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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 08 de Noviembre de 2023



Examen médico para valorar si era apta para trabajar.- GD


Examen médico para valorar si era apta para trabajar

GD., 8/11/2023

 

Este fin de semana estuve viendo una serie en Netflix. En el programa, un joven talentoso estaba bajo severas presiones para unirse a las SS en la Alemania nazi, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Pero antes de poder unirse tuvo que pasar por un examen médico realizado por médicos de las SS para evaluar si cumplía con los criterios de selección. Esta escena me provocó algunos recuerdos.

Tenía 16 años, llevaba unos meses siendo Numeraria Auxiliar (NAX) y me enviaron a mi primer curso anual junto a, aproximadamente, 20 NAX recién pitadas, a un pequeño Centro del Opus Dei en nuestra capital. Todas éramos adolescentes. Como todavía era estudiante de hostelería, mis directoras me dijeron que les contara a mi familia que había ganado una beca para trabajar en una residencia de élite del Opus Dei, y obedecí.

Viajé con una Directora de otro centro para asistir al curso anual, ya que ella iba a ser la Directora del curso. Mis padres me habían dado algo de dinero de bolsillo. Al llegar al Centro, recuerdo vívidamente que esta Directora me arrebató el dinero de la mano para pagar el taxi. Cuando le pregunté cuándo me lo devolvería, me preguntó si conocía el concepto de pobreza y me dijo que alguna vez me lo contaría, lo cual nunca hizo y nunca me devolvió el dinero.

El curso anual fue estresante. Nosotros, las NAX, estábamos apiñadas en pequeños dormitorios fríos y en un diminuto comedor. Limpiamos y limpiamos el Centro sólo por limpiar. Los numerarios tenían dormitorios individuales con baño, un hermoso y grande comedor, etc., la habitual diferencia de clases. En las charlas y clases hicimos muchas preguntas sobre el Opus Dei y sobre nuestra vida como NAX. Las numerarias no estaban contentas con que hiciéramos preguntas. Fueron muy inútiles y no les importó por qué necesitábamos esta información. El volumen general del curso fue frío y dogmático. Como consecuencia de ello, hubo un verdadero descontento entre las NAX. Todo el curso fue una experiencia horrible.

Una tarde llegó una médico al centro. Era numeraria. Nos dijeron que cada NAX debía ser examinada médicamente para garantizar que estuvieran en condiciones de trabajar y continuar como NAX. Cada NAX obedeció y atendió a esta Doctora en un pequeño consultorio. Cuando llegó mi turno me acompañó una numeraria. Recuerdo haber recibido un examen médico exhaustivo por parte de esta médico y me hizo preguntas sobre mi propio historial médico y el historial médico de mi familia. Recuerdo que ella dijo que estaba en forma y saludable y se rió a carcajadas y comentó que podía trabajar bien.

Ahora miro hacia atrás y me pregunto cómo pudo el Opus Dei habernos hecho esto. Éramos niñas. Nunca solicité este examen médico y no di mi consentimiento plenamente informada para este ello. No se me dio la oportunidad de rechazarlo. Tampoco se solicitó el consentimiento de mis padres por las Directoras ni por la Doctora para que yo asistiera a este examen medico. Yo era una niña, tenía 16 años. Este reconocimiento tenía como único objetivo, en beneficio del Opus Dei, evaluar si estaba en condiciones de trabajar de forma continuada como NAX. Mi dignidad como ser humano no fue considerada en absoluto.

Mis resultados del reconocimiento fue comentado en mi centro a mi regreso. Las Directoras ya lo sabían. ¿Imaginan? ¿Esto es confidencialidad? Entonces supe que era un requisito que los nuevas socias numerarias fueran evaluadas médicamente para determinar su aptitud para el trabajo. Todos estos exámenes fueron realizados por miembros del Opus Dei. A menudo fui testigo de cómo las Directoras decían que esa persona no era lo suficientemente fuerte para ser NAX, Numeraria, etc., por lo que debería ser convencida para convertirse en supernumeraria.

