permanece inconmovible el meollo, la esencia, el
espíritu, pero evolucionan los modos de decir y de hacer, siempre viejos y
nuevos, siempre santos (Carta del 29-IX-57, n. 56). Esa cita ya se trajo a colación antes. El redactor este
Anexo I debe de padecer una suerte de ecolalia jerárquica. No sabe expresarse
sin repetir algo ya dicho por su jefe.
6. Lo más importante será la iniciativa de cada uno, de acuerdo con los
planes del Centro (cfr. nn. 3-4). Y ¿qué pasa si la iniciativa de cada uno no coincide con los
planes del centro? Porque cada centro tiene que tener su plan y cada individuo
su iniciativa. Vuelvo a recomendar guardar cama, hasta que las ganas de poner
en práctica la propia iniciativa desaparezcan o por lo menos remitan.
Ayudar en algunas actividades de parroquias también puede ser un buen
modo de realizar esta siembra amplia y de llegar a gente nueva, sea cual sea su
situación personal. ¿Ir a las parroquias a buscar en
la parroquia vocaciones para el OD o ir a las parroquias a ayudar de verdad en
la labor que éstas hacen? That is the question.
Me imagino a los de Casa —incluidos los
célibes apostólicos— a la salida de la misa dominical, haciéndose los
encontradizos ante cualquier matrimonio con hijos, para invitarlos a un
aperitivo, en el que se hablará de las excelencias del club Los Olmos y del
colegio Los Pinos.
Con naturalidad y según la sensibilidad de cada
uno, puede ser interesante sugerir pero ¿no
tenían que tomar ellos la iniciativa? a determinadas personas de Casa y
Cooperadores, que colaboren, por ejemplo, en actividades de voluntariado y
de solidaridad; ¿para qué? ¿para
atender determinadas necesidades sociales o para encontrar en esos ambientes
personas que piten? visitas a
familias y personas necesitadas eso son las visitas a
los llamados “pobres de la Virgen” que, como se nos ha inculcado, tienen
finalidad proselitista y no de atención social. ¿Se trata de cambiar el sentido
de las “visitas a los pobres”?; catequesis a niños ya se hacían o a adultos; cursos prematrimoniales. ¿Tendrán que asistir los
numerarios, agregados y supernumerarios casados a cursos prematrimoniales?
Conviene tener esto presente, en primer lugar, en las parroquias encomendadas a
sacerdotes de la Prelatura, coordinándose con los respectivos párrocos. Pues a solicitar del obispo que se asignen a los sacerdotes numerarios
más parroquias. Hacen falta párrocos. Esperemos que no les toque Perdiguera. Los
sacerdotes numerarios son muy finos y no se merecen parroquias de pueblo, sino de
barrios bien.
Madrid, 31 de octubre
de 2016
ctr Ref.
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Anexo
2
1. En orden a que, con la
gracia de Dios, el apostolado sea aún más fecundo, interesa que los contenidos
de la formación:
a) se centren en la persona de Jesucristo, Es fundamental. No hay que centrarse en la Obra ni en su
fundador. El mensaje ha de ser cristiano, no escrivaniano
subrayando antes y primordialmente los aspectos contemplativos, y luego
los ascéticos, para llegar a ser auténticos “amigos de Cristo”: la lucha es
esencial, pero es igualmente importante evitar el voluntarismo y acentuar, en
cambio, la primacía de la caridad y hacer las cosas por amor. Para esto, es
bueno impulsar más la adoración eucarística y la meditación del Evangelio:
Jesucristo constituye siempre el primer anuncio, “primero en un sentido
cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a
escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una
forma o de otra a lo largo de la catequesis, en todas sus etapas y momentos” (Evangelii gaudium,
n. 164). Ahora se cita al Papa correctamente; no como corroborador de los que decía el fundador, sino para
aprender de lo que el Papa dice. Para esto, puede ser útil detenerse a
explicar más las parábolas del Señor y adaptarlas a la vida diaria:
contextualizar las situaciones del paso de Jesús por la tierra, etc.; esto
facilita enfrentarse directamente con Cristo y que se perciba el atractivo de
su figura, de cuya íntima amistad depende todo en la conducta del cristiano; Más evangelio y menos frases
felices del fundador.
b) incidan en las implicaciones prácticas de la
santificación del trabajo; además de la unión personal con Dios, se puede
subrayar la ejemplaridad en la propia labor profesional: justicia, caridad,
humildad, austeridad, interés por los demás, eso es
santificarse en el trabajo y no instrumentalizarlo en servicio de la Obra tono
positivo en las conversaciones y en el modo de afrontar las cuestiones; se
trata de responder al desafío de compaginar una plena coherencia de actuación
–siendo alguna vez, si es necesario, signo de contradicción– con la paz y la
serenidad del alma;
c) fomenten en las personas un fuerte sentido
de misión en el propio ambiente familiar, social y profesional; entablando
amistad con todas las personas no sólo con las que
puedan pitar que encuentran:
servicio, disponibilidad, amabilidad, generosidad; gastarse por los demás; no
limitarse a realizar “gestiones apostólicas” las
“gestiones apostólicas” coinciden con “los
planes del Centro”, sino “ser
apóstoles” sin interrupciones;
d) aprovechen especialmente, además de
los escritos y la biografía de san Josemaría, el
magisterio del Papa orientado a renovar la misión evangelizadora; “Especialmente el magisterio del Papa”. Está muy bien dicho.
