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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 17 de Julio de 2024

La mujer en el Opus Dei: “Un mero instrumento de trabajo”
Mediterráneo, 17/07/2024

En la institución, sabido es, se leen pocos documentos eclesiásticos. Ya sean encíclicas papales, cartas apostólicas, exhortaciones… no suelen leerse. La teoría es que ya hay quien se encarga de leer todo lo que publica el papa, y si hay algo que debamos saber, ya nos lo dirán.

Evidentemente, si el documento, el que sea, trata de la castidad, del aborto, de la contracepción, de la castidad, de la santidad del matrimonio, de la condena a las relaciones prematrimoniales, de la castidad, de los preservativos, de la castidad… lo que sea, lo que sea relacionado con el 6º y el 9º, entonces sí se recomienda su lectura, y su difusión, se comenta en los círculos de las supernumerarias, se indica a las encargadas de grupo que se pregunte en la charla, los sacerdotes lo preguntan en la confesión, etc. El 6º y el 9º, por favor, ¿hay mandamientos más importantes?

El resto de documentos se sobrevuela, no ya en plan dron sino en plan satélite orbitando alrededor de la tierra. Si el documento es del tipo, me invento, “Grata Recordatio”, de Juan XXIII sobre el rezo del Santo Rosario, o “Mense Maio” de Pablo VI sobre rezar a la Virgen en el mes de mayo, o “Slavorum Apostoli” de Juan Pablo II sobre la evangelización llevada a cabo por San Cirilo y San Metodio, la de aquel, no pasa nada por no leerlas.

Sin embargo, cuando lo que no se lee y de lo que se pasa como de las piedras es, por ejemplo, la encíclica "Centesimus Annus", de Juan Pablo II (¡el papa que nos quería y nos comprendía!), publicada en 1991, con motivo, como su nombre indica, del centenario de la “Rerum Novarum” de León XIII, entonces sí pasa, y pasa porque esta encíclica, considerada como la base de la doctrina social de la Iglesia, y que se publicó cuando faltaban más de treinta años para las luces, los resplandores, las campanas, los destellos y las visiones, dice, entre otras cosas, que el trabajo infantil debe abolirse, (¡ay!), que es necesario gozar del descanso dominical (¡ay!), que existe la obligatoriedad, para el dador de trabajo, de pagar un salario justo (¡ay!), y que la relación laboral no debe ser simplemente un intercambio comercial de servicios por dinero, sino que debe tener en cuenta la dignidad y los derechos inherentes del trabajador (¡ay!)

Lo que viene a continuación es un párrafo de dicha encíclica:

"Es claramente injusto y deshumanizante considerar a los seres humanos simplemente como mercancías o como meros instrumentos de trabajo, sin reconocer su dignidad intrínseca y los derechos que les corresponden como personas. La fuerza de trabajo no puede ser tratada como una mercancía que se compra y se vende en el mercado sin más, sino que debe ser vista como una actividad que permite a las personas realizar su potencial y contribuir al bien común de la sociedad."

León XIII fue un papa dialogante, de mentalidad abierta, que se empeñó en conciliar las tradiciones de la iglesia con el mundo moderno, y centró buena parte de su pontificado en defender los derechos de los trabajadores en un momento tan complicado como el de la segunda revolución industrial. León XIII fue, en 1891, un papa mucho más moderno que una institución que nacería treinta y siete años después y que, a los dos años, incorporaría a la mujer para que fuera, cito textualmente, “un mero instrumento de trabajo”.

Me imagino que, ni jarto vino, pudo el buen papa imaginar que, cien años después, las auxiliares (paso por alto si el trabajo de sol a sol de una niña de catorce años y medio puede ser considerado trabajo infantil) no cobrarían, no tendrían derechos, no gozarían del descanso dominical y, en modo alguno, realizarían su potencial y contribuirían al bien común de la sociedad. Contribuyeron, contribuyen, y contribuirán todavía durante un tiempo (mientras quede alguna) al bien común de la sección de varones, eso sí. Y no me sirve que "ya no se hace", porque no ha cambiado por ser conscientes de haberlo hecho mal, sino por el escándalo público, por las denuncias, por las demandas. Si no hubiera habido escándalo, denuncias y demandas, nada hubiera cambiado. Nada.