No estoy segura de cuántos de mis derechos humanos fueron violados por el Opus Dei sólo en este incidente. Un recuerdo oculto revivido en una fría mañana de domingo. El dolor que nunca desaparece.

GD.





Testimonios de los (ex) supernumerarios.- Aquilina

Querido Victor,

El pasado lunes leí con mucho interés tu intervención, porque me doy cuenta de que, cuando estamos sumidos en el dolor y en la dificultad, muy a menudo quedamos tan ensimismados en nuestra situación, que puede faltar la capacidad de percibir el dolor y la dificultad de otros que viven otras dificultades en circunstancias distintas dentro del Opus Dei.

Como ves, utilizo expresiones muy precavidas, porque lo que digo no es universal ni absoluto, pero creo que sí frecuente.

El problema, creo, es que Opuslibros, Coloquios en libertad u otras iniciativas parecidas surgen de la participación voluntaria de los que quieren intervenir, y no podría ser de forma distinta por mucho que las notas que circulan dentro del Opus Dei puedan hablar de nuestra “organización”, “reuniones editoriales”, “distribución de encargos”... Yo participo en esta pagina desde el 12 de diciembre de 2002, ¡su segunda semana de vida!, y puedo dar testimonio de que nunca me pidieron escribir acerca de algo, de que todos mis escritos fueron totalmente espontáneos y voluntarios.

Esta es la riqueza y el valor de los testimonios que aquí se recogen. Y, reitero, esos testimonios sólo pueden surgir de esta forma. Porque hablan de circunstancias delicadas, sensibles, que han dejado cicatrices en el alma y en la psique, cuando no también en el cuerpo, de quienes los relatan, y que por esta razón tienen que ser leídos, comentados y utilizados ꟷcon la autorización de quien los escribeꟷ con todo el respeto del mundo.

Ay de nosotros si, por perseguir un objetivo que valoramos como justo y necesario, utilizáramos los mismos medios que criticamos al Opus Dei, es decir, medios no correctos para alcanzar un fin justo y deseable.

Por lo que ni mis testimonios ni el testimonio de otros fueron utilizados por Opuslibros sin el permiso o la autorización de sus autores, todos fueron tratados con la máxima delicadeza y respeto, y si alguna vez provocaron criticas o enfrentamientos fue, como en este caso porque desde dentro encontraron la forma de hacerse fuertes contra de él y de sus deseos de ayudar a quien se encontraba en dificultad. O sea, más de lo mismo: para ellos, el fin justifica los medios. Nosotros no podemos actuar de la misma forma, aunque eso signifique alargar nuestro camino. Han pasado 21 años desde el comienzo de Opuslibros, pueden parecer muchos, pero junto a otras fuerzas que también han empujado el proceso, ya se van recogiendo los frutos.

Ojalá tu grito de dolor empuje a que lleguen muchos testimonios de supernumerarios, ex e in, que, como hace poco ha pasado con las ex numerarias auxiliares, cuenten los que, para muchos de nosotros, puedan ser desconocidos sus sufrimientos y dificultades. Y si esto pasara, encontrarán acogimiento en esta página y en las otras iniciativas.

Te agradezco que con tu intervención hayas abierto ese importante aspecto, con mucho cariño y participación saludo tí y todos los lectores de la pagina,

Elena (Aquilina)





Lector, necesito tu ayuda para mi amiga Clara.- Mediterráneo

Clara trabaja en un centro, desde hace tiempo, y ya no puede más. No puedo detallar aquí todo lo que sucede, porque no puede permitirse que la identifiquen, así que solo diré que tiene papeles en regla y busca trabajo es Madrid/alrededores bien comunicados. Aunque es una cocinera excelente, le gustaría pasar a otro sector si fuera posible: trabajo de administrativa, de recepcionista en un hotel, no hace falta que sea necesariamente de empleada de hogar, solo necesita un trabajo para salir de donde está. Es de plena confianza y respondo por ella.

