Stoner, 19 de mayo de
2017
Este escrito viene un largo. Así que hago un resumen para que sepan de qué va la cuestión y decidan
si siguen leyendo o van a hacer alguna otra actividad más placentera. En esta
comunicación planteo una hipótesis sobre el sentido de la confesión general que
se exigía a los miembros del Opus Dei antes de las incorporaciones. También
contaré una anécdota sobre los informes de conciencia: el caso de Javier, como si estuviéramos en una collatio o en una
escuela de negocios de esas que son pero no son. Realizo una digresión con el
tema de los espías, para finalmente concluir agradeciendo que (en principio) se
haya eliminado la práctica existente de archivar los pecados de los miembros de
la Obra en un registro protocolizado, físico o informático. Durante el
recorrido iré repasando textos de san Josemaría.
Antes de entrar en tema, quiero realizar un
pedido/sugerencia a don Fernando. Dudo que nos lea directamente, pero alguno de
sus asistentes recibirá y gestionará las comunicaciones que se publican en esta
página. Supongo y espero que el nuevo Prelado esté tratando de enderezar
tuertos en la Prelatura. Mi sugerencia es que busque asesorarse con Benedicto XVI. El Pontífice emérito es hombre
extremadamente sabio, prudente, y bondadoso. Conoce bien el Opus Dei. Ya
intervino en la gestación de la Prelatura y entiendo que también impulsó los
(insuficientes) cambios de 2010-2011 en cuanto a la separación de la dirección
espiritual del gobierno. Además de sabio y prudente, es valiente. Tiene
experiencia en gestión de crisis. Fue quien tomó acciones decididas contra los
casos de pedofilia y también sobre Maciel y sus legionarios. Veo en Benedicto
un hombre calmo pero enérgico defensor de la Verdad. Y es lo que ahora
necesitamos en el Opus Dei. El querido san Juan Pablo II no había reaccionado
apropiadamente ante esos dos grandes problemas, y en el caso del Opus Dei nos
brindó un apoyo total (Prelatura, beatificación, etc, etc). Así que si don
Fernando todavía no lo concretó, es probable que una entrevista de trabajo con
Benedicto, si su salud se lo permite a los 90 años, le brinde mucha luz. Creo
que se entenderán bien porque ya han trabajado juntos y son intelectuales.
Junto con esto, Mons. Fazio escribió un libro sobre
Benedicto titulado justamente “Cooperadores de la verdad”. Dios le conceda
fuerzas para honrar ese lema en la gestión de la Prelatura y que no haya sido
un libro de cara a la galería.
Aunque pueda ser un
atrevimiento, me permito sugerir a don Fernando y a don Mariano, y también a
sus colaboradores, el editorial Obras agosto 1960 "Fiel y Veraz". Es doctrina segura y nos vendrá muy pero
muy bien repasarlo. Ahora no tengo tiempo de transcribirlo, pero a los que
puedan acceder a ese ejemplar se los recomiendo vivamente. Transcribo
únicamente el último párrafo: “Vivamos todos una vida íntegra, sincera, veraz y
leal, y enseñemos a todos a vivir así, con la esperanza puesta en estas
palabras del Apocalipsis (XIV, 11): En
esto vi el cielo abierto, y he aquí un caballo blanco y el que estaba montado
sobre él se llamaba Fiel y Veraz. El reinado de Cristo, en la justicia en
el amor y en la verdad”.
Un último punto antes de entrar en el tema de la
confesión general. En su último escrito, Alter.Alterius
realiza una serie de denuncias. Y concluye con una advertencia severa a los
directores del Opus Dei. Les recuerda la existencia de Dios y de un Juicio en
el que deberán dar cuenta de sus acciones. Yo sé que también tendré que dar
cuentas sobre lo que aquí escribo, al igual que daré cuentas a nuestro Señor
sobre todos los aspectos de mi pobre vida. Y sé que también tendré que dar
cuentas POR LO QUE NO ESCRIBO, por lo que me haya callado, por mis omisiones
que han ayudado a sostener las injusticias que se cometen o han cometido. Con
esta idea de fondo, voy pues al escrito de hoy.
***
Titulé esta colaboración con la expresión “con ojos
nuevos”. Y así pienso titular otras reflexiones. Entiendo que puedo ver los
mismos hechos desde distintas perspectivas. La visión acrítica es la que tenía
hasta hace unos meses (¿o unos años ya?). Esa visión acrítica se fundaba en la
santidad de la Obra, en la santidad de san Josemaría Escrivá de Balaguer, en
las aprobaciones de la Iglesia, y en definitiva en la autoridad de Dios, que no puede engañarse ni engañarnos. En
lo último, sigo teniendo fe, a Dios gracias. Pero con las otras autoridades
ahora soy más escéptico. Estoy analizando “con ojos nuevos” varios aspectos del
Opus Dei y de mi vida (pues soy Opus
Dei…). Y me doy cuenta que se pueden interpretar de una forma casi totalmente
opuesta a la visión que originalmente tenía.
Es el caso de la imposición de una confesión
general. Estaba estipulado que los miembros de la Obra la realizaran con el
sacerdote designado por los Directores/Superiores. Puede ser visto como un acto
virtuoso, de humildad; especialmente importante para los que van a realizar un
cambio decisivo en sus vidas, al incorporarse al Opus Dei. O pueden ser un
mecanismo más para el control de los miembros, a través de sus conciencias. O
las dos cosas.
Hace años ya, ante la incorporación de un nuevo
miembro, el Consejo Local enviaba a la Delegación o Comisión Regional su
informe sobre el candidato, con datos de la vida interior y exterior. Ahora los
informes son exteriores. Pero verbalmente se pueden insinuar cosas… que no
quedan escritas.
La respuesta de los Superiores al informe del
Consejo Local era del estilo del siguiente texto estandarizado:
ref
(número de protocolo del cl) número de protocolo de la
delegación y año
1. Concedido para la
fecha correspondiente.
2. Recuerden lo
indicado en pxl 64.
3. Deben enviar lo
señalado en pxl 79.
fecha
El punto 2 (pxl
64) entiendo que refería a la necesidad de una Confesión General. Y pxl 79 al envío de la ficha de
Academia-Residencia con los datos y foto del interesado.
No sé si alguien tendrá acceso al viejo libro de
Praxis. Realmente me interesaría mucho estudiarlo. Además para verificar que
pxl 64 sea la confesión general. Escribo la siguiente sección bajo ese
supuesto…
Mi nueva visión del tema, no excluye que Escrivá
haya tenido una intención recta de ayudar a sus hijos a comenzar una nueva etapa de su vida con una completa
limpieza del alma. Pero le agrega otros motivos que harían conveniente imponer esta praxis a todos los nuevos miembros que
querían incorporarse a su Obra. Entiendo que era una imposición para todos, sin
distinguir, por ejemplo, si eran personas escrupulosas a las que tal vez la
confesión general obligatoria les hiciera más mal que bien...
Ahora, con ojos nuevos, encuentro en esta práctica
un motivo de utilidad. Un beneficio institucional más que personal. En particular, entiendo que
una razón muy conveniente era poder conocer los pecados más importantes de la
vida pasada de sus nuevos hijos, de sus nuevos soldados (la Obra como familia y
milicia, terribilis ut
castrorumaciesordinata). Y esta información es muy conveniente. Para pelear
las batallas que quería ganar Escrivá, toda información es útil. No quiero
suponer el uso que le podría dar a esta información, para determinar ascensos y
puestos clave de confianza, o para impedir ascender en la jerarquía de la Obra
a algún hijo suyo que hubiera cometido algún error de envergadura en su vida
pasada, o, Dios no lo permita, pudiera llegar a manchar el buen nombre del Opus
Dei desde un cargo relevante.
