En el Opus Dei importa más la limpieza que la
verdad.
Jaume realizó un muy buen
trabajo detectando manipulaciones y zonas oscuras de la vida de José María
Escrivá y del Opus Dei. Utilizó fuentes históricas originales. Y también, y
esto me divirtió bastante, encontró muchas contradicciones en las hagiografías
del Fundador, escritas por sus seguidores. Contradicciones internas en los
textos y entre los distintos autores. Digo que esto me divirtió porque Jaume
vio lo que yo, ni muchos otros, vimos leyendo los mismos textos. Es un problema
de depositar toda mi confianza en la Obra y dejar de lado el espíritu crítico
para ver la vida de san Josemaría y su obra.
En este escrito voy a colaborar con un nuevo
dato sobre las mentiras en torno al 14 de febrero de 1930, aportando una cita
de Crónica de 1970. Se relaciona con el asunto de en qué momento Escrivá fue a
ver a su confesor, que Jaume trata en su Entrega 5. Hay una confusión
bastante considerable con el tema del confesor o director espiritual de Escrivá
en aquellos años clave. Vamos, que nos venimos a enterar que Escrivá no tenía
director espiritual en los años de la Fundación. Y que fue engañoso a este
respecto. Tan engañoso (o mentiroso…) que varios años después de su
fallecimiento todavía se pensaba que el P. Sánchez lo había orientado para
discernir esas luces que Escrivá pensaba que venían de Dios en los años
fundacionales. Pensábamos que era su guía espiritual. Pero no: Escrivá
funcionaba de pata libre[1]. Estaba “fugitivo” de
Zaragoza y además no tenía nadie a quién abrir su alma. Su “director
espiritual” sería Pou de Foxá, pero esto da para otra entrega (¡qué relación
más curiosa había entre Pou y Escrivá!). Sabemos que Escrivá consiguió director
espiritual fijo dos años después
del 2 de octubre de 1928. Antes de esa fecha fundacional no tenía director
espiritual. Tampoco en los días claves de la Fundación. Ni en los años
siguientes… Suena muy mal esto. Tan mal que Escrivá no podía ser demasiado
claro en este aspecto. Más aún, tenía que engañar a sus hijos: hubiera sido un
muy mal ejemplo que el Padre estuviera sin director espiritual durante los años
que rodean a la Fundación… hubiera sido poco coherente con su insistencia en la
dirección espiritual SEMANAL que exigía a sus hijos numerarios. En abrir la
conciencia de par en par al Director…
Bueno, después de esta introducción un poco
desordenada, voy a lo que quería compartir. Es la foto de una publicación
interna, en vida de Escrivá, que dice que al terminar la misa se fue
“corriendo” a su confesor.
Para contextualizar el fragmento de Crónica,
traigo a colación la cita de la primera biografía de Escrivá, por Salvador
Bernal. Simplicio agregó este dato al
escrito de Jaume, quien brindaba otras muchas citas sobre el tema. Simplicio
transcribe desde la primera edición de la hagiografía publicada por Salvador
Bernal en 1976. Tengo en mis manos otras dos ediciones posterioresque traen
exactamente el mismo texto: “Al acabar, me fui corriendo a mi confesor…”
"Yo iba a casa de
una anciana señora de ochenta años que se confesaba conmigo, para celebrar Misa
en aquel oratorio pequeño que tenía. Y fue allí, después de la Comunión, en la
Misa, cuando vino al mundo la Sección femenina. Al acabar, me fui corriendo
a mi confesor, que me dijo: esto es tan de Dios como lo demás."[2] (El subrayado es
mío).
Da a entender: 1) Que tenía confesor (estable)
el 14 de febrero de 1930. 2) Que al salir de la Misa fue corriendo ese mismo
día a su confesor, que le certificó que esto también era luz de Dios. 3) Que
este confesor ya había validado la luz fundacional del 2 de octubre de 1928,
que había estado cercano a ese evento y conocía bien lo que pasó con la
fundación de los varones.
