Casi con lágrimas en los ojos acabo de terminar de leer el escrito de Libero sobre Antonio Petit. Impactante y emocionante. Yo sí he rezado por él mientras leía ese escrito.
Del mismo modo me ha encantado el escrito de Agustina: ¡cuánta razón tienes al pensar que sigue habiendo mucha gente dentro que hace un inmenso bien a otros - de dentro o de fuera-, a veces incluso a costa de su propia felicidad.
Es muy duro todo esto. Un fuerte abrazo a todos,
atodon