En el razonamiento anterior realizo un salto, que en
principio no tendría que existir, entre el fuero de conciencia dentro del
sigilo sacramental, y el acceso de los Directores a esa información. Sé que
estoy basando mi hipótesis en poder cruzar un abismo infranqueable: ese que hay
entre el silencio de la confesión y las decisiones de gobierno. Es ciertamente
un abismo o muro, como cada uno lo quiera ver (hablar de muro en la época de la
inmigración y de Trump puede ser un poco políticamente incorrecto…). Pero todos
los muros se pueden saltar… de una forma u otra. Y los abismos también se
pueden sortear, salvo aquel que relata Jesús en la parábola del rico Epulón y
el pobre Lázaro… (Lc 16, 19-31). En esta web hay varios testimonios que
explican cómo se podría dar este salto (si el sacerdote indicara que es
conveniente hablar de esos temas con el director espiritual, si sugiriera
hablar con más detalle de algún elemento de la confesión con más tranquilidad
al terminar, etc).
Lo que sospecho es que la confesión general con el
sacerdote designado era útilpara la tarea de gobierno. Los medios no deberían ser demasiado cuestionados si el fin es el más excelso. Supongo que esa
confesión general no se podría hacer con cualquier sacerdote, sino con el
sacerdote designado para el Centro…
No sigo con este tema, porque me resulta realmente
incómodo este pasaje de confesión sacramental a gobierno institucional. Tal vez
alguien quiera retomarlo y explicarnos mejor qué significa “Recuerden lo indicado en pxl 64”. Y qué
utilidad podría tener y a qué abusos se podría prestar. Tal vez yo esté
exagerando y vea algo raro donde no lo hay, donde todo es luz y paz.
***
Recuerdo mi primera confesión general. Fue
justamente en los días cercanos a una incorporación, supongo que sería la
oblación aunque podría ser la admisión. Nunca había hecho una confesión
general, aunque me confesaba frecuentemente, desde antes de mi primera comunión
en un colegio de esos que son pero que no son, del que guardo un gratísimo
recuerdo.
El Director del Centro, que también era mi director
espiritual, me recomendó hacer confesión general.
-Nunca hice una confesión general. ¿Por qué tengo que
hacerla?
- Porque así comienzas este nueva etapa como un
coche cero kilómetro. Como nuevo.
- Pero ¿qué tengo que confesar?, si ya confesé
anteriormente todos mis pecados. No sé qué decir, no tengo nada que me pese.
- Pues, vas con D Fulano (el sacerdote del centro) y
le pides que te ayude a hacer una confesión general. Él te puede ir haciendo
preguntas para orientarte.
Y así fue.
Entre los muchos testimonios que hay en Opuslibros
sobre la confesión general previa a la incorporación, rescato el de Gata4,
cuando tenía 15 años de edad. Cuenta cómo fue ayudada por otra numeraria, a la
que acababa de conocer, y con quien se dirigía espiritualmente. Esta numeraria la
ayudó a preparar la confesión en base a las preguntas de un guion... Es
especialmente divertido, y triste, cuando llegaron al 6°/9° mandamiento. Pobre
chiquilla de 15 años.
***
Sección 2: El Caso Javier ***
Ahora una anécdota. Triste, pero muy ilustrativa.
Está relacionada con el manoseo de las
conciencias.
Hace un tiempo, repasando la carpeta con el archivo
de avisos del consejo local me encontré con un informe de conciencia.
Correspondía a una persona conocida, no un amigo pero sí una persona
medianamente cercana. El aviso tenía muchos años y se encontraba archivado,
dentro de un sobre con la indicación “de conciencia”. Venía a decir que esta
persona, llamémosle Javier, se había masturbado en los primeros días de su
curso anual.
La forma de referir a estos pecados, en código, es
B-10, Ap. IV, n° 35. Algunos son más específicos y añaden también la línea
(lin. 5, por ejemplo)[i].
Sin conocer la línea no nos queda demasiado claro cuál fue el pecado contra la
santa pureza que cometió Javier. La referencia que nos llegó es demasiado
genérica si no se indica la línea… Caben muchos pecados ahí, desde malos
pensamientos, pasando por fornicación, hasta alguno de las diversas
aberraciones que terminan en… filia.
La lista sería larga y mejor no abundar. No sabemos si Javier tuvo un mal
pensamiento o si se fue de copas con alguna mujer del pueblo. Da para mucho la
imaginación. Y esta imaginación que se me dispara es consecuencia de la falta
de precisión del director que redactó el informe, omitiendo señalar el número
exacto de línea… De todas formas, en el caso de los varones, una referencia
general al B-10, Ap. IV, nº 35 debe ser masturbación, aunque no incluya la
línea.
El aviso impreso también nos aclaraba que Javier se
había arrepentido, había hecho penitencia. Incluso había llorado y pedido
fuerzas y perdón a Dios de rodillas en el oratorio. En principio parece que no
había vuelto a tropezar en el resto
del curso anual.
Al poco tiempo de leer el informe, me cruzo con
Javier, que es un exnumerario, ahora casado y con hijos. Me encuentro con él y
con su esposa. Para mí es una situación medianamente incómoda, se darán cuenta
ustedes… Hacía poco que me había enterado que Javier se había masturbado en los
primeros días de su curso anual, hará ya unos 20 años…
Aunque archivar pecados por escrito sé que es una
práctica recientemente suprimida, siguen quedando rastros. Y me llama la
atención que haya durado tantos años este tipo de informes, sin que generara
mayor molestia o dudas…Por lo que me vienen ganas de gritar: ¡Hermoso! ¡Todo
para la gloria de Dios! ¡Queremos que Cristo Reine! Buena forma de trabajar por
un reino de paz, justicia y caridad: archivando pecados que Dios ya perdonó en
la confesión. Redactando reportes con información obtenida de la dirección
espiritual. Me habían enseñado que, cuando uno se confiesa, Dios incluso se
“olvida” completamente del pecado. Nuestro Padre Dios no lleva un archivo con
el registro de las faltas ya confesadas, porque si el Señor llevara un registro
de las culpas, ¿quién podrá resistir?
Salmo
130
Desde
lo más profundo, Te invoco, Señor.
Señor,
escucha mi clamor; estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica.
Si
llevas cuenta de las culpas, Señor, Señor mío, ¿quién podrá quedar en pie?
Pero
en Ti está el perdón, y así mantenemos tu temor.
Espero
en Ti, Señor. Mi alma espera en su palabra.
Mi
alma espera en el Señor, más que los centinelas la aurora.
Los
centinelas esperan la aurora, pero tú, Israel, espera en el Señor;
pues
en el Señor está la misericordia, en Él, la redención abundante.
Él
redimirá a Israel de todas sus culpas.
***
Añado un nuevo dato a la triste anécdota de la
sección anterior. Mi objetivo es ilustrar la gravedad de todo el asunto. Tal
vez sea evidente. Escribo para mí, para entender la magnitud de estos
disparates que me parecían santos, porque nuestro Fundador nos lo había
indicado.
Me senté a pensar ¿cuántas personas habrán leído ese
documento? ¿Cuántas personas sabrán que Javier se masturbó en los primeros días
de su curso anual?
Contemos. Supongo que el sacerdote del curso anual,
ya sea por la confesión o por participar de las reuniones de consejo local. Si
eran distintos sacerdotes, el confesor y el miembro del cl, entonces son dos las
personas enteradas. Una por la confesión sacramental, que no creo que haya sido
“anónima”, con rejilla, sino cara a cara, en una salita, con puerta sólida (sin
vidrio), el penitente a los pies del sacerdote (sobre anonimato en la
confesión, refiero a Ruiz Retegui).
Si quieren, a este primer sacerdote no lo incluimos en la suma total de personas
que se enteraron del pecado. También conoce el pecado el numerario que le llevó
la charla fraterna durante esas semanas. Y suponemos que fue ahí donde se
produjo el enlace desde la conciencia de Javier al ámbito de Gobierno de la
Prelatura. Para nuestra sumatoria, esperemos que el director espiritual
perteneciera al consejo local (gobierno), lo que no es correcto, pero era lo
usual y nos permite no incluir otra una persona del listado.
