Sobre Antonio Petit.- Supo
Fecha Friday, 11 May 2007
Tema 020. Irse de la Obra


Queridos todos:

Como mi formación teológica es bastante deficiente (aunque superior a la media de la población española) y como mi formación en Derecho canónico es nula (en eso igual que la media de la población española), uno no entiende demasiado el envío de cartas y decretos de petición de ex cardinación (o como se diga) entre Javier Echeverría y Antonio Petit.

Ahora bien, como la caridad es una virtud y tiene que ver más con el sentido común, la práctica cotidiana y algo de formación (que no debe ser teológica o canónica obligatoriamente), uno sí ve que hay muchas cuestiones que no encajan. No voy a ponerme a señalar las incoherencias, porque ya lo hizo Antonio Petit. Si su texto es cierto y tiene fundamento jurídico (asunto del que como he dicho no puedo juzgar, pero sí realizar un acto de fe humana sobre su validez jurídica), desde luego no puede ser refutado más que con una pataleta o con un silencio, que en los asuntos administrativos es equivalente a una afirmación.

Lo que la caridad me dicta es lo siguiente. Ha habido poca caridad hacia Antonio Petit y sobre todo ha habido falta de sentido común. Lo que digo a continuación puede contener errores y si alguien los corrige me parecerá muy bien. Pero deduzco de la lectura que Antonio Petit estaba enfermo y debía tratarse en Barcelona, a donde debía desplazarse desde Sevilla. Lo lógico hubiera sido darle un nuevo destino en Barcelona para que viviese cerca de sus médicos. Eso es sentido común y caridad, sobre todo cuando se tienen los medios para hacerlo: residencias, colegios mayores, casas, etc.

Otra falta de caridad tiene que ver con la relevancia que se da a su situación canónica más que a su situación humana. Importa más que esté incardinado en una diócesis, que su situación humana: dónde vive, qué come, cómo administra los sacramentos. No, aquí lo primero es la forma y después vendrá el fondo.

De todas formas me sorprende mucho (con esto no digo que lo ponga en duda) que le celebrasen una misa con muchas sacerdotes concelebrando. ¿Para qué? Ni se lava la conciencia (que esté rectamente formada), ni se lava la imagen, por lo menos entre los que lean estas páginas y crean que lo narrado por Libero es verdad (yo lo creo).

Un día en el colegio el profesor de religión nos preguntó qué era la caridad. Como yo no había leído el libro, contesté que tratar de hacer este mundo más justo. Conforme a la definición del libro me había equivocado. Caridad es hacer las cosas por amor a Dios. Vale. Lo aprendí y nunca más se me olvidó la definición, pero menos se me ha olvidado que ese es el motor de nuestra vida (otro asunto es que muchas veces no lo cumpla, pero no lavo mi conciencia de mala manera). Difícilmente se puede hacer algo malo por amor a Dios. Eso no cuadra en la definición de caridad, lógicamente. Lo que se puede unir es mi definición y la oficial: Caridad es luchar por hacer un mundo más justo por amor a Dios. Y la justicia es dar a cada uno lo suyo, no quitárselo, como se quiso hacer en el caso de Petit.

Justicia sin Caridad no sirve de nada.

Supo









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=9987