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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 22 de Enero de 2025



Serie EL minuto heroico: Yo también dejé el Opus Dei.- Agustina

 

Max estrenará su serie documental original el viernes 7 de febrero

EL MINUTO HEROICO: YO TAMBIÉN DEJÉ EL OPUS DEI

 

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El traje negado y el traje reivindicado: un testimonio de Guatemala.- Alicia B.

 

El traje negado y el traje reivindicado

Alicia Barillas, 22/01(2025

 

A raíz de la lectura del escrito de Sinculpa: “Pueblos Originarios y Opus Dei. SIRVIENTAS, así las llamó Escrivá”, quiero compartir mis vivencias y el testimonio de una amiga, Graciela, sobre un tema sensible. Fui Numeraria Administradora en Guatemala durante más de veinte años, desde 1973 hasta 1996.

Guatemala es un país con una rica herencia cultural maya. Sus pobladores expresan su historia, religión y cosmovisión a través de intrincados diseños textiles, tejidos con una variedad de estilos, colores, materiales y técnicas. Se estima que existen más de 800 estilos de vestimenta diferentes, cada comunidad indígena maya luce con orgullo su traje regional tradicional, a menudo vinculado a los cultivos de la zona.

Cuando llegué a Guatemala en 1975, todas las Numerarias Auxiliares provenían de comunidades indígenas, que representan el 43.8% de la población total del país. En aquel entonces, al ingresar a la Obra, estas mujeres dejaban de usar la vestimenta de su pueblo para adoptar la de las Numerarias, vistiendo prendas que estas últimas ya no utilizaban.

Mi amiga Graciela, también en Guatemala, fue invitada en 1979 a participar en el ICU (UNIV) en Roma, como parte de la labor de San Rafael con universitarias. En esa época, era impensable que las Numerarias Auxiliares, o incluso personas vinculadas a la labor de San Rafael orientada a ellas, participaran en estos viajes.

Graciela me pidió que transmitiera su testimonio:

"Juan Pablo II acababa de iniciar su pontificado. Desde las primeras reuniones preparatorias para la convivencia en Roma, se indicó a las participantes que debían llevar un vestido 'especial' para la audiencia con el Santo Padre y para la tertulia con el Padre (Álvaro del Portillo).

Micaela, que vivía en la residencia universitaria, una obra corporativa del Opus Dei, provenía de una comunidad indígena y también viajaría a Roma. Nos habíamos hecho amigas recientemente, compartiendo la vida en la residencia. Ella llevaba un hermoso traje originario que su madre le había bordado con esmero durante meses para la ocasión.

Al llegar a Roma, se asignaba a cada grupo nacional una alumna del Colegio Romano de Santa María, quien tenía instrucciones precisas y asumía la dirección del grupo.

Cuál fue mi sorpresa y decepción cuando, el día de la audiencia, vi que Micaela no llevaba el traje que su madre le había preparado. Con lágrimas en los ojos me contó que la directora italiana asignada al grupo le había dicho tajantemente que no podía ir 'disfrazada'.

Indignada, hablé con la numeraria intentando explicarle que aquel elegante traje NO era un disfraz, sino una vestimenta de gala propia de su región. Mis intentos fueron inútiles. Micaela no pudo usar su traje ni en la audiencia con el Papa ni en la tertulia con Álvaro del Portillo."

Años más tarde, durante los preparativos para la beatificación del fundador, se avisó con meses de antelación a todas las Numerarias Auxiliares de origen indígena (que eran la mayoría) que uno de los requisitos para viajar a Roma era tener el traje de su pueblo en buen estado. Sus familias se alegraron al tener la oportunidad de preparar los vestidos tradicionales para sus hijas.

En mayo de 1992 fui asignada al grupo de Numerarias Auxiliares que viajaba a la beatificación. El vuelo tenía una escala de varias horas en Ámsterdam. La emoción y las nuevas experiencias estaban a flor de piel. Antes de salir del aeropuerto, les expliqué que en las calles y parques de la ciudad podrían encontrarse con situaciones inusuales, dada la naturaleza liberal de Ámsterdam.

Mi sorpresa fue que, al llegar a uno de los parques, la gente nos rodeó y comenzó a preguntar por qué vestían así. Estaban fascinados con los trajes. Les expliqué que veníamos de Guatemala y que cada una llevaba el traje de su pueblo.