Miembros del consejo local. No sé si estaba
integrado por 3 o 4 personas, más sacerdote. O si en realidad eran más
integrantes, porque los cursos anuales numerosos tienen varios sub-directores.
Esperemos que en los despachos del consejo local no se dijera expresamente, con
términos técnicos o medianamente vulgares, que Javier lamentablemente se había
masturbado. Tal vez ya supieran que esta era una debilidad de Javier y que
había que ayudarlo a superarla: era usual enviar a los cursos anuales un
informe previo de la vida interior de los asistentes... No de todos,
obviamente. Pero sí de los que necesitaban una atención especial. Y esto de la
masturbación era un tema de especial preocupación, porque como dijo san
Josemaría “sin la santa pureza no se puede perseverar en el apostolado [en el
Opus Dei]”.
Pues bien, volvamos ahora a donde dejamos a los
directores reunidos en el despacho de trabajo, teniendo entre manos la labor de tratar este asunto de Javier… Es probable
que el sacerdote sea la persona de más edad en toda la reunión, el director un
profesional medianamente joven, y los subdirectores y el secretario unos
estudiantes apenas salidos del centro de estudios… Todos opinando sobre el
asunto de Javier. En las reuniones se utilizarían algunos eufemismos, del
estilo “Javier está flojo”. Pero todo el mundo sabía qué quería decir que
estaba “flojo”… o lo averiguaba pronto… El sacerdote en un centro de san Rafael
podía decir también que un pitable estaba flojo. Y ahí sabíamos que no había
que insistir con hablarle para pitar, al menos por un tiempo. El plazo en general
era de 1 mes sin “flojera”… Al pitable tal vez le costara levantarse en hora de
mañana, hacer bien el minuto heroico, o tal vez le costaba otra cosa, no lo
sabemos, pero… se respetaba al máximo el secreto sacramental ya que “flojo” no
decía demasiado… o sí. Había otras expresiones que podía utilizar el sacerdote
como “es mejor que el que charla con él lo conozca mejor”. Las dos frases se
podían aplicar también a los de Casa. Pero si estaba “flojo” sabíamos que no
estaba listo para pitar. ¡Qué delicadeza![ii]
Pero volvamos nuevamente al despacho en el curso
anual, que allí dejamos a los jóvenes directores discutiendo sobre la evolución
de nuestro Javier. Situémonos en los últimos días del curso anual y los 4 o 5
del cl alegrándose porque Javier no había vuelto a caer. “¡Buena labor hemos
realizado! Está claro que con deporte todos los días, mucho estudio y vida en
familia se puede vencer”. Ahora sólo quedaba redactar e imprimir el informe
sobre la vida interior de ese hermano. Lo redactaría el que le atendía la
dirección espiritual y lo leerían los otros miembros del consejo local[iii].
Después, un sobre con un primer aviso: número de protocolo y el texto “Enviamos
saludos de Javier”. Y después un segundo sobre con el informe de conciencia
recién impreso, con el mismo número de protocolo que el aviso que lo acompaña,
y escrito a mano con la letra más caligráfica que se pudiera: “De Conciencia”.
***
Intercalo una enseñanza de san Josemaría. Nos
explica cómo tuvieron que redactar el informe sobre la conciencia de Javier
nuestros jóvenes directores del curso anual:
“Los
asuntos se han de estudiar, por tanto, con la seriedad debida [sin
hacer chistes en este caso], como en un
laboratorio: el fenómeno en sí, y luego los antecedentes, y los fenómenos
paralelos que sean similares [prefiero no realizar aclaraciones].”
(Instrucción para los Directores, supuestamente de
31-V-1936, n° 31).
***
La información llega a la Delegación. Javier estaba
haciendo su curso anual en otro país. El aviso con el informe de conciencia
sería un asunto de mero trámite, tan usual que tal vez se despacha rápido, no
tiene que pasar por ninguna votación (entiendo yo, que no participé en ese
nivel de gobierno). Así que supongamos que leyeron la nota y el informe 3 o 4
personas. El secretario de la delegación, el vocal de san Miguel, tal vez el
director espiritual o el defensor, y el Vicario. De ahí saldría despacho a la
Comisión regional, donde habrá otras 3-5 personas. La verdad es que no sé si
sumar a estos casi 10 funcionarios de la estructura de gobierno regional. No sé
si habrán leído el sobre con el informe sobre Javier (tal vez NVLP u otros que
participaron en gobiernos regionales y centrales nos puedan decir esto). Porque
estas casi 10 personas a nivel regional estimo que serán 1/3 de los lectores
potenciales del informe; y es un margen de error bastante grande para mis
cálculos. No es lo mismo 20 directores lectores que 30, si quiero ser preciso.
Por el horror que todo el asunto me despierta ahora, creo que en realidad es lo
mismo 3 o 30, porque ya es grave pasar de la barrera de la dirección espiritual
personal a este tráfico de informes de conciencia por escritorios, protocolos y
despachos entre países… Así que la diferencia de 10 personas más o menos
después de que la información salió del ámbito de la dirección espiritual es ya
cuestión de segundo orden.
Llegamos a que el informe está listo para salir a la
región desde donde viajó Javier. Si el sistema burocrático funcionó rápido y
bien, y si Javier se quedó algún día más en el país del curso anual (por alguna
gestión, etc), tal vez al volver a su región llevara en mano el sobre con su
propio informe…. Con su caída y su posterior victoria. Sería un sobre que debía
llevar siempre en mano, conservarlo con especial cuidado, porque viajaba de una
Comisión regional de un país a la Comisión regional de su país. Y Javier sabía
bien que la Voluntad de Dios nos llega directamente a través de los directores.
¡Cuán santos debían ser los asuntos que a él le habían encargado llevar de un
Vicario del Prelado a otro Vicario del Prelado! ¡Qué confianza tenía la Obra en
él, más que en 100 notarios! Así que allá va nuestro Javier con su conciencia
impresa en un papel, con su correspondiente protocolo para que después sea más
fácil buscar en los archivos. Trabajo bien hecho de los burócratas del Opus
Dei. [Sé que estoy cargando mucho las tintas, pero ¡no lo puedo evitar!].
***
Si Javier pudiera leer ese informe, ¡qué alegría le
daría! ¡Cómo cuidaban de él!
Porque estos escritos se redactaban con caridad para
que "los pudieran leer los interesados sin sentir ninguna molestia"
(Experiencias Locales, p. 13).
Don Álvaro del Portillo enseña que las notas y
fichas personales “hay que redactarlas con la máxima delicadeza, con
objetividad y con cariño; nuestro Fundador suele decir que han de hacerse de
tal modo que, si las leyese el interesado, su reacción fuera ésta: levantar el
corazón a Dios, para dar gracias por el desvelo paternal que con él tienen sus
Directores”. (Instrucción para los Directores, supuestamente de 31-V-1936, nota
97).
***
El trámite del informe de conciencia en la Región de
Javier es paralelo al de la región donde realizó su curso de verano. Así que me
salteo esos dos escalones, pero sumando ahora sí otras 10-15 personas. Estamos
en la región de origen de Javier. Aquí el informe será leído con más
detenimiento. Y además es la región dónde el informe (supongo que) se incluirá
en el expediente de Javier, ese expediente que antes era en papel y ahora se
lleva en formato electrónico.
Finalmente, después de un largo periplo y muchas
personas que se santificaron
trabajando en ese informe y cuidando las cosas pequeñas, el documento impreso
llega al centro de Javier. Ahí lo leen el director, el subdirector, el
secretario y el sacerdote. Todos firmarán detrás del aviso para indicar que lo
estudiaron, con la fecha. Si el director espiritual de Javier no es miembro del
gobierno local, entonces se le dará el informe para que conozca la evolución de
Javier durante el curso anual en la otra región. Se alegrará: ¡cómo nos cuidan!