En segundo o tercer lugar, alguna máxima o alguna hagiografía del ejemplar
santito. Este papa tiene gancho; Sanjosemaría, no.
e) conecten los contenidos básicos de la fe con
las inquietudes que albergan las personas de hoy; esto supone –con la necesaria
prudencia y orientación– leer y escuchar mucho, para ponernos en sintonía con
ellos; El fundador insistía en “hacerse oír” no en
“escuchar”. No es que los tiempos hayan cambiado, sino que hay que cambiar de
criterio.
f) busquen llegar a la persona en su integridad:
cabeza, voluntad, corazón: p. ej., dando motivaciones, suscitando afectos o
sugiriendo propósitos;
g) incluyan nociones de antropología y subrayen
que el mensaje cristiano es un bien que humaniza y da respuesta a los
auténticos deseos de felicidad: partir de donde esté cada uno y ayudarle a ver
cómo el camino cristiano lo perfecciona.
2. El estilo y los modos
de impartir la formación también pueden contribuir mejor a la evangelización algo distinto del proselitismo si, al impartirlos, se
procura que:
a) sean positivos –sin insistir
innecesariamente en los aspectos negativos del mundo de ayer, de hoy y de
mañana– e intenten ofrecer soluciones a los problemas, de modo que todos se
sientan más esperanzados después de lo que acaban de escuchar; una persona de
Casa debe afrontar las mismas situaciones que sus conciudadanos, con una mirada
y una mentalidad cristianas;
b) acentúen que lo importante es lo que el
Espíritu Santo obra en el alma de quienes tratamos; que nada se pierde y que es
Dios quien da el crecimiento (cfr. 1Cor 3, 6). Se fomenta así una
actitud de esperanzado abandono, anclada en la filiación divina, que aleja el
peligro del voluntarismo el voluntarismo es el defecto
dominante de la ascética del OD, que llevaba a hablar en el documento primero
(n.1) de “esfuerzo evangelizador”, del desaliento (Dios nos cambia con
nuestra correspondencia) y del pragmatismo de quien piensa que el éxito o la
eficacia está en los resultados; menos justificarse y
escudarse con el número de esto y de lo otro. Menos apostolado de cifras, recuentos
y porcentajes.
c) fomenten la libertad interior, ayudando a
razonar e interiorizar las decisiones, de modo que se ofrezcan los motivos para
comportarse de un cierto modo; de ordinario, no se limitan a dar recetas, sino que
hacen pensar, para que cada uno tome sus decisiones en la presencia de Dios:
puede ser más arduo y requerir más tiempo, pero ayuda a crecer en profundidad.
En ocasiones, esto supondrá –para los d– acoger
amablemente y acompañar las decisiones de sus hermanos, especialmente en los
casos en que quizá no habrían actuado así, naturalmente siempre que las
soluciones adoptadas sean razonables. Basta que no
sean pecado, que no sean dañinas. Las ocurrencias
de las personas han de ser respetadas; no avasalladas. El avasallamiento
continuado acaba en legítima rebeldía o en pasividad. Muchos abandonos de la institución son resultado del
avasallamiento. También interesa facilitar, con empatía y respeto, que
el interlocutor manifieste verdaderamente su punto de vista –habitualmente se
fragua en lo íntimo de la conciencia–, sin que perciba que casi necesariamente
ha de dar “la respuesta que se espera de él”;
d) muestren el deseo de aprender las cosas
buenas de los demás: de nuestros compañeros y amigos, sean católicos o no, o
quizá no posean fe. De modo especial, en las circunstancias actuales, resulta
preciso hacer hincapié en la comunión entre los católicos y que se perciba un
verdadero respeto y agradecimiento por el bien que realizan otras personas e
instituciones: todos formamos parte de la misma familia de Dios, que es la
Iglesia; Para ensalzar el Opus Dei no hace falta
denigrar el resto de manifestaciones del catolicismo o del cristianismo.
e) expongan el ideal de presencia cristiana sin
confundirlo con el perfeccionismo – como si existiera un modo
estereotipado —es decir, el Opus Dei— del
correcto funcionamiento cristiano –, enseñando a convivir con la
imperfección propia y la de los demás, sabiendo conducir a cada persona por su
plano inclinado y sin olvidar que también en las propias familias quizá existan
problemas de todo tipo. A pesar de nuestras miserias –mejor, con nuestras
miserias–, seremos fieles a nuestro Padre Dios; brillará el poder divino,
sosteniéndonos en medio de nuestra flaqueza (Amigos de Dios, n.