Gracias desde este instante por todo lo que puedas hacer, lector. Puedes contactar conmigo en sellingheritage@gmail.com.

Mediterráneo

 





El Horario Personal...- Alicia (Copinol)

Entregar el "horario personal" como parte de la dirección espiritual ha sido una práctica internacional que he confirmado con numerarias/os, agregadas/os que han dejado la institución.

He escuchado que "muchas cosas estan cambiando en el Opus Dei". Celebro y deseo de corazón que así sea. El mundo cambia y ya es hora que el Opus Dei cambie. Se lo ha pedido puntualmente el Papa en julio del año pasado con el Motu Proprio. Ojala el cambio no sea solo en lo superficial.

Como parte de esos cambios me comentaban que hace un par de años, durante la convivencia de consejos locales, insistieron desde distintos ángulos, en la necesidad de dar a cada persona su espacio, respetar su forma de ser, dar libertad para hacer lo que quisiera. Al ponerlo en práctica, una numeraria auxiliar joven entregó a la persona que llevaba su charla fraterna su horario personal en el que señalaba de que de 3 a 4 de la tarde todos los días, ella iba a dedicarlo a "Redes Sociales". La persona que llevaba su charla había ingresado en la institución hacía poco más de 8 años, con lo cual, todo le pareció "normal". Lo comentó con alguien del consejo local, y así quedó.

Muchos años atrás, yo era numeraria y tenía un cargo directivo en una escuela universitaria dirigida por el Opus Dei. La persona que llevaba mi charla me pidió el horario, y pasados unos días, se lo entregué. Le presenté algo real como el tiempo de trabajo de escritorio, reunión profesores, dar clases, etc., y mi sorpresa fue que me lo rechazó explicándome que "Dios quería para mí, que ella supiera exactamente qué hacía yo en cada momento de mi día mientras trabajaba". Me pareció un poco extraño y le comenté que nunca me lo habían pedido así. Me insistió que "era lo que Dios quería de mí". Volví a preparar algo más concreto en base a lo que esos días tenía previsto y lo presente. Mi sorpresa fue, que durante la semana, esta numeraria llegó a mi despacho. Justo en ese día habían convocado a una reunión extraordinaria y yo me encontraba en otra zona del edificio. Lamentablemente no coincidía mi horario entregado con mi horario real de ese día.

En la charla fraterna tuve una seria reprimenda recalcando que "la voluntad de Dios era que ella supiera exactamente lo que yo hacía en cada momento". Intentando comprender el fondo del asunto, le consulté que si era algo generalizado para todos en la Obra, porque no me imaginaba que una supernumeraria madre de varios hijos pudiera cumplir con este requisito. Me respondió que el requisito era para mí, que si tenía algun cambio en el horario que había entregado y tenía noticia con anticipación, debía dejar una nota a la persona con la que hacía mi charla para que supiera que ese día mi horario era diferente a como lo había entregado. Quiero creer que la persona con la que hacía mi charla, AMGJ son sus iniciales, actuaba de buena voluntad siguiendo indicaciones de Asesoría. A la distancia imagino que es una de tantas tácticas para quebrar la voluntad o desesperar a la persona repitiendo una y mil veces "esto quiere Dios de tí".

Celebro que las Numerarias Auxiliares puedan expresar ahora con toda libertad que ese tiempo libre lo dedicará a sus redes sociales. Todo cambia y es algo que jamás imaginé durante mis 23 años como Numeraria y Administradora. Y estoy segura que la exigencia de mi "charlera fraterna" se puede cumplir facilmente con más de alguna aplicación de los teléfonos inteligentes. Lo que sí tengo claro es que Dios no puede causar tanto estrés. Gracias Agustina por este espacio.

Alicia Barillas (Copinol)

 




 

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