¡siempre estamos en Casa! Y también se alegrará porque la caída de Javier fue
puntual y se arrepintió profundamente. Eso sí, esperemos que Javier haya sido
sincero al 100% en la charla fraterna en su Centro y que haya contado su pecado
del mes anterior. Porque si no, tendría un
secreto con el Diablo. Sería penoso que el director espiritual “estable” de
su Centro de origen se hubiera enterado de este pecado por el papel impreso y
no directamente de labios de Javier. Así que pensándolo bien, todo el mecanismo
es un buen sistema para testear la sinceridad en la dirección espiritual, la sinceridad salvaje.
Y aquí llegamos a la cifra final aproximada de
personas que leyeron el informe de conciencia de Javier: estimo que unas 20
personas como mínimo y el máximo no lo sé. Porque los papeles quedaron archivados
por años. En distintos niveles de gobierno. Y los cargos cambian cada 3, 5 u 8
años. Las personas se renuevan y los pecados impresos y con número de protocolo
permanecen, o permanecían. De la misma forma que yo leí el informe, luego de
varios años, fueron muchos más los que conocieron la debilidad de Javier en los
primeros días de su curso anual…
***
Intercalo otra enseñanza de san Josemaría. Es un
texto conocido, pero que viene muy bien para recordar que este registro
protocolizado de pecados es enseñanza fundacional. La cita es
directamente de la Instrucción para los Directores, nº 70, que nos explica cómo
tenemos que trabajar, relacionando gobierno con dirección espiritual:
“Conviene
que todo lo que pase esté reflejado brevemente en el papel. ¡No es tanto el
papeleo, no es tanto! Las cosas externas ya quedan en el diario de la casa. En
cambio, las fichas que yo os pido son más íntimas. [Javier
se masturbó en los primeros días de su curso anual, después hizo penitencia,
lloró, etc.]
Así
los Directores no se olvidarán de dar a conocer lo que deba ser conocido por la
Comisión; y de otra parte, estando todo escrito, evitáis que se produzca
perturbación en el funcionamiento de la casa, cuando otro haya de ocupar
vuestro cargo.[Los siguientes miembros del
Consejo Local de Javier se fueron enterando, a lo largo de los años, de sus
debilidades de juventud.]
No
descuidéis, por tanto, vuestro fichero: el tener que redactar esas notas
breves, os hace pensar más seriamente, con objetividad. El Señor no suele negar
sus inspiraciones, para ver bien lo que hasta entonces no se veía claro. Y las
fichas personales, al dar a conocer mejor a la gente, facilitan los medios que
contribuyen a la formación, a la santificación de cada uno.
(…)
Las fichas personales de la gente joven salen
solas, si se anota, cada vez que suja, algo que merezca la pena hacerlo
consignar –hay que poner la fecha siempre–, y después de alguna charla con el
interesado.”
(Instrucción para los Directores, supuestamente de
31-V-1936, puntos 70 y 71).
Como estas enseñanzas son fundacionales, a Javier
Echevarría le costó cambiarlas. Lo hizo, pero tímidamente (en mi valoración
personal). El motivo supongo que es el criterio, también fundacional, de hay
que conceder sin ceder, con ánimo de
recuperar.Criterio este que se aplicaba (¿y aplica?) a las relaciones con
los Obispos y la Santa Sede. Y que en la Obra se encuentra todo esculpido. Que
después del fallecimiento del Fundador, quien se comunicaba directamente con
Dios, no se puede alterar nada importante.
***
Javier ahora es un ex. ¿Cómo pudo haber seguido su
asunto en los meses siguientes en caso de reincidencia? No lo sé. Pero es
probable que se haya pedido oraciones a otros de Casa…
“Si
otro, removido por las tentaciones, flojea en su vocación, haced que hermanos
suyos discretos pidan al Señor por él”.
(Instrucción para los Directores, n° 95).
Eran nefastos estos pedidos: “Oye, encomienda a
Javier…”.
Sembradores de sospechas y sombras….
Don Álvaro, un poco más prudente, sugería que “la
mayor parte de las veces bastará que pidan oraciones por una intención particular”. (nota 134).
A mí me pidieron ambos tipos de rezos. Los de “una
intención particular” y los de “encomienda a Fulano que está flojo”. En algún
caso, creo ahora que no era tanto un pedido “sobrenatural” de oraciones, sino
que el director estaba pensando más en mí que en Fulano. Me explico. Creo que
la situación de algún Fulano ya no tenía marcha atrás. En realidad me pedían encomendar
con nombre (y apellido) para irme
preparando a mí… para hacer gradual el golpe de la "traición" de
Fulano... O tal vez para que yo pensara que había hecho algo por Fulano, que no
tenía culpa en su deserción. En definitiva, encomendé “intenciones especiales”
y encomendé con nombre y apellido a personas que estaban flojeando en su
vocación. Si otro, removido por las
tentaciones, flojea en su vocación, haced que hermanos suyos discretos pidan al
Señor por él.
***
Creo que en el Opus Dei somos muy afortunados porque
Dios le comunicó a san Josemaría, por una especial providencia Divina, este
modo santo de proceder para ayudar a nuestros hermanos en la Obra[iv].
Lo importante es que seamos santos, no tanto el
cómo, ni los derechos humanos, ni de los fieles en la Iglesia. A Dios gracias,
parece que la Iglesia intervino para frenar estas prácticas. Algunos resabios
quedan. El informe de Javier es un ejemplo. Quedó archivado en un cajón durante
años.
Vuelvo a insistir que es importante sincerarnos
realmente, y escribir EXPRESAMENTE lo que hicimos mal, porque el riesgo de
reincidencia es altísimo. Si los directores locales más jóvenes no conocen las
barbaridades que nuestra Madre Guapa fue capaz de cometer, por expreso deseo de
san Josemaría Escrivá, tenemos un serio problema… Como escribí en mi primer
correo: “En un santiamén volvemos al
punto cero, retrocedemos los casilleros que parece que habíamos avanzado. A fácil perdón, frecuente ladrón.
Se necesita una intervención expresa que indique claramente qué se hizo mal en
el pasado. Escrivá será muy santo, pero cometió varios errores gruesos, tan
gruesos que se podrían cortar...”
Quede pues esta anécdota como recuerdo y para
conservar la memoria.
***
Dos reflexiones más. Aviso de antemano que son en
tono irónico. Sé que no es bueno decir que algo es irónico, porque entonces
pierde fuerza la ironía, pero no quiero correr el riesgo que alguno mal
interprete lo que escribo en un asunto delicado. Entiendo que expresar los
conceptos exagerándolos ayuda a apreciar mejor su gravedad.
1) Es
unalástima que en principio hayamos eliminado estos archivos. Digo en principio porque supongo que alguna
huella informática quedará. No sé si todos los oficiales de comisiones
regionales y de delegaciones borraron los archivos de forma segura (con
overwrite). O si no quedará algún diskette o cd de respaldo, mezclado con otras
cosas. Por otra parte, entre los papeles impresos habrá sobres con la
indicación “De Conciencia” dando vueltas en algún viejo archivador de algún
consejo local de alguna parte del mundo... Es seguro y apuesto mi sueldo de un
mes que no se eliminaron todos los papeles, ya sea por error o por otro motivo.
Y digo que es una lástima que en
principio hayamos eliminado estos archivos, porque nos perdemos de una buena
arma para luchar por el Reino de Dios. En efecto, no contar con estos informes
escritos nos limita el uso de la extorsión, la santa extorsión podríamos
llamarla, parafraseando a nuestro Fundador. Sin estos informes escritos, ahora
no es tan creíble amenazar con revelar pecados que están archivados. ¡Qué buena
herramienta que nos han impedido seguir utilizando! La extorsión también la
utilizan las malditas sociedades
secretas.