Obviamente que puede ser un confesor distinto
del P. Sánchez. En ese caso, no tenemos noticias de quién podía ser… Jaume lo
llama “Sacerdote
X” y piensa que podría ser Mons. Manuel González, aunque no hay
pruebas de esto. Guillaume también piensa que sería Mons. Manuel
González quien atendía la dirección espiritual a diversos sacerdotes en Madrid.
De todas formas, Alvaro Portillo no sabía quién era el director espiritual de
Escrivá en los años de la fundación (en Entrevista
sobre el Fundador cita a todos los directores espirituales que tuvo
Escrivá). Creo que es más grave afirmar que no tenía director espiritual que
conceder que fue Mons. Manuel González. Por lo que pienso que D Alvaro decía la
verdad sobre lo que sabía (que Escrivá no tenía director espiritual en los años
de la Fundación). Tal vez ni D. Alvaro supiera de la dirección espiritual con
Mons. González, pero lo veo difícil. Por lo que supongo que es más probable que
no tuviera director espiritual estable hasta el P. Sánchez[3].
Jaume pidió una cita de Crónica en torno al
año 2000. Simplicio también pregunta por
esa Crónica y señala (creo que acertadamente) que el año 2000 le parece muy
tardío para que esta manipulación se vuelva a utilizar, ya que es posterior a
la beatificación.
El
fragmento que comparto es de la Crónica de febrero de 1970. Dice textualmente:
"Y fue allí, después de la Comunión en la misa, cuando vino
al mundo la Sección femenina. Al acabar me fui corriendo a mi confesor, que me
dijo: esto es tan de Dios como lo demás." (página 8). Sin coma entre “Al acabar” y el “me fui corriendo a
mi confesor”.
(Fragmento de
Crónica, febrero 1970, p. 8).
Quiero
señalar que esta Crónica es especial.
Es un artículo muy cuidado, importante, porque está escrito en el 40 aniversario de la fundación de las
mujeres (febrero 1930-febrero 1970). Fue escrito (¡e impreso!) en vida
de san Josemaría. Supongo, sin temor a equivocarme, que fue supervisado
directamente por Escrivá. Seguro que revisó y aprobó el texto antes de su
publicación. Escrivá seguía muy de cerca los materiales que se publicaban en
Crónica y más si trataban directamente sobre aspectos fundacionales. Este tipo
de artículos se preparan especialmente. Destaco también que no son palabras en
una tertulia que después alguien pasó en limpio e incorporó a un artículo
póstumo, lo que podría dar lugar a un “malentendido”. Por la sensibilidad del
tema el artículo tuvo que ser leído y corregido directamente por Escrivá. Son palabras impresas con letras de
molde. Por último, y con riesgo de rizar el rizo, digo que estás páginas de
Crónica no fueron arrancadas y sustituidas por una versión “correcta”. Es una
práctica muy antigua y usual… casi una “costumbre de Casa”[4].
Este
artículo de 1970 es posterior a la homilía que cita Jaume de 1964, que
dice “Luego, a su tiempo, me fui corriendo”. Esa homilía de 1964 es citada
también en un artículo de Studia et Documenta (2007)
sobre el 14 de febrero. Yo hubiera esperado que fuera al revés. El texto de “al
terminar me fui corriendo” tendría que ser anterior al de “luego, a su tiempo,
me fui corriendo”. El “a su tiempo” matiza y da a entender que no fue en
seguida. Hubiera esperado que el texto menos preciso fuera el primero y la
matización viniera en segundo lugar. Creo que habría que chequear si la fecha
de la homilía es correcta o está manipulada como tantos otros escritos de
Escrivá. El texto de 1970 sabemos que fue publicado en 1970 y no fue
adulterado. La homilía de 1964 no sé si consta en documentos auténticos
publicados en 1964 o si hay manipulación con las fechas y textos. Por último,
la homilía de 1964 está citada en el artículo monográfico de Studia et
Documenta como “Apuntes tomados de una meditación”, por lo que no son texto
escrito original del Fundador, sino anotaciones de uno de los asistentes….[5]
En definitiva, el texto de 1970 lo considero como el más válido: porque es el
último y porque no procede de “apuntes” de un asistente a una meditación, sino
que fue impreso en época del Fundador y no alterado.
