14-feb-1930: Fui corriendo

Stoner, 10 de mayo de 2017

 

En el Opus Dei importa más la limpieza que la verdad.

 

Jaume realizó un muy buen trabajo detectando manipulaciones y zonas oscuras de la vida de José María Escrivá y del Opus Dei. Utilizó fuentes históricas originales. Y también, y esto me divirtió bastante, encontró muchas contradicciones en las hagiografías del Fundador, escritas por sus seguidores. Contradicciones internas en los textos y entre los distintos autores. Digo que esto me divirtió porque Jaume vio lo que yo, ni muchos otros, vimos leyendo los mismos textos. Es un problema de depositar toda mi confianza en la Obra y dejar de lado el espíritu crítico para ver la vida de san Josemaría y su obra.

 

En este escrito voy a colaborar con un nuevo dato sobre las mentiras en torno al 14 de febrero de 1930, aportando una cita de Crónica de 1970. Se relaciona con el asunto de en qué momento Escrivá fue a ver a su confesor, que Jaume trata en su Entrega 5. Hay una confusión bastante considerable con el tema del confesor o director espiritual de Escrivá en aquellos años clave. Vamos, que nos venimos a enterar que Escrivá no tenía director espiritual en los años de la Fundación. Y que fue engañoso a este respecto. Tan engañoso (o mentiroso…) que varios años después de su fallecimiento todavía se pensaba que el P. Sánchez lo había orientado para discernir esas luces que Escrivá pensaba que venían de Dios en los años fundacionales. Pensábamos que era su guía espiritual. Pero no: Escrivá funcionaba de pata libre[1]. Estaba “fugitivo” de Zaragoza y además no tenía nadie a quién abrir su alma. Su “director espiritual” sería Pou de Foxá, pero esto da para otra entrega (¡qué relación más curiosa había entre Pou y Escrivá!). Sabemos que Escrivá consiguió director espiritual fijo dos años después del 2 de octubre de 1928. Antes de esa fecha fundacional no tenía director espiritual. Tampoco en los días claves de la Fundación. Ni en los años siguientes… Suena muy mal esto. Tan mal que Escrivá no podía ser demasiado claro en este aspecto. Más aún, tenía que engañar a sus hijos: hubiera sido un muy mal ejemplo que el Padre estuviera sin director espiritual durante los años que rodean a la Fundación… hubiera sido poco coherente con su insistencia en la dirección espiritual SEMANAL que exigía a sus hijos numerarios. En abrir la conciencia de par en par al Director…

 

Bueno, después de esta introducción un poco desordenada, voy a lo que quería compartir. Es la foto de una publicación interna, en vida de Escrivá, que dice que al terminar la misa se fue “corriendo” a su confesor.

 

Para contextualizar el fragmento de Crónica, traigo a colación la cita de la primera biografía de Escrivá, por Salvador Bernal. Simplicio agregó este dato al escrito de Jaume, quien brindaba otras muchas citas sobre el tema. Simplicio transcribe desde la primera edición de la hagiografía publicada por Salvador Bernal en 1976. Tengo en mis manos otras dos ediciones posterioresque traen exactamente el mismo texto: “Al acabar, me fui corriendo a mi confesor…”

 

"Yo iba a casa de una anciana señora de ochenta años que se confesaba conmigo, para celebrar Misa en aquel oratorio pequeño que tenía. Y fue allí, después de la Comunión, en la Misa, cuando vino al mundo la Sección femenina. Al acabar, me fui corriendo a mi confesor, que me dijo: esto es tan de Dios como lo demás."[2] (El subrayado es mío).

 

Da a entender: 1) Que tenía confesor (estable) el 14 de febrero de 1930. 2) Que al salir de la Misa fue corriendo ese mismo día a su confesor, que le certificó que esto también era luz de Dios. 3) Que este confesor ya había validado la luz fundacional del 2 de octubre de 1928, que había estado cercano a ese evento y conocía bien lo que pasó con la fundación de los varones.