2)
¡La verdad es que
tendríamos que haber agradecido más estos cuidados que el Opus Dei, nuestra
Madre Guapa, nos regalaba! Realmente es una pena que hayamos perdido esta ayuda
tan única que nos brindaba la más excelsa institución de la Iglesia. Nos
proporcionaba una dirección espiritual bien hecha, realizada como un trabajo
profesional: un asesoramiento espiritual que es fruto del análisis de decenas
de personas. No teníamos un director espiritual como los otros buenos
cristianos, sino todo un Consejo Local que nos asesoraba y dirigía
espiritualmente. Y más que un consejo, era una auténtica cadena de mando que
ascendía, con especialistas a nivel Regional, e incluso coordinados entre
varios países, trabajando al unísono para ayudar un miembro de la Prelatura. Es
una pena, entonces, que la Santa Sede nos haya obligado a disminuir la eficacia
de este medio de santificación que
es el más soberano que, aparte de los
sacramentos, tenemos en el Opus Dei.
***
Una digresión sobre espías ***
En mi último escrito hice unas referencias al temor
de perder el anonimato. Me llevó a esas reflexiones (preocupaciones) un consejo
de CuG y una cita que incluí de Marcus Tank. El que quiera leer los comentarios
del miércoles pasado, lo pueden hacer en este link,
yendo directamente a la sección en que le respondo a CuG (“Gracias CuG por la
sugerencia…”). Ahora quiero complementarlos.
No creo que al contar esta anécdota me esté
identificando. No dije los países y obviamente la persona no se llama Javier.
Si hay alguno de AOP leyendo la página (o de la oficina que corresponda de VT),
bienvenido, que le va hacer mucho bien. Como dije al principio, les pido si
pudieran alcanzarle a don Fernando la editorial de Obras "Fiel y Veraz", de agosto 1960.
Asumo que debe ser una tarea ardua la de estos hermanos míos, si de verdad hay un tal
equipo buscando disidentes. Porque no es fácil leer esta página como un encargo
interno, y no empezar a dudar… En mi primer escrito
utilicé la expresión En quien nada sabe,
pocas dudas caben. Así que de verdad espero que haya algunos con autoridad
leyendo esta página, aunque eso aumente mínimamente la posibilidad de perder mi
anonimato… Si hay encargados de leer esta página e identificar a los que
escriben, pido al buen Dios que la lectura les ayude a abrir los ojos. Porque ¡qué incomprensibles son los juicios de Dios
y qué inescrutables sus caminos! (Rom 11, 33)
Si me quieren buscar, es probable que al contar la
anécdota les haya brindado algún dato para que me identifiquen. Es un pequeño
riesgo que decidí correr y que me divierte. Un poco de adrenalina. Pero sobre
todo amor a la Verdad.
De todas formas, me tranquiliza saber que seguro son
cientos sino miles los informes de este tipo!!! En lugar de Javier puede
haber sido Gustavo, Oskari, Patrick o María (porque supongo que habrá avisos
similares circulando por la sección femenina…). Y si en lugar de ser al
principio del curso anual, la caída de Javier fue más al final, ¡qué más da! Y
si no fue una vez, tal vez hayan sido dos o más. Los detalles concretos del
incidente no interesan demasiado ya que ilustro una forma de funcionar,
totalmente verdadera, que yo viví. Así que si los de VT quieren identificarme
tendrán un trabajo arduo para cotejar los datos en los archivos centrales o
regionales, buscando los indicios que doy en mis escritos. De todas formas, si
de verdad quemaron los informes de conciencia a nivel de gobierno, entonces es
una alegría para mí porque no me pueden rastrear. Y si me rastrean es porque
conservan algún informe… Interesante dilema. Así que me siento tranquilo y
estoy expectante. Creo que gano en las dos hipótesis. Ya les contaré.
Sé que en la Obra hay muy buenos expertos en gestión
de crisis. Conozco a un par que son profesionales relativamente competentes.
Funcionarios de la Prelatura que se mueven como gerentes de multinacional.
Viajan de un país a otro ayudando a apagar incendios... Tendrán bien diseñada
la estrategia para contrarrestar a Opuslibros. Tal vez la hayan reformulado con
el nuevo Prelado, para tratar de encauzar las metidas de pata y engaños de
Echevarría. Dios ilumine a don Fernando y le otorgue sabiduría. Lo deseo de
todo corazón.
Estos gestores de crisis tendrán protocolos para
tratar de identificar y encaminar a los ex miembros que escriben en esta
página, especialmente si son famosos e influyentes. De todas formas, no conozco
ese protocolo (si lo hubiera) Y entiendo que ya han dado pasos en falso. Como
aquel aviso pidiendo que no entráramos en Opuslibros y que en realidad aumentó
la curiosidad… La polémica le sirve a Opuslibros: es publicidad gratuita y
justamente frente a miles de lectores potenciales. ¡Ya les gustaría a los de OL
llegar directamente a todos y cada uno de los miembros activos de la Obra! Una
nota como la que mandaron en aquella ocasión creo que es el mejor mecanismo
para difundir esta página… En la época digital es difícil combatir con
manipulaciones y engaños… Hay que ir con la verdad de frente, sino suceden
papelones como la carta Pastoral de 2011, el affaire Urbano, entre muchos
otros. Así que considero que cualquier movimiento que realice el Opus Dei y que
no sea auténtico, será contraproducente.
Estoy en uno de los miles de centros de todo el
mundo. No sé si habrá un equipo de directores en la Obra dedicado
específicamente a rastrear quiénes
somos los que escribimos en esta página. A decir verdad, de entrada no me
convencen las teorías sobre espías del Opus Dei, con persecuciones y agentes al
estilo Albino Silas. Porque no soy amigo de teorías
conspirativas, aunque hay una que me gusta y me resulta convincente: la de la
demolición del rascacielos WTC7 después del atentado a las Torres Gemelas. Brindo este dato
“divertido” sobre un interés personal. A partir de ahora si un Director
Regional que se encuentre de visita en mi centro desliza en un almuerzo o en la
tertulia, “¿alguno conoce las interesantes teorías sobre el derrumbe del
rascacielos 7 del WTC?”, yo pondré mi mejor cara de póker. O no… y tal vez
pique el anzuelo y pregunte: “¡Qué interesante! ¿Quedaba cerca de nuestro
rascacielos de Murray Hill en Manhattan?” Puede ser divertido. Veremos qué
sucede.
Después de leer lo que sucedió con Kaiser,
y tal vez en algunos otros casos de personas que dejaron de colaborar, entiendo
que habrá un interés en averiguar quiénes son los que escriben en esta página.
Supongo que si son “de dentro”, el interés y morbo será mayor. Procurarían
coger al delator y tratar de convencerlo que deje de colaborar con la página
(silenciarlo).
A la cita de espías de Marcus Tank, agrego ahora una
de Fueraborda
quien escribe para los ingenuos
numerarios y numerarias que queremos cambiar desde dentro ;-)
“Por ayudar a la obra, unos han sufrido calumnias,
otros han sido privados de confianza, otros reducidos a la nada, con la
retirada de sus encargos apostólicos. Con otros, han actuado como detectives
secretos saltándose no sólo la moralidad, sino las leyes de la legalidad. Han
agredido y confiscado su intimidad. A otros les someten a duros e interminables
interrogatorios, hasta reducirles a un estado anímico tal que, rendidos, han
declarado mentiras, incluso haber cometido pecados graves, con tal de que
cesara la tortura.”
Acusaciones duras. Y vuelve a aparecer el tema de
los espías, de los detectives privados. Yo no los he conocido, porque tal vez
no me los hayan asignado o porque justamente son buenos profesionales y por
tanto actúan en un impoluto secreto…
También hay un escrito de Alter.Alterius de 2012,
que no había leído antes, pero con su reciente reaparecer en la web llegué a
sus contribuciones anteriores. Denuncia actitudes “delictivas” de los
directores, a los que califica de “gente sin escrúpulos”.
Son todas denuncias en la línea de cuidar el
anonimato porque persecuciones, parece que haberlas las hay.
Hasta hace un tiempo no me hubiera imaginado a mi
Madre Guapa la Obra contratando espías. Ingenuo de mí. Tal vez la misma
ingenuidad con que espero que el nuevo Prelado efectúe algunos cambios. ¿Por
qué unos espías me hubieran resultado impensables? Porque la Obra es familia.