194);
f) se sirvan de un lenguaje comprensible para
quienes les escuchan, sin estar atados a fórmulas estereotipadas, encontrando
nuevas y creativas formas de expresión y evitando quedar limitados por un
discurso “autorreferencial”, sólo saben hablar de sus
cosas; las de los demás les aburren o escandalizan que reduce el
horizonte apostólico y puede dar la impresión de que el ámbito de conocimiento
sólo es el de la Obra (p. ej., sirve para esto ampliar el ámbito bibliográfico:
Padres de la Iglesia, santos, grandes clásicos de literatura, otros autores
espirituales de reconocido valor). También interesa que el enfoque ayude a
mirar los desafíos de la sociedad y sitúe la Obra donde está: en el amplio
contexto de la Iglesia y del mundo; Humildad colectiva
es reconocer el papel modesto que juega la Obra en la Iglesia. A lo mejor nos
toca ayudar a otras instituciones que lo hacen mejor.
g) estén bien preparados, de manera que no haya
“ausencia de pensamiento” lo de interesarse por los
intelectuales se ha abandonado, a pesar de su carácter fundacional –sin
caer tampoco en intelectualismos innecesarios– y respondan a la situación
particular de quienes asisten; se ayudará así a identificar con facilidad unas
ideas-madre que interesa transmitir; presentarlas de modo ordenado y con
sentido de novedad; ofrecer razones; no querer ser exhaustivo; sacar provecho
de la buena cultura profana y teológica; recurrir a los comentarios de la
Biblia de Navarra, al Diccionario de San Josemaría
Escrivá de Balaguer, etc.;
h) eviten el tono y las fórmulas simplemente
exhortativas, indicativas o voluntaristas, que hacen excesivo hincapié en el deber
ser. Importante desterrar los voluntarismos y sombras
de pelagianismo.
3. Los medios
tradicionales de la labor, y los demás medios, han de recibir un impulso a
través de las siguientes sugerencias:
a) fomentar la asistencia a las Exposiciones y
velas al Santísimo. Esos momentos ayudan a las personas a aumentar la
experiencia de lo divino, de Dios;
b) ofrecer la posibilidad de ver una tertulia
filmada de nuestro Padre o un documental sobre su vida al terminar algunos
cursos de retiro, para facilitar que los asistentes adquieran un contacto
directo en un momento de particular importancia en su vida cristiana. Ver a
nuestro Padre enciende y renueva; Y cansa, si se
repite mucho. Nuestro Padre no se prodigaba mucho. Era consciente de que su
presencia y “tertulias” llegaban a cansar.
c) animar a organizar también medios de
formación especialmente dirigidos a quienes no tienen fe o no practican, por
ejemplo: charlas o cursos de retiro especiales;
d) contar más con los supernumerarios para que
se ocupen de dirigir charlas en cursos de retiro, retiros mensuales,
convivencias, etc. es aburrido escuchar siempre a los
mismos sacerdotes y a los mismos numerarios. De los supernumerarios se aprende
–ayudándoles en lo que necesiten– y subrayar más la necesidad de preparar los
medios de formación (pensar para invitar a pensar);
e) asegurar que quienes participan de la labor
aprendan a cultivar la oración, enseñando uno a uno –si es preciso–, mostrando
distintos modos de seguirla y la variedad de recursos que se pueden utilizar
(el Evangelio, textos de nuestro Padre, de otros santos y de los Papas, libros
preparados para este fin, etc.); No darles sólo
crespillos como único alimento.
f) ofrecer oportunidades participativas, con feedback
de los asistentes; por ejemplo, algunas charlas o tertulias con sesión de
preguntas e intercambio, con tal de que quien las anima esté bien preparado; increíble esto de que se favorezca el estudio crítico de lo
que se enseña. ¡Feedback! ¡Increíble!
¿Será verdad? ¿Será posible?
g) recurrir en ocasiones a la perspectiva
testimonial y vivencial de la fe; sin ser necesariamente una exposición
exhaustiva, puede ser sugerente y facilitar que el público conecte más con el
contenido: obviamente, sin faltar al pudor y evitando el protagonismo; da testimonio y ejemplo quien no es consciente de estar
dándolo. Esa es la dificultad.
h) sacar más partido a las posibilidades que
ofrece la tecnología digital, para mantener el contacto con personas que viven
lejos (noticias, tertulias, clases, etc.);
i) organizar con cierta regularidad medios de
formación más numerosos, de varios Centros (por ejemplo, un curso de primera
“evangelización” o un curso temático), aprovechando el talento de los que
poseen más gancho catequético, de modo que se gane en calidad y se sumen
esfuerzos. Esto también ayuda a que se formen otros que puedan después dar
estos cursos;
j) apoyarse en la vertiente social ojo con caer en la instrumentalización de las
iniciativas apostólicas, por su positiva influencia en el despertar
sobrenatural de quienes acuden y porque –a través de esas actividades–
experimentan que servir a los demás está asociado con una existencia feliz;
k) desarrollar vídeos temáticos, que ayuden a
profundizar en el mensaje de san Josemaría: por
ejemplo, amor a la libertad, apostolado, trabajo, vocación, coherencia de
conducta.
Madrid, 31 de octubre
de 2016