Como
detalle final, ese artículo contiene algunas frases interesantes sobre el Opus
Dei:
-
Comienza:
“Hace 40 años que el Señor dirigió de nuevo su mirada al mundo, tuvo
misericordia de sus hijos y ensanchó este camino santo de la Obra, que nos
enamora y nos hace felices”. (Para el peligro de la sobrenaturalidad y las intervenciones directas de Dios en la Historia, cfr. Marcus Tank). Este tipo de expresiones es ubicuo en la vida de Escrivá y en
los escritos formativos para los miembros de su Obra. El primer párrafo de la
foto también nos remarca expresamente este trato directo y frecuente de Escrivá
con Dios: “el Señor quiso darle a conocer su Voluntad”. Esta cercanía con Dios
del Fundador no es una exageración piadosa de los hijos del santo. En su grandeza/humildad,
Escrivá mismo ¡se comparaba con Moisés[6]!
-
Irónicamente,
el artículo introduce la cita del “Al acabar me fui corriendo a mi confesor”
con las siguientes palabras: “El Padre (...) ha recordado en ocasiones algunos
detalles relacionados con nuestra historia, para que (...) nos llenemos de
seguridad (...)”. El subrayado es mío, y digo que más que de seguridad, me
lleno ahora de muchas dudas sobre lo que Escrivá nos contó sobre la Fundación. Ironías del destino: con una versión
manipulada de los hechos nos quisieron transmitir “seguridad” y ahora sale el
tiro por la culata...
-
El
párrafo siguiente al de la cita “al acabar me fui corriendo” nos recuerda que
la Obra “ha de permanecer hasta el fin de los tiempos” y que “las obras de Dios
son perfectas”. Dos características de divinidad de la Empresa. La primera, no
creo que la vea confirmada o refutada en lo que me quede de vida. La segunda
afirmación me hace pensar si el Opus es verdaderamente Dei (Eijo y Garay dixit)
o si la Opus es más bien de Escrivá…
Saludos
cordiales,
Stoner
[1]Burkhart y López escriben que: "San Josemaría pone en guardia del peligro de convertirse -hablando castizamente- en apóstol de pata libre..." (p. 581 del Tomo I).
[2]Salvador Bernal, “Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer. Apuntes sobre la vida del Fundador del OPUS DEI", RIALP, 1977, p 128. En la edición de Rialp de 1980 mantiene exactamente la misma cita, en p. 144.
[3] Además, Escrivá dice
expresamente que fue el P. Sánchez quien le dijo sobre la fundación de las
mujeres: “esto es tan de Dios como lo demás”. (cfr. Vázquez de Prada, tomo 1,
Rialp 1997, p.323).
[4] La costumbre de
cortar y modificar y sustituir páginas de Crónica es “de los comienzos” de las
publicaciones internas. Por ejemplo las páginas 33 y 34 de Crónica de abril de
1954 ya están modificadas (es uno de los primerísimos ejemplares).
[5] Vázquez de Prada cita
ese texto lisa y llanamente como “Meditación
del 14-II-1964” y no como “Apuntes tomados de una meditación,
14-II-1964, AGP, Sec. P09, p.74”. No sé si se conservará grabación de audio de
esa meditación. De todas formas, el texto de 1970 está publicado en vida de
Escrivá, por lo que es fuente directa.
[6] La carta circular del
9 enero de 1938 comienza lisa y llanamente con esta imagen bíblica
veterotestamentaria...: “El Señor a mí también me guardó de la
muerte, que parecía segura más de una vez: y me sacó de la tierra de Egipto
(...) para que siga siendo Cabeza y Padre de sus elegidos, en esta Obra de
Dios”.