Pero es parte de las contradicciones: Familia y Milicia. Si veo al Opus Dei
como una milicia ahí sí me cierra que existan espías, porque ¿qué ejército
funciona sin espías? Se necesitan tareas de inteligencia y contrainteligencia.
¿Los vademécums o experiencias Centrales darán alguna sugerencia en este
sentido?
Además de milicia, ahora veo a la Obra como una gran
multinacional. Una mezcla de familia y
multinacional, extendida por todo el mundo, con enorme poder económico y
gestión empresarial. En lugar de Generales de un ejército veo Gerentes de una
gran empresa. Y los Directores Mayores (miembros del Consejo, delegados,
directores regionales), realmente funcionan como gerentes de una corporación
multinacional: con sus proyectos, estadísticas, finanzas, gestión de recursos
humanos, de publicidad, de relaciones públicas, etc, etc. No me resulta fácil
concebir la contratación de espías para perseguir a los miembros de la propia
familia (salvo esos casos graves de sospecha de amantes y detectives
particulares, al estilo de las películas). Pero sí los concibo en una
multinacional. Y, más aún, los imagino actuando dentro de un ejército, donde
los espías son esenciales.
Gracias a la
recomendación de CuG y a los otros escritos que cité me llegué a preguntar:
¿sería posible que el OD contratara algún servicio de espionaje? Y la respuesta
es que sí, que sería posible. Además, sabemos que hay un eficiente servicio de
espionaje “de la Casa”, ya desde los años fundacionales: los famosos ficheros
con información sobre autoridades, también eclesiásticas.
Por tanto, en plan
fantasear, ¿cómo haría yo las tareas de espionaje? ¿Qué haría si quisiera
descubrir a los de dentro y a los ex más relevantes que contribuyen con OL?
Las tareas de espionaje más sencillas, las haría con
personas “discretas y de confianza”. Revisar el correo electrónico de algún
numerario sospechoso, revisar los contactos del celular, el historial de
Internet, o, con algo más de pericia tecnológica, utilizar programas de
recuperación de archivos borrados o del DNS Caché… o incluso instalar algún
keylogger… Supongo que este tipo de tareas se podrían realizar sin problemas
con personas discretas, muy de Casa.
Pero la gestión contra Opuslibros sería más
delicada. Porque, parafraseando a nuestro santo Fundador, en esa página hay
materia más pegajosa que la pez. Así
que para este trabajo, de detectar y perseguir a los que escriben en OL, habría
que contar con otras manos. Creo que habría que infiltrar algún profesional; a
no ser que hubiera directores tan fanatizados que pudieran ser impostores
desalmados… Tal vez los haya. Tendrían que tener convicciones muy fuertes para
no dudar luego de leer todo lo que aquí se escribe (como dije en el encabezado
de otro escrito: en quien nada sabe,
pocas dudas caben.) Tendrán que ser fuertes mis hermanos que se pasean por
estos lares buscando identificar quién está detrás de cada seudónimo.
Por tanto, me parece que lo más razonable para hacer
el “trabajo sucio” sería contratar a alguien cercano a la Obra, aunque no
tendría que ser un miembro. Pienso en algún cooperador o ex San Rafael, con
empresa de seguridad informática. Tendría que empezar a escribir en OL e ir
generando una reputación con el tiempo. Tal vez gestionar un perfil de
exnumerario y otro de numerario con muchos años en activo. Publicaría algunas
críticas y anécdotas, tal vez redactadas por AOP. Textos críticos pero que no
comprometan demasiado. Y después, a los meses o años, con una cierta reputación
establecida, buscaría contactar por privado a los que publican. Buscaría ganar
su confianza. Trataría de obtener más datos de ellos (dónde viven, que edad
tienen, etc). Si fuera posible incluso generar algún encuentro personal…
Aunque es probable que tengamos
la conciencia adormecida, dudo que haya un numerario jugando ese papel. Tendría
que ser, como digo, alguien externo pero cercano. Con los datos recabados, y
los datos que los que escribimos aquí vamos revelando, consciente o inconscientemente,
haría un informe, un perfil. Y ese
informe llegaría a la Sede Central. Ahí cruzarían los datos en las bases y
ficheros (muy completos) que tienen en Roma. Ahora los ficheros se llevan con
un software informático, donde están registrados todos los datos de los
miembros de la Obra. Supongo que ya no tendrán en mi carpeta personal un archivado de mis pecados. Dios quiera que
después de la intervención de 2010/2011 se haya eliminado completamente el
registro de los informes de conciencia de los miembros utilizado para funciones
de gobierno. Pero continúa habiendo un software centralizado donde se lleva la
información de todos los miembros. Eso sí que es desempeñar los trabajos
internos con profesionalidad, porque constituyen un verdadero trabajo
profesional que debemos santificar como los mejores burócratas (en el buen
sentido: trabajo de escritorio). Ya no contamos con ficheros sino con un eficaz
programa informático para gestionar el personal. De todas formas, a veces hay
problemas de compatibilidad al mandar los archivos personales (electrónicos) de
una región a otra (¡realmente!).
El sistema informático central permite
actualizar los cambios en los consejos locales. Por lo que sería sencillo
cruzar la información para identificar numerarios. Si les sirve el dato, no sé
si ya lo dije, soy de la mitad de los de mi centro que no tomo pastillas
recetadas por psiquiatra. Tal vez esto les reduzca la búsqueda. ;-)
La verdad es que puedo estar en cualquier parte del
mundo. Aunque en disminución, creo que somos miles los numerarios que
continuamos dando vueltas a la noria,
exprimiéndonos como un limón. Puedo estar en Londres, Nairobi, Sevilla,
Amsterdam, Varsovia, Sidney, Macao, La Paz, Buenos Aires, Bogotá, Boston y no
sigo, porque grande es el mundo y extensa la labor. Somos muchos y, como
escribí la vez anterior,
estamos cortados
con el mismo patrón, con los mismos criterios. Creo que por lo que escribo
podríamos ser muchos con el mismo perfil.
Continúo con mi hipotética estrategia
de detección de filtraciones. Otra herramienta que utilizaría sería rastrear el
tráfico en Internet. Pero desde el punto de vista de la página que es visitada,
no ya de la computadora o servidor de Stoner. Es decir, si publiqué un artículo
relativo al 14
de febrero de 1930,
buscaría en los datos analíticos (de Google u otro servicio contratado) los
ingresos a la página del Opus Dei con búsquedas sobre este tema. Y trataría de
filtrar por país y por ciudad… No creo que sea difícil. Tal vez en este punto
esté un poco paranoico, pero me parece un mecanismo muy útil. Y cruzaría la
búsqueda de datos sobre el 14 de febrero, con búsquedas sobre Perdiguera, con búsquedas sobre la segunda promoción de sacerdotes.
Espero no estar
proporcionando ideas si no las utilizaban todavía ;-)
Ahora veo factibles
este tipo de persecuciones. Importa mucho cuidar la imagen institucional, entiendo que más que las personas concretas.
Y, para un buen fin, los medios son secundarios (hay mucha enseñanza de Escrivá
en este sentido...).
Pero hay un par de
dificultades. La primera es que el espiado puede sospechar que lo están
espiando. Ahí el juego se vuelve más complejo.Si
uno sospecha que esta persecución pueda existir, tal vez utilice un proxy de
Estados Unidos, Suiza, Holanda, Rusia, India o lo que fuera. O no cambie el
proxy…
La segunda dificultad
es que Stoner podemos ser muchos. Con los datos
que he proporcionado en anteriores entregas y en esta, ¿cuántos numerarios
tendrán mi perfil? ¿50, 20, 10? No lo sé. Pero seguro que seremos unos cuantos…
Y para encontrar a uno de todos ellos, tal vez lleguen a “despertar” a otros…
Porque la pesquisa de “quién es Stoner” tendrá que pasar por muchos
escritorios. Y habrá varios candidatos, en distintos países. El perfil del
sospechoso tendrá que circular por varias Comisiones Regionales y/o
Delegaciones. Y creo que es considerable el riesgo de poner en alerta a muchos
“ingenuos” que podrían ser Stoner pero que en realidad no lo son... Incluso,
alguno de los sabuesos de escritorio podría llegar a pensar, “Oye, que tampoco
está tan mal lo que dice Stoner. La verdad es que el manoseo que hacíamos de
conciencias como la de Javier fue un horror”. Por tanto, la búsqueda no puede
realizarse de manera completamente silenciosa. Y puede suceder que estén
enfocando en el numerario incorrecto… En el proceso de buscarme a mí u otros
que escribimos desde dentro ¡a cuántos despertarán!