Lo que las ex 43 auxiliares han denunciado es, ni más ni menos, lo que León XIII, en 1891, dijo que no era cristiano, que no se podía permitir, que así no, que basta.

Mediterráneo

“Las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron” – José Hernández, “EL gaucho Martín Fierro”.

LOS NUMERARIOS ME EXPLICAN COSAS (y 9)

Introducción

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9. FIN. La naturaleza femenina. Parte 3

Pero no queda ahí la cosa. Las mujeres no sólo somos unas bocazas sin seso, unas debiluchas caprichosas con el corazón lleno de podredumbre, a las que hay que llevar de la manita. La mujer es un ser sensual por naturaleza: es un peligro para sí misma, y al mismo tiempo tentación para los santos varones. También somos la perdición de los hombres, jobar, es que no libramos una. Debemos ser el compendio de todos los males. El “Juegos Reunidos” de todos los defectos posibles...  

Estas letras van dirigidas a personas del Opus Dei de toda condición.

Estimada persona que perteneces al Opus Dei:

¿Sabías que el Opus Dei ha tenido durante decenas de años a miles de personas en todo el mundo trabajando para la institución sin pagarles salarios, ni cotizar por ellos a la seguridad social (o equivalente) y sin retener impuestos por su trabajo? ¿Sabías que la mayor parte de esas personas al irse del Opus Dei se ha marchado sin tener medios económicos y lo más triste sin tener posibilidad de cobrar una pensión de jubilación por no haber cotizado por ellos? ¿Eras consciente de esa tremenda injusticia que es más grave aún por ser una institución que dice seguir el mensaje de Jesucristo? ¿Sabías que eso no es solo inhumano si no tampoco cristiano?

¿Sabías que además el Opus Dei nunca ha pedido perdón por ello ni ha mostrado signos de tener la iniciativa de hablar con esas personas y ofrecerles una compensación económica? Es más ¿sabías que el Opus Dei ni siquiera sabe en qué situación están esos exmiembros porque no les interesa?

¿Sabías que además tienen una responsabilidad con los gobiernos de los países en los que ha operado que tampoco están afrontando? Fraude a seguridad social y Hacienda supone un fraude a los ciudadanos.

Si no sabías nada de esto ya no tienes excusa. Lo importante es ¿qué vas a hacer ahora? Si callas te haces cómplice del Opus Dei pues perteneces a esa institución. La otra opción es ser valiente y preguntar claramente a los directores de palabra y por escrito, también en tus “cartas al Padre”, ¿por qué no? ¿No dicen que la “Obra está en nuestras manos”? Pues demuestra que quieres a la Obra y denuncia por escrito.

Si la respuesta que obtienes es del tipo “bueno, eso se hacía antes, pero eran otros tiempos… ya sabes… las cosas han cambiado, ahora ya no se hace así, etc, etc”. Si después de esa respuesta no sientes ganas de vomitar y sigues tranquilamente en el Opus Dei, entonces eres tú quien tendrás un problema de conciencia de por vida y algo más por lo que rendir cuentas a Dios.

Estás a tiempo.

Nocompensa

A.O.P. (Apostolado de la Opinión Pública)

“Lamentamos que algún caso concreto

aislado y singular de mucha pena

pueda poner en duda la faena

admirable que en la Obra tiene objeto.

Sociedad sacrosanta por completo,

la malicia nos es torva y ajena

y si alguna persona nos condena

miraremos su caso con respeto”.

Menudo apostolado el que se gastan:

consiste en negar todo y dar por bueno

lo que la Co$a emprende entre la gente.

Vagorosas disculpas no me bastan,

si robas o calumnias es obsceno

que te las des de víctima inocente.

Ramana

"Si no sirve para un no católico, no sirve para nadie"

Jacinto Choza – Parte 2

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