¿Menos influencia en el Vaticano?.- Haenobarbo
Fecha Friday, 27 April 2007
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


En una entrega anterior de esta web, leí la opinión de un colaborador, en relación con una aparente pérdida de poder de la prelatura, en el ámbito de la Santa Sede, basada en dos hechos:  la salida de Navarro Valls de la jefatura de la Sala Stampa, y la salida del Cardenal Herranz de la Presidencia de la Pontificia Comisión para la Interpretación de los Textos Legislativos, y el nombramiento para la secretaría de esa Comisión de un sacerdote numerario.

 

Al respecto me permito advertir, que tanto en los Dicasterios Pontificios, como en las distintas Comisiones o Consejos, el que manda en realidad, a nivel ejecutivo, es precisamente el secretario. A él corresponde por oficio, convocar a las reuniones, o no convocarlas, preparar el orden del día de los asuntos a tratar, distribuir a su arbitrio entre los consultores, los temas sobre los que se requiere opinión, etc.

 

Julián Herranz, accedió a la Secretaría de esa comisión, precisamente a raíz de la promulgación del nuevo Código de Derecho Canónico y a él ha correspondido por tanto, velar porque las cosas se mantengan como están, respecto a la figura jurídica de las Prelaturas Personales. No sé si en estos años haya habido algún intento serio por introducir alguna modificación en ellas, o dar lugar a alguna interpretación oficial a los textos legislativos que las regulan. Lo que si es cierto es que no ha habido absolutamente ningún pronunciamiento, en sentido alguno sobre ellas y eso ya es bastante.

 

Herranz, fue nombrado arzobispo primero, como es costumbre entre los secretarios de las Congregaciones y Comisiones Pontificias, y luego, como era de esperarse, según la praxis curial, ocupó la presidencia de la Comisión y fue creado Cardenal, como sus predecesores en el cargo.

 

El actual Secretario, Juan Ignacio Arrieta y Ochoa de Chinchetru, ex decano de la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, no esta ahí por gusto: Herranz lo dejó en su lugar, sabiendo que lo dejaba en un lugar clave, en el verdadero puente de mando de la Comisión. y desde ese puesto, Arrieta hará carrera: primero arzobispo, y dentro de unos años Presidente de la Comisión y Cardenal… así que tenemos Opus Dei para rato al frente de esa Comisión clave para la revisión desde el punto de vista canónico, de las figuras de las Prelaturas Personales: nada se innovará sin su consentimiento y sin su conocimiento... tan pronto vea la tormenta en el horizonte, dará los oportunos avisos, para conjurar el vendaval  y además es precisamente él y no otro... infatuado, necio, cerril.   ¿Se puede pedir más?

 

Haenobarbo









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