Y supongamos que me hubieran identificado (o a
Alter.Alterius o a algún otro de los que escribimos por aquí). Supongamos que
tuvieran un solo candidato para el cual el perfil en la red fuera igual a mi
verdadero perfil, con una confiabilidad de un 90%. ¿Qué conviene hacer? ¿Qué
paso habría que dar? Tal vez sea peor el remedio que la enfermedad... Tal vez
lo mejor sea que me permitan descomprimir la presión interna a través de este
medio. Si me hubieran identificado, tendrían que evaluar costos y beneficios de
perseguirme (p.ej. cambiarme de ciudad y después, lejos del ámbito en que
pudiera causar escándalo, impulsarme hacia la puerta de salida). Pero aun así
habría riesgos de escándalo. Y el criterio definitorio será la imagen de la
Prelatura, y no tanto mis necesidades personales como miembro del Opus Dei. Si
la imagen de la Prelatura es lo importante, mejor dejarme escribiendo aquí que
soy uno más en un montón de locos… Decir: “A por Stoner" que puede ser
riesgoso. Y tal vez Stoner tampoco sea el numerario que detectaron como más
probable (un número en el sistema informático donde estoy registrado en VT).
Supongo que evaluarán si es mejor dejarme escribir aquí (ya que creo que nadie
de mi entorno lee) o si perseguirme con riesgo de que me encienda como un
ventilador y empiece a desparramar verdades entre los muchos que me conocen.
En definitiva, ahora soy uno más
entre los muchos locos “resentidos” de OL (aunque se ve que son muchos los que
leen esta web…). En mi centro creo que soy un buen director. Lo digo en serio,
sin soberbia. Los que me conocen lo pueden atestiguar. Estoy procurando hacer
el bien a los demás, de Casa, de san Rafael y de san Gabriel. Hago las cosas
medianamente bien. Quiero a los de mi centro. Hago todo lo que en conciencia
creo que está bien, que son muchas cosas. Ya había escrito antes que estoy en
la Obra porque creo que puedo hacer más por los demás (por mi prójimo) desde
dentro que desde fuera. Trato de seguir a Jesús y que haya más gente que lo
siga. Pero, no le hablo para pitar a aspirantes, no ventilo con los Superiores
lo que conozco por la dirección espiritual, trato de no repetir mentiras de la
historia de la Obra, no presiono a los que están por quebrarse y enfermarse,
etc, etc. Hay cosas que no hago y tal vez debiera hacer, es verdad. Pero en un
balance entiendo que, incluso desde el punto de vista de los Directores
Regionales, sirvo para mi trabajo.
¿Qué necesidad pues de buscarme?
Por mi bien, claramente. Y por el bien de la Obra. Es un argumento válido.
Pero, si me pescan y presionan no sé cómo voy a reaccionar (y ellos tampoco).
Como escribí el miércoles pasado (con un todo de advertencia): “De todas formas, aunque descubrieran quién firma como
Stoner, no sé qué sería mejor hacer… Tal vez dejarme seguir escribiendo en esta
página ya que en principio me leen sólo algunos locos. Aquí soy uno más del
montón. ¿Qué le hace una mancha más al tigre? Es una forma bastante inicua para
que canalice mi enfado y frustración. Pero si me descubren y me empiezan a
presionar en persona (aunque sea sutilmente), no sé cómo puedo reaccionar. Lo
digo en serio. Tal vez me amolde o tal vez explote, pegue unos gritos y
portazos. Y habrá bastante gente que descubra la razón de mi enfado. Hay mucha
gente que me conoce y me consideran una persona razonable. Pues nada, que tal
vez sea mejor dejarme escribir que forzar una reacción que puede ser
impredecible y con consecuencias negativas para la imagen de la Obra. Porque en
definitiva, entiendo que importa, y mucho, la buena imagen de la Prelatura.”
Lo que puedo hacer desde OL entiendo que es poco
frente a todo lo que ya se ha hecho y dicho... Ya está todo expuesto, las
denuncias presentadas frente al Vaticano, etc, etc. Lo mío es completamente marginal. Escribo más bien
para mí, para liberarme y tratar de entender. Así que estoy convencido que es
poco el daño extra que Stoner desde
OL puede hacer a la Prelatura, que avanza firme,
compacta y segura. Más bien entiendo que puedo hacer un bien, aunque sea
pequeño. Soy uno más entre tantos. Ya tendrán más trabajo para ver qué hacer
con los peces gordos que nadan por esta web. Al pobre Stoner lo pueden dejar
tranquilo. Pero si lo quieren rastrear, me divertiría bastante. Y si llegaran a
golpear mi puerta, a no ser que quiera ser un mártir, siempre puede haber una
actitud de “plausible
deniability”….
Creo que la mejor
estrategia desde la Prelatura para los numerarios que escribimos aquí es un
“dejadlos vivir”, tampoco es que hagan tanto daño. Las autoridades saben bien
que tendremos que dar cuentas a Dios de lo que escribimos aquí, al igual que
ellos deberán dar cuentas de su accionar…
Mi sugerencia es que
confíen en la red de control que está tejida in situ: en el centro de cada uno, a través de las correcciones
fraternas. Que en cumplimiento de sus votos, los otros numerarios detecten que
hay algo raro en esos directores y hagan las oportunas delaciones, velando por
la Unidad. La información llegará pronta y naturalmente a las Delegaciones,
Comisiones y, eventualmente, al Consejo en Roma. Tal vez sea mejor confiar en
tan eficiente red para que la información fluya desde la base hacia la cúpula.
Por último, dentro de la estrategia que recomiendo, y sobre este punto tengo
certeza que lo estarán empleando, será incluir
junto a los medios humanos los medios sobrenaturales: habrá una ofrenda
elevada al Cielo por nosotros: un humo de oraciones y de mortificaciones
(cilicios y disciplinas). Las oraciones que me correspondan, si hay alguien
rezando por mí, las redirijo hacia Dios, pidiéndole que interceda por el bien
de la Prelatura. Y que no se confirme el diagnóstico de Alter.Alterius: Dios ya nos ha abandonado.
¡Espero que con las
líneas anteriores no haya dado la sensación de que estoy con un brote paranoico!
Tal vez el Opus Dei sea mucho más familiar
y transparente, y yo me esté inventando situaciones que no tienen asidero
en la realidad. Al menos, me divertí un rato escribiendo esta sección sobre
espías, aunque dije varias verdades. Todo lo que han leído puede no tener
ninguna relación con la realidad (parafraseando la leyenda que nos hubiera
gustado incluir en la película del Código Da Vinci).
Si en algún momento hubo una caza de brujas, con espías y otros
aditivos, espero que don Fernando la haya suspendido.
***
Conclusión***
Los informes de conciencia en principio son cosa del
pasado. A Dios gracias, se eliminó esta práctica. Pero no fue mérito del Opus
Dei, ni de san Josemaría ni del beato Álvaro.
¡Cuántas personas sufrieron estos malos tratos, este
manoseo de las conciencias! Y lo
indignante es que es una práctica que tiene un origen fundacional. Entiendo que
fue parte del motivo por el cual Escrivá se distanció de su confesor, el P.
Sánchez. Considero que muchas persecuciones que sufrió Escrivá, de aquellas de bisturí de platino, fueron por el manejo
que pensaba hacer de la conciencia de sus seguidores, para cumplir con los
objetivos institucionales.