El día de la beatificación, las Numerarias Auxiliares tenían un lugar especial, cerca del área reservada para diplomáticos e invitados especiales, y a la vista de la prensa que cubría el evento.

Este contraste entre la negación inicial del traje indígena y su posterior reivindicación para la beatificación revela una constante en la institución: la manipulación en función de sus propios intereses. La empatía genuina con las culturas ancestrales en los nuevos países a los que llegaban no formaba parte de sus prioridades. Todo giraba en torno al fundador y la imagen de la institución.

Alicia Barillas





Capítulo 13: Isidoro. ¡Tomarlo!.- Stoner

 

Capítulo 13: Isidoro. ¡Tomarlo!

Stoner, 22/01/2025

 

Como vimos en la entrega anterior: “La ruptura con el P. Valentín Sánchez en 1940, el Director o Moderador de una asociación tenía incidencia en la incorporación de los miembros. Por lo tanto, no debería resultar extraño que el jesuita P. Sánchez tuviera que dar el visto bueno para que el joven José María incorporara a alguien a su incipiente organización… Obviamente, esto es una herejía para los oídos prelaticios. Pero así era la Obra fundacional, tan distinta a la que han canonizado.

Por tanto, realizo un adelanto del Capítulo #13, para ejemplificar uno de los aspectos que señalé en el capítulo #11.6 (punto 10): que el Director o Moderador de las asociaciones (canon 698 del CIC17) tenía incidencia en la incorporación de los miembros.

 

Capítulo 13: Isidoro. ¡Tomarlo!

Habría mucho que decir sobre este hermano nuestro (con minúscula, porque era seglar: los presbíteros, como Norberto o José María eran Hermanos).

Ya va indicado que me parece que Isidoro desde Málaga se enteraba más bien de poco (cfr. Capítulos #11.1 y #11.3). Además, sabemos que, incluso años después de haberse vinculado a la Obra, iba andando a los tumbos, sin misa diaria y sin otras prácticas piadosas que un vil adscrito o incluso muchos buenos cristianos de su época harían habitualmente y sin mayor problema. Además, era lector de El Sol y no del querido El Siglo Futuro. Tengamos presente que su familia no era especialmente católica. Isidoro andaba por Málaga, haciendo lo que buenamente podía. Y sin saber lo que Escrivá hacía y deshacía en Madrid (esto será clave para eventos de 1935).

 

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SERVE. Mis años perdidos en el corazón del Opus Dei.- Agustina

 

SERVE

Mis años perdidos en el corazón del Opus Dei

Anne Marie Allen tenía quince años cuando fue aceptada en un curso de la escuela de cocina que prometía calificaciones reales y un futuro en la carrera de sus sueños.

En busca de una vida mejor, se mudó a la tranquila y pacífica campiña del oeste de Irlanda. Su felicidad duró poco, ya que quedó claro que había sido engañada para llevar una vida de servidumbre doméstica a los miembros del Opus Dei.

Al poco tiempo fue llevada a Roma, donde firmó su vida con votos de servir. Lo que siguió fueron años de miseria en la esclavitud, celibato forzado y sufrimiento físico traumático bajo una institución ambiciosa y tiránica que exigía perfección, humillación y dolor.

Su familia finalmente logró forzar una visita a su casa donde se negaron a permitirle regresar a la Orden, y donde comenzaron el largo proceso de desprogramación de Anne Marie, una tarea que ha sido una lucha de toda la vida.

Serve es la extraordinaria historia de fuerza y resiliencia de Anne Marie frente al fanatismo religioso.

Enlace para encargarlo en inglés

En español no sabemos cuándo saldrá





Reflexiones filosóficas sobre la Eclesiología del Papa Francisco.- Jacinto Choza

 

Reflexiones filosóficas sobre la Eclesiología del Papa Francisco

Jacinto Choza, Universidad de Sevilla, Catedrático emérito.

 

RESUMEN

               Se intenta mostrar de qué modo el gobierno de la Iglesia por parte de los tres papas posteriores al Concilio Vaticano II se ha encaminado a hacer valer dentro de ella los Derechos humanos que han moldeado la sociedad civil desde la caída del Antiguo Régimen. Se muestra una unidad y continuidad completa de Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, en cuanto a la renovación de la Iglesia siguiendo ese mismo objetivo permanentemente.

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