 

Obviamente que puede ser un confesor distinto del P. Sánchez. En ese caso, no tenemos noticias de quién podía ser… Jaume lo llama “Sacerdote X” y piensa que podría ser Mons. Manuel González, aunque no hay pruebas de esto. Guillaume  también piensa que sería Mons. Manuel González quien atendía la dirección espiritual a diversos sacerdotes en Madrid. De todas formas, Alvaro Portillo no sabía quién era el director espiritual de Escrivá en los años de la fundación (en Entrevista sobre el Fundador cita a todos los directores espirituales que tuvo Escrivá). Creo que es más grave afirmar que no tenía director espiritual que conceder que fue Mons. Manuel González. Por lo que pienso que D Alvaro decía la verdad sobre lo que sabía (que Escrivá no tenía director espiritual en los años de la Fundación). Tal vez ni D. Alvaro supiera de la dirección espiritual con Mons. González, pero lo veo difícil. Por lo que supongo que es más probable que no tuviera director espiritual estable hasta el P. Sánchez[3].

 

Jaume pidió una cita de Crónica en torno al año 2000. Simplicio también pregunta por esa Crónica y señala (creo que acertadamente) que el año 2000 le parece muy tardío para que esta manipulación se vuelva a utilizar, ya que es posterior a la beatificación.

 

El fragmento que comparto es de la Crónica de febrero de 1970. Dice textualmente:

"Y fue allí, después de la Comunión en la misa, cuando vino al mundo la Sección femenina. Al acabar me fui corriendo a mi confesor, que me dijo: esto es tan de Dios como lo demás." (página 8). Sin coma entre “Al acabar” y el “me fui corriendo a mi confesor”.

 

(Fragmento de Crónica, febrero 1970, p. 8).

 

Quiero señalar que esta Crónica es especial. Es un artículo muy cuidado, importante, porque está escrito en el 40 aniversario de la fundación de las mujeres (febrero 1930-febrero 1970). Fue escrito (¡e impreso!) en vida de san Josemaría. Supongo, sin temor a equivocarme, que fue supervisado directamente por Escrivá. Seguro que revisó y aprobó el texto antes de su publicación. Escrivá seguía muy de cerca los materiales que se publicaban en Crónica y más si trataban directamente sobre aspectos fundacionales. Este tipo de artículos se preparan especialmente. Destaco también que no son palabras en una tertulia que después alguien pasó en limpio e incorporó a un artículo póstumo, lo que podría dar lugar a un “malentendido”. Por la sensibilidad del tema el artículo tuvo que ser leído y corregido directamente por Escrivá. Son palabras impresas con letras de molde. Por último, y con riesgo de rizar el rizo, digo que estás páginas de Crónica no fueron arrancadas y sustituidas por una versión “correcta”. Es una práctica muy antigua y usual… casi una “costumbre de Casa”[4].

 

Este artículo de 1970 es posterior a la homilía que cita Jaume de 1964, que dice “Luego, a su tiempo, me fui corriendo”. Esa homilía de 1964 es citada también en un artículo de Studia et Documenta (2007) sobre el 14 de febrero. Yo hubiera esperado que fuera al revés. El texto de “al terminar me fui corriendo” tendría que ser anterior al de “luego, a su tiempo, me fui corriendo”. El “a su tiempo” matiza y da a entender que no fue en seguida. Hubiera esperado que el texto menos preciso fuera el primero y la matización viniera en segundo lugar. Creo que habría que chequear si la fecha de la homilía es correcta o está manipulada como tantos otros escritos de Escrivá. El texto de 1970 sabemos que fue publicado en 1970 y no fue adulterado. La homilía de 1964 no sé si consta en documentos auténticos publicados en 1964 o si hay manipulación con las fechas y textos. Por último, la homilía de 1964 está citada en el artículo monográfico de Studia et Documenta como “Apuntes tomados de una meditación”, por lo que no son texto escrito original del Fundador, sino anotaciones de uno de los asistentes….[5] En definitiva, el texto de 1970 lo considero como el más válido: porque es el último y porque no procede de “apuntes” de un asistente a una meditación, sino que fue impreso en época del Fundador y no alterado.