Tengo miedo que estas prácticas regresen. Porque
todavía los Directores Centrales no fueron claros al decir que la mezcla de
dirección espiritual y gobierno era una práctica prohibida. Es difícil de
decir, porque tendrían que corregir a san Josemaría y al beato Álvaro. Espero
que tengan la valentía y honradez de hacerlo. Hay muchos que estamos
expectantes.
Además, como indiqué, siguen quedando rastros. Esos
sobres “De Conciencia” quedaron repartidos en miles de armarios en consejos
locales, delegaciones, comisiones y asesorías regionales y archivos del
gobierno central. Además de los papeles, hay archivos electrónicos. Es probable
que haya (miles) de ordenadores de los que resulte sencillo extraer esos
informes con un software de recuperación de datos. Y ni que hablar de diskettes
de respaldo que estén perdidos. Aunque parezca mentira, los archivos
electrónicos dentro de un ordenador son difíciles de eliminar. Hay que saber de
tecnología para borrar completamente. Eliminar
rastros informáticos no es tan sencillo como quemar papeles. Creo que casi
siempre quedan huellas electrónicas. El gobierno en papel era más seguro que la
electrónica. En esto, estoy del lado de Escrivá: ¡que facilidad tenía para
borrar rastros definitivamente! Más adelante iré un poco por esta línea de
Escrivá como santo patrono de los pirómanos… ¡qué manera de quemar documentos
históricos!
Dios quiera que las medidas de
seguridad informáticas sean suficientemente buenas. Que los firewall estén
actualizados y activos. Sobre seguridad informática, algo
ya dijo NVLP: el sistema unix de VT, etc. Pero en los centros no se cuida
tanto. De hecho hubo avisos que prohibían redactar informes de conciencia y
realizar trabajo del cl en ordenadores conectados a Internet. Debíamos destinar
un ordenador exclusivo para la redacción de informes, sin conexión exterior, y
por tanto distinto del que se usaba para navegar en la red. Y no creo que todos
los centros lo hayan cuidado. Y supongo que el aviso llegó por alguna
filtración… Por tanto, si bien la redacción de informes es una práctica que en
principio finalizó, siguen quedando rastros. El informe de conciencia que me
movió a escribir este artículo, el caso de Javier, es prueba de ello. Y sostengo
que es una práctica que tal vez regrese, al menos de manera verbal (con menos
garantías), porque los Directores Centrales y Regionales no han sido
suficientemente claros para indicar la inmoralidad de esta práctica: la falta
de confidencialidad en la dirección espiritual y la utilización de esa
información para la labor de Gobierno.
***
Escribo para entender mejor lo que hice, porque
también yo escribí este tipo de informes. Al expresarlo exteriormente espero
calar más en la gravedad de tamaña barbaridad. Para que no me parezca algo
natural y virtuoso, como me parecía antes. Para que no caiga en el olvido. ¡Me sorprendo cómo no me llamaba la atención! Tal vez al
principio sí, pero al poco tiempo ya estaba redactando informes con referencias
al B10. E incluso añadí alguna vez detalles demasiado íntimos para que los
Directores vieran que había logrado una gran confianza con las personas
que me habían encomendado. Como forma de mostrar
que estaba logrando que el otro de Casa fuera salvajemente sincero. Ahora lo
veo con tristeza y pena.
Escribo para recordarme lo mal que estuve y porque
estoy sorprendido de que no me haya dado cuenta en su momento. Tenía la
conciencia apagada (o lavado el cerebro, en el sutil sentido que explica
E.B.E.). Antes
no me llamaba la atención, porque así lo había vivido y enseñado san Josemaría.
Escribo también con un cierto sentido de reparación.
Que Dios sea bueno y misericordioso; que me perdone porque no sabía lo que
hacía. Creo que actué con conciencia mal formada, recta pero totalmente
desenfocada en lo que está bien y lo que está mal.
Perdón, Javier por todo esto. Me hubiera gustado
decírtelo personalmente, cuando te vi con tu esposa hace unas semanas. Pero
claramente no hubiera servido para nada positivo. No me importa cómo hubiera
quedado la Obra en este incidente. Ya se ve que no me importa demasiado la
imagen de la Obra porque estoy escribiendo aquí. Pero no te conté todo esto
porque sé que no te hubiera hecho bien, no te hubiera ayudado. Tal vez me
equivoque, no creo. Hay secretos que es mejor no revelar. Así que espero que no
te enteres de este sucedido, porque tendrías razón y material suficiente para
indignarte. Te decía que no te puedo pedir perdón personalmente, pero mando
este escrito a publicar como un desagravio. Espero que tu historia sirva en
alguna medida como reparación y llamado de atención, mientras que el Opus Dei
no pide perdón por todos sus errores y algunos horrores.
Stoner
[i] La clase 35 del apartado IV del B10 se titula El sexto mandamiento del Decálogo. Dentro del guion de la clase, las líneas que nos interesan son la 5ta y la 6ta.
Línea 5: “acciones externas contrarias a la castidad (individualmente o con”
Línea 6: “otras personas; secundum o contra naturam).
Por tanto, si refieren a la línea 5 es medianamente claro a qué se refieren. Si el aviso hubiera indicado lin 6, ahí se habría complicado la cuestión. En ese caso sería importante saber con cuántas otras personas, y si era la primera o segunda modalidad.
Espero que Dios haya velado por los redactores de este tipo de informes. Y que los haya librado de cometer algún typo: presionar por error la tecla 6 en lugar de la 5… A esto se le llama errores fatfingersy pueden traer consecuencias graves.
La línea 7
nos habla de “miradas, conversaciones”.
[ii] No sé si la expresión “estar flojo” es parte del argot de la Obra a nivel mundial o sólo de algunos países o centros. San Josemaría se refería muchas veces en sus apuntes íntimos (catalinas) a su flojera, no en el sentido que a veces se utiliza en las reuniones de consejos locales. Por ejemplo: “1350. Flojillo, flojillo ando de todo el cuerpo... y de alma, a pesar de mi gran fachada. Esto me hace estar raro. Y no quiero. Ayúdame, Madre nuestra. (...)” o “1100 (...) Lucha contra esa flojedad, que te hace perezoso y abandonado en tu vida espiritual. Mira que puede ser el principio de la tibieza..., y, en frase de la Escritura, a los tibios los vomitará Dios”.
[iii] “Cuando se debe escribir un documento, se redacta de común acuerdo y, antes de firmarlo, cada Director lo lee detenidamente, para captar exactamente su contenido y asumir responsablemente lo que allí se expresa” (Experiencias Locales, p. 8).
[iv] Comparto un texto, tal vez inédito en esta página, de la revista interna Crónica justamente en un artículo que trata de la Confidencia:
“(…) junto a esta llamada, recibimos el rumbo constante de la Obra: la voz de Jesús, a través de los Superiores. El Señor no da luces extraordinarias, cuando puede usar de medios adecuados para hacernos saber su voluntad. Al abrir el corazón ante el hermano que oye nuestra Confidencia, estamos hablando con el mismo Padre; y cuando hablamos así con el Padre, somos como Lázaro que levanta sus ojos a Jesús y le cuenta todo lo que ocurre en su interior. La sinceridad más absoluta, la sencillez más clara y la docilidad más rendida, se hacen allí garantía de eficacia y de vida eterna.” Crónica, marzo 1957, pp 19-23. Es un texto en que cada frase es casi que una herejía, dicho con la mejor buena voluntad. El texto completo y la foto que lo ilustra también son una joya.
Y también:
“Jesucristo, por conducto de nuestros hermanos, a través de los medios ordinarios propios de nuestro espíritu -la Confesión sacramental, la Confidencia-, devolverá la luz y la paz a nuestro corazón. Por eso es Voluntad de Dios que la dirección de la nave la lleve un Maestro, para que, con su luz y conocimiento, nos conduzca a puerto seguro (Camino, n 59).” En Meditaciones, Tomo III, martes de la semana XIII, p 358. En el contexto de esta meditación, la nave es nuestra vida y el Maestro es el director espiritual designado por los directores del Opus Dei.