TORRECIUDAD QUIERE APROVECHARSE DE LOS DEMAS SANTUARIOS
El actual santuario de Nuestra Señora de Torreciudad, promovido por el Opus Dei, se trata de aprovechar de la afluencia de peregrinos de otros importantes santuarios marianos, como son los de Lourdes y del Pilar de Zaragoza, a través de una supuesta “ruta mariana”, que uniría a los tres. Se trata de una idea que aparece periódicamente en los medios informativos, sirviéndose de distintos pretextos...
Torreciudad es un santuario promovido por el Opus Dei cerca de Basbastro (Huesca, España) para agradecer la ayuda que recibió su fundador, San Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás cuando era muy pequeño, cuando su madre fue a la Virgen para pedirle que le curara en un momento de muy grave enfermedad. Se trata de un conjunto arquitectónico que fue bendecido a la muerte de este sacerdote en el año 1975. El arquitecto es Heliodoro Dols y dentro de la Obra se le considera con grandes cualidades artísticas.
San Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás pretendía que el santuario de Torreciudad fuera el primero de una serie de edificios en honor de la Virgen en todo el mundo. Deseaba que el siguiente se encontrara en Estados Unidos de Norteamérica. Sin embargo, la idea no acaba de cuajar, pues hace falta mucho dinero y mover a muchas personas, lo que no siempre se consigue.
Hace cerca de veinte años, los responsables del Opus Dei invitaron a un grupo de periodistas a hacer la “ruta mariana”, que se recorría por primera vez, comenzando por el Santuario del Pilar de Zaragoza, y continuando con el de Torreciudad y terminando en el de Lourdes. Las cifras de visitantes anuales con que contaban el Pilar y Lourdes no se parecían en nada a las del conjunto opusiano. “No había ni color”, diría alguien de la calle.
En el Opus Dei la ambición en temas religiosos es lo último que se pierde. El ejemplo es la "solución" de la figura jurídica para esta institución. Tardaron mucho tiempo. Siempre han querido ser distintos a los demás. El santuario de Torreciudad no podía ser menos. En algunos ambientes se oye que con motivo de la Exposición Universal de Zaragoza, dedicada al agua, la “ruta mariana” sería una buena idea. Claro, como está junto a un pantano, hay algo de qué hablar.
Cuando participé como periodista en esa primera “ruta mariana” yo era agregado del Opus Dei. Una de las normas diarias del “plan de vida” que teníamos los miembros de la prelatura era la asistencia a la Santa Misa y la Comunión. Yo me levanté muy temprano en el hotel y asistí a la llamada “misa de infantes” en el santuario del Pilar, que cantaban un coro de niños del templo zaragozano. Inmediatamente esa idea fue aprovechada por los opusianos. No se nos había dicho nada. Luego vino el viaje a Torreciudad. El arquitecto nos dio toda clase de explicaciones a los informadores, para que lo difundiéramos en la prensa nacional. Y finalmente, en Lourdes, uno de los responsables del santuario nos dio las cifras de visitantes y señaló que no le parecía mal la idea de la “ruta mariana”. Se trataba de aprovecharse de los demás.
La anécdota de la “ruta mariana” se produjo en Lourdes. Aunque nos acompañaban algunos sacerdotes o miembros de la prelatura, uno de los periodistas mostró su deseo
de desplazarse a una discoteca, lo que erea incompatible con la Obra. Y claro, en Lourdes solamente había una, pero estaba cerrada. Se denominaba “Milord”. El ambiente religioso que pretendía darse a la peregrinación fue destruido.
Ahora se acerca el mes de mayo que tradicionalmente se dedica a la Virgen María dentro de la Iglesia. En los centros del Opus Dei organizarán numerosas peregrinaciones al santuario de Torreciudad . Se pretenderá resaltar la “gran santidad” de San Josemaría, y se ocultarán numerosos datos suyos. Serán imitadores de la gota de agua que una y otra vez va cayendo y horadando la piedra. Así poco a poco se van inventando la historia y la cambian totalmente. El otro día se presentó una revista que pretende dar carácter histórico-científicos a datos de San Josemaría. ¿Serán datos como los que estamos viendo últimamente? Menos mal que existen páginas como opuslibros para compensar esa supuesta bondad.
NACHO FERNÁNDEZ