 

Como detalle final, ese artículo contiene algunas frases interesantes sobre el Opus Dei:

 

-         Comienza: “Hace 40 años que el Señor dirigió de nuevo su mirada al mundo, tuvo misericordia de sus hijos y ensanchó este camino santo de la Obra, que nos enamora y nos hace felices”. (Para el peligro de la sobrenaturalidad y las intervenciones directas de Dios en la Historia, cfr. Marcus Tank). Este tipo de expresiones es ubicuo en la vida de Escrivá y en los escritos formativos para los miembros de su Obra. El primer párrafo de la foto también nos remarca expresamente este trato directo y frecuente de Escrivá con Dios: “el Señor quiso darle a conocer su Voluntad”. Esta cercanía con Dios del Fundador no es una exageración piadosa de los hijos del santo. En su grandeza/humildad, Escrivá mismo ¡se comparaba con Moisés[6]!

 

-         Irónicamente, el artículo introduce la cita del “Al acabar me fui corriendo a mi confesor” con las siguientes palabras: “El Padre (...) ha recordado en ocasiones algunos detalles relacionados con nuestra historia, para que (...) nos llenemos de seguridad (...)”. El subrayado es mío, y digo que más que de seguridad, me lleno ahora de muchas dudas sobre lo que Escrivá nos contó sobre la Fundación. Ironías del destino: con una versión manipulada de los hechos nos quisieron transmitir “seguridad” y ahora sale el tiro por la culata...

 

-         El párrafo siguiente al de la cita “al acabar me fui corriendo” nos recuerda que la Obra “ha de permanecer hasta el fin de los tiempos” y que “las obras de Dios son perfectas”. Dos características de divinidad de la Empresa. La primera, no creo que la vea confirmada o refutada en lo que me quede de vida. La segunda afirmación me hace pensar si el Opus es verdaderamente Dei (Eijo y Garay dixit) o si la Opus es más bien de Escrivá…

 

Saludos cordiales,

Stoner

Volver a Tus escritos

Ir a la ‘nueva’ web

Ir a la web ‘clásica’



[1]Burkhart y López escriben que: "San Josemaría pone en guardia del peligro de convertirse -hablando castizamente- en apóstol de pata libre..." (p. 581 del Tomo I).

[2]Salvador Bernal, “Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer. Apuntes sobre la vida del Fundador del OPUS DEI", RIALP, 1977, p 128. En la edición de Rialp de 1980 mantiene exactamente la misma cita, en p. 144.

[3] Además, Escrivá dice expresamente que fue el P. Sánchez quien le dijo sobre la fundación de las mujeres: “esto es tan de Dios como lo demás”. (cfr. Vázquez de Prada, tomo 1, Rialp 1997, p.323).

[4] La costumbre de cortar y modificar y sustituir páginas de Crónica es “de los comienzos” de las publicaciones internas. Por ejemplo las páginas 33 y 34 de Crónica de abril de 1954 ya están modificadas (es uno de los primerísimos ejemplares).

[5] Vázquez de Prada cita ese texto lisa y llanamente como “Meditación del 14-II-1964” y no como “Apuntes tomados de una meditación, 14-II-1964, AGP, Sec. P09, p.74”. No sé si se conservará grabación de audio de esa meditación. De todas formas, el texto de 1970 está publicado en vida de Escrivá, por lo que es fuente directa.

[6] La carta circular del 9 enero de 1938 comienza lisa y llanamente con esta imagen bíblica veterotestamentaria...: “El Señor a mí también me guardó de la muerte, que parecía segura más de una vez: y me sacó de la tierra de Egipto (...) para que siga siendo Cabeza y Padre de sus elegidos, en esta Obra